Colmillos de Furia: 1

Por Paul Zunckel

Él intenta gritar, el terror se atora en su garganta ... la oscuridad a su alrededor ... el hedor, puede oler a la criatura del infierno, el gruñido bajo de su garganta ... agitándose a su alrededor con los puños ... no puede ver, la oscuridad envuelto alrededor de él como una manta… debo defenderme, oh Dios mío los colmillos.

África, tierra de mitos, brujería, magia y corrupción. Una tierra donde la muerte espera en las sombras. Una tierra donde el híbrido ahora camina sin miedo con sed de sangre y odio por el hombre… creado para matar.

Hombre jugando a ser Dios, trabajando con la creación genética, decidido a crear el Ser Humano perfecto ... en forma aislada nada puede perturbar la creación ... nada puede salir mal, pero si estás en el África más oscura, nadie puede oírte gritar mientras mueres por la mano de una criatura no creada por Dios, sino por la mente enferma del hombre ... una criatura del infierno.

Dos criaturas ahora caminan por la selva africana ... una, un alma gentil que proviene del útero de un chimpancé ... la otra ... un asesino, un babuino cruzado gorila / mandril.

Ha comenzado la caza para poner fin a la locura, al miedo que acecha entre la maleza, que extiende sus alas sobre África, para acabar con el alboroto de los asesinos, para capturar a la dulce Híbrida ... para vender su cuerpo al mejor postor.

Un hombre impulsado por la codicia ... el otro por la compasión.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 26 may 2021
• ISBN: 9781667402130

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Colmillos de furia

Una novela

Por

Paul Zunckel

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Dedicado a

Mi amada esposa Lucie.

(Detrás de cada hombre exitoso hay una mujer fuerte)

Mi Madre ... Margaret Anne Zunckel, que creyó en mí y nunca leyó el Epílogo de esta novela. Descansa en paz mamá, estás en un lugar mejor. 09/09/2016.

Philippe ... mi conexión francesa.

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Agradecimientos

El Señor Dios del Cielo por bendecirme con este regalo.

Philippe por la genial idea.

Derechos de autor: 15/06/2016

Prólogo

El trueno cruza el cielo oscurecido, los relámpagos destellan hacia la tierra partiendo un árbol por la mitad, el humo se eleva de los restos en ruinas y la lluvia golpea el suelo reseco de África. La criatura se sienta en cuclillas mientras se refugia en un barranco poco profundo mientras la noche cubre el valle como una manta, la lluvia golpea su cuerpo como una descarga de pinchazos, pero no presta atención al aguijón de la lluvia mientras prueba el aire por el aroma.

El olor de Ella es fuerte ... flota en el aire tirando de la criatura como un imán y luego otro olor asalta sus fosas nasales ... un olor que trae un gruñido gutural desde lo profundo de su enorme pecho, exponiendo sus colmillos asesinos en un gruñido, se le erizan los pelos de la espalda y la furia recorre su cuerpo. Sus músculos se tensan y se prepara para atacar ... matar ... rasgar y desgarrar ... el inconfundible olor del que llamaban Padre ... el que era diferente a ellos, el que había que obedecer, el que era criatura. llamado humano.

Erguido, se mueve a lo largo del barranco, el viento azota la lluvia en un torrente, las ramas de los árboles golpean su horrible forma, pero no le hace caso a la madre naturaleza. El olor ha arrebatado todo pensamiento sobre la Ella de su mente ... todo lo que hará es atacar y matar, para deshacerse del hedor a humano que se burla de ella en el viento.

Se mueve con sigilo y astucia porque tiene la mente de un asesino. El barranco termina en un espeso arbusto y sus malvados ojos amarillos contemplan la escena debajo de él. Un grupo de chozas de barro, el olor del odiado humano ahora más fuerte, pero sin una fuente visual del olor que lo ofende. Se sienta en cuclillas, desconcertado y poco a poco aflora un recuerdo ... un recuerdo de la guarida donde Padre lo guardaba, la guarida de la que escapó y el recuerdo de Ella.

Con un áspero ladrido de rabia que resuena a través de la aldea debajo de él, la sed de sangre se eleva y sus colmillos anhelan el sabor cobrizo de la sangre humana. La criatura ahora se convierte en el observador mientras se sienta y espera a que sepa que los humanos están a salvo en sus guaridas, pero pronto emergerán para ser recibidos, no sólo por las llamadas de la naturaleza, sino por una criatura que no fue creada por la naturaleza ... una criatura que fue hecha por las manos del hombre ... una criatura que matará por puro placer y el disfrute de matar.

