Los Amos Del Santuario: Su Entrenamiento Indecente: Serie Completa by Sky Corgan. Identidad Desconocida: Libros 1-3 by Lexy

Por Elsa Day

Una periodista se cuela en un club BDSM y termina descubriendo mucho más de lo que tenía en mente.

Control: Los Amos del Santuario, Libro 1

Él quiere el control total. ¿Puede ella obedecer?

Se suponía que sería un artículo más. La periodista Amy Cryan se coló en El Santuario para escribir un artículo que le permitiera hacer méritos para conservar  su empleo en el periódico local. Se suponía que solo era una noche. Solo eso. Nada serio.

Pero cuando Amy entra en El Santuario, todos sus planes se desmoronan. Se mete en problemas en el club, y solo un hombre viene a salvarla. El Amo J.

J es el ardiente, rico y exigente dueño de El Santuario. Está dispuesto a darle a Amy una segunda oportunidad si ella hace solo una cosa: darle un control total y absoluto sobre ella durante siete días.

***

Este romance es el primer libro de la serie "Los Amos Del Santuario". Es una historia independiente donde el Amo J le enseña a Amy todo sobre dominación y sumisión.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 30 may 2020
• ISBN: 9781071546178

Vista previa del libro

Contenido

Contenido...........................................................................................................................1

Los Amos Del Santuario.....................................................................................................2

Libro Uno: Control.............................................................................................................2

Capítulo 1.......................................................................................................................2

Capítulo 2.......................................................................................................................5

Capítulo 3.......................................................................................................................9

Capítulo 4.....................................................................................................................11

Capítulo 5.....................................................................................................................15

Capítulo 6.....................................................................................................................18

Capítulo 7.....................................................................................................................21

Capítulo 8.....................................................................................................................25

Capítulo 9.....................................................................................................................27

Capítulo 10...................................................................................................................31

Capítulo 11...................................................................................................................33

Capítulo 12...................................................................................................................43

Capítulo 13...................................................................................................................45

Capítulo 14...................................................................................................................52

Capítulo 15...................................................................................................................54

Capítulo 16...................................................................................................................59

Capítulo 17...................................................................................................................62

Capítulo 18...................................................................................................................71

Capítulo 19...................................................................................................................74

Capítulo 20...................................................................................................................78

Capítulo 21...................................................................................................................86

Capítulo 22...................................................................................................................88

Los Amos Del Santuario

Libro Uno: Control

Capítulo 1

─Creo que te veré por ahí─ dijo Tom.

Llevaba una caja pesada, llena de suministros de oficina y cuadernos para periodistas baratos. Amy miró a su alrededor. El escritorio de Tom estaba desierto, sin fotos, sin papeles, sin nada. Su escritorio no era el único. Parecía que cada semana agregaban nuevos escritorios vacíos a la lista.

─No te ciegues como lo hice yo─ dijo Tom. Sacudía su cabeza mientras comenzaba a alejarse. ─Nunca lo vi venir.

El corazón de Amy comenzó a acelerarse. Claro, ella vio las señales, pero nunca le pareció un gran problema. Cuando los otros periodistas se fueron, Amy lo atribuyó a su desidia. Nunca le gustaron Richard o Kathryn de todos modos. Pero Tom había estado en el periódico durante diez años más que ella. Conocía su ritmo mejor que nadie.

Si estaban echando a gente como él, ¿cuánto tiempo podría durar? Amy necesitaba hacer algo. Algo grande. Y necesitaba hacerlo pronto.

Amy abrió su navegador web. Algo GRANDE. Sus ojos recorrieron las historias. Disparos dentro de un club nocturno. Policías roban una iglesia. Funcionarios del gobierno local corruptos. No son malas historias, pero no es lo que estaba buscando.

Entonces lo vio. No había información, solo una foto. Esa extraña casa vieja en las afueras de la ciudad. Parecía una gran mansión victoriana. El tipo de cosas que esperarías encontrar en una película de terror. No es el tipo de casa que normalmente encontrarás justo fuera de una ciudad moderna. Tal vez eso era todo.

─Hola Robin─ dijo Amy.

Su vecina de escritorio se dio la vuelta.

─¿Qué pasa? ¿Triste por perder a Tom?

