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El Guapo y la Bestia: Sexys Cuentos de Hadas Al Revés, #4
El Guapo y la Bestia: Sexys Cuentos de Hadas Al Revés, #4
El Guapo y la Bestia: Sexys Cuentos de Hadas Al Revés, #4
Libro electrónico97 páginas1 hora

El Guapo y la Bestia: Sexys Cuentos de Hadas Al Revés, #4

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El Amor es la magia más poderosa. 

En un reino mágico lejano, vivían príncipes encantados, mujeres guerreras y magia poderosa. El Guapo y la Bestia es una nueva versión sexy de La Bella y la Bestia con cambio de género, en la cual los héroes se han convertido en heroínas, las heroínas se han convertido en héroes y nada es lo que parece. 

La hermosa Lady Sophie fue maldecida por un malvado hechicero para transformarse en una peluda bestia colmilluda. Con el corazón roto por los pasados fracasos tratando de romper la maldición, ella desespera por encontrar al hombre que pueda ver más allá de su apariencia bestial y le conceda el beso de amor verdadero. Cuando Beatrice, la ebria del pueblo, tropieza en la vida de Sophie y le ofrece a su hijo como pago por su transgresión, Sophie no puede evitar intentarlo por última vez. 

El guapo Quinn tiene sus propios problemas. Después de años de abuso, su madre lo vende a una extraña mujer que vive en un castillo en el bosque. Su nuevo hogar es tan opulento como misterioso y pronto se encuentra en un mundo lacrado por la magia. ¿Llevará a cabo Quinn un riesgoso escape de su prisión? O ¿sus sentimientos por Sophie se convertirán en la llave para su verdadera libertad? 

Este cuento de hadas con cambio de género para adultos presenta sexys tríos FFM, cambios de imagen bestiales y una historia que es más antigua que el tiempo. 

Esta novela INDEPENDIENTE es parte de la serie "Sexys cuentos de hadas al revés" la cual puede ser leída en cualquier orden. No hay finales de suspenso y cada uno termina como debe: con un "felices para siempre".

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento31 oct 2016
ISBN9781540102973
El Guapo y la Bestia: Sexys Cuentos de Hadas Al Revés, #4
Autor

AJ Tipton

AJ Tipton is a writing team: Annie and Jess (Get it? "AJ"). Based in Brooklyn with the greatest dog in the world as our mascot, we love to create fun romances that astound, amuse and arouse. Our romances are steamy and paranormal, with strong heroes saving the day through extraordinary adventures.   Check out our FREE novella, Coaching the Bear, for a taste of what our magical worlds have to offer! We are huge proponents of informed consent, and love to wind cheeky pop culture references into our works. Let us know which ones you catch!  Please say hello! You can get in touch with us through: Email: ajtiptonauthor@gmail.com Facebook: www.facebook.com/AJTiptonAuthor Twitter: twitter.com/AJTiptonAuthor Blog: ajtiptonauthor.wordpress.com  

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    El Guapo y la Bestia - AJ Tipton

    El Guapo y la Bestia

    El Guapo y la Bestia

    Una Nueva Versión de Cuento de Hadas Para Adultos

    AJ Tipton

    Traducido por

    Lorena De Isla

    Copyright © AJ Tipton 2015 El derecho de AJ Tipton a ser identificada como la autora de este trabajo ha sido afirmado por ella en conformidad con Copyright, Designs and Patents Act de 1988 (Ley de derechos de autor, diseños y patentes de 1988) (u otra ley similar, dependiendo de su país). Todos los derechos, reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación o transmitida en ninguna forma o por ningún medio (electrónico, mecánico, fotocopias, grabaciones u otro medio) sin la previa aprobación por escrito de la autora, exceptuando casos de citas breves como parte de una reseña o artículo. No puede ser editado, modificado, prestado, revendido, alquilado, distribuido o circulado de alguna otra manera sin el consentimiento por escrito del editor. Se pueden obtener los permisos en a.j.tipton.author@gmail.com

    Este libro es para la venta a un público adulto solamente. Contiene escenas sustancialmente explícitas y leguaje gráfico que puede considerarse ofensivo por algunos lectores.

    Esta es una obra de ficción. Todos los personajes, nombres, lugares e incidentes que aparecen aquí son ficticios. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, organizaciones, eventos o locales es pura coincidencia.

    Todos los personajes sexualmente activos en esta obra son de 18 años o mayores.

    Fotografías de portada proporcionadas por BigStock.com, Flickr.com, Archivos Morgue, y Upsplash.com. Diseño gráfico por Lydia Chai. Traducción por Lorena De Isla.

    Creado con Vellum

    Una figura empapada-de-lluvia entró pateando la puerta, rociando de astillas y agua todo el piso de duela recién-trapeado.

    —Bienvenida a casa, Mamá —Quinn dijo, sin levantar la mirada, mientras preparaba un conejo para la cena. Él resistió la urgencia de suspirar desanimado a causa del piso ahora-sucio, que él tendría que volver a lavar. Madre ya viene enojada; no hay necesidad de atizar su temperamento con mis quejas.

    La casa que él compartía con su madre era modesta: solo una habitación principal que servía como cocina, sala y vestíbulo con una recámara pequeña por un lado. Quinn estaba orgulloso de ser capaz de mantenerla inmaculada, a pesar de los constantes esfuerzos de su madre para ser lo más abusiva y desconsiderada que le fuera posible.

    Con Beatrice, la madre de Quinn, no se podía andar jugando. Ella era baja de estatura y de edad avanzada, pero tenía un lado malvado y una habilidad con el cinto, que le había servido bien siendo viuda con dos niños. También tenía un historial de vender a sus propios hijos cuando su cuenta en la taberna, se elevaba demasiado. Quinn apenas si recordaba a su hermana, tan solo un vago recuerdo de voces fuertes y enojadas desde la otra habitación. Pero aquél día, hace quince años, cuando su madre se fue con su hermana y regresó con cuatro cabras y una sonrisa victoriosa, quedó marcado en su memoria para siempre. El recibía una postal de su hermana cada año, más o menos, diciéndole que estaba bien, pero ella nunca contestó a la súplica de Quinn para llevarlo con ella. Después de unos pocos años, él dejó de pedírselo y en vez de ello, se concentró en hacerse tan valioso e imprescindible que su madre nunca pudiera darse el lujo de venderlo.

    —Quinn, ¡ya termina de hacer la cena! —Beatrice gruñó a través de sus dientes amarillentos. Dejó caer su chal enlodado hecho bulto en el suelo—. Escucha mientras cocinas. Tengo unas buenas noticias para ti —ella giró su cabeza hacia un lado, exprimiendo su largo cabello gris. El charco formándose a sus pies era lodoso con un brillo grasoso.

    Mierda. A Quinn se le heló la sangre. La última vez que su madre había usado la frase buenas noticias fue cuando él perdió a su hermana. Lo único que puedo esperar es que por mí, de perdido haya obtenido seis cabras.

    —Mi niño, tu vieja madre se ha encontrado con una oportunidad para ti. Estaba teniendo una encantadora caminata por el bosque cuando cayó esa terrible tormenta —Beatrice dijo.

    Quinn trató de mantener una expresión neutral en su rostro. Beatrice era un notable-cliente frecuente de la taberna del pueblo. Sus caminatas por el bosque para nada eran tomar aire fresco y hacer ejercicio, era más bien una desviación hacia una tambaleante-borrachera y todo mundo lo sabía. Quinn sabía que corregir ese punto solamente la enfurecería.

    —Encontré un castillo abandonado y me guarecí ahí hasta que lo peor de la tormenta pasó —ella miró al lodo, el charco, y la capa empapada en la entrada y apuntó con su dedo retorcido—. ¡Limpia esto!

    Quinn saltó para ponerse en acción, trapeando el desastre. —Me da gusto que encontraste refugio. La tormenta fue bestial.

    —Estoy segura de que te sentiste enfermo de la preocupación —Beatrice escupió—. Ni siquiera pensaste en ir a buscar a tu propia madre en tremenda tormenta. ¡Yo estaba pensando en ti! —Ella se sentó a la pequeña mesa de madera en medio de la habitación e hizo un ademán para que Quinn le trajera sus alimentos—. Ahí, había un fino arco montado en la pared junto a una aljaba llena de flechas —Beatrice hurgó sus dientes con una de sus uñas mugrientas—. ¿Puedes imaginarlo? ¡Como alguna clase de decoración inútil! Era claro que tendría un mejor uso poniendo comida en mi mesa.

    Oh mierda, se lo robó. Quinn le pasó a su madre un plato de conejo y vegetales cocidos, dándose media vuelta para limpiar las encimeras de la cocina detrás de él. Un impresionante arco nuevo sería increíble, pero los hombros de Quinn se tensaron. Beatrice era una astuta vieja bruja, pero tenía que haber habido consecuencias por saquear la casa de un extraño.

    —La tormenta se tranquilizó y ya había terminado de tomar mi descanso así que me imaginé que solo tomaría el arco y me iría —ella empujó la comida en su boca mientras hablaba, enviando pedacitos volando a lo largo de la mesa—. Estas gentes llegaron de quién sabe dónde. Una mujer elegante con un genio de locura…

    Mira quién habla. Quinn hizo una mueca.

    —… y esa rara que siempre viene al pueblo. ¿Mira?

    — ¿Mirror? —La esperanza surgió en el pecho de Quinn. Mirror vivía en algún lugar en el bosque que rodeaba su pueblo, y ocasionalmente lo visitaba para adquirir provisiones. Ella era una visitante bastante regular para ser un rostro familiar, pero lo suficientemente forastera para que los pueblerinos la hicieran pasar malos ratos. Quinn siempre había admirado lo amable y paciente que ella era para enfrentar algunos de los comentarios más idiotas que llegaban por su camino. El hecho de que Mirror era una completa maravilla, ciertamente que no hacía daño.

    —Lo que sea. Nombre tonto, chica tonta —Beatrice se puso

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