Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

La Vocación Sacerdotal y la Vocación laical: José Kentenich
La Vocación Sacerdotal y la Vocación laical: José Kentenich
La Vocación Sacerdotal y la Vocación laical: José Kentenich
Libro electrónico132 páginas2 horas

La Vocación Sacerdotal y la Vocación laical: José Kentenich

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

¿Es el cristianismo una respuesta al mundo moderno? ¿Tiene la capacidad de responder a los desafíos existenciales del hombre de hoy? ¿Con qué fuerzas cuenta cada cristiano para ello?

El P. Kentenich profundiza en la vocación y misión de los cristianos. Muestra cómo Dios llama a cada uno en forma personal y le otorga las gracias para que sea fiel a su vocación y de fruto en ella. Él profundiza en el origen y el valor de la vocación laical, que es un llamado a participar de la misión de Cristo como sacerdote, profeta y pastor. El laico participa como sacerdote ofreciendo su propia vida y toda su actividad diaria en la vida de trabajo y en el esfuerzo de todos los días. Participa como profeta evangelizando la cultura en esta misma actividad, haciendo presente la voluntad de Dios frente al acontecer del mundo. Participa como pastor haciéndose responsable del prójimo, sirviéndolo y ayudándolo a desarrollarse; ejerciendo su señorío sobre el mundo creado haciendo que éste esté al servicio de los hombres y de la gloria de Dios. Los ejercicios son, también, una posibilidad de renovación y profundización para quien está llamado a la vocación de ministro ordenado: obispo, presbítero o diacono. Le permite profundizar en el misterio de la propia elección y en el especial contenido de ella. Como todo cristiano está llamado a ser parte del Cuerpo Místico de Cristo. Como ministro ordenado participa, de una forma especial, con Cristo como cabeza de su Cuerpo Místico. La conciencia y la experiencia de ser llamado a seguir a Cristo en una forma particular e íntima han permitido, permiten y permitirán a los cristianos responder a los desafíos del tiempo que les toca vivir y dar el fruto querido por Dios en él.
Editorial Patris nació en 1982, hace 25 años. A lo largo de este tiempo ha publicado más de dos centenares de libros. Su línea editorial contempla todo lo relacionado con el desarrollo integral de la persona y la plasmación de una cultura marcada por la dignidad del hombre y los valores del Evangelio.

Gran parte de sus publicaciones proceden del P. José Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt o de autores inspirados en su pensamiento. Por cierto, también cuenta con publicaciones de otros autores que han encontrado acogida en esta Editorial.

De esta forma Editorial Patris no sólo ha querido poner a disposición de los miembros de la Obra de Schoenstatt un valioso aporte, sino que, al mismo tiempo, ha querido entregar a la Iglesia y a todos aquellos que buscan la verdad, una orientación válida en medio del cambio de época que vive la sociedad actual.
IdiomaEspañol
EditorialNueva Patris
Fecha de lanzamiento3 dic 2016
ISBN9789562468343
La Vocación Sacerdotal y la Vocación laical: José Kentenich

Lee más de José Kentenich

Relacionado con La Vocación Sacerdotal y la Vocación laical

Libros electrónicos relacionados

Artículos relacionados

Comentarios para La Vocación Sacerdotal y la Vocación laical

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    La Vocación Sacerdotal y la Vocación laical - José Kentenich

    LA VOCACIÓN SACERDOTAL Y LA VOCACIÓN LAICAL

    Ejercicios espirituales predicados en Schoenstatt,

    del 11 al 18 de octubre de 1931

    P. José Kentenich

    Corporación de Desarrollo Cultural Volcán Parinacota

    Edición: José María Fuentes

    Traducción: Sergio Danilo Acosta

    © EDITORIAL NUEVA PATRIS S.A.

    José Manuel Infante 132,

    Providencia, Santiago, Chile

    Tels/Fax: 22235 1343 - 22235 8674

    e-mail: gerencia@patris.cl

    www.patris.cl

    Diseño/Diagramación:

    M. Constanza Martínez N

    Alberto Siredey

    ISBN edición impresa: 978-956-246-834-3

    ISBN edición digital: 978-956-246-835-0

    Diagramación digital: ebooks Patagonia

    www.ebookspatagonia.com

    info@ebookspatagonia.com

    Índice

    Agradecimientos

    I. Presentación de la edición española

    II. Introducción

    III. La fuente de nuestra misión

    IV. Meta de nuestra misión

    V. Cumplimiento de nuestra misión

    VI. Anexo: Cuartas Conferencias

    Agradecimientos

    Un especial agradecimiento a los padres Mariano Irureta, Rafael Fernández y Heriberto King que motivaron, acompañaron y entregaron material para la presente publicación.

