Cucho
()
Información de este libro electrónico
Lee más de José Luis Olaizola
El Barco de Vapor Roja
Relacionado con Cucho
Títulos en esta serie (100)
La venganza de los retretes asesinos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl limonero mágico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa calle de los muertos Calificación: 3 de 5 estrellas3/5O meu nome é Skywalker Calificación: 4 de 5 estrellas4/5L'herència pirata Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnfermedad se escribe con C Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa cancha de los deseos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un detective al revés Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¡Guácala! Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El nuevo restaurante de Pierre Quintonil Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Quién quieres ser? Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Hay un chico en el baño de las chicas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un bosque en el aire Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas sirenas sueñan con trilobites Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los cuatro amigos de siempre Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Clubes rivales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El extraño caso de Santi y Ago Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Detectives en chanclas Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La noche de los batracios Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las gallinas de mi abuelo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Zorrillo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ladridos y conjuros Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El misterio de los zapatos bailarines Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Gatos de Tlaquepaque Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Como pollos ¿y gatos? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl gran mago Sirasfi Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Manual para corregir a niños malcriados Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Hilario y la cucaracha maravillosa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Estrella Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La magia de Azul Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Libros electrónicos relacionados
Abuelita Opalina Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Misterio en el campamento Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Aurelio tiene un problema gordísimo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Apareció en mi ventana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl pampinoplas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistorias de ninguno Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Clandestino Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Los increíbles poderes del señor Tanaka Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Marisol en apuros Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El libro invisible Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl fabricante de risas Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Los pecosos Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La niña invisible Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Todo por una amiga Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Aventuras de Romeo Palote, detective Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Terror bajo tierra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl país de las ausencias Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Rockeros Celestes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El ladrón de mentiras Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Castillo negro en el desierto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La venganza de la mano amarilla y otras historias pesadillescas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tribrujas Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Policarpo en Manhattan Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El misterio de los zapatos bailarines Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El hámster del presidente Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Vampi Vamp y el señor Zombi Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Clubes rivales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Estudio en escarlata y cinco pepitas de naranja Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuero de diablo Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Policarpo y el camino del diablo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
La familia para niños para usted
Con cariño, Amalia (Love, Amalia) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La fuerza de Sheccid: Una novela de amor, juventud y ética Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El principe Caspian: Prince Caspian (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El leon, la bruja y el ropero: The Lion, the Witch and the Wardrobe (Spanish edition) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El sobrino del mago: The Magician's Nephew (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La familia Guácatela Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La travesia del Viajero del Alba: The Voyage of the Dawn Treader (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La silla de plata: The Silver Chair (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La ultima batalla: The Last Battle (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mundo de mascotas: Cuentos para niños, #4 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl caballo y el muchacho: The Horse and His Boy (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Olivia y su gatito aprenden a conocerse Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Se vende papá Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Mundo del Circo: Cuentos para niños, #2 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl mapa secreto de las cosas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ocho primos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La selva (Forest World) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Treinta me habla de amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl sueño de Chocolate (Chocolate's Dream) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHijos Triunfadores: Guía Psicoterapéutica para Padres Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Besos de sol, abrazos de luna Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Rosa en flor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Si tienes un papá mago... Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los cuentos de Vicky Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOliver Twist: Clásicos de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El extraño caso de Santi y Ago Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Me Encanta Decir la Verdad I Love to Tell the Truth (Spanish English Bilingual Edition): Spanish English Bilingual Collection Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Hijas únicas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para Cucho
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Cucho - José Luis Olaizola
Cucho
José Luis Olaizola
Premio El Barco de Vapor 1982
Premio Planeta 1983
A mi hija Rocío
CUCHO MALUQUER vivía en un piso ático de la calle de la Luna, en Madrid, con su abuela. Iba a la escuela como los demás chicos. No sabía por qué no tenía padres, pero como otros chicos no sabían por qué no tenían abuela, estaban igual.
Su abuela se ganaba la vida trabajando de asistenta, pero cuando cumplió los sesenta años tuvo tan mala suerte que se rompió una pierna. Aunque se la arreglaron, ya no pudo salir a la calle porque su casa era muy vieja, sin ascensor. Y como se quedó un poco coja, no podía subir las escaleras de los cuatro pisos que tenía el edificio.
—Tú no te preocupes —le dijo la abuela—. Yo sé coser y me puedo ganar la vida arreglando ropa.
Aunque la casa de Cucho estaba junto a la Gran Vía, que era la calle más importante de la ciudad, la ocupaba gente muy humilde. A pesar de todo, procuraban ayudar a la abuela, mandándole ropa para coser, pero le podían pagar muy poco dinero.
Además, la verdad era que la abuela cosía regular, y como, encima, tenía muy mala vista, solo podía hacer arreglos de poca importancia. El caso es que empezaron a pasar hambre. Cucho menos, porque en la escuela, durante el recreo, se comía los bocadillos que dejaban a medias sus compañeros. Los había que no los querían ni probar y se los daban enteros. Casi les hacía un favor porque así no tenían que tirarlos a escondidas. En tal caso se los llevaba a la abuela, pero la mujer tenía otro problema: como le faltaban los dientes, le costaba mucho morder el pan y solo se podía comer lo de dentro. Entonces Cucho se puso exigente y solo admitía bocadillos rellenos de cosas blandas como, por ejemplo, queso, mantequilla con mermelada, membrillo y, sobre todo, los de tortilla francesa.
Por tanto, la abuela cada día comía mejor, pero cosía peor porque veía muy mal. Un día se equivocó, y en un traje de caballero que le dieron para arreglar, a la chaqueta le puso, en lugar de las mangas, las perneras del pantalón. Cuando la vecina se vino a quejar, la abuela se disculpó:
—Ya me extrañaba a mí que su marido tuviera los brazos tan largos...
Por eso, aunque los vecinos quisieran ayudarla, resultaba difícil: veía tan mal que nunca sabían cómo iba a quedar lo que le dieran para coser. La mujer suspiraba:
—¡Ay! Si yo tuviera unas gafas...
Cucho —que tenía diez años, pero parecía mayor— se fue a una tienda a ver cuánto valían unas gafas. El dependiente le preguntó:
—¿Para quién son?
—Para mi abuela.
—¿Para qué las quiere?
—Para coser.
—¿Cuántos años tiene?
Esto no lo sabía Cucho y por eso contestó:
—Pues como una abuela, pero de las más viejas.
El dependiente le entendió y le contestó:
—Calcula que unas siete mil pesetas.
El chico se quedó asombrado porque no sabía de nadie que tuviera tanto dinero junto. Volvió a su casa y le dijo a la abuela:
—Oye, abuela, mejor será que dejes de coser. No trae cuenta comprar unas gafas.
La mujer suspiró.
—Y si no coso, ¿qué voy a hacer todo el día en casa?
Cucho no sabía cómo solucionar un problema tan complicado.
En cambio, lo de la comida cada día resultaba más fácil, porque muchos chicos y chicas de la escuela procuraban traer el bocadillo de tamaño doble para repartirlo con él. Es más, procuraban lucirse, porque si Cucho no aceptaba su bocadillo se sentían de menos.
—Mira, Cucho —le decía algún chico—, te lo he traído de jamón, ¿qué te parece?
—Lo siento, pero el jamón es muy duro y mi abuela no lo puede tomar.
—¡Pero si es de jamón de York...! —se disculpaba el chico.
—¡Ah, bueno, entonces sí! —admitía Cucho—. Pero no lo traigas con tanto pan, sobre todo si tiene corteza.
Por eso, algunos se lo traían con pan de molde, como el de los emparedados.
A LA ESCUELA iban juntos chicos y chicas. Una de estas, que se llamaba Celia, era la hija del dueño de la pastelería de la esquina, en la que además de pasteles había toda clase de dulces. Todos los chicos procuraban ser amigos suyos porque, además de ser guapísima, siempre llevaba los bolsillos llenos de caramelos. Por eso era bastante presumida, pero a pesar de todo le preguntó a Cucho:
—¿Le gustan los pasteles a tu abuela?
Cucho se quedó pensativo y condescendió:
—Bueno, pero