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Estrés Y Burnout Enfermedades En La Vida Actual
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Hoy en da hablar de estrs es un trmino comn, para todas las sociedades en el mundo, pues sus manifestaciones pueden ser desbastadoras ya que ...altera el sistema de respuestas del individuo a nivel cognitivo, motor y fisiolgico. La alteracin en estos tres niveles de respuestas influye de forma negativa (Maldonado, Hidalgo y Otero (2000, citado en Romn, Ortiz y Hernndez, 2008: p. 2), estas alteraciones afectan toda actividad humana.

Razn por la cual el Cuerpo Acadmico Investigacin e intervencin en Psicologa UV-CA-285, ha tomado a bien realizar este libro con el propsito de ofrecer al pblico informacin necesaria sobre esta temtica.

Este libro est conformado por siete captulos: el captulo I titulado Fundamentos del Estrs, nos da un panorama general del desarrollo del concepto estrs, sntomas, fases, componentes y tipos de estrs, as como sus diferentes causas. El captulo II titulado Teoras y Modelos, se basa en explicar el estrs desde las diferentes teoras y modelos. El captulo III se llama Bases Neurobioqumicas del Burnout se analiza las evidencias actuales acerca de las bases neurobioqumicas del Burnout y la forma en que pueden utilizarse para predecirlo, diagnosticarlo y estratificarlo. El captulo IV titulado Diagnstico y Evaluacin del Estrs nos ofrece la posibilidad de identificar los medios y tcnicas para evaluar y diagnosticar el estrs. El captulo V Implicaciones del Estrs en la Salud Mental Relativa al Trabajo, este captulo aborda la narrativa de diversos trabajos y estudios de investigacin sobre la temtica. Se continua con el captulo VI Alternativas de Intervencin para Prevenir y Reducir el estrs, este captulo describe diferentes tcnicas y tratamientos para prevenir y afrontar el estrs y finalmente se encuentra el captulo VII Estrs y el Burnout aqu se describe que significa el burnout, las variables que lo constituyen, su prevalencia y consecuencias.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento28 jun 2018
ISBN9781506525532
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    Estrés Y Burnout Enfermedades En La Vida Actual - María Esther Barradas Alarcón

    Copyright © 2018 por María Esther Barradas Alarcón, Rodolfo Delgadillo Castillo, Leticia Gutiérrez Serrano, Mayra Helen Posadas Tello, José Noel García Andrade, Javier López González y Edmundo Denis Rodríguez.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2018906391

    ISBN:             Tapa Dura                    978-1-5065-2554-9

                           Tapa Blanda                 978-1-5065-2555-6

                            Libro Electrónico       978-1-5065-2553-2

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no refle-jan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Fecha de revisión: 27/06/2018

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    ÍNDICE

    INTRODUCCIÓN

    CAPÍTULO I           FUNDAMENTOS DEL ESTRÉS

    Dr. Rodolfo Delgadillo Castillo

    Dra. María Esther Barradas Alarcón

    Mtro. José Ángel Mora Ramón

    CAPÍTULO II          TEORÍAS Y MODELOS

    Dra. Mayra Helen Posadas Tello

    Dr. Javier López González

    Mtra. Vanessa Cotaita Gutiérrez

    CAPÍTULO III         BASES NEUROBIOQUÍMICAS DEL BURNOUT

    Dr. Edmundo Denis Rodríguez

    Dr. Rodolfo Delgadillo Castillo

    Mtro. Rodolfo Uscanga Hermida

    CAPÍTULO IV         DIAGNÓSTICO Y EVALUACIÓN DEL ESTRÉS

    Dra. Leticia Gutiérrez Serrano

    Mtro. José Noel García Andrade

    Mtra. Magali Huerta Reyes

    CAPÍTULO V          IMPLICACIONES DEL ESTRÉS EN LA SALUD MENTAL RELATIVA AL TRABAJO

    Mtro. José Noel García Andrade

    Dra. Leticia Gutiérrez Serrano

    Mtra. Martha Elena Aguirre Serena

    CAPÍTULO VI         ALTERNATIVAS DE INTERVENCIÓN PARA PREVENIR Y REDUCIR EL ESTRÉS

    Dra. María Esther Barradas Alarcón

    Dr. Edmundo Denis Rodríguez

    Mtra. Ana Lis Heredia Espinosa

    CAPÍTULO VII       ESTRÉS Y BURNOUT

    Dr. Javier López González

    Dra. Mayra Helen Posadas Tello

    Dra. Martha Lilia León Noris

    INTRODUCCIÓN

    H OY EN DÍA hablar de estrés es un término común, pues su presencia en el ser humano es tan habitual, que no respeta ni edad ni sexo, y cada vez más sus estadísticas van en aumento enfermando con ello a la sociedad. Pues el estrés según señala Maldonado, Hidalgo y Otero (2000, citado en Román, Ortiz y Hernández, 2008) ‘’…altera el sistema de respuestas del individuo a nivel cognitivo, motor y fisiológico. La alteración en estos tres niveles de respuestas influye de forma negativa" (p. 2), estas alteraciones afectan toda actividad humana. Razón por la cual el Cuerpo Académico Investigación e intervención en Psicología ha tomado a bien realizar este libro con el propósito de ofrecer al público información necesaria sobre esta temática.

    Este libro está conformado por siete capítulos: el capítulo I titulado Fundamentos del Estrés, nos da un panorama general del desarrollo del concepto estrés, síntomas, fases, componentes y tipos de estrés, así como sus diferentes causas. El capítulo II titulado Teorías y Modelos, se basa en explicar el estrés desde las diferentes teorías y modelos. El capítulo III se llama Bases Neurobioquímicas del Burnout se analiza las evidencias actuales acerca de las bases neurobioquímicas del Burnout y la forma en que pueden utilizarse para predecirlo, diagnosticarlo y estratificarlo. El capítulo IV titulado Diagnóstico y Evaluación del Estrés nos ofrece la posibilidad de identificar los medios y técnicas para evaluar y diagnosticar el estrés. El capítulo V Implicaciones del Estrés en la Salud Mental Relativa al Trabajo, este capítulo aborda la narrativa de diversos trabajos y estudios de investigación sobre la temática. Se continua con el capítulo VI Alternativas de Intervención para Prevenir y Reducir el estrés, este capítulo describe diferentes técnicas y tratamientos para prevenir y afrontar el estrés y finalmente se encuentra el capítulo VII Estrés y el Burnout aquí se describe que significa el burnout, las variables que lo constituyen, su prevalencia y consecuencias.

    CAPÍTULO I

    FUNDAMENTOS DEL ESTRÉS

    Dr. Rodolfo Delgadillo Castillo

    Dra. María Esther Barradas Alarcón

    Mtro. José Ángel Mora Ramón

    L A EXISTENCIA DEL estrés data del surgimiento mismo de la humanidad. En el hombre primitivo se presentaba en dos alternativas, luchar o huir, cualquiera de estas dos le permitía liberar la energía para responder al peligro. Todos los días se enfrenta el hombre con algún desafío. En el hogar, en el trabajo, incluso en los momentos de ocio, se encuentra con una serie de demandas extraordinarias para nuestras mentes y nuestros cuerpos. El término estrés se ha convertido en un vocablo habitual de nuestra sociedad actual. El estrés es un fenómeno cada vez más importante en la sociedad moderna y prácticamente en todos los grupos poblacionales se está produciendo un aumento del estrés. Una mala adecuación entre las capacidades personales y las demandas genera insatisfacción y sentimientos de estrés.

    El estrés es un estado de excitación, gracias al cual el cuerpo reacciona ante esas exigencias. No se puede vivir sin estrés, ya que esos desafíos se presentan permanentemente; por muy diversas que puedan ser las fuentes que originan el estrés, y por muy variables que sean los niveles de estrés que se experimenta, el mecanismo que registra la excitación y que ayuda a afrontar todos los desafíos que se plantean, es algo que todos los seres humanos tienen en común. Se responde a los retos espontáneamente, con rapidez y eficacia. El ser humano tiene una gran capacidad adaptativa emocional y biológica ante situaciones adversas, de este modo logra un equilibrio tomando en cuenta el entorno que lo rodea, su propia visión, percepción y valoración de sus capacidades proporcionándole un estado de plenitud. Por ello es importante que todas las personas aprendan a prevenir y controlar el estrés. Quien no lo hace, puede poner en peligro su salud y su tranquilidad, mientras que quien conoce y pone en práctica acciones adecuadas para prevenirlo y afrontarlo puede disfrutar de un estilo de vida más sano y más satisfactorio.

    De ahí que el estrés sea un tema de interés y preocupación para diversos científicos de la conducta humana, por cuanto sus efectos inciden tanto en la salud física y mental, como en el rendimiento laboral y académico de la persona; además de provocar preocupación y angustia, y poder conducir a trastornos personales, desórdenes familiares e incluso sociales.

    1. Concepto de Estrés.

    El estrés constituye una de las experiencias vitales más comunes y conocidas, sin embargo, es un término difícil de definir. Es un concepto complejo, extremadamente vigente e interesante, del cual no existe consenso en su definición. La palabra estrés, significa cosas distintas para diferentes personas. Son muchas las menciones que hoy en día se hacen a este término y a sus consecuencias sobre la conducta del individuo, e igualmente son muchos los autores que lo definen y lo intentan cuantificar.

    El término estrés ha sido muy utilizado tanto por los profesionales de ciencias de la salud como de otros ámbitos, así como también en el lenguaje coloquial. La palabra estrés tensión nerviosa proviene del idioma inglés stress (presión) y ha sido incorporado rápidamente a todos los idiomas, la idea, nombre y concepto se han alojado fácilmente en la conciencia popular. Sin embargo, aún existe una gran controversia sobre su definición.

    La palabra estrés se deriva del griego stringere, que significa provocar tensión, se utilizó por primera vez en el siglo XIV y a partir de entonces se empleó en diferentes textos en inglés como: stress, stresse, strest y straisse, Ortega (1999, citado en Buendía, 1998).

    El término estrés fue utilizado en inglés como stresses, en 1935 por el fisiólogo estadunidense Walter B. Cannon, y en 1950 por el médico austriaco Hans Selye, quienes compartían la idea de un estado de homeostasis amenazada o en peligro de perderse. Desde 1935, Hans Selye, introdujo el concepto de estrés en el ámbito de la salud y para este autor era la causa común de muchas enfermedades, definiéndola como un síndrome o conjunto de reacciones fisiológicos no específica del organismo a cualquier demanda del exterior (Ivancenvich J, 1992).

    La mayoría de las personas asocian el estrés con experiencias desagradables e incómodas, sin embargo, el estrés, en sí mismo, no es destructivo. El estrés se genera cuando respondemos a un nivel inapropiado de presión. Una presión excesiva puede causar tanto estrés como una presión demasiado baja, por lo que cierto grado de presión es realmente bueno para los individuos. La situación ideal se produce cuando podemos responder de manera apropiada a la presión y a sus exigencias. Cuando la exigencia se mueve por encima o por debajo del nivel de presión adecuado para cada persona, el equilibrio comienza a alterarse, y es entonces cuando experimentamos lo que llamamos estrés: la tensión entre la presión que percibimos y nuestra capacidad para hacerle frente. El estrés surge ante una situación en la que hay un desequilibrio o una discrepancia significativa entre las demandas externas o internas sobre una persona y los recursos adaptativos de la misma.

    Por lo que algunos han entendido el estrés como una respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional de la persona. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo de huir de la situación que lo provoca o confrontarla violentamente. En esta reacción participan casi todos los órganos y funciones del cuerpo, incluidos cerebro, los nervios, el corazón, el flujo de sangre, el nivel hormonal, la digestión y la función muscular. Lo que hace reconocer al estrés como la respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un sujeto que busca adaptarse y reajustarse a presiones tanto internas como externas. Para otros, el estrés es concebido como un estímulo que nos agrede emocional o físicamente. Si el peligro es real o percibido como tal, el resultado es el mismo. Usualmente provoca tensión, ansiedad, y distintas reacciones fisiológicas.

    Tras controvertidas discusiones tras si el estrés era un estímulo o la respuesta de un organismo, autores como Paterson y Neufel (1984) comenzaron a considerar el estrés como un término genérico que hace referencia a un campo o área de estudio determinado, concluyendo que es un trastorno que somete a las personas a enfrentar demandas que sobrepasan sus fuerzas físicas y psíquicas.

    Lazarus y Folkman (1984) lo consideran como una relación particular entre el individuo y el entorno. Todos los seres vivos, incluido los seres humanos, responden bioquímicamente a su ambiente como mecanismo universal de adaptación al medio circundante, y en ocasiones la demanda exterior se percibe como una amenaza o con la sensación de peligro. Los humanos, además de esta respuesta como ser vivo, también responden psicológicamente y en algunas ocasiones no se dispone de recursos por lo que las respuestas de estrés son intentos fallidos del organismo por adaptarse a las condiciones externas del ambiente o tratar de cambiarlo. Sin embargo, el estrés no es ni bueno ni malo, porque esa respuesta que da la persona es necesaria para mantenerse en alerta, necesaria para muchos individuos en su vida; sólo cuando se dan las condiciones de no poder responder a las exigencias físicas o psicológicas, y se producen alteraciones no deseadas en la persona se habla de estrés en sentido de malestar.

