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Diablo Y Mujer
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Libro electrónico106 páginas1 hora

Diablo Y Mujer

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Diablo y mujer
Una novela donde el diablo convertido en un hombre mezcla la mentira con la verdad para engaar y hacer caer a la mujer. Un libro donde el hombre queda al descubierto. Una novela excitante y provocativa que te incitara a seguir leyendo sin parar. Diablo y mujer, una historia singular, te cautivar.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento7 nov 2016
ISBN9781506517254
Diablo Y Mujer
Autor

Ramón G. Guillén

Ramón G. Guillén. Mexicano con nacionalidad estadounidense. Escritor, filósofo, poeta, compositor de canciones y poesía, amante a la pintura, música y canto. Escritor de varios libros. Cuando no está sentado al piano componiendo música, disfruta trabajando en el jardín de su casa, o en su escritorio dándole los últimos toques a los libros que está por publicar. Actualmente trabaja en su siguiente libro: “Un Amor Entre la Gloria y el Purgatorio”

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    Diablo Y Mujer - Ramón G. Guillén

    Copyright © 2016 por Ramón G. Guillén.

    Diseño de la portada por SelfPubBookCovers.com/Lori

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:       2016918057

    ISBN:      Tapa Dura      978-1-5065-1727-8

          Tapa Blanda      978-1-5065-1726-1

       Libro Electrónico      978-1-5065-1725-4

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

    Fecha de revisión: 03/11/2016

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    ÍNDICE

    Prólogo

    Capítulo 1

    Capítulo 2

    Capítulo 3

    Capítulo 4

    Capítulo 5

    Capítulo 6

    Capítulo 7

    Capítulo 8

    Capítulo 9

    PRÓLOGO

    D iablo y Mujer, en esta obra, Ramón G. Guillén, narra la historia con un lenguaje sencillo, pero con un mensaje abstracto de entender, sin duda alguna, es una obra para meditar sobre la verdad y la mentira, sobre la corrupción, el abuso y la opresión, sobre la lealtad y la traición, sobre la pasión y el amor, pero sobre todo, sobre la vida misma. No; no es una obra para leerse a la ligera aunque sea narrada sencillamente, hay que meditar y reflexionar en cada frase de mensaje que el lector se encuentre en cada capítulo para extraer y absorber su mensaje. Al mismo tiempo, Diablo y Mujer, es una obra provocativa y excitante que te incitara a seguir leyendo sin parar. Diablo y Mujer, una novela donde el diablo convertido en un hombre mescla la verdad con la mentira para engañar y hacer caer.

    CAPÍTULO 1

    U n día, se encontró Dios y el diablo, y el diablo le pregunta a Dios:

    —Padre, ¿cuál es la criatura más bella qué tú hiciste?

    Y Dios le contesta:

    —La mujer, Lucifer.

    —Padre, ¿y la más astuta?

    —La mujer.

    —Padre, ¿más astuta qué los ángeles del cielo?

    —Así es, Lucifer, más astuta que los ángeles del cielo, y más astuta que tú, Lucifer.

    —¿Más astuta qué yo? ¡Imposible!, Padre.

    Dice el diablo sorprendido por lo que Dios le dice, luego prosigue:

    —Padre, tú sabes que yo soy el ángel más bello y más astuto que tú creaste. Tú sabes que la mujer no es más bella ni más astuta que yo.

    —Sí, Lucifer, la mujer es más bella y más astuta que tú.

    —Bueno, padre, no te voy a discutir de que la mujer es más bella que yo si así tú lo dices, porque somos diferentes géneros, pero eso de que es más astuta que yo; no lo acepto, pongámosla a prueba, y te compruebo de que la mujer no es más astuta que yo.

    —¿Cómo quieres ponerla a prueba, Lucifer?

    —Permíteme escoger a una mujer, y presentarme como un hombre en la tierra para enamorarla con mi astucia y mis mentiras. Y así, te demuestro que con mi astucia y mis mentiras la hago caer en mis brazos y le hago el amor sexualmente las veces que yo quiera.