─Sí, pero quería ver si sabías algo sobre una historia que estoy planeando─ dijo Amy. ─¿Sabes algo sobre esa mansión espeluznante en las afueras de la ciudad?

─Oh sí, ¿ese lugar? ¿Qué tipo de historia harías sobre eso?─  preguntó Robin. Se recostó en la silla y cruzó los brazos. ─Ese lugar es bastante extraño. Escuché que lo llaman El Santuario.

─¿Porque lo llaman así?

─No tengo ni idea, pero se rumorea que es un club de sexo. Sabes, uno de esos lugares donde los hombres van a encadenar a las mujeres y las azotan mientras tienen relaciones sexuales o algo así. Pero en realidad, la seguridad es tan estricta que nadie sabe lo que pasa allí. Podría ser un círculo de abuelas tejedoras por lo que sé.

¿Un club de sexo clandestino y reservado? Eso suena como el tipo de historia que daría a la gente de que hablar. Amy sonrió para sí misma. Pero ¿cómo iba a conseguir entrar allí?

Amy se volvió hacia su computadora. Pasó las siguientes horas buscando cualquier cosa relacionada con El Santuario, pero no había nada. Todo lo que encontró fueron algunas publicaciones tontas de Facebook que decían que en realidad era una casa embrujada. Sí claro. Amy creía en los clubes de sexo, no en los fantasmas.

Finalmente había algo en una página casi en blanco, solo había una oración.

Envíe cualquier referencia previa a [e-mail].

Eso era todo. No se menciona quién era esta J, qué harían con la información o por qué era necesaria. Pero esto era todo lo que Amy tenía.

─Oye, nunca antes te pedí un favor, ¿verdad?─ Dijo Amy.

Robin se volvió para mirarla con las cejas arqueadas.

─¿No porque?

─Bueno, necesito que me ayudes a forjar una referencia para este club de sexo.

Robin estuvo a punto de expulsar su café, pero luego aceptó hacerlo.

─Esto no es para ti ya sabes. Solo quiero saber qué demonios pasa allí.

Juntas, crearon toda una historia. Amy era la Sra. Shirley H. López. Había sido parte de ese estilo de vida durante años, pero acababa de mudarse a la ciudad y quería encontrar un nuevo club al cual unirse. Robin la respaldó como el Sr. Walter Clark. Incluso crearon un número de teléfono falso y una dirección de correo electrónico para sus nuevas identidades.

Era una posibilidad remota, pero Amy necesitaba correr el riesgo. Si no lo hacía, ¿quién sabía cuánto tiempo pasaría antes de que ella saliera de la oficina con una caja grande como salió Tom?

Su dedo tembló cuando hizo clic en enviar. Ahora todo lo que podía hacer era esperar.

Todos los días luego del envío del correo electrónico, todos los pensamientos de Amy estuvieron llenos de El Santuario. Su mente contaba historias de mujeres desnudas arrodilladas mientras hombres sexys las azotaban con látigos de cuero. Se imaginó que la mansión estaba llena hasta rebozar con una orgía en constante expansión, cientos de hombres y mujeres con sus cuerpos cubiertos de sudor y quién sabe qué más.

La cara de Amy se sonrojaba, sin poder evitarlo. Incluso durante las reuniones de personal, no podía mantener esos pensamientos alejados. La perseguían.

Cada vez que otro de sus colegas empacaba, su mente volvía a esa misteriosa J. Amy cruzó los dedos. Por favor. Necesito esto.

Pero, ¿qué haría si lograra entrar? ¿Sacar a la luz esa desagradable verdad? Probablemente estarían sucediendo cosas ilegales en un lugar como ese, ¿verdad?

Tenía toda una semana para pensarlo.

Capítulo 2

Exactamente siete días después de que Amy y Robin enviaron el correo electrónico, recibieron una respuesta.

Su carta de recomendación ha sido recibida y aprobada. Asista a la sesión del viernes por la noche a partir de las 10 p.m. Vístase en concordancia. El código es pamplemousse.

─J

─¡Robin!─ gritó Amy. Se contuvo y bajó la voz, acercándose a su vecina. ─¡Robin, funcionó!

─¿Qué funcionó?

─¡La carta... estoy dentro! ¡Dentro de El Santuario!

Una sonrisa se extendió por la cara de Robin.

