Debido a la naturaleza de la técnica de escorpio, Milo aburre a Shoga con flashbacks mientras espera a que se desangre solo. El cisne por su parte, con los huevos más grandes que el mentón que le dibujó el director, se levanta para pelear hasta el final. Milo destaca su valor y lo reconoce como caballero, pero igual lo hace mierda (aunque Hyoga logra congelarle la armadura).
Shooga, al borde de la muerte, intenta avanzar unos metros más para la estadística, hecho que conmueve al Santo dorado de escorpio que decide salvarle la vida y dejarlo avanzar. A menos que alguien pregunte, en cuyo caso Milo acuerda con Camus decir que Hyoga ganó por KO en el tercer round.
De vuelta en la entrada de El Refugio, Tatsumi está impaciente porque Sheki le traiga -SPOILER-, pero el oso vuelve con el báculo de Saori.
La moribunda Atena hace truquitos de magia y con la ayuda de Esparpajo traen a la armadura de sagitario hasta El Refugio y la depositan en su casa, lista para dispararle al primer salame que entre cargando a alguien en su espalda... ¿Quién será el desafortunado?
Caballero del episodio: Espartano
Capítulos comentados: 62 - Hyoga, el valiente guerrero | 63 - Todas las armaduras doradas se reunieron en El Santuario