En lo Profundo

Por Giuliana Ricci

Historia ganadora del concurso: "La última canción de las sirenas".
¿Qué leyendas o realidad desconocida ocultan las profundidades del océano? ¿Las ruinas de una civilización perdida, el canto de una criatura etérea, o tal vez sólo un espejismo?
Ario es un explorador y un experto en buceo. Él entiende el encanto y el peligro de los fondos marinos, pero ni siquiera imagina lo que el abismo secreto puede esconder. Algunas fotos le han intrigado. Retratar estructuras rocosas cortadas con precisión y figuras geométricas similares en edificios cual templos. Podrían ser formaciones naturales, el resultado de una hábil manipulación gráfica, o los restos de una ciudad submarina. Él está decidido a desentrañar el misterio. Convertido en prisionero de irresistible y el testimonio de un antiguo destino que le llevó tras la pista de un mundo submarino.

• Idioma: Español
• Editorial: Dunwich Edizioni
• Fecha de lanzamiento: 29 ago 2016
• ISBN: 9781507153260

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Giuliana Ricci

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En lo Profundo

Dunwich Edizioni

Giuliana Ricci – Nel Profondo

© Giuliana Ricci

Código ISBN 9788898361854

Dunwich Edizioni, Via Albona, 95 – 00177 Roma

www.dunwichedizioni.it

Traducción de Roberto Carlos Pavón Carreón

Portada realizada por Alessia Coppola

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EN LO PROFUNDO

Las olas. La extensión azul. El reflejo del sol.

Un recuerdo irresistible.

Una atracción peligrosa hacia un universo profundo.

Ario sabía que cada inmersión, cada fluctuación sobre los fondos marinos era un don concedido del mar, una tolerancia contra la intrusión de una criatura extraña. En dicho sitio no podía vivir, solo sobrevivir y por tiempo limitado: aquello permitido por una reserva de oxígeno, pulmones o tanques que fueran.

Existían vorágines bajo aquella inmensa masa de agua que el hombre no estaba en grado de someter mas debía respetar, procurar, evitando comportamientos riesgosos y negligencias.

Mientras se ponía el traje de buceo, Ario era consciente del hecho que el abismo podía ser explorado, observado, cortejado, pero jamás conquistado; Que habría permanecido cerrado, misterioso y lejano, patria de criaturas ancestrales, fantasías y leyendas.

El buzo abandonó aquellos pensamientos, decidido a las necesidades más prácticas. Miró a su alrededor. Dos marineros le daban la espalda, estaban apoyados sobre el pretil del Caribe, el pesquero con que había bordeado el largo de la isla de Saint Kitts. Habría tenido necesidad de ayuda para colocarse los tanques de aire pero se quedó a observar a los hombres, con curiosidad de su actitud. El más viejo, propietario y capitán de la embarcación, jugaba un pequeño objeto entre las manos y hablaba con la misma seguridad que cualquiera que ha viajado en las rutas de todos los mares. El otro, un joven de más veinte años, lo escuchaba con atención.

« ¿Pero qué sería?» preguntó éste último.

Ario no alcanzó a oír la respuesta del capitán, dada mientras se alisaba la barba gris que llegaba por encima de la camisa raída y descolorida. Semejaba un personaje de otros tiempos, de aquellos que aún creían poder arribar a la orilla de la Tierra para entonces caer hacia lo desconocido. O para terminar entre las fauces de algún monstruo marino. O para hallar la luna en fondo al océano, ahora que el sol resplandecía alto en el cielo.

« ¿Pero de verdad existe?» continuó el muchacho.

« Quizás. Ocurre a veces que encontramos extraños objetos en las redes», afirmó Twomey con la mirada extraviada. «Del resto, el mar tiene miles de secretos. Esconde criaturas peligrosas, barcos fantasmas y sitios aún ignotos. Aquel tipo me parece un obstinado. Tal vez podría descubrir cualquier cosa.»

Fue así como ambos marineros se voltearon a observar al huésped que tenían a bordo.

Sus ojos se encontraron. « ¿Puedes ayudarme a colocar los tanques?» solicitó Ario al joven.

El muchacho asintió y alzó