Los cantos de los pájaros que saludan el día son silenciados por los gritos de terror y horror que llenan la aldea ante el rápido y letal ataque de la criatura ... sus colmillos desgarran la garganta de uno de los aldeanos, su ladrido de rabia llena los oídos del aldeano mientras corren, sólo para ser derribados y asesinados, arrojados a un lado cuando otra víctima capta la atención del asesino, y con la velocidad del rayo son revisados y despachados por esos afilados instrumentos de la muerte ... la cabeza del cadáver arrancada de sus hombros por un poderoso lomo plateado manos de gorila.

El silencio desciende sobre la aldea... el olor a muerte flota en el aire, y finalmente, la criatura se alimenta, sus manos y colmillos desgarran la carne de los cuerpos que cubren el suelo, su sangre mancha la tierra debajo de ellos.

Capítulo 1

El viento barre el recinto seco, susurrando las hojas de los árboles. El grito de una jauría de perros salvajes a la caza detiene al hombre mientras escucha los atemorizados balidos del antílope que trata desesperadamente de dejar atrás a sus perseguidores. A través de un hueco en la espesa maleza que rodea el recinto, alcanza a ver rápidamente al antílope que huye, y luego la manada lo abruma y lo derriba al suelo.

Ernst Libowitz observa el drama que se desarrolla bajo el abrasador sol africano ... la supervivencia del más apto y sonríe para sí mismo sabiendo que su trabajo es sólo eso, la supervivencia de la raza humana ... el nacimiento de la próxima generación de humanos, una más grande, más fuerte y un ser humano mejor adaptado.

Libowitz, un científico que trabajó en el ADN y la regeneración celular utilizando las células de los cordones umbilicales en su vida temprana, se aburrió de tener que ceñirse a la ética en su trabajo y se obsesionó con la idea de crear una nueva especie humana. Como resultado, otros en su profesión lo rechazaron y lo consideraron loco, con una obsesión por conducir le dio la espalda al mundo, se mudó a África central y ahora juega a ser Dios en su propio laboratorio, manipulando genes ... esforzándose por crear lo perfecto. El ser humano, sin ser molestado en la granja de juegos aislada, compró con los millones que ganó vendiendo su investigación a laboratorios farmacéuticos.

Ja... esos tontos, se distancian de mí, pero pronto, muy pronto me rogarán que les preste atención porque seré el Padre de la nueva raza, el mundo alabará mi trabajo.

Un ladrido áspero lleno de rabia atraviesa el recinto desde un edificio de hierro corrugado separado del resto de los edificios, trayendo una sonrisa a los labios de Libowitz.

Hércules, mi híbrido, me hueles y sé que nada te gustaría más que meter tus colmillos en mi cuello ... me odias porque soy tu creador, mitad mandril mitad gorila espalda plateada, pero deberías agradecerme porque eres la máquina de matar perfecta ... mi primer éxito .

El hombre cruza el recinto hacia el sonido del gorila enfurecido, abre la puerta y mira hacia el interior oscuro ... el olor fétido a sangre y desechos corporales asalta sus fosas nasales mientras su mano busca la picana eléctrica, sus ojos se acostumbran a la penumbra cuando la Manrilla se lanza a los barrotes de la jaula en un esfuerzo por llegar hasta su creador. Sus colmillos al descubierto, en un gruñido salvaje, sus ojos ardiendo con un odio malévolo mientras agarra las barras de acero con sus enormes manos e intenta arrancar las barras del lecho de cemento en un esfuerzo por llegar al objeto de su creación.

La picana eléctrica se empuja a través de las barras, haciendo contacto y enviando al Híbrido a encogerse en un rincón ... la cara de perro de un mandril ... el cuerpo de un gorila de espalda plateada pero delgado, más alto con un instinto asesino mezquino mira a su creador , abierta hostilidad ardiendo en sus ojos. Hércules ladra al oír la voz del hombre, mostrando sus colmillos.

Hércules, eres la máquina de matar perfecta, eres dominante, tienes la fuerza, eres cruel y te gusta el olor a sangre, pero lo siento amigo mío, por ti, vivirás tus días detrás de estas rejas... tú no eres lo que es mi propósito.

