Holocausto: Un nuevo comienzo

Por Fernando Rebollar

Si no hemos aprendido de nuestros errores como para cometerlos de nuevo, significa que seguimos siendo estúpidos animales destinados a la extinción.

La raza humana ha llevado la capacidad de regeneración del planeta al límite, las opciones para evitar el colapso pueden originar un conflicto global, un hombre tendrá en sus manos una decisión que puede cambiar la vida como se conoce en el planeta... La pregunta que tiene es si se atreverá a hacerlo.

• Idioma: Español
• Editorial: Caligrama
• Fecha de lanzamiento: 5 ago 2016
• ISBN: 9788491125785

Fernando Rebollar

Fernando Rebollar es ingeniero mecánico y ha laborado para empresas transnacionales de bienes de consumo, ha sido presidente de la sociedad de estudiantes de ingeniería mecánica de una importante universidad en México donde desarrolló su afición por la edición de artículos relacionados con ingeniería.

Vista previa del libro

Primera edición: Agosto 2016

© 2016, Fernando Rebollar

© 2016, megustaescribir

          Ctra. Nacional II, Km 599,7. 08780 Pallejà (Barcelona) España

Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a Thinkstock, (http://www.thinkstock.com) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

Imagen de cubierta de Ivan Díaz Barriga Arellano

Contenido

1.   Prólogo

2.   Amanecer

3.   Preludio (un año antes)

4.   Olvidando el Pasado y Construyendo el futuro

5.   IntelliGENE

6.   Decisiones

7.   Proyectos Especiales

8.   Una Nueva Vida

9.   Altamente Restringido

10.   BP2P

11.   Nuevos Desafios

12.   Diseño de lo imposible

13.   Efectividad Completa

14.   El cielo ya no es el límite

15.   Serendipia Mortal

16.   Reboot

17.   Cacería Humana

18.   Revelaciones

19.   Redención

20.   By-Pass

21.   Visión del Apocalipsis

22.   Epilogo

Dedicado a mis Hijos Arantxa y Zaid y a mí Esposa Mireya por apoyarme siempre y a mis padres, porque me dieron todo lo que necesite y siempre estuvieron para mí

Si no hemos aprendido suficiente de nuestros errores como para volver a repetirlos, entonces seguimos siendo estúpidos animales destinados a la extinción

Prólogo

El mundo de los sueños, donde nuestro subconsciente puede expresarse libremente y llevarnos a lugares donde no impera la razón, la lógica no tiene espacio y donde pueden hacerse realidad fantasías anheladas, experimentar los sentimientos más agradables e inclusive convivir con seres queridos a pesar de la lejanía, la soledad o la muerte, en el podemos visitar los lugares más hermosos y alcanzar nuestras metas anheladas y conseguir fugazmente nuestros logros más ambiciosos.

Aunque también durante los sueños nuestras mentes, que han sido expuestas con el tiempo a experiencias que han forjado nuestro ser, pueden construir mundos llenos de horror, donde las pesadillas que encierra nuestro subconsciente corren libres y nos amenazan a cada momento con llenarnos de sufrimiento y mortificación.

Es en esos momentos donde despertar se convierte en un acto liberador, que nos llena de tranquilidad y nos recuerda que tenemos de frente un nuevo día, lleno de posibilidades para construir y disfrutar, sabiendo que los demonios que viven en nuestra mente se han quedado en el mundo de los sueños en espera de una nueva oportunidad para surgir y acecharnos al ceder al necesario reposo.

Pero, ¿Qué hacer cuando al despertar entendemos que aquellas pesadillas solo fueron una fracción del horror que está por venir?

Que una vez que regresemos al mundo real los demonios ya están ahí y que el nuevo día es solo una promesa de sufrimiento y dolor.

Solo entonces desearíamos gustosamente volver a dormir, deseando que al despertar el mundo fuera un poco mejor, que aquello que nos aterra hubiese sido solo una fracción más de nuestras pesadillas y volver a abrazar nuestra almohada mientras nuestro corazón regresa a sus latidos normales y recuperamos nuestro aliento.

