HISTORIA DEL OCULTISMO EL PODER DE LA CREENCIA EN LA MAGIA
“La técnica del ocultismo es la magia y todos sus aspectos consecuentes, como brujería, adivinación, supersticiones, etc. Estas prácticas son las que más se han difundido entre el público no iniciado. Quienes alcanzaron un alto grado iniciático dedicaron sus esfuerzos al estudio de la cábala, la alquimia y la astrología, disciplinas sobre las que basa la teoría ocultista, que no ha variado de manera sensible desde los comienzos”, asegura César Ballester, en Misterio, magia y ocultismo (1973). Lo cierto es que actualmente hay muchos magos y sociedades secretas que siguen perpetuando antiguas tradiciones esotéricas, amén de las viejas supersticiones que aún comparten muchas personas y que demuestran que la creencia en presuntas fuerzas benignas y maléficas está presente en el imaginario colectivo, siendo una idea humana universal.
Uno de los mayores especialistas en ocultismo, el doctor Robert Amadou (1924-2006), señaló respecto a este boom moderno que “existe, en efecto, en la actualidad, un interés especialmente sensible por un conjunto de fenómenos y de ideas englobadas bajo el nombre de ‘ocultismo’ (…). El interés tan particular que despiertan esos hechos es el resultado de cierto estado de la sociedad contemporánea occidental (…). Se trata de buscar en el ocultismo aquello que, precisamente, no se encuentra y que, posiblemente, no se encontrará nunca en la mentalidad occidental moderna. Tomemos el ejemplo de la parapsicología que, a través de un método experimental, se esfuerza por tratar cierto número de fenómenos atribuidos al ocultismo”. ¿Por qué ese deseo tan poderoso de buscar respuestas a los grandes interrogantes sobre la vida y la muerte? ¿Acaso son la trascendencia y la inmortalidad las necesidades primordiales del hombre que se adentra en el ocultismo?
LOS INICIOS
No es fácil redactar en unas pocas páginas una exhaustiva historia de esta influyente y ramificada corriente de pensamiento que llamamos ocultismo y que se pierde en la noche de los tiempos. Ya en el chamanismo, la más antigua religión practicada por el hombre, se empleaban rituales mágicos. Las visiones bajo trance y las curaciones se sucedían a través de extraños cantos e invocaciones. El mundo mágico formaba parte de la vida cotidiana de los pueblos primitivos, como detalladamente explicó el antropólogo escocés en su revelador ensayo (1890). Aquellos hombres aceptaban la idea de que el mundo natural está regido por poderes espirituales. Así pues, para mantenerlos en equilibrio y bajo control, el chamán necesitaba conectar con ellos–a través de lo que llamaba – y manejar con destreza las artes mágicas, como es el uso de conjuros y hechizos. De eso dependía la supervivencia de la tribu (de hecho, el arte prehistórico
