Aquí no hay lugar para vampiros
()
Información de este libro electrónico
Los vampiros estamos mejor diseñados para este mundo. La constitución de nuestra naturaleza es más sólida. Pero los humanos son más, muchos más, y la fuerza del número, inevitablemente, siempre se termina imponiendo por más esfuerzos que se hagan para evitar que eso ocurra.
Ezequiel Tambornini
Periodista y escritor argentino Argentine journalist and writer
Lee más de Ezequiel Tambornini
El club de las no divorciadas Calificación: 1 de 5 estrellas1/5El Día de la Bandera. Una historia de la decadencia argentina Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los Hombres Sobran Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mi nombre es Alejo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTrabajadores esclavos que creen ser libres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Color del Cielo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCómo llegamos a esto. Breve historia del mundo en el que vivimos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La barca de Teófilo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesInhabitante de este mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTarea Cumplida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTodos Los Hombres Sobran Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Relacionado con Aquí no hay lugar para vampiros
Libros electrónicos relacionados
Dolly Biters! Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSimplemente sangre: Mitos y verdades sobre el líquido rojo que recorre nuestro cuerpo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5A ese infierno no vuelvo: Un viaje a las entrañas de las cárceles venezolanas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Historia natural del canibalismo: Un sorprendente recorrido por la antropofagia desde la Antigüedad hasta nuestros días. Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Diccionario del Diablo: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Don Carlos Balmori: El Genio Forjador De Ilusiones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El matadero (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConfesiones de un opiómano inglés Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Un mal día Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiccionario del Diablo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Diccionario del Diablo: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La mano poderosa de Dios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Tostonazo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mi maravilloso mundo de porquería Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAutobiografía de una pulga Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Quien asesinó al Conde Drácula? Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Buenavista capital del sexo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConfesiones de un inglés comedor de opio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesProject City Hunters - Los hijos malditos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSala de Despiece Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVacaciones de los muertos y otros poemas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiccionario del Diablo (Golden Deer Classics) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El lobo racional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCien centavos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Mancha Queer Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesD.F. De Mis Recuerdos: Columnas De Comentario Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTee Tee la gatita Zen y los misterios de la vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMalditos perros del averno Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos dones y otros cuentos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPequeña historia del automóvil: Los diseños clásicos y los uruguayos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Fantasía para usted
Te deseo tanto... Novela erótica Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Viaje al centro de la Tierra: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El retrato de Dorian Gray: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Don Quijote de la Mancha Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Método Quántico. El código secreto para ganar dinero. Magia mental para ganar dinero y otras yerbas. PRIMERA PARTE Calificación: 3 de 5 estrellas3/5EL PARAÍSO PERDIDO - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Guerra de los Cielos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ensayo sobre la ceguera de José Saramago (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Biblia de los Caídos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Paraíso Perdido: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos de terror Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Biblia de los Caídos. Tomo 1 del testamento de Sombra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Ilíada y La Odisea Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Necronomicón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Llamada de Chtulhu Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Historia de un crimen perfecto Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Necronomicon Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cantar de mío Cid: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El bárbaro y las brujas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La vuelta al mundo en ochenta días: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Biblia de los Caídos. Primera plegaria del testamento del Gris Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El cuervo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Despertar de los Dragones (Reyes y Hechiceros—Libro 1) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Veinte mil leguas de viaje submarino: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Biblia de los Caídos. Tomo 1 del testamento de Mad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Manual De Belleza Básica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLucifer el hijo de Dios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Colección de Julio Verne: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Nocturna Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Biblia de los Caídos. Tomo 2 del testamento de Mad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para Aquí no hay lugar para vampiros
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Aquí no hay lugar para vampiros - Ezequiel Tambornini
AQUÍ NO HAY LUGAR PARA VAMPIROS
Ezequiel Tambornini
* * * * * *
Aquí no hay lugar para vampiros
Copyright © 2019 Ezequiel Tambornini
* * * * * *
Mis padres siempre hicieron todo lo posible para que la inclusión fuese algo viable. Me inculcaron ese credo a través de sus palabras y acciones. Pero el mundo en el que vivieron mis padres ya no existe. Ni ellos tampoco.
Las primeras señales de lo que ocurrió pasaron desapercibidas, al menos para mí, aunque supongo que fue el caso también de la mayor parte de mis pares. Cuando hago una retrospectiva de los hechos, creo que todo surgió cuando observamos a humanos en el restaurante de Trejo, quien, tal como había hecho su padre y, antes que él, su abuelo, se dedicaba a elaborar morcillas de diferentes sangres. La comida ahí era excelente. Pero la gente no iba sólo por eso: el lugar era un refugio, algo que ofrecía certezas, al menos por unas pocas horas, frente a las amenazas presentes en el exterior. Las mesas, la sonrisa de las muchachas que tomaban el pedido, los cuadros anticuados sobre las paredes, los banderines de clubes de fútbol firmados por jugadores olvidados en el tiempo, eran como volver a casa luego de un viaje extenuante.
Por eso cuando vimos a los humanos ahí al principio no comprendimos qué estaban haciendo. Trejo elaboraba morcillas de sangre porcina, vacuna y caprina. Eso era lo que pedía cuando estaba corto de efectivo, es decir, lo que pedía la mayor parte de las veces que visitaba el lugar. Pero la especialidad de la casa eran las morcillas de sangre humana, la cual era comprada a donantes que cumplían con ciertos criterios estrictos de alimentación, pues, de lo contrario, la tradicional receta familiar se arruinaba. Los humanos, perfectamente, podían alimentarse con las morcillas elaboradas con sangre animal, pero nunca concurrían a los restaurantes gestionados por vampiros por la repulsión que les ocasionaba saber que había alimentos elaborados con sangre humana. Es comprensible.
Había algo extraño esa noche en los rostros del personal de servicio, de los cocineros y del propio Trejo. Percibía temor proveniente de sus organismos, pero, ¿temor a qué? ¿Humanos? Cuando me dijeron que las morcillas que se habían servido a los humanos estaban elaboradas con sangre humana, entonces comprendí. Los humanos en cuestión eran parte de un grupo narco de la ciudad, que había traído el cadáver de un competidor, aún fresco, para elaborar morcillas con la sangre del muerto, las cuales luego fueron consumidas por ellos con el acompañamiento de un vino tinto bochornosamente carísimo y risotadas simiescas. Supongo que habrán amenazado a Trejo para que aceptase tal faena. No creo que lo haya hecho por dinero. Nunca se lo pregunté, pues, el sólo hecho de querer hacerlo, transformaba su rostro en una gran pena.
El episodio tendría que haber quedado en la historia como una anécdota triste. Pero no. Por alguna razón, comenzaron a llegar más y más clientes humanos al lugar, atraídos por el comentario de que en ese lugar Sixto –tal era el nombre del narco malnacido– se había comido una morcilla elaborada con la sangre de un competidor fallido que intentó desafiarlo para quedarse con el control del tráfico en el sector sudoeste de la ciudad.
El restaurante de Trejo era mi refugio en el refugio general de Domvil, el barrio periférico creado por y para vampiros que deseaban vivir lejos de las inquietudes, preocupaciones y acciones humanas. Trejo pudo haberse negado a