La noche es hermosa, al igual que el mar, mientras nuestro barco se dirige hacia el sur recorriendo la costa italiana. Estoy al timón del Victoria IV, y podría seguir mi rumbo observando los sofisticados instrumentos del puente de mando. Sin embargo, ¿cómo no confiar en la ancestral guía de navegación conocida como el Faro del Mediterráneo? La pequeña luz que resplandece en el lejano horizonte no es obra de los humanos, sino de las explosiones de lava de Estrómboli, una isla volcánica del archipiélago de las Eolias, al norte de Sicilia. Aunque este resplandor parpadeante es apenas perceptible a la distancia, ha perdurado por miles de años y nos dirigimos directamente hacia él.
La cadena de las islas Eolias incluye siete islas principales y está situada en el corazón del sistema volcánico más activo del Mediterráneo. La mayor parte de esta actividad