Insuficiente reconocimiento de la mujer en la Iglesia
El , recién promulgado por el papa Francisco, institucionaliza una práctica que se venía ejerciendo desde el Concilio, los llamados ministerios del Lectorado y del Acólito, accesibles a ambos sexos. Esto es, la presencia de las mujeres en el altar, permitiéndoles dar la comunión, proclamar la lectura del Evangelio durante la liturgia y realizar servicios de altar, como lo hacen los monaguillos. El canon reformado en cuestión es el 230 del Código Canónico, primer párrafo, donde se elimina la frase “los laicos masculinos” por “laicos”… “que tienen la edad y las habilidades determinadas por decreto por la conferencia episcopal, pueden ser empleados permanentemente, a través del rito litúrgico establecido, para los
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos