El Último Profeta - Mahoma: Vida y Legado

Por Larz Trent

Este libro narra en detalle la trayectoria del profeta Mahoma y los eventos extraordinarios que llevaron al surgimiento del Islam en la Arabia del siglo VII. Explorando fuentes históricas, el autor reconstruye la infancia y juventud de Mahoma, su matrimonio con la acaudalada comerciante Jadiya, su búsqueda espiritual y las revelaciones trascendentales que recibió, dando origen al Corán. El libro relata los inmensos desafíos a los que se enfrentó Mahoma en la difusión de la nueva fe en medio de la resistencia de los líderes de La Meca, las migraciones a Abisinia y Medina, las primeras batallas libradas por los primeros musulmanes y las conquistas diplomáticas y militares del profeta, que con notables habilidades políticas unificó y consolidó el Islam en Arabia. La obra también explora los inicios de la compilación del Corán, los dilemas de los primeros califas tras la muerte de Mahoma y la gradual aceptación del Islam entre las tribus beduinas. Un relato minucioso y elocuente de los eventos extraordinarios y las personalidades destacadas que moldearon el nacimiento del Islam y su curso histórico.

• Idioma: Español
• Editorial: AHZURIA PUBLISHING
• Fecha de lanzamiento: 31 oct 2023
• ISBN: 9798223030171

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Ciertamente os hemos enviado como testigos, heraldos de buenas nuevas y advertidores, para que creáis en Alá y en Su Enviado, y Le honréis y respetéis y Le glorifiquéis mañana y tarde. - Corán (Al-Fath, 48:8)

Copyright

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro sin la autorización por escrito del titular de los derechos de autor.

Este libro es una obra de ficción. Los personajes y el diálogo han sido creados a partir de la imaginación del autor y no se basan en hechos reales.

Cualquier parecido con hechos o personas, vivas o no, es pura coincidencia.

Reseña

Virginia Moreira dos Santos

Diseño gráfico y maquetación

Arthur Mendes da Costa

Diseño de portada

Anderson Casagrande Neto

Catalogación internacional en los datos de publicación

Santos, Luiz Antonio dos

El último profeta / Luiz Antonio Dos Santos.

Edición del autor, 2023.

Índices del catálogo sistemático:

Religión

Prólogo

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El envío por Alá de Mahoma como último profeta está intrínsecamente ligado a la revelación de conceptos como el Paraíso (Jannah) y el Infierno (Jahannam), que no estaban ampliamente establecidos en la península arábiga preislámica. El profeta Mahoma desempeñó un papel crucial en la transmisión de estas creencias y en la consolidación de una cosmovisión islámica unificada.

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El concepto de Alá, o Dios, ya existía en la península arábiga preislámica, pero la comprensión del destino del alma tras la muerte era variada y a menudo fragmentada. Las tribus árabes tenían creencias diversas sobre la vida después de la muerte, algunas de ellas adheridas a la idea de la resurrección y otras no. Sin embargo, no existía un sistema teológico unificado y claramente definido sobre el Paraíso, el Infierno, el propósito de la vida humana y la responsabilidad divina.

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El papel de Mahoma como último profeta fue consolidar y unificar estas creencias y enseñanzas. Trajo el mensaje divino, recogido en el Corán, que proporcionaba directrices claras sobre la vida después de la muerte, la justicia divina, el Paraíso y el Infierno. El Corán se considera la palabra literal de Alá y contiene directrices detalladas sobre cómo vivir la vida según los principios islámicos y cómo preparar el destino del alma tras la muerte.

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Mahoma también desempeñó un papel importante en la promoción de la responsabilidad personal y en subrayar la importancia del arrepentimiento y la misericordia de Alá. Unificó la creencia en un Dios único, en una vida después de la muerte y en la responsabilidad en el Día del Juicio, proporcionando un marco claro y coherente para la fe islámica.

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En el Islam, la creencia en el destino del alma tras la muerte desempeña un papel fundamental en la fe de los musulmanes. Esta creencia es fundamental para comprender el propósito de la vida según esta fe. Los musulmanes creen que la vida en la tierra es una prueba de fe y acción, que les prepara para lo que vendrá después de la muerte.

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Esta creencia en la vida después de la muerte está intrínsecamente ligada a la idea que tiene el Islam del Paraíso y el Infierno. Es a través de la comprensión de estos conceptos que los musulmanes encuentran motivación para vivir de acuerdo con los principios islámicos, buscando recompensas en la otra vida y evitando el castigo.

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Para entender estos conceptos, primero debemos comprender qué es el islam. El islam es una religión monoteísta global basada en la creencia en un Dios, Alá, y sigue las enseñanzas reveladas en el Corán, el libro sagrado. Alá es el término árabe para Dios, los seguidores del Islam, conocidos como musulmanes, se adhieren a una serie de principios morales y éticos que incluyen el culto a Alá, la práctica de la caridad, la búsqueda de la justicia y la obediencia a los mandamientos divinos contenidos en el Libro Sagrado. El Islam es una fe que abarca todos los ámbitos de la vida, desde las cuestiones espirituales hasta los aspectos sociales y políticos, con un enfoque central en la sumisión a Alá y la búsqueda de la justicia.

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La vida en la tierra, según la fe islámica, se considera un periodo de prueba. Los musulmanes creen que cada individuo está en este mundo con un propósito definido: servir a Alá, el Dios Único. El propósito de la vida en la tierra es, por tanto, un elemento fundamental para comprender el destino del alma después de la muerte. Durante esta vida, los seres humanos tienen libre albedrío para tomar decisiones morales, estas decisiones definen quiénes son y sus acciones e intenciones se evalúan para establecer el destino de sus almas.

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El islam enseña que los seres humanos tienen la responsabilidad de vivir según los mandamientos de Alá y de seguir el ejemplo del profeta Mahoma. Esta responsabilidad incluye el comportamiento ético, la práctica de la justicia, la búsqueda de la rectitud y la obediencia. Cada acción, elección e intención en la vida cotidiana se considera parte de esta prueba, y se anima a las personas a actuar de forma justa, compasiva y moral.

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Este énfasis en la responsabilidad humana refleja la creencia de que los seres humanos tienen libre albedrío para tomar decisiones correctas o no. Por tanto, la vida en la tierra se considera una oportunidad para demostrar devoción a Alá y cumplir los propósitos divinos actuando de acuerdo con los principios islámicos.

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En este contexto, la vida en la tierra no es sólo una etapa transitoria, sino una prueba que determina el destino del alma después de la muerte. La responsabilidad humana de vivir de acuerdo con la voluntad de Alá es la base sobre la que la fe islámica construye su comprensión del juicio en el Día del Juicio Final. Esta creencia en la responsabilidad personal influye directamente en el modo en que los musulmanes perciben su vida y la importancia de sus actos.

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El Islam (sumisión o rendición en árabe) enseña que la vida en la tierra es un viaje temporal, y que el destino final del alma humana se determina el Día del Juicio, conocido como Yawm al-Qiyamah. Se trata de un acontecimiento sumamente importante en la fe islámica, en el que todas las almas resucitarán y comparecerán ante Alá para rendir cuentas de sus actos.

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El Día del Juicio es una creencia fundamental que sirve de recordatorio constante a los musulmanes de que todas las acciones e intenciones son observadas por Alá. Ese día se revelarán y examinarán las acciones y decisiones tomadas durante la vida terrenal. No habrá secretos ni escapatoria a las consecuencias de los actos realizados. Ese día, la justicia divina de Alá se aplicará imparcialmente. Cada alma será recompensada o castigada según sus actos. Quienes hayan vivido según los principios islámicos y hayan practicado la justicia, la compasión y la obediencia a Alá serán recompensados con la entrada en el Paraíso (Yánnah) (جنة), mientras que quienes hayan transgredido los mandamientos divinos se enfrentarán a la posibilidad de ser castigados en el Infierno (Jahannam) (جهنم).

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El Día del Juicio es un momento de rendición de cuentas y justicia divina, es un recordatorio constante de la responsabilidad individual y la importancia de las acciones en la vida terrenal. Los musulmanes ven este día como la culminación de la prueba que es la vida en la tierra y como la recompensa o el castigo por la forma en que han elegido vivir sus vidas.

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La creencia en el Día del Juicio motiva a los musulmanes a vivir según los principios islámicos, buscando la recompensa eterna en el Paraíso y evitando el castigo eterno en el Infierno. Es un recordatorio constante de que el destino del alma tras la muerte está intrínsecamente ligado a las decisiones tomadas durante la vida.

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En el Islam, el Paraíso, conocido como Jannah, es uno de los conceptos más significativos sobre el destino del alma tras la muerte. Jannah es el lugar de recompensa y felicidad eternas para los virtuosos que han vivido según los principios islámicos y han superado la prueba de la vida en la tierra. La descripción de Jannah en las escrituras islámicas está llena de imágenes exuberantes y promesas de placeres supremos. Este es el lugar donde los musulmanes encontrarán recompensas que superan con creces las alegrías terrenales.

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Los jardines del Yánnah se describen como lugares de incomparable belleza, llenos de árboles frutales y exuberante vegetación. Los musulmanes podrán disfrutar de la sombra de sus árboles y de la deliciosa fruta que producen, también es un lugar de abundancia, donde tendrán acceso a ríos de leche, miel e incluso vino parecido a la sagra (سَقْرًا). Estas descripciones simbólicas representan la generosidad de Alá.

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Una de las características más significativas de Jannah es la ausencia total de sufrimiento, dolor y pena; los musulmanes vivirán en un estado de dicha eterna, donde no habrá preocupaciones ni aflicciones. A los virtuosos se les concederán lujosas moradas en el Yánnah, donde podrán vivir con comodidad y lujo.

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Los que entren en el Yánnah podrán reunirse con sus seres queridos y disfrutar de su mutua compañía. Además de los placeres físicos, Jannah es también un lugar de paz espiritual y cercanía a Alá, donde los musulmanes disfrutan de la presencia divina y la alegría espiritual.

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El yánnah se considera la recompensa final para quienes han vivido con rectitud y obediencia a Alá. Sirve de incentivo para que los musulmanes sigan los principios islámicos, busquen la justicia y la compasión y cumplan con su responsabilidad de servir a Alá. La promesa del Yánnah es un recordatorio constante de la generosidad y misericordia de Alá al recompensar a quienes Le sirven con sinceridad y virtud, es el destino del alma tras la muerte que todos los musulmanes anhelan alcanzar.

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Así como el Paraíso (Yannah) es una parte significativa de la creencia islámica en el destino del alma después de la muerte, el Infierno, llamado Jahannam, desempeña un papel igualmente importante. El Jahannam es el lugar de castigo eterno para quienes han desobedecido a Alá y no superan la prueba de la vida en la Tierra.

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El concepto de Jahannam se describe de forma intensa y aterradora en las escrituras islámicas. Es un lugar de intenso sufrimiento y tormento, diseñado para servir de advertencia sobre las consecuencias de desobedecer los mandamientos divinos.

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Jahannam se describe a menudo como un lugar de llamas intensas y