    Autores como Naranjo Pereira (2009) señala que la definición de estrés se determina principalmente por los enfoques teóricos desde donde se aborde, de ahí es como indica que los enfoques fisiológicos y bioquímicos se centran en las respuestas orgánicas que se generan en la persona cuando se enfrenta a una situación percibida como amenazante. Por su parte, los enfoques psicosociales hacen énfasis en factores externos; es decir, en los estímulos y eventos productores de estrés. Por su lado, los enfoques con una orientación cognitiva subrayan que el estrés surge a partir de la evaluación cognitiva que la persona realiza tomando en cuenta tanto aspectos internos como aquellos propios del ambiente. Por otra parte, los enfoques más integradores consideran que el estrés debe comprenderse desde una perspectiva más amplia, por cuanto en este convergen e interactúan muchas variables.

    De forma común se asume que el estrés se caracteriza por una respuesta subjetiva hacia lo que está ocurriendo; indica Arellano (2002), en este sentido que es el estado mental interno de tensión o excitación. Por otra parte, Melgosa (1995) señala que, debido a las alteraciones que el estrés provoca en la persona, se puede entender este concepto como: un conjunto de reacciones fisiológicas y psicológicas que experimenta el organismo cuando se lo somete a fuertes demandas (p. 19).

    En cuanto a la tradición psicosocial del estudio del estés, en esta se da énfasis a las reacciones psicológicas y conductuales de las personas ante las situaciones estresantes que éstas enfrentan en su ambiente. Según esta teoría psicosocial, las personas se esfuerzan continuamente y de diferente manera para afrontar cognitiva y conductualmente las demandas tanto internas como externas de la situación valorada como estresante.

    En general, señala Fernández Martínez (2009) que se encuentran diferentes formas de definir el estrés, sin embargo, la mayoría cae en alguna de las siguientes maneras:

    1. Como un conjunto de estímulos (Cannon, 1932; Holmes y Rahe, 1967). Existen ciertas condiciones ambientales que nos producen sentimientos de tensión y/o se perciben como amenazantes o peligrosas. Se denominan estresores. Así el estrés se define como una característica del ambiente (estímulo). Esta idea de estrés como estimulación nociva que recibe un organismo se relaciona fácilmente con la enfermedad, la salud y el bienestar.

    2. Como una respuesta. Este enfoque se centra en cómo reaccionan las personas ante los estresores (Selye, 1960). Estrés es la respuesta fisiológica o psicológica que manifiesta un individuo ante un estresor ambiental. Esta respuesta se entiende como un estado de tensión que tiene dos componentes: el psicológico (conducta, pensamientos y emociones emitidos por el sujeto) y el fisiológico (elevación del aurosal o activación corporal). Esta definición recibe la crítica de que no es posible el conocer cuál es el estímulo que produce la respuesta del estrés.

    3. Como un proceso que incorpora tanto los estresores como las respuestas a los mismos y además añade la interacción entre la persona y el ambiente (Lazarus y Folkman, 1986). El estrés es considerado como resultado de una interacción única entre las condiciones del estímulo ambiente y las respuestas que lo provocan. Esta transacción supone una influencia recíproca entre la persona y el medio. El determinante crítico del estrés es cómo la persona percibe y responde a diferentes acontecimientos.

    A lo largo de las décadas se ha podido observar que diversas disciplinas han abordado el problema del estrés desde diferentes concepciones teóricas y con sus respectivos sesgos a partir de ellos, las cuales propusieron diversas definiciones y concepciones del término estrés. Así encontramos a los enfoques fisiológicos y bioquímicos que acentuaron la importancia de la respuesta orgánica, interesándose en los procesos internos del sujeto, en tanto que las orientaciones psicológicas y sociales se centran en el estímulo y las situaciones generadoras del estrés, interesándose en el agente externo. Por otra parte, otras tendencias se interesaron más por superar esta dicotomía interna vs. externo, por lo que se dirigieron a la interrelación y a los procesos transaccionales.

    Se puede decir entonces que, de acuerdo con la literatura científica, el estrés implica cualquier factor externo o interno que induce a un aumento en el esfuerzo por parte de la persona para mantener un estado de equilibrio dentro de sí misma y en relación con su ambiente.

    2. Síntomas y Estresores

    2.1 Síntomas del Estrés

    Cuando el estrés está presente en las personas se les dificulta ver los cambios que este problema les está generando. En relación a su aspecto físico generalmente no le dan la suficiente importancia, por lo mismo solo se da cuenta de los cambios que ha hecho en su vida como lo son algunas enfermedades, el cansancio, mal humor, agresión, entre otras, muchas veces sin establecer que son parte de mantener una condición exacerbada de estrés; generalmente son las personas cercanas a ellas las que se dan cuenta de una manera rápida que se encuentran bajo alguna preocupación, problema que le está afectando su vida cotidiana y por qué no, que está muy estresado.

    Existen diferentes formas de identificar las manifestaciones de este padecimiento: en primer lugar, pueden ser evidentes sus movimientos, ponen claramente de manifiesto que se encuentra bajo presión, en tensión; tal vez tiemblan sus manos o sus labios; su rostro estará pálido o rojo; en la mayoría de los casos, las palmas de sus manos estarán húmedas o la persona se encuentra totalmente bañada en sudor, su postura y comportamiento alterados o impulsivos, además de manifestaciones ansiosas. En segundo lugar, generalmente la persona que padece el estrés señala que se encuentra tenso, que está cansado, inseguro que manifiesta expresiones de agresión o ansiedad y percibe sentimientos de exigencia excesiva.

    Pero si, por el contrario- tercero- se realizan experimentos con personas que se encuentra en situaciones de estrés se puede alinear ya series de comparación puesto que la relación del estrés hace cambiar, por ejemplo, la agudeza auditiva, la sensación de dolor o la capacidad de aprender.

    Fernández (1997) menciona que la patogenia o causa inmediata del síndrome del estrés, reside por tanto en el agotamiento mental iniciado en la esfera emocional. El sujeto afectado por el síndrome del estrés suele tener la sensación de agotamiento mental y de cansancio fisco como si hubiese consumido por combustión su combustible energético. Este síndrome se manifiesta por un cuadro clínico psicovegetativo, o sea una sintomatología síquica y vegetativa, con repercusiones sobre datos analíticos y la actividad laboral. El síndrome del estrés tiene una fisonomía clínica a medio camino entre las neurosis y la depresión. Frecuentemente a causa de la falta de autocontrol y el incremento de agresividad suele complicarse el estresado con conflictos socio familiares y laborales, con el abuso de café, tabaco, alcohol, drogas y fármacos concentrados en lo polos de la estimulación y la sedación (citado en Ortega 2013).

    Algunas manifestaciones somático-vegetativas presentadas por Gänshirt, Bochnick y Schwartz en 1974 (en Tronch, 1982) son la carencia del apetito, aparición del sudor, cansancio general, pérdida de peso, dificultades para conciliar el sueño y trastornos mientras se duerme, presión y dolores de cabeza, molestas cardiacas, sensaciones de opresión en el pecho, sensaciones abdominales, diarrea, estreñimiento, dolores de espalda, etc.

    Así mismo Walcher en 1975 observo síntomas deficitarios en el campo psíquico (Troch, 1982) como la disminución de la actividad, falta de alegría e ilusión, disminución del rendimiento, pérdida de la autovaloración y esperanza, ansiedad, intranquilidad, tensión agresiva, entre otras.

    2.2 Síndromes del Estrés

    Entendemos como síndrome, siguiendo una tradición médica que se remonta a Hipócrates, al conjunto de signos y síntomas que típicamente coinciden en un determinado estado o proceso morboso, sin obviar que cada uno de ellos puede desarrollarse, en cada caso, por mecanismos muy diferentes. Un síndrome es psiquiátrico cuando los signos y síntomas que lo conforman son prioritariamente accesibles a la investigación psicopatológica. Los síndromes de estrés pueden constituir una entidad psiquiátrica especifica en la medida en logremos establecer su delimitación con las influencias inespecíficas del estrés en la génesis y mantenimiento de los trastornos mentales en general. Que existe esta relación entre estrés y enfermedad mental es, hoy en día, y ya desde hace tiempo, algo bien conocido y aceptado (González de Rivera (2001).

    De acuerdo con González de Rivera (2001), El concepto de síndrome de estrés hace referencia al conjunto de signos y síntomas que están implicados en el estado morboso, y que son accesibles mediante la investigación psicopatológica. De acuerdo Valdez (1999) propone una división de los síndromes de estrés en tres grandes grupos, según la participación relativa de

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