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La Pandemia y Yo
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Libro electrónico65 páginas1 hora

La Pandemia y Yo

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Sinopsis del Libro: "Pandemia y Yo" narra íntimamente el viaje del autor a través de la pandemia global, capturando la turbulencia emocional de adaptarse a una 'nueva normalidad'. Desde el escepti

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento31 may 2024
ISBN9781639458288
La Pandemia y Yo

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    La Pandemia y Yo - Laura Lavayén

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    La

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    y

    yo

    Laura Lavayén

    La Pandemia y Yo

    Copyright © 2023 by Laura Lavayén

    ISBN: 978-1639458271 (sc)

    ISBN: 978-1639459384 (hc)

    ISBN: 978-1639458288 (e)

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    Writers’ Branding

    (877) 608-6550

    www.writersbranding.com

    media@writersbranding.com

    Contents

    Capítulo 1 1

    Capítulo 2 5

    Capítulo 3 9

    Capítulo 4 17

    Capítulo 5 27

    Capítulo 6 35

    Capítulo 7 43

    Capítulo

    1

    Hoy estoy tratando de escribir sobre los problemas que me causó vivir en un tiempo de pandemia. Creo que la primera vez que oí hablar de la pandemia fue cuando esta recién empezaba y lo que oí comentar fue que era un virus que había nacido en China. Me dijeque la China estaba muy lejos para que llegara a Argentina, país donde nací y que siempre visito de enero a marzo cada año. Estaba de vacaciones y no pensaba dejar de pasar un buen tiempo preocupándome por algo que parecía estar tan lejos.

    Mi hermana Silvia quien viajó conmigo estaba visitando a una hermana que vive en la ciudad de Roca y llego con la noticia de que solo tenía dos días para dejar Argentina y salir del país antes que se suspendieran los vuelos internacionales. Le contesté que no… Ella vino después que yo y me dijo que viajaría al día siguiente. Le dije que no iría con ella porque tenía un pasaje para viajar en dos días. Me volvió a repetir que ella se iría porque iban a cerrar los aeropuertos y después no podría salir. Yo le dije que no me iría hasta que fuera el día en que tenía mi pasaje. Al otro día ella salió para el aeropuerto y me dijo que esperaba que yo lo hiciera también porque si no, no iba a poder viajar. Al otro día Silvia se fue y yo salí para ir a confirmar mi boleto. Con sorpresa me enteré de que la oficina estaba cerrada y volví a casa de mi otra hermana donde me estaba hospedando y encontré a mi hermano que volvía del aeropuerto. Asombrado me dijo que Silvia había salido con suerte y le había dicho a él que me dijera que fuera a confirmar mi pasaje al aeropuerto y que él me llevaría enseguida. Me llevó al aeropuerto que estaba colmado de pasajeros que querían salir.

    El propósito de viajar por una aerolínea de mi país es que el avión a Bariloche sale de ahí. Si tomo otra aerolínea no puedo hacer la transferencia de Buenos Aires a Bariloche porque tendría que ir al aeroparque. De esta manera la conexión es más fácil. Comprobé que tenía razón, pero ya al otro día me sentía cansada y empezaba a arrepentirme de no haber hecho caso a mi hermana y haber viajado con ella. Porque había un mundo de pasajeros tratando de saber adónde debían ir. El aeropuerto se había transformado en un lugar donde todos corrían de un lado a otro tratando de encontrar el lugar de donde saldría su avión. Pero yo seguía a los que me parecía que sabían de dónde salía mi avión porque oí que todavía llegaría al aeropuerto Kennedy sin problema.

    El viaje fue muy cansador, nos pidieron mostrar los documentos varias veces. Una vez ya en el asiento del avión miré con sorpresa que no estaba tan lleno de pasajeros como creía. Pero cansada y todo respiré con alivio cuando aterrizamos en el aeropuerto Kennedy. Con horror vi que el lugar donde estaban los taxis se encontraba vacío. Vi a un hombre con un cartel donde ofrecían llevarme adonde fuera. Me dio un precio enorme para llevarme a Filadelfia y cuando dije que era mucho me ofreció una rebaja y tuve que aceptar.

    Ya en mi hogar empecé a poner la correspondencia en orden y vi que me esperaban muchas cosas para arreglar. Primero, poner en orden las boletas para pagar los gastos de luz y otras cosas. Gracias a Silvia no tuve que salir a comprarme el barbijo para cubrirme la boca porque ella me había preparado todo para que fuera lo antes posible a hacer otras cosas que iba a necesitar. Las pocas personas que encontré ya iban con la boca cubierta. Todos parecían querer hacer las cosas ese día. Miré la gente en la calle y hasta me pareció que caminaban como disparando los unos de los otros. Pero todavía tenía que oír más los noticieros para entender que estábamos en una situación difícil. Hasta entonces no entendí si lo que estaba viviendo tenía que ver o no con los chinos. No entendía qué estaba pasando y recordé una película de una situación que pensé fue más o menos así. Pero, poco a poco, fui entendiendo que la situación en que nos encontrábamos era compleja.

    También empecé a entender que estábamos viviendo momentos que nunca habíamos vivido. Cuando llegué a casa tuve un altercado con Silvia porque me pareció exagerado que ella no me dejaba que me lleve la mano a la nariz ni siquiera para limpiármela. Al final perdí la paciencia y le grité que si

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