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El Ciclo del Estrés Laboral
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El Ciclo del Estrés Laboral
Libro electrónico90 páginas3 horas

El Ciclo del Estrés Laboral

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Hace tiempo que solo tienes tiempo para trabajar. Los proyectos se alargan, tienes que echar horas extra, muchas veces sin remuneración. Eso te deja en un estado lamentable de cansancio. Ni siquiera los cafés hacen efecto.

Entonces cometes errores. Esos errores hay que subsanarlos, por lo que tienes que volver a hacer horas extra.

Y si eres autónomo o pequeño empresario, qué te voy a contar. No hay fines de semana, la presión te agota, apenas tienes tiempo para tu familia.

Si te está pasando esto, tengo una mala noticia: has entrado en el ciclo del estrés laboral, un círculo vicioso que afecta a millones de profesionales de todo el mundo y de todos los sectores. También se le conoce como burnout.

Nuestro cuerpo lo nota: empieza a liberar cortisol, adrenalina y otras hormonas. Podemos tener taquicardias e hiperventilación, y mayor presión arterial. También hace su aparición la ansiedad.

Si el estrés se prolonga en el tiempo, puedes llegar a entrar en una fase realmente preocupante: tu cuerpo ya no es capaz de resistir al estrés. Corres un serio riesgo de sufrir serias alteraciones tanto físicas como emocionales, hasta el punto de que podrías desarrollar enfermedades mentales o físicas.

No hace falta que te diga que tu vida familiar también se va a deteriorar. El estrés laboral puede destruir las relaciones personales.

Pero no todo son malas noticias. Igual que se conoce muy bien qué es el estrés y cómo nos perjudica, también se han desarrollado caminos efectivos para salir de este círculo vicioso.

«El Ciclo del Estrés Laboral» te muestra el camino de salida de forma sencilla y amena.

No es un tratado ni un estudio. Es la historia de alguien que consigue salir del círculo vicioso del estrés laboral.

Aunque es una historia novelada, está basada en mi propia experiencia: yo estuve donde tú estás ahora, el ciclo del estrés laboral, y conseguí salir de ahí. Es posible hacerlo.

¿Cómo lo conseguí? Primero me centré en lo más urgente: los hábitos nocivos que me estaban perjudicando. Con la ayuda de profesionales cambié algunos que tenía muy arraigados, pero que perjudicaban mi salud y mi vida familiar.

Pero esto no fue suficiente. De nada servía cambiar hábitos y actitudes si en mi trabajo seguía haciendo las cosas como siempre.

Por eso di un vuelco radical a mi forma de trabajar. Adopté los métodos agile, que están revolucionando la vida laboral de profesionales de todo el mundo.

Al adoptar y aplicar esta forma de trabajar, mucho más sensata y productiva que la tradicional, se terminaron las horas extra, mi salud mejoró muchísimo y recuperé mi vida familiar.

Métodos como Scrum, Kanban o Lean Startup sirven para eso: trabajar menos y mejorar nuestra vida, tanto laboral como personal.

No pretendo ganar dinero con este libro. Tengo mi trabajo para eso. Lo que busco es ayudar a los profesionales sometidos a la tiranía del estrés laboral.

Si eres uno de ellos, tienes aquí un camino de salida a tu alcance. Estás a un paso de empezarlo.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 oct 2019
ISBN9781393868934
El Ciclo del Estrés Laboral
Autor

