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201. Contra la pereza (Séneca)

201. Contra la pereza (Séneca)

DeMi GYM en casa


201. Contra la pereza (Séneca)

DeMi GYM en casa

valoraciones:
Longitud:
22 minutos
Publicado:
20 dic 2018
Formato:
Episodio de podcast

Descripción

Pero Leónidas les habló de muy distinta manera:



«Comed compañeros, como si hubieseis de cenar en el otro mundo.»










En el episodio de hoy os traigo otra carta de Séneca. Bastante más extensa que la del uso del tiempo, un poco más compleja, pero igualmente con muchas perlas que son una auténtica maravilla.



Curiosa es la mención que hace a Leónidas y los espartanos, que perdieron la vida en la batalla de las Termópilas resistiendo a los persas. Ya que hoy en día es bastante conocido este hecho de la Historia gracias a la película de 300.



Os dejo con la carta, cuyo título original es: CONTRA LA MOLICIE: DESPUÉS CONTRA LAS ARGUCIAS DE LOS DIALÉCTICOS. (Molicie significa pereza, desidia.)







Comienzo a no inquietarme por tí. -¿Qué fiador tengo? preguntarás. -El que nunca ha engañado a nadie; esto es, tu espíritu, que se ha apasionado de la virtud. Tu mejor parte se encuentra en seguridad. Bien sé que la fortuna puede perjudicarte; pero lo más importante es que no te perjudiques tú mismo. Prosigue tu camino y continúa esa vida tranquila que has comenzado, con tal que no haya molicie en ella.



Preferible es estar mal; y toma esta palabra en el sentido que acostumbra a darle el pueblo, es decir, a vivir con molestias y trabajos. Cuando se habla de la vida de personas que no se quieren, se dice ordinariamente: «Vive con molicie,» para dar a entender que no tiene energía, porque el espíritu se afemina insensiblemente con el reposo y se blandea en la ociosidad. ¿No sería mejor para el hombre enérgico endurecerse en el trabajo? Además, los delicados temen siempre la muerte, a pesar de que su vida se parece mucho a ella; pero media grande diferencia entre descansar y sepultarse.



-¡Cómo! me dirás, ¿no es mejor descansar de cualquier manera que sea, que estar continuamente agitado por el vértigo de los negocios?



-Igualmente peligroso es que los nervios se esfuercen como que se aflojen y creo que tan está muerto el que yace entre perfumes como el sumergido en el lodo. El reposo sin el estudio es una manera de muerte que deposita al hombre vivo en la tumba. Porque, en último caso, ¿de qué sirve que nos retiremos si nuestras inquietudes pasan los mares con nosotros? ¿Qué antro tan oculto existe donde no pueda entrar el temor de la muerte? ¿Qué vida tan segura y tranquila que no se vea turbada por el dolor?



Donde quiera que te ocultes, irán a alarmarte los males de la vida humana, porque hay muchas cosas en derredor nuestro que nos seducen o que nos alteran; y otras muchas dentro de nosotros mismos que se revelan hasta en medio de la soledad.



Debemos fortalecernos con la filosofía: ésta es un muro inexpugnable que la fortuna con todas sus máquinas no puede derribar. El que abandona los negocios se pone fuera de todo ataque; su elevación le garantiza y ve caer a sus pies los dardos que le disparan. La fortuna no tiene tan largas las manos como pensamos y solamente coge a los que se le acercan demasiado. Retirémonos, pues, lo más lejos que podamos; mas para esto necesitamos el conocimiento de nosotros mismos y el de la Naturaleza.



Necesitamos saber dónde hemos de ir, de dónde venimos; conocer lo bueno, lo malo, lo que debe buscarse, lo que se debe evitar; qué es esta razón que forma el discernimiento de las cosas que deben desearse o rechazarse, que dulcifica el temor y modera la avidez.



Hay quienes creen que pueden conseguir todo esto sin el auxilio de la filosofía; pero cuando les pone a prueba alguna desgracia, se ven obligados a confesar su debilidad, pero demasiado tarde. Cuando el verdugo les coge la mano, cuando la muerte se presenta a ellos, desaparece su constancia y su firmeza. Podría decírseles: -Fácilmente provocabas al mal lejano; aquí tienes el dolor que decías era tolerable; aquí tienes la muerte, contra la cual hablabas con tanto valor; se oyen crujir los látigos, lanza reflejos la espada;



Ahora se necesita firme corazón, Eneas.



Esta firmeza la conseguirás por medio de continu...
Publicado:
20 dic 2018
Formato:
Episodio de podcast

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