    También a la Federación de Hombres de Chile que apoyó, humana y financieramente, la realización de este proyecto.

    Una especial mención para el traductor y corrector de este trabajo, Sergio Danilo Acosta, que con dedicación y esmero se preocupó en forma especial de la calidad del mismo.

    Un agradecimiento para quienes hicieron un valioso trabajo de corrección: el P. Humberto Anwandter, Octavio Galarce y Jorge Westphal.

    Finalmente un agradecimiento muy especial a mi señora, Cecilia Brunner, por su apoyo y paciencia frente al tiempo que le dediqué en vacaciones y fines de semana.

    El editor

    I. Presentación

    de la edición española

    1. Contexto

    Los presentes ejercicios espirituales fueron predicados por el P. Kentenich entre el 11 y el 18 de Octubre del año 1931 a sacerdotes diocesanos en la Bundesheim (Casa de la Alianza) en Schoenstatt, Alemania.

    En este retiro se nota el esfuerzo del P. Kentenich por responder a la voluntad de Dios en dos aspectos típicos de él: en relación a los tiempos y en relación a las necesidades y motivaciones de las personas que tenía delante.

    La vida en Alemania hacía tiempo que era difícil para su pueblo y para la Iglesia.

    Alemania había perdido la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y se vio enfrentada, como consecuencia de esta derrota, a la pérdida de muchas vidas, a la cesión de grandes territorios, a una grave crisis política y a muy difíciles consecuencias económicas derivadas de las reparaciones impuestas por los vencedores en el tratado de paz. El sentimiento y los resentimientos asociados a la derrota generaron una importante falta de cohesión social y política durante los años siguientes.

    A pesar de eso, durante la década de los años 20, Alemania fue recuperando su actividad económica y gozó de una relativa estabilidad política. La gran crisis económica mundial del año 1929 tuvo para Alemania consecuencias gravísimas. La economía entró en crisis y la cesantía creció dramáticamente sumergiendo a millones de personas en la pobreza. En septiembre de 1931, un mes antes de este retiro, los desempleados en Alemania ascendían a 4,3 millones y seguían aumentando. Como consecuencia de esta situación, la estabilidad política comenzó a perderse. En la elección de septiembre de 1930 (la inmediatamente previa a este retiro) el extremista partido nazi obtuvo el segundo lugar en las elecciones (superado sólo por los socialdemócratas) aumentando su votación desde un 2,6% en la elección anterior (1928) a un 18,3%; lo anterior se hacía más dramático por el hecho de que el tercer lugar lo obtuvo otro partido que no adhería a la democracia (el partido comunista) con un 13,1%. En los mismos días de este retiro (el 11 de Octubre) en Bad Harzburg los nazis formaron el Frente de Harzburg con el Partido Popular Nacionalista Alemán (DNVP), que había obtenido el 7% de los votos y un grupo de veteranos disconformes y nacionalistas de la Primera Guerra llamados Stahlhelm (casco de acero). Esta coalición obtendría un gran triunfo dos años después en julio de 1932, en que los nazis pasarían a ser la primera fuerza política del país (37,4%) y comenzaría el fin de la democracia en Alemania.

    La Iglesia alemana había tenido dificultades desde hacía un tiempo considerable. La unificación alemana en la década de 1870 significó que el catolicismo pasó a ser una religión minoritaria en Alemania (antes era religión mayoritaria en algunas regiones independientes como Baviera, Renania y Westfalia). Adicionalmente en esta década el Estado alemán, guiado por protestantes prusianos liderados por el ministro Bismark, que temían la influencia del catolicismo y la influencia externa del Papa, implementó la Kulturkampf destinada a restringir la influencia y la expansión del catolicismo en Alemania. Aunque esa política de Estado fue moderándose en las dos últimas décadas del siglo XIX, siguió habiendo grandes y poderosos grupos que tenían los mismos fines señalados anteriormente (liberales, conservadores protestantes, nacionalistas, socialistas, comunistas, etc.). El mismo P. Kentenich opone, en los cursos dictados sobre la cuestión social en los dos años anteriores al presente retiro, la intención y forma de la educación socialista a los contenidos y propósitos de la educación católica (intentando reforzar a los educadores católicos frente a los conflictos que enfrentaban en el ejercicio de su profesión).

    A partir del año 1929, el P. Kentenich comenzó sistemáticamente, desde la Bundesheim en Schoenstatt, que permitía la afluencia de un gran número de participantes y había sido habilitada en 1928, a predicar cursos y ejercicios (retiros) destinados a sacerdotes, educadores y otras persona como una forma tanto de entregar el carisma y las gracias propias de Schoenstatt como de colaborar con el resto de la Iglesia a afrontar las graves dificultades que se presentaban.

