Esencialmente, la Cábala es una ley moral codificada por el Talmud, considerada por su forma y su fondo una verdadera ciencia sagrada, un ejemplo preciso del papel profundo, místico y espiritual de los esoterismos en las religiones existentes.
Los seguidores de la Cábala creían que había sido traída del cielo por los ángeles para enseñarle al primer hombre, después de su desobediencia que, a través de ella, podía reconquistar la nobleza y felicidad perdidas.
Otros creían que Moisés, después de haberla recibido de Dios durante los cuarenta días que pasó en el Monte Sinaí, la había entregado a los setenta ancianos con los que compartía el Espíritu Santo.
Éstos, a su vez, la transmitieron de boca en boca hasta la época en que Esdras recibió la orden de escribirla. De generación en generación, un grupo selecto de personas se ocupó de transmitir celosamente y en forma casi secreta esta ciencia sagrada. En esta