EL DIA EN QUE MURIO EL SOLITATIO GEORGE
()
Información de este libro electrónico
Al igual que el ballenato, George, el último espécimen de la raza de los quelonios, se queda sin aliento. Objeto de atención, cuidados y afecto por parte de sus cuidadores, los habitantes de Santa Cruz y los visitantes famosos y menos conocidos del Parque Nacional Charles Darwin, George está a punto de extinguirse sin dejar descendencia.
El ballenato y George son los supervivientes de la locura del hombre. A través de sus historias, Hans Behr Martínez relata la vida de animales salvajes al borde de la extinción. Describe con realismo la evolución de las especies protegidas en el archipiélago de las Galápagos.
En esta novela, la crueldad del hombre se desvanece poco a poco, dando paso a la esperanza de un mundo mejor que respete el medio ambiente.
Relacionado con EL DIA EN QUE MURIO EL SOLITATIO GEORGE
Libros electrónicos relacionados
Espuma Ii: El Retorno Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos gatos salvajes de Kerguelen Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones20 mil leguas de viaje submarino: Segunda Parte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesΣφέρα (Esfera) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn lo Profundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos Viajes del Hechicero número 1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl sollozo de la gárgola: La odisea de la Pólux XXVII Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesExtraños Cuentos Del Mar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVeinte mil leguas de viaje submarino: Edición Juvenil Ilustrada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5300 cuentos de buenas noches. Tomo 3 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Venganza de la Tierra II. Abisal Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Imperio Olvidado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViaje de un naturalista alrededor del mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Barco De La Muerte: 1, #1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLeón Bocanegra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Era del Tercer Arcón: Ulden, el Agente del Bandido: La Era del Tercer Arcón, #1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos hijos del capitán Grant Calificación: 5 de 5 estrellas5/520.000 leguas de viaje submarino: Trilogía Verne: Viaje 1 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Viajeras por los Mares del Sur: 1876-1930 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPeligro en alta mar Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dos años de vacaciones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Ataque de los Sapos Gigantes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa isla del doctor Moreau Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa ruta perdida: La historia secreta del descubrimiento de América Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesA lo lejos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los Pescadores de Trepang Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl mar es tu espejo: Historias de tripulaciones abandonadas en el Mediterráneo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos derechos de los animales Calificación: 3 de 5 estrellas3/5A Través del Torbellino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistorias extraordinarias Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Animales para niños para usted
El árbol de los deseos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5¡Los osos no leen! Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Caperucita Roja / Little Red Riding Hood Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHumberto viaja al pasado Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La liebre y la tortuga Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La ovejita negra Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Libro de cuentos infantiles: Cuentos para dormir para niños. Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Terry el Trepador y el Huevo Perdido: Historias Hora de Dormir para los Niños Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Aprender Francés: Francés para niños - 5 Cuentos Bilingües en Francés y Español Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Veo Veo - Animales. ¿Puedes ver el Animal que Empieza con...?: Veo Veo Libros para Niños de 2-4, #2 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¡No, Fluffy! ¡No! (Spanish Edition) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El burrito que cargó a un Rey Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mis mejores cuentos de animales: Historias de los animales para niños Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Insectopedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El hipopótamo honesto cuentos de buenas noches para niños Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl diario de un gato asesino Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las aventuras de Álex y Álvaro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las Mariposas Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El primer día de escuela del elefante Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Aprende Inglés: Inglés para niños. Cuentos Bilingües en Inglés y Español. Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los animales son mis amigos, Selección de 12 cuentos del mundo, A partir de 3 años Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesI Love to Share Me Encanta Compartir: English Spanish Bilingual Edition: English Spanish Bilingual Collection Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los animales nos enseñan…: 183 meditaciones para niños pequeños Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cositas de Monitos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos de la Niña de Agua Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El hermano nuevo de Elly Elefanta: Spanish Books for Kids, Español Libros para Niños, #2 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Mago de Oz Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Serie Daisy el Dragón Colección de Cuatro Libros: Spanish Books for Kids, Español Libros para Niños Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAprende Francés: Francés para niños. Cuentos bilingües en Francés y Español. Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cuento Bilingüe en Inglés y Español. Mono travieso ayuda al Sr. Fontanero: Naughty Monkey helps Mr. Plumber Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Comentarios para EL DIA EN QUE MURIO EL SOLITATIO GEORGE
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
EL DIA EN QUE MURIO EL SOLITATIO GEORGE - Hans Behr Martínez
UNO
24-6-2012
250 millas náuticas al norte Isla Pinta, Océano Pacífico.
Un albatros errante, solitario, adulto por su tamaño -ya que pasaba de un metro de altura- descansaba sobre la superficie en mar abierto. Era un glotón y prefería volar lejos para estar solo y no tener competencia con otras aves a la hora de alimentarse. Quizás era un albatros distinto, de esos que van evolucionando, al decir de Darwin, y buscan otros caminos de supervivencia. El esfuerzo había valido la pena porque se zampó media docena de peces y estaba haciendo una pequeña siesta, mientras su digestión actuaba con lentitud, dejándose llevar por las ondas apacibles del mar, antes de levantar vuelo y enfilar hacia la costa.
Sospechaba que esta vez se había abierto demasiado, pero sus alas eran fuertes y sabía planear durante largos momentos, con lo que alcanzaría la costa donde habitaban los suyos antes de que cayera la tarde. Ignoraba que pronto aquella área marina se convertiría en un campo de batalla. Empezó sintiendo una extraña vibración debajo de su cuerpo, una vibración que crecía a cada momento, como si algo inmenso se aprestara a devorarlo. ¿Un tiburón blanco? A esos los podía sentir, por más que se esmeraran con sus movimientos circulares y sigilosos. La vibración llegó al punto más inquietante. Escapó. Aleteó un par de veces con angustia, y levantó el vuelo, segundos antes que una estela veloz que cortaba el agua pasara justo en el sitio donde se encontraba.
Era una joven ballena azul que nadaba a gran velocidad dos metros más abajo. Pocos minutos después, la proa de un barco arponero pasó por el mismo lugar.
Se trataba de una persecución.
Desde el cielo, y con el pequeño corazón latiéndole como moneda sacudida en tarro de mendigo desesperado, el albatros escuchó los gritos de furia y ansiedad de los hombres que estaban en la cubierta.
Se aprestaban a cazarla.
A la joven ballena ya no le quedaba mucho aire en sus pulmones. Había nadado varios kilómetros y tenía que renovarlo. Para ello estaba obligada a salir a la peligrosa superficie, expulsarlo por los orificios de su cabeza y aspirar nuevamente para hundirse en el mar. Era una operación peligrosa. Los hombres la aguardaban. Y el miedo estaba con ella. Pero no había otra forma. Si lo lograba tendría otra oportunidad. Por lo menos en veinte minutos no podrían hacerle daño. No poseía ningún plan estratégico, a no ser, por instinto, el de acercarse a alguna playa donde su perseguidor, debido a la escasa profundidad, no pudiera hacerlo; hasta eso, si tenía suerte y divisaba una isla, sólo le quedaba