    —Bien, Luzbel, bajarás a la tierra y por tu propia mano escogerás a una mujer, y con esa mujer que tú escojas: me demostrarás que tú eres más inteligente y astuto que ella. Pero, no puedes usar ningún poder, puedes usar toda tu sabiduría que as adquirido a través de los siglos, pero de ninguna manera tus poderes mágicos. Una vez que te hayas transformado en un hombre; dejarás de usar tus poderes mágicos, y vivirás como un hombre humano y, te adoptarás a las necesidades humanas. Después de un año, nos encontraremos en éste mismo lugar, y veremos quién de los dos tenía la razón. Ahora, prométeme, si es que aún te queda un átomo de honor dentro de ti, que no vas a usar tus poderes mágicos una vez que bajes a la tierra y te conviertas en un ser humano.

    —Te lo prometo, padre —dijo Lucifer.

    El diablo usaría el último poder mágico; y eso sería para convertirse en un hombre y para decidir en qué lugar del mundo quería presentarse. Y se dijo:

    —Que me convierta en un hombre humano con la misma belleza que me creó Dios cuando me hizo un ángel y, que me aparezca donde en este momento se encuentran muchas mujeres reunidas.

    Y así, el diablo se transformó en un hombre bello, con la misma belleza que cuando él era un ángel, en un caballero con porte y elegancia, pero sobre todo, traía todo el conocimiento y la astucia adquirida de todos los siglos de su existencia. Y, esto, lo ponía por encima de las mujeres y de los hombres de la tierra, así que, en realidad, seguía siendo diablo por toda su astucia, experiencia y sabiduría.

    Y el diablo se aparece en una fiesta, en uno de los edificios más altos y modernos de la ciudad, donde el dueño es uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo, y donde abundan las mujeres como empleadas de esa empresa.

    El diablo empieza a notar que todo mundo lo mira de los pies a la cabeza, sobre todo las mujeres, pues no se da cuenta que está desnudo, y las mujeres observan que todo es perfecto de ese hombre al verlo desnudo. Y el diablo se dice a sí mismo:

    —Sabía que con mi belleza las impresionaría.

    Y nota que la mayoría de las mujeres lo observa de la cintura para abajo, pues sus proporciones son perfectas y seductoras que hacen que las mujeres que lo observan se sientan excitadas. Echa una mirada hacia abajo y se da cuenta que está desnudo. Entonces dice:

    —Ustedes perdonen, damas y caballeros, lo que pasa: es que me acaban de asaltar, y con el golpe que me dieron en la cabeza; no me di cuenta que hasta mi ropa me robaron.

    Se acerca un ramillete de mujeres hacia él, una le da su rebozo y él se cubre el trasero y el frente, otra le da un abrigo, otra le acerca una silla para que se siente, otra le trae una copa de vino, y al cabo de un momento, se encuentra rodeado de lindas mujeres. Entonces el diablo dice:

    —Ahora me alegro que me hayan asaltado, porque sino; ¡no estaría rodeado de lindas mujeres como lo estoy ahora!

    Dice estas palabras y todas las mujeres suspiran. Luego prosigue:

    —Y veo a cada una de ustedes, y me pregunto: ¿cuál es la más bella? Pero; ¿cómo un hombre puede decir cuál es la flor más bella entre un ramillete de lindas flores?

    Y vuelven a suspirar las mujeres. Luego una mujer le pregunta:

    ¿Quién eres tú? ¿Cómo te llamas?

    —Con el golpe que me dieron en la cabeza; perdí el conocimiento, pero poco a poco mi memoria empieza a regresar, sé que trabajo para esta empresa, y mi nombre es… soy el señor… el señor Luz.

    Otra mujer dice:

    —Nunca habíamos oído hablar de ti.

    —Es porque yo soy el que sabe todo de ustedes y nadie sabe nada de mí. Soy de los de mero arriba. De los de incógnito.

    Otra mujer le pregunta:

    ¿Pero cuál es tu nombre completo?

    —Creo que mi primer nombre es… Brillante.

    —Brillante Luz, que nombre tan bello —dice otra mujer.

    Luego el diablo dice:

    —No me acuerdo ni cómo se llama esta empresa, ni a quién tengo de presidente, y jefes.

    Al decir estas palabras, les da a entender a las mujeres que él es el dueño, o uno de los

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