La sutil libertad de estar encerrados
Apr 06, 2020
4 minutos
FABRIZIO MEJÍA MADRID
Samuel Beckett la escribió en 1947, antes de Esperando a Godot, pero Eléutheria, su primera obra de teatro en francés, no se conoció hasta 1995. Me interesó esta semana leer la historia de Viktor, hijo de los Krap, que se encierra por voluntad propia en su recámara, mientras su familia, amigos, la prometida, un torturador chino y hasta un espectador del público, tratan de sacarlo. El nombre griego de la obra, “Libertad” –relacionada con la autonomía que se mantiene alejada del hilo del tirano–, nos acerca a una idea que he visto crecer en nuestro hábitat, el de los encerrados por la pandemia: la libertad de no hacer nada y que no te angustie.
Una tercera parte del planeta se
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos