Piedra, escarcha
Por Ryszard Krynicki
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La obra de Krynicki está fuertemente marcada por su activismo político, que hizo que sus poemas estuvieran prohibidos en Polonia entre los años 1976 y 1980. «Piedra, escarcha» es el primero de sus libros que se traduce íntegramente al castellano y una pieza especial en su producción, pues documenta sentido de la distancia inédito en sus trabajos anteriores.
Hay en este volumen testimonios de una escucha continua: el autor capta del lenguaje el ruido, los recién llegados, la suciedad y los crujidos. La sensación constante de difuminar la frontera entre el sueño y la vigilia, la vida y la muerte, la mirada al pasado profundo, los diálogos con los muertos.
La inmersión de Krynicki en textos extranjeros aumenta la sensación de que el poeta vive, cada vez más, en ninguna parte.
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Piedra, escarcha - Ryszard Krynicki
Ślepe? Głuche? Nieme?
Niepojęte:
Jest.
***
¿Ciego? ¿Sordo? ¿Mudo?
Inconcebible:
Es.
KAMIEŃ Z NOWEGO ŚWIATU
LA PIEDRA DE NUEVO MUNDO
Cisza
Jego straszliwe napady gniewu.
Ciężko pracował w lesie, był robotnikiem od wszystkiego. Mnie też chciał wszystkiego nauczyć, bo wierzył, że kiedy znowu wybuchnie wojna, tylko praca fizyczna może mnie uratować. Pamiętaj, oni rozpoznają po rękach – mawiał. Jeśli masz spracowane, idziesz na prawo, jeśli masz delikatne, inteligenckie, idziesz na lewo, do łagru albo pod ścianę.
Nauczył mnie orać, żąć sierpem i kosić. Odróżniać rośliny jadalne od niejadalnych. Jadalnych jest więcej, nie zginiesz z głodu – mówił. Uczył mnie łowić ryby, szybko jednak zrezygnował, bo tu okazałem się uczniem wyjątkowo opornym. Pokazywał, jak zbudować szałas, wykopać ziemiankę. Nawet jak krzesać ogień, choć jemu samemu nigdy to się nie udało.
Nauczył mnie używać siekiery. Byłem małym chłopcem, a potrafiłem rąbać drewno nie gorzej, niż mój wirtualny towarzysz niedoli z Siedmiu samurajów. Czy także z Siedmiu wspaniałych? Tego już nie pamiętam.
Przede wszystkim jednak, z niezrozumiałych dla mnie do dzisiaj powodów, chciał, żebym nauczył się pływać i przebywać jak najdłużej pod wodą. To może uratować ci życie, kiedy będziesz musiał uciekać – powtarzał.
W czasie moich przedostatnich szkolnych wakacji pracowaliśmy razem w lesie. Dawał mi lżejszą pracę, korowanie. Wychodziliśmy rano z domu, wracaliśmy wieczorem. W drodze powrotnej lubił kąpać się w leśnym jeziorze. Któregoś wieczoru wskoczył jak zwykle na głowę do wody i długo nie wypływał. Myślałem, że przepłynął już do drugiego brzegu i czeka tam na mnie. Obszedłem jezioro dookoła, ani śladu. Jego rzeczy w tym czasie także zniknęły. Obszedłem drugi raz, trzeci, nadaremnie. Nie wiedziałem, co robić. Przerażony, pomyliłem w ciemnościach drogę. Długo błądziłem, zanim trafiłem do