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Algo está pasando
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Libro electrónico73 páginas51 minutos

Algo está pasando

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«Algo está pasando y no solo en estos relatos:

¡La mente humana está desequilibrada!»

En nombre de Dios o de Alá se sigue matando. La amenaza entristece los ojos del ciudadano de a pie. ¡Qué desconcierto, qué inmoral y trágico! Y así vivimos, aunque todavía nos queda: una esperanza, la luz de arriba, las abejas, el violín, los árboles que hablan, la música y la poesía.

"La mente ordena, el corazón calla". El corazón no puede callar, hemos de escucharle.

IdiomaEspañol
EditorialCaligrama
Fecha de lanzamiento24 mar 2015
ISBN9788416339341
Algo está pasando
Autor

Araceli Banyuls

Araceli Banyuls es una cantautora que empezó a cantar por los años 60 como componente del Grup de la Cançò al País Valencia. Era la única mujer en activo que cantaba por los pueblos con los otros grupos de cantantes. Recorrieron pueblos, fiestas, encuentros sociales, aplecs, etc. Después de un tiempo decidió irse a Barcelona. Pronto se integró con los cantantes catalanes, participando en diversos actos culturales: fiestas, eventos reivindicativos contra la desigualdad de la mujer, y la represión social del momento. Trabajaba en el hospital, mientras estudiaba A.T.S. Araceli siempre ha sido una mujer comprometida en su vida y con los derechos humanos. Libre para cantar con el sentimiento. Y escribir aquello que viene en el momento, como impulso creativo. Después de unos años volvió a Valencia. Aquella jovencita es hoy una mujer adulta y la música sigue con ella. Pero no es un CD lo que presenta, otra faceta de Araceli es la de ir escribiendo cosas. Y un día setransformaron en este pequeño libro de relatos. «Nunca he publicado nada, no me considero escritora, si acaso escribo historias. Lo mismo que las canciones, las pinturas, los versos que me invento. Para tener una ilusión mientras siga viva. Algo está pasando es un ramillete de relatos donde se cuentan historias escritas. Unas desde hace bastante tiempo, y otras recientes. Son como canciones un poco más largas.»

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    Algo está pasando - Araceli Banyuls

    Título original: Algo está pasando

    Primera edición: Marzo 2015

    © 2015,

    © 2015, megustaescribir

    Ctra. Nacional II, Km 599,7. 08780 Pallejà (Barcelona) España

    Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a Thinkstock, (http://www.thinkstock.com) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

    Contents

    Algo está pasando

    El caballero del violín

    Navidad en noviembre

    Quedé encerrada en el Parc Sant Pere

    Una guitarra en la Calle mayor

    Relato sobre un poema

    Relato de Hospital

    Conversaciones con mi ego

    El destino se llama Pedro

    Todo funciona

    De novicia a cantante

    Nacemos con fecha de caducidad

    Un suicidio de risa

    La lluna a mig–deure

    Sobre la autora Araceli Banyuls

    Aprender es descubrir

    Lo que ya sabes.

    Actuar es demostrar que lo sabes.

    Richard Bach (del libro Ilusiones)

    Una paloma vino hacia mí,

    me dio una pluma de sus alas.

    Y empecé a escribir.

    Araceli Banyuls

    Algo está pasando

    Rodaba el coche por la carretera conducido por Raúl: mientras guiaba escuchaba música a todo volumen.

    Era de noche los faros no le iluminaban bien, tenía que revisarlos y la niebla empezaba a extenderse.

    Apago la radio pues había oído un extraño y fuerte ruido que lo alarmó. Detuvo el motor y vio un pájaro muerto que estaba encima del parabrisas, luego cayó otro y otros más. Bajó del coche y pudo observar como estaba la carretera y los alrededores llenos de pájaros muertos.

    Nunca había visto nada semejante: Sintió miedo y algo asustado entró en el coche. Los pájaros muertos eran de verdad. –Algo sabia de ello–, pero no pensaba que iba a suceder tan pronto.

    No podía hacer nada; así que pisó el acelerador a fondo y escapó de aquella pesadilla.

    ¿Qué estaba pasando? –se preguntó–. Por unos instantes había olvidado a donde iba y que hacía en aquella autopista.

    Vagamente recordaba que salió de la habitación de un motel por la mañana, sin rumbo fijo ni un destino a donde llegar.

    Observaba las cosas que pasaban a lo largo del camino sin más.

    Algo cansado y preocupado, aparco en un descampado cerca de un río. Pensando en los pájaros se durmió

    Amanecía: tenues rayos de sol iluminaban las ventanas del coche. Unos golpes en los cristales despertaron a Raúl

    –Señor, señor, salga del coche, dijo una voz.

    Medio dormido, se frotó los ojos y miro hacia la ventana, había un policía que le hablaba, bajó el cristal y preguntó

    –¿Que pasa agente, he hecho algo mal?, me sentí cansado y he dado una cabezada.

    –No señor: no ha cometido ninguna infracción, solo que ha estado durmiendo al lado del rio Azula. Donde se han muerto unos miles de peces y no sabemos por qué. Tiene que irse. Este lugar está contaminado.

    ¿Peces, No eran pájaros? –¿Se encuentra bien señor? dijo el policía. –Sí, sí, gracias; pero

    estoy algo despistado, creía que estaba en Lukansa donde ayer vi pájaros muertos.

    –Cierto: allí también cayeron pájaros muertos del cielo en varias ciudades.

    –¡Ayer; pensó! Estoy muy lejos de Lukansa, Tan rápido he conducido o tal vez lo habré soñado.

    Salió del coche y pudo ver con gran tristeza un rio lleno de peces muertos.

    Se fue directo al auto, dio la vuelta. No sabía por dónde tirar, toda esta situación le estaba afectando bastante.

    Sintió una opresión en su corazón. La rabia contenida y una sensación de ahogo, le hicieron reaccionar.

    –Adelante– sigamos esta realidad, tan autentica como desconcertante.

    Pisó a fondo el acelerador, y a unos kilómetros vio la luz de un bar. Necesitaba tomar algo caliente aparco y entro.

    Pidió un café con leche, lo estaba tomando y cogió un periódico que había encima del mostrador. En la primera página aparecía con grandes titulares

    "Miles de abejas se están muriendo". Peligra la cadena de polinización y la supervivencia humana. Los pesticidas (nos

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