Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Café Turco
Café Turco
Café Turco
Libro electrónico76 páginas26 minutos

Café Turco

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Café turco es un libro en el cual todos sus cuentos, a excepción del primero, tienen 100 palabras. “Empezó como un ejercicio de contención de lenguaje y forma, hasta llegar a ser una manera válida de encontrar el modo de moverse con libertad en un espacio estrecho y exacto”, nos cuenta su autora en una especie de nota aclaratoria. 100 palabras que demuestran que no es necesario más para expresar la belleza estática de la cotidianeidad, la intensa y profunda relación de los amantes o, simplemente, describir un momento o una sensación que jamás será olvidada.
IdiomaEspañol
EditorialLOM Ediciones
Fecha de lanzamiento1 jun 2016
Café Turco

Lee más de Beatriz Garcia Huidobro Moroder

Autores relacionados

Relacionado con Café Turco

Libros electrónicos relacionados

Ficción hispana y latina para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Café Turco

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Café Turco - Beatriz Garcia-Huidobro Moroder

    LOM PALABRA DE LA LENGUA YÁMANA QUE SIGNIFICA SOL

    © LOM Ediciones

    Primera edición, 2009

    ISBN: 978-956-00-0070-5

    ISBN Digital: 978-956-00-0689-9

    Diseño, Composición y Diagramación

    LOM Ediciones. Concha y Toro 23, Santiago

    Fono: (56-2) 688 52 73 • Fax: (56-2) 696 63 88

    www.lom.cl

    lom@lom.cl

    Beatriz García-Huidobro

    Café turco

    Todos estos cuentos, a excepción del primero, tienen 100 palabras, ni una más ni una menos. Empezó como un ejercicio de contención de lenguaje y forma, hasta llegar a ser una manera válida de encontrar el modo de moverse con libertad en un espacio estrecho y exacto.

    Ese día

    Afuera las explosiones.

    Los destellos se cuelan por las cortinas corridas. Las ventanas tiemblan. Estremece los muros el peso del polvo arremolinado.

    Primero son los gritos. Gritos y quejidos. Luego los lamentos, los arañazos, el sonido reptante de los cuerpos.

    Después el silencio. Por las rendijas solo vadea la oscuridad.

    Asegura la puerta.

    Se sienta a solas.

    Enciende la televisión.

    Las tardes de domingo

    Hay un caballito negro tirando un carro. En él pasean los niños olvidados. Cada domingo sus risas por la playa, por debajo del muelle.

    Un hombre compra el caballito. Lo tiñe de blanco, le cuelga cascabeles y medallas. Tranco ahora sonoro, no se detiene ante los niños diseminados en los callejones.

    Un domingo el caballito adornado aparece tumbado en la arena. Las olas le revientan encima. Sus crines blancas retornan negras. Unas gaviotas le picotean el vientre; sus patas endebles trazan huellas rojas en la arena mojada, las conchas, la espuma. Con el mar se van las tardes de domingo.

    Edad mediana

    La mujer me empuja para subir al tren. Su hombro contra el mío y ya está en el asiento libre, mirando hacia adelante, donde estoy de pie, viéndola con rencor.

    Sus pupilas se mueven como animales encerrados, son arañas furiosas que tiemblan contra los cristales.

    No puede cerrar la boca. Los dientes se agitan dolorosos contra sus encías. Hace gestos que ya deben ser habituales para afirmar la placa. Arriba y abajo, las manos inservibles.

    Nunca más un beso para ella. Si

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1