El Voyeur: El Otro Esclavo

Por K. Matthew

Jim se mudó a una gran ciudad con la esperanza de finalmente poder salir de su caparazón. Cuando su compañero de cuarto, Eric, lo invita a ir a un exclusivo club de BDSM, Jim se siente fuera de su elemento. Después de una introducción poco acogedora al estilo de vida, Jim decide diversificarse y dejar que Eric se divierta. Poco sabe él que hay una aventura malvada esperando a la vuelta de la esquina.

• Idioma: Español
• Editorial: Babelcube
• Fecha de lanzamiento: 23 ago 2018
• ISBN: 9781547540976

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Jim no podía creer que hubiera dejado que Eric lo convenciera de ir al club BDSM. Estaba totalmente fuera del elemento de Jim, pero la idea de pasar otro sábado por la noche solo en una ciudad extraña era demasiado insoportable.

En verdad, había pensado que las cosas serían muy diferentes cuando se fue a vivir con su amigo. Viniendo de un pueblo pequeño, Jim se había sentido oprimido, un chico gay de closet con un interés en el arte y todo lo que la vida en el campo no podía ofrecer ni aceptar. Había pensado que mudarse a una gran ciudad le daría la oportunidad de extender sus alas y probar todas las maravillas de la vida que siempre había soñado. Desde que Jim había llegado a Nueva York, pasó más tiempo en su pequeño apartamento que en cualquier otro lugar, demasiado asustado del mundo para salir sin Eric a su lado.

La vida no se detuvo para Eric, ni siquiera un latido del corazón. Era un miembro de la sociedad, prosperando en aventuras y encuentros fortuitos. Ahora que vivían juntos, Jim pensó que era una maravilla que él hubiera conocido a Eric en primer lugar. El chico siempre salía los fines de semana y sus días libres, por lo general estaba haciendo algo sórdido que hacía sonrojar la cara bronceada de Jim por la idea. Eric solo estaba en casa las noches que tenía escuela a la mañana siguiente. Ese era su tiempo de inactividad, su hora de Internet, la hora en que conoció a Jim.

―Ven conmigo, te encantará ―le había suplicado Eric el fin de semana anterior antes de partir hacia el club BDSM.

El solo hecho de ver a Eric en sus cueros hacía que Jim se sintiera incómodo. Él no sabía nada de ese estilo de vida, no tenía interés previo en él, pero Eric estaba tan inmerso que despertaba una chispa de curiosidad. Esa noche, Eric no regresó a casa, y cuando regresó al día siguiente, su cuello y su torso estaban cubiertos de moretones de color morado oscuro. Eric confesó que se había encontrado con una Dómina que realmente lo había desgarrado. La mirada en sus ojos cuando contó la historia decía mucho de cuánto había disfrutado la experiencia.

―Odio el dolor ―dijo Jim nerviosamente, mirando un