Clarisa, el ángel de La Rumorosa

Por Adolfo Sagastume

Clarisa es licenciada en psicología y fue enviada por su empresa a La Rumorosa para darle terapia a un grupo de chicas que habían sufrido en carne propia el flagelo de la violación. No es lo mismo curar a una persona que a una población y Clarisa lo consiguió. No siempre funcionan los métodos comunes contra los narcos, secuestradores, descuartizadores y violadores. Lo que le funcionó a Clarisa podría ser una fórmula para todo el mundo.

• Idioma: Español
• Editorial: Adolfo Sagastume
• Fecha de lanzamiento: 9 jul 2022
• ISBN: 9781005201722

Adolfo Sagastume

Construyendo Universos LiterariosCiudadano LatinoamericanoCiudadano de la República de LiberlandCiudadano de Asgardia The Space Kingdom

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Índice

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 1

El Máster Javier alcanzó su último grado de Kung Fu en la escuela del Maestro Eliseo Vázquez, mensajero del Templo del Shaolin en Morelia, Michoacán, México.

Su afición, primero que nada, fue inculcada por su madre que fue una de las primeras alumnas que el Maestro Eliseo Vázquez tuvo en su escuela de la Avenida Madero cuando comenzó a difundir las prácticas de este arte extraordinario de defensa personal.

También hubo otro motivo, poderoso, que lo impulsó a ponerse el uniforme negro de botones blancos. Un día cuando estaba estudiando la secundaria llegó a su casa golpeado. En una riña, propia de la edad, en todo México, uno de sus compañeros lo golpeó de tal manera que le dejo hinchada la cara. Cuando sus padres lo vieron, reaccionaron positivamente.

Le dijeron:

—Necesitas aprender a defenderte.

No le hablaron de venganza ni de esas actitudes que la gente con crisis existencial les enseñan a sus hijos. Nada de eso. Todo lo contrario, le hablaron del valor de la vida y la seguridad en tiempos de caos social y moral.

Con esa buena influencia, que Miles de muchachos desearían tener en todos los extremos mexicanos, aceptó la propuesta y lo llevaron con el Maestro Eliseo Vázquez, el Monge del Shaolin que fue regalado al Templo cuando era niño y que, después de toda una vida de disciplina, su Maestro lo liberó enviándolo a México para difundir los secretos del Kung Fu y del Tai Chi.

Demás está decir algo sobre su interés y aplicación, pues desde el principio fue excelente alumno. Siempre se ganó las cintas en combates justos a la vista d todos los estudiantes del plantel.

Cuando alcanzó el Máster, le dijo a su padre:

—Papa, me gustaría que me acompañaras a la casa del muchacho que me golpeó cuando estudiaba la secundaria.

Su padre lo observó en silencio, recorriéndolo desde la corona hasta los pies y le preguntó con apacibilidad:

—¿Qué idea te mueve?

—Quiero darle las gracias por haberme golpeado en la escuela secundaria, porque esa fue la primera etapa