La realidad de este mundo es que hemos gradualmente desplazado esa leve frontera entre los temores que vivimos en nuestras pesadillas y los que vivimos en el mundo real, hemos logrado crear demonios que viven siempre alrededor de nosotros, guerras, enfermedades, inseguridad, pobreza, rechazo, depresión, etc…

Todo ello nos aqueja día a día y por ello para mucha gente la mayor esperanza que tienen en la vida es poder despertar y desear que todo sea un poco mejor, aunque en el fondo sabe que los demonios son reales, que están allá afuera y que al despertar tenemos que vivir con ellos.

Nuestra única opción es tomar la responsabilidad que nos corresponde de mejorar en la medida de lo posible esa pesadilla y esforzarnos cada día para hacer de este un mundo mejor o en última instancia tomar la decisión irrevocable de no despertar nunca más.

Amanecer

Obscuridad, eso fue lo primero que percibió David Sommers, su cabeza daba vueltas mientras sus sentidos aletargados comenzaron a despertar, la sensación de haber estado inactivo, sumado a la resequedad de su boca y la pérdida parcial de la movilidad y de sus recuerdos inmediatos le invadieron.

Estaba solo y sin fuerza suficiente para poder incorporarse mientras su cabeza daba vueltas y su cuerpo se negaba a responder.

Conforme la desorientación fue cediendo trato en vano de identificar donde se encontraba y gradualmente la impotencia se apodero de él, llenando su ser de ansiedad y de temor ante lo desconocido.

Pasados algunos minutos mientras recobraba el control de su cuerpo trato nuevamente de levantarse para tener una mejor idea de su situación, pero al intentarlo sintió una oleada de dolor, como agujas calientes penetrando en sus músculos y forzándolo a dejarse caer agotado en la cama para tomar aire, comprendió que aquel dolor solo podía significar que había sido víctima de algún accidente, una situación fuera de su control, que lo había obligado a quedar postrado y sin saber en qué condiciones exactas, la falta de control de sus músculos le indicaba también los efectos secundarios de algún tipo de sedante.

Gradualmente la pesadez de sus ojos empezó a ceder, mientras que las pupilas se dilataron al máximo, permitiéndole distinguir algunas sombras en la penumbra de la habitación, el silencio era sobrecogedor, como estar en el purgatorio sin más compañía que el sonido de sus propios pensamientos y de sus temores más básicos, sin embargo al fondo de la habitación percibió un tono bajo, rítmico, de naturaleza mecánica, algo hecho por el hombre y que le indicaba que no estaba muerto, al menos no aún.

Los minutos pasaron, pero debido al desconcierto parecieron horas, mientras su cuerpo cansado se adaptaba y el letargo cedía, poco a poco empezó percibir el pálido brillo de algunos diodos indicadores de status montados en una pared alejada de su lecho, así como algunas figuras cuadradas que estaban colgadas en la pared, supuso que aquellos equipos eran los que emitían los sonidos que había percibido.

Además de eso cuando sus ojos lograron enfocar mejor, noto que del techo colgaban unas amenazantes pero inertes estructuras biomecánicas que en la penumbra se veían como temibles brazos que pendían sobre su cabeza, el recinto era espacioso y conforme la desorientación dio paso a la lucidez David Sommers dedujo que debía encontrarse en una sala de operación y aquellas estructuras del techo debían ser un antiguo modelo de robot médico utilizado para intervenciones quirúrgicas, antiguos testigos de la evolución de la ciencia y artífices de victorias del ser humano sobre la enfermedad. Alguna vez símbolos del progreso del hombre contra la muerte, habían sido paulatinamente reemplazados por micro robots que hoy en día realizaban los procedimientos médicos sin necesidad de una operación con órganos expuestos, dichos ingenios eran amplios colaboradores para que la expectativa de vida aumentara en países desarrollados hasta casi los 120 años, al menos a los que pudieran pagar el precio.

En la parte lejana del muro se veía una ventana de observación de cristal polarizado, tras la cual probablemente había alguien monitoreando su progreso.

Ante este pensamiento trato de llamar pidiendo ayuda, pero su garganta solo pudo emitir un gemido ahogado, la resequedad le causaba dolor al tratar de mover unas cuerdas vocales que habían pasado mucho tiempo inmóviles y su lengua se sentía adherida a su paladar, no sabía con certeza cuanto tiempo había permanecido postrado pero por el hormigueo en su cuerpo supuso que serían algunos días.

Entonces comenzó a recapitular sus últimos recuerdos y a medida que recordaba, el temor comenzó a apoderarse de él, dado que su actual condición no había sido debido a un accidente, había sido causada por una serie de eventos en los cuales se vio involucrado contra su voluntad y que ahora le tenían postrado, incapaz de comunicarse y con un dolor lacerante en todo el cuerpo.

Poco a poco su cabeza empezó a recordar el eco de las voces de su pasado inmediato, recuerdos que inundaron su mente mientras repetía la frase más inquietante Sígame o despídase de su esposa y probablemente de su vida - No confíes en nadie, estas se repitieron una y otra vez mientras que trataba de recordar todos los detalles.

La tensión comenzó a acumularse en su cuerpo, y el temor lo empujo a tratar de incorporarse nuevamente y una nueva oleada de dolor le lleno el alma mientras que gotas de sudor frío apareció en su frente, nuevamente trato de levantarse y se perturbo aún más al percatarse de que sus brazos estaban sujetos por correas a la cama.

En vano trato de liberarse pese al dolor que sentía, tensando unos brazos que pesaban como troncos, las venas de su rostro saltaron y nuevas perlas de sudor cubrieron su cuerpo al tiempo que comenzaba a jadear debido al esfuerzo.

En ese momento el sistema de supervisión médica automática al cual estaba conectado cobro vida, tomando lecturas periódicas de sus funciones vitales al tiempo que una cámara infrarroja media su temperatura corporal, sensores conectados a su cuerpo medían el nivel de oxígeno, y otros tantos medían el pulso y las ondas cerebrales, este sistema de monitoreo al detectar la condición del paciente como no favorable para la recuperación, cambió el status a rojo y automáticamente inyecto un sedante al torrente sanguíneo del paciente, una cámara de video cobro vida encima de él, como un abominable ojo que inspeccionaba todos los ángulos del paciente mientras registraba en la bitácora electrónica los cambios.

Un ángel electrónico que siempre lo vigilaba e impedía que se extralimitara y que siempre estaba al pendiente de su evolución, sin duda aquel intento de levantarse había sido registrado y la gente detrás del cristal sabría que había recobrado la conciencia y le estarían observando.

El rostro de David Sommers paso de la ansiedad al de serenidad mientras volvía lentamente a su letargo sin averiguar aun donde estaba, quien lo había traído ahí y más importante serían amigos o enemigos.

Ya habrá tiempo de averiguarlo, este fue su ultimo pensamiento antes de caer de nuevo en un profundo sueño.

Preludio (un año antes)

Un nuevo día, la habitación de David Sommers comenzó a cobrar vida cuando las ventanas de su habitación empezaron a cambiar automáticamente de un color opaco para no dejar entrar luz a la habitación a iluminarse y dejar ver una playa paradisíaca con aguas de color cristalino y arena blanca y fina, mientras que se percibía a lo lejos el sonido de las olas rompiendo en algún risco y de las gaviotas volando sobre el lugar.

Sin duda una linda imagen para despertar, un lugar paradisiaco con el que la mayor parte de la gente sueña para descansar, un clima cálido con un mar lleno de vida en todas sus formas, abundantes racimos de fruta colgaban de árboles y palmeras y a lo lejos se veía la figura de delfines jugando y de una bella mujer asoleándose en la arena, sin duda así podría verse el paraíso.

David Sommers despertó con el sonido de la última ola y se levantó de la cama contemplando por unos instantes aquella estampa mientras recordaba sus días de infancia, cuando había visitado lugares así, aquellos sin duda habían sido momentos muy felices, inclusive el olor de la brisa marina parecía entrar por las rendijas de aire acondicionado, esa imagen que él había creado digitalmente a partir de una foto de sus vacaciones de la infancia se veía tan real que por un momento casi sintió la suave arena bajos sus pies y su alegría infantil al jugar con sus padres, aquel lugar sin duda era un paraíso.

Sin embargo los recientes cambios climáticos habían deteriorado la cara del mundo y esas bellas postales solo eran parte del recuerdo, la mayor parte de estas playas habían sido erosionadas por los constantes huracanes, o habían desaparecido por el constante aumento del nivel del mar, lo que quedaba actualmente eran playas artificiales cuyo costo por metro cuadrado era exorbitante, aunque aun así distaban mucho de la majestuosidad de las maravillas naturales que ahora solo eran recuerdos.

En fin, era una buena imagen para despertar pensó para sí mientras apagaba la imagen de los cristales inteligentes que pasaron a mostrar una serie de recordatorios entre los que se veían actividades de la mañana, mensajes pendientes, entre los cuales figuraba uno de su abogado y un par de algunas compañías de bienes raíces del próximo desarrollo de condominios de lujo en Groenlandia, un par de indicadores le marcaban el tiempo antes de su próximo compromiso y el canal del clima le indicaba el pronóstico del tiempo para las próximas horas, el tiempo estimado de viaje al destino premeditado basado en las condiciones de tráfico y el recordatorio del balance del índice de masa corporal el cual si bien no era terrible, tampoco le era favorable.

Es la mañana del 25 de Enero de 2031 a las 6:15 AM, Buenos días Doctor Sommers dijo una suave voz.

Buenos días Daria respondió Sommers al sistema de control de la casa.

Es una mañana fría afuera, la temperatura ambiente es de 6 grados, puedo recomendarle café caliente con pan francés para el desayuno.

David recordó que aquella voz se estaba convirtiendo en la mejor parte de su día pensando en que aún tenía la compañía de su esposa, cuya voz había sido grabada y emulada por el procesador de sonido de la computadora, sin embargo como ya empezaba a ser costumbre aquella mañana despertó solo de nuevo.

Pan francés está bien Daria, respondió David al sistema y acto seguido empezó a revisar la pantalla con los datos.

Al ver la cuenta de calorías maldijo y acto seguido paso al vestidor adyacente a su habitación donde se colocó sus zapatos y ropa deportiva y activo el equipo simulador de escalada el cual era un equipo ingenioso que le permitía escalar en paisajes virtuales, mientras soportes para pies y manos se deslizaban en una placa vertical que podían rotar para simular diversos tipos de puntos de agarre y ángulos, dando miles de combinaciones, o establecer rutas preestablecidas, dando la impresión de que se escalaba cuesta arriba, e inclusive cambiar el ángulo de inclinación.

El sistema adicionaba una imagen holográfica de escenarios naturales majestuosos, con efectos de sonido e inclusive de viento y del calor del sol en los hombros, lo cual le daba al usuario una experiencia similar a estar escalando en las montañas.

Unos 20 minutos de ejercicio vigoroso lo pondrían al corriente en su balance de calorías y el reporte de salud sería enviado automáticamente al doctor de la compañía.

Esta última parte siempre le fastidio, una cosa era hacer deporte por afición, pero las cláusulas de bienestar de la compañía eran bastante exigentes respecto a la salud de sus trabajadores y tener que dar largas explicaciones al médico siempre era una experiencia poco grata, además de que no se veía bien en su expediente.

Una vez más había vencido a la montaña y estaba listo para el desayuno, Sommers se mantenía en buena forma y aunque hacía ejercicio de forma rutinaria, últimamente estaba perdiendo el interés.

La ducha tradicional era uno de esos privilegios que la gente acomodada podía darse, ya que con la creciente ola de sequías, el placer de una ducha caliente era un lujo costoso, sin embargo su hogar estaba equipado con un equipo de recirculación de agua el cual permitía que todo el líquido utilizada en la ducha fuera reutilizada continuamente con muy poca perdida, inclusive el vapor del agua caliente era absorbido por condensadores en las paredes y el techo y reutilizado para otras funciones.

La sensación de agua tibia alrededor de su cuerpo era sin duda una buena y reconfortante sensación, a diferencia de las tradicionales duchas basadas en el uso de espuma limpiadora.

Estos baños consistían ahora en aplicarse una espuma absorbente impregnada con un agente limpiador que atrapaba las células muertas y el exceso de grasa de la piel y se endurecía, posteriormente un potente chorro de aire caliente eliminaba el exceso de espuma que conforme se endurecía se volvía como un polvo que era absorbido por una campana extractora y que a la postre era recolectado como material fertilizante.

La ventana inteligente de su cocina estaba conectada a la Red Mundial de Información y pre programada para dar un resumen de las noticias mas importantes, empezando por las 5 más importantes a nivel mundial, luego las de carácter local, de modo que siempre tuviera un resumen de los acontecimientos para no perder el tiempo con lo que él pensaba basura sensacionalista de los noticieros y sin embargo no dejaba pasar los resultados de deportes.

El ordenador de su hogar tenía ya la rutina de su día desplegada, después de proporcionar un informe del clima y del status de la ruta de transporte, la cual le daba un balance total del tiempo requerido para llegar temprano al trabajo, el cual se actualizaba con una precisión de segundos basado en la ruta preestablecida y a la variación de flujo de tráfico en las vías de comunicación, condiciones atmosféricas e inclusive correlación con eventos como accidentes, descomposturas y/o retrasos.

El procesador de alimentos acababa de preparar el desayuno, una maquina automática no podría tener peor gusto pensó David, la mayor parte de aquellos alimentos tenía una base sintética para darle forma y color e incluían una buena dotación de vitaminas y aminoácidos sintetizados en laboratorios, mezclados con proteínas de granjas que fabricaban tejido animal para su comercialización y con los requerimientos exactos de minerales para mantener correcto el balance de la química cerebral, todo esto diseñado a medida de sus requerimientos nutricionales y verificado en los exámenes médicos periódicos, esto demostró ser un parteaguas en el tratamiento de la depresión y respuesta al stress ya que en el pasado muchos empleados desequilibrados habían ocasionado muchas pérdidas por no poder controlarse.

La fruta fresca y la carne se habían convertido igualmente en un artículo de lujo debido a los recursos necesarios para producirlos y aunque era un hombre de buena posición económica, no le gustaba derrochar y los saborizantes y aromatizantes artificiales hacían el truco, sin embargo el café si era original de grano así que esto lo disfruto un poco más.

El resumen de noticias casi siempre incluía recomendaciones de seguridad en caso de tormentas eléctricas, nevadas o granizo lo cual siempre obligaba a mantener precauciones para no quedar atrapado en medio de alguno de estos fenómenos y que eran ahora particularmente violentos, por lo que siempre tenía marcado en el navegador de su auto las zonas marcadas como seguras en caso de tormenta.

Estas zonas seguras generalmente estaban marcadas como puentes, túneles o estacionamientos con techos resistentes los cuales ahora eran una lucrativa forma de ganarse la vida para los dueños de establecimientos de resguardo debido a la frecuencia e intensidad de estos fenómenos meteorológicos.

Los vehículos ya contaban con vidrios de plexiglás que podían soportar este tipo de impacto, pero siempre era bueno evitar que se abollaran y mucho mejor evitar tomar una caminata en la plaza con granizos del tamaño de pelotas de tenis cayendo a tu