Antonio Montes Orozco

A la hora de presentarme, creo que lo mejor es empezar por el principio. Me formé como ingeniero de telecomunicaciones y he trabajado como administrador de sistemas y programador en C++. En 2006 conocí la metodología Scrum y me he especializado en este campo, trabajando como profesional por cuenta ajena y como consultor independiente. En 2014 me certifiqué como Scrum Manager y en 2015 como practicante de Agile por el prestigioso Project Management Institute. Con el tiempo me he ido formando como coach, tanto en mi área de especialización como a un nivel más general. En 2020, obtuve el Máster «Coaching & Mentoring Fundamentals for Agile», por la Escuela Europea de Coaching de España; además, he sido certificado como coach por la prestigiosa International Coaching Foundation. Al mismo tiempo, soy escritor. Un escritor peculiar, que no se ciñe a un género concreto, sino que publica aquello que considera que puede ayudar a otras personas. Por eso he publicado dos libros dirigidos a las personas interesadas en la metodología Scrum, tanto a nivel básico («Scrum para No Informáticos») como avanzado («Agile Coaching para Scrum Masters»). También he publicado un libro de ficción sobre el estrés laboral, basado en mi propia experiencia profesional («El Ciclo del Estrés Laboral»). Pero no me he conformado con escribir libros dirigidos a profesionales. También he publicado uno dirigido a cualquier persona interesada en el sentido profundo de su vida. Se titula «Madurando Tu Fe Católica». En 2016 volví a la Fe Católica y he sentido la inquietud y la necesidad de compartir mi camino espiritual con otras personas. El resultado ha sido este libro. Lo escribí pensando en las personas que, como yo mismo, hemos sido educadas en la Fe Católica pero luego la abandonamos. Como adultos, necesitamos un mapa para reencontrarnos con ella. Pero el libro también ayudará a cualquier persona que sienta la inquietud de encontrar el sentido profundo de su vida.

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    Un planteamiento novedoso del estrés laboral. Somos muchos los que hemos sufrido, en algún momento, el estrés laboral. Antonio lo ha clavado. Al explicarlo en forma de fábula, queda todo muy claro. Me ha gustado la síntesis que hace de los 5 pasos que llevan a quemarnos, pues a mí me pasó tal cual. Y lo que más me ha sorprendido es la idea novedosa de “quitar el miedo de la ecuación”

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El Ciclo del Estrés Laboral - Antonio Montes Orozco

Introducción

En el mundo del software , las jornadas interminables están a la orden del día. Ello provoca que los trabajadores salgan muy tarde y regresen a sus casas sin tiempo para nada más que cenar y acostarse.

Imagine una vida en bucle, en la que un día se asemeja peligrosamente al siguiente, y al siguiente, y al siguiente... Una vida sin apenas tiempo para nada más que trabajar: ni familia, ni amigos, ni ninguna actividad de esparcimiento, tan necesarias para recargar pilas en este estresante mundo. Esa es la vida que muchos trabajadores llevan y que muchos otros han experimentado en algún momento de su carrera profesional.

A través de esta fábula planteo la historia de Robert, nuestro protagonista, el cual está «quemado» por vivir en un continuo «pico de trabajo». Robert va descubriendo qué lo ha llevado a esta situación, para sacar sus propias conclusiones. Descubrirá el mundo del «coaching», el mundo del «Agilismo» y acabará teniendo claros los cinco pasos que llevan a entrar en el «ciclo del estrés laboral».

Quemar a los trabajadores es contraproducente para el trabajador y para la propia empresa, por lo que es bueno ser consciente del precio que conlleva hacer «horas extra». Cargar a los miembros de un equipo con tareas imposibles es fruto del miedo, por lo que descubriremos que hay que quitar el miedo de la ecuación.

Dedicado a:

Rosa, mi infatigable compañera y al fruto de nuestro amor: Elena y Laura

Capítulo 1: Una situación insostenible

Robert

Nuestra historia comienza con Robert, un hombre joven de treinta y cuatro años, de estatura media, pelo rizado y castaño, y con sobrepeso. Es un analista programador que lleva diez años trabajando en el mundo del software. Estudió la carrera de Ingeniería del Software y, cuando acabó, a los 24 años, encontró un trabajo rápidamente. Desde entonces, conoció los sinsabores del mundo software: proyectos que se torcían y «horas extra» que se echaban, sin recibir una remuneración a cambio y dejándolo en un estado lamentable de cansancio. Además, el cansancio era tan extremo que ya los cafés no le hacían efecto, y cometía muchos fallos durante la jornada laboral. Dichos fallos tenían que ser subsanados, por lo que eso implicaba más trabajo y más «horas extra». Hasta que no se entregaba el proyecto al cliente, Robert tenía pánico de volver a pasar por la misma situación una y otra vez.