    Entre los años 1929 y 1935 dictó un conjunto de cursos: Sobre la cuestión social (1929-1931); Principios generales de una educación juvenil moderna (1931); Principios especiales de una educación juvenil moderna: educación mariana (1932-1933); Educación matrimonial mariana (1933); Educación mariana (1934-1935). También durante esta época predicó retiros (o ejercicios): La vocación sacerdotal y la vocación laical¹ (1931); La santificación de la vida diaria (1932-1933); Sabiduría de la vida (1933-1934); Alegría de la vida (1934-1935). El presente retiro se encuentra en el comienzo de esta serie, pero ya estaba presente el espíritu y la decisión que condujo este proceso.

    En este contexto de dificultades y necesidades el P. Kentenich predica, en este retiro, sobre la conciencia de misión divina. Lo hace, en primer lugar, para los sacerdotes a quienes les está predicando, pero profundiza este pensamiento haciendo tomar conciencia a sus oyentes de que todos los miembros de la Iglesia tienen una misión divina. Dedica mucho tiempo para hablar de la misión divina de los laicos y también de la misión de María y de las mujeres en el Plan de Salvación. Les da a entender a los sacerdotes que, además de la relación con Dios, de la forma que manejen su relación con María, la Madre de Dios, con los laicos y con las mujeres dependerá mucho de su desarrollo y de su fruto como sacerdotes.

    2. Apuntes del retiro

    Estos apuntes están destinados a realzar algunos aspectos de los ejercicios (retiro). Estos puntos son desarrollados con mucha mayor extensión, profundidad y riqueza en el texto mismo del retiro que se presenta más adelante.

    El Padre Kentenich señala que todos los cristianos están llamados a participar en la misión de Cristo. Es una misión que compete a toda la Iglesia y a cada uno de sus miembros. Los ministros tienen una misión particular de servicio y conducción en la Iglesia. Los laicos participan de la misión de Cristo a partir de un llamado divino (una misión divina), que es parte esencial de la vida de la Iglesia. Aunque usa la misma formulación de la época (participación de los laicos en el apostolado jerárquico de la Iglesia) para hacer más asequible a sus oyentes su planteamiento, se diferencia de esa formulación al explicar que la vocación y misión del laico provienen directamente de un llamado y un designio divino: es una vocación regalada por Dios.

    Todos los cristianos están integrados en la misión de Cristo en sus tres ministerios: como sacerdote, profeta y pastor (hoy se usa la expresión rey²). Cada uno está llamado a ser, en Cristo, sacerdote, profeta y pastor.

    El sacerdote es quien ofrece el sacrificio. En el Antiguo Testamento los sacerdotes ofrecían sacrificios de animales en ritos de purificación. Cristo sacerdote se ofrece a Sí mismo y en Él a toda la humanidad y a todo el universo. Como partes de su Cuerpo Místico todos los cristianos estamos llamados a participar en este ministerio.

    El profeta es quien enseña; quien trasmite al mundo la palabra de Dios. Es quien sabe interpretar los acontecimientos y darles el sentido que Dios quiere de ellos. Cada cristiano está llamado a realizar esta función frente al mundo que lo rodea y frente a las personas en las cuales puede influir.

    El ministerio de pastor consiste en participar en la realeza de Cristo sobre el universo, colaborando con Él en la constitución de su Reino; reino de verdad y vida.

    Cada persona, cada cristiano, está llamado a participar de estos ministerios de forma particular, de acuerdo a su propia vocación (la que le ha sido regalada por Dios).

    Los ministros ordenados tienen una elección especial de compartir la misión de Cristo a través del servicio a la comunidad de la Iglesia. Están llamados, por Cristo a través de su Iglesia, a conducir el Pueblo de Dios. Dentro del Cuerpo Místico se identifican, en forma especial, con Cristo cabeza del mismo.

    Los laicos tienen una misión divina propia. A través del bautismo y la confirmación, Dios se hace presente en sus vidas para conformar todas las realidades del mundo, incluyendo todos los aspectos de su vida diaria, de acuerdo a Su voluntad. Los laicos tienen la especial misión de ejercer el ministerio sacerdotal, profético y pastoral de Cristo en medio del mundo.

    María, la Madre de Dios tiene una participación especial en la misión de Cristo; en la cristificación del mundo. Ella ayuda, a todos los cristianos, a cumplir la misión que cada uno tiene a través de su intercesión. También la devoción mariana es una ayuda para imprimir los rasgos de Cristo al mundo. Ella tiene una especial misión como portadora de Cristo y donde Ella está presente, Cristo se hace presente en

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1