─¡Genial! Entonces, ¿qué vas a hacer ahora?

Amy guardó silencio. Bueno, todavía no lo había descubierto.

─¿Estás tratando de decirme que no lo sabes? ¡Tienes que investigar! Solo porque se trata de sexo no lo hace diferente de cualquier otra historia─ dijo Robin. ─Si entras sin una pista, estarás totalmente atrapada.

Tenía razón. Amy se dio cuenta de que esto ya no era solo un juego. Era serio. Pero todavía no quería llevar la historia a su editor, así que comenzó a investigar de forma paralela. Restándole sólo dos días, Amy necesitaba un curso intensivo.

Pasó el resto del día buscando cualquier cosa y todo lo que pudiera encontrar sobre BDSM y clubes de sexo. La mayor parte de lo que Amy encontró fueron blogs de sexo y fanfics, cosas como fotos de abuelas y abuelos con látigos y cadenas.

¿De eso se trataban estas cosas?

Cada vez que pasaba un compañero de trabajo, Amy fingía estar escribiendo su próxima gran historia. Lo cual no era mentira, porque en realidad así era. Simplemente no era lo que pensaban. De todos modos, Amy se convirtió en una ninja minimizando ventanas.

Veía películas con mujeres en trajes de látex que gemían mientras eran fustigadas con violencia. Amy escuchaba a través de sus auriculares.

─Ooh, sí. Lastímame más─ decían. ─Me encanta la forma en la que me castigas, Amo.

Pero sus Amos parecían unos flácidos imbéciles que disfrutaban azotando a las mujeres. Al menos a Amy le parecían. Todas las mujeres tenían cabello negro y labios rojo sangre. Todas eran delgadas, con grandes pechos y sin vello corporal.

Amy se preguntó qué les pasaba que querían lastimarse tanto. La idea sonaba bien, así que la garabateó en su cuaderno: El dolor secreto detrás de la adicción al sexo BDSM. Perfecto. Sí, este artículo va a salvar tu empleo.

Incluso después del trabajo, Amy lo estudió. No había nadie mirando, así que estaba más despreocupada que antes. Amy se acurrucó en su cama con su computadora portátil, masticando chips mientras buscaba cosas que normalmente la sonrojarían.

Después de un par de horas, Amy estaba somnolienta. Las imágenes de fustas, remos y corsés se mezclaron en su mente. Sabía que era hora de dormir cuando vio un video de una mujer pisando el miembro de un hombre con zapatos puntiagudos.

¿De qué se trataba eso?

Mientras se acurrucaba en la cama, Amy ya pensaba en el día siguiente.

A la mañana siguiente, corrió hacia Robin.

─¡Robin, tienes que ayudarme!─ dijo. Amy juntó las manos para rogar. ─No puedo ir sola.

─¿Qué? ¿Ir a dónde? Si te refieres a ese club, no estoy...

─No, no, quiero decir que tengo que meterme en el personaje.

Cuando Robin la miró sin expresión, Amy continuó.

─Sabes, tengo que conseguir el disfraz.

Lentamente, una sonrisa apareció en los labios de Robin.

─Solo dime cuándo y dónde.

Amy garabateó una dirección en una hoja de papel y la deslizó sobre el escritorio de Robin. Ahora todo lo que quedaba era esperar hasta que terminara el trabajo. Cada vez que Amy miraba el reloj, esperando que hubiera pasado una hora, solo habían pasado unos minutos. Trató de trabajar en otro proyecto, pero no pudo concentrarse. Eso no era bueno.

Observó a otro de sus compañeros de trabajo empacar su escritorio. Era curioso cómo todos esos papeles, carpetas e imágenes podían caber en una pequeña caja. Y encima de todo lo demás, estaba el aviso oficial.

Amy estaba segura de que diría algo como:

Lamentamos informarle que su puesto ha sido rescindido de nuestro periódico. Gracias por sus años de servicio. Cualquier pertenencia que quede atrás será eliminada de inmediato.

Sinceramente,

HR

Solo pensar en eso hizo que Amy estuviera aún más ansiosa por la tarde. Cuando finalmente llegó la hora, sintió que había estado conteniendo la respiración todo el día. Es difícil guardar un secreto.

Se acercó a Robin.

─¿Lista?─ preguntó.

─Por supuesto, he