Además, la forma de trabajar le parecía absurda: en cada proyecto se nombraba a un jefe de proyecto que dirigía todo el trabajo. Antes de saber nada sobre el producto a diseñar, se intentaba documentar todo con pelos y señales, cuando era imposible tener tanto detalle y el cliente ni siquiera sabía lo que quería. Después del esfuerzo titánico inicial para documentar todo el producto, se desgranaba todo el trabajo en tareas. Algunas eran tareas absurdas que nunca se harían, pues se partía de una visión errónea del producto, ya que siempre la realidad imponía cambios, y era muy difícil adaptar dichos cambios al plan diseñado desde el principio. Dicha obsesión por adaptarse al plan inicial llevaba a perder oportunidades de mercado y a diseñar productos que no eran lo que realmente quería el cliente. Era muy frustrante que, después de tanto esfuerzo invertido, el cliente se mostrase disconforme con el producto mostrado. Robert aún se acordaba de aquel cliente que vendía automóviles de segunda mano y pidió una aplicación para mostrar los coches que tenía en la tienda. Un competidor mandó desarrollar una aplicación parecida, en la que los clientes podían acceder sencillamente, mostrando su licencia de conducción a la cámara. El pobre hombre se quedó sin su acceso sencillo porque el plan estaba prefijado y el contrato estaba firmado, así que le entregaron una aplicación inferior a la de la competencia al cabo de un año, para desilusión de todos.

Robert, con el pasar de los años, había conocido a jefes que tenían en cuenta la opinión de los programadores y se fiaban del criterio de estos, pero también había conocido a otros que desconfiaban de los programadores y que los trataban como a unos vagos, sin tener en cuenta su criterio y gestionando todas las tareas de forma dictatorial. Cualquier desviación del plan previsto se atribuía a la mala actuación de los programadores, por lo que estos eran castigados con «horas extra». Dichos picos de trabajo llevaban a un cansancio extremo de todo el equipo y a cometer más errores, por lo que la bola se iba haciendo cada vez más grande, para frustración de todos.

Durante dichos años no todo fue malo, pues conoció a Victoria, su mujer, y se casó con ella. Victoria era alegre y era una compañera fiel y comprometida. Robert se desvivía por ella pero, durante los días de «horas extra», llegaba a casa tan tarde que se frustraba, sintiéndose como un cero a la izquierda, debido al cansancio extremo que sentía.

También hubo ciclos económicos malos que empobrecieron al país; las empresas empezaron a tener pérdidas y alguna vez despidieron a Robert, por lo que este tuvo que ponerse a buscar trabajo, para desesperación de la joven pareja.

Con la última crisis volvieron a echar a Robert a la calle, y acabó en la empresa donde trabajaba actualmente. La metodología de trabajo era la misma de siempre y el jefe de proyecto, Gerard, era el peor de todos los que había tenido hasta el momento. Era igual de dictatorial que el resto, pero escuchaba menos a su equipo e imponía plazos imposibles, por lo que cada proyecto suyo acababa con enfados y «horas extra», para frustración del equipo de programadores. La empresa donde trabajaba Victoria también entró en crisis y ella perdió su trabajo, por lo que ahora estaba desempleada y buscando ofertas de empleo todos los días.

Robert volvió a meterse en una dinámica de «horas extra» y de cansancio extremo, por lo que su salud se resintió y al final acabó con un resfriado que no se curaba y que empeoraba día a día. Estaba tan agotado que ya no podía tener nada de ocio con Victoria, pues se dormía, literalmente hablando. Victoria sentía que Robert ya no la escuchaba. Ni siquiera podían ver alguna de

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