Cuando la puerta se cierra detrás de Libowitz, la Manrilla observa cómo se va la figura del que llaman Padre y luego ataca frenéticamente los barrotes, sus gritos de furia resuenan en los oídos del hombre mientras se aleja. La animosidad que siente el híbrido hacia el hombre irradia su esbelto cuerpo musculoso como una ola de calor. La criatura siente movimiento en las barras de acero y aparece una grieta en el lecho de hormigón. Ataca las barras con renovado vigor.

***

Moviéndose a través del recinto hacia el área donde mantiene su zoológico privado, Libowitz siente una opresión en el pecho, le falta la respiración y se siente mareado. Hace una pausa para dejar pasar el sentimiento y luego con un movimiento de cabeza se vuelve hacia la enorme estructura que alberga a los grandes simios ... el vínculo para crear su humano perfecto, pero hasta ahora todo su trabajo con el ADN y la regeneración celular ha logrado producir híbridos... híbridos que no han sobrevivido.

Se pone de pie y mira a la hembra chimpancé; la madre de su mayor éxito ... una humanzee de dieciséis años llamada Eve # 4, el único de sus intentos de cruzamiento entre simios y humanos para sobrevivir en los veinte años que ha estado viviendo en su exilio autoimpuesto en África. Las primeras tres Eve murieron dentro de un año de haber sido producidas, pero Eve # 4 ha sobrevivido ... la única que ha sobrevivido lo suficiente para producir dos crías. La descendencia murió después de unas pocas semanas, pero el hombre lo ve de manera positiva y no como un revés. Pronto el mundo reconocerá su brillantez y lo aclamará como el Padre del humano perfecto.

Con el sol africano ardiendo sobre la tierra roja reseca, se pasa una mano manchada de hígado por los labios secos mientras sus ojos recorren el resto del recinto y se posan en el área donde se encuentra Eve. El humanzee comparte un compuesto más pequeño con dos de sus otros éxitos en el cruzamiento, dos Ligers, un cruce entre una leona blanca y un tigre macho que comparten un vínculo especial con Eve, ya que ella los crió como si fueran suyos.

Romeo y Julieta tienen unos quinientos kilogramos de músculo sólido, la quinta generación de Ligers y son más grandes que cualquier híbrido jamás producido. Ambos gatos son muy amables con Eve y Libowitz confía en que la protegerán de cualquier peligro, pero sabe que en el fondo el instinto de un cazador está ahí, como ha visto una y otra vez cuando los gatos son presentados a sus presas vivas.

Sin darse cuenta de ser observado desde el refugio del complejo más pequeño, Libowitz se abre paso a través del polvoriento espacio que separa su laboratorio de las tres áreas donde se albergan sus éxitos, fracasos y muestras para trabajos futuros.

Se levanta el viento, enviando remolinos de polvo que giran por la tierra seca, y en el horizonte Libowitz ve enormes tormentas que se acumulan como si fueran a un ataque a gran escala en la tierra debajo de ellos. Inclina la cabeza contra toda la fuerza del viento mientras toma impulso y hace vibrar los techos de hierro corrugado alrededor del complejo y por un segundo piensa que suenan como las puertas del infierno abriéndose y un escalofrío recorre su columna vertebral. Mira detrás de él, con el corazón acelerado por una imaginación hiperactiva, y al ver que no se ha soltado ningún sabueso del infierno, abre la puerta de su santuario, su templo donde trabaja para convertirse en el padre de la nueva raza humana.

***

Eve observa al único humano que conoce y a quien llama Padre cruzar el recinto hacia el edificio donde creció, donde se enteró de que el mundo fuera del recinto es cruel, donde fue sometida a videos de guerras, humanos matando humanos, bombas, el efecto de la radiación en los cuerpos humanos, los animales utilizados para pruebas en laboratorios. También es donde aprendió el lenguaje de señas, donde aprendió que es única, diferente y que el mundo aún no está preparado para ella. La gente la mataría porque teme lo que no entiende. Padre le había dicho que la humanidad estaba ocupada destruyendo su propio mundo, pero pronto llegaría el momento y ella los salvaría de sí mismos.

Cuando la furia de la tormenta golpea el recinto, cortando el sol del cielo, escucha el chisporroteo del generador cuando desciende la oscuridad ... la pequeña lámpara en su bungalow se enciende lentamente a medida que aumenta la energía. Las grandes salpicaduras de lluvia truenan sobre el techo de hierro, los truenos recorren los cielos y los relámpagos cruzan el cielo oscuro, destellos de brillo blanco contra el fondo negro mientras la madre naturaleza golpea la tierra.

Eve se aparta de su pequeña ventana, deja caer su postura erguida a cuatro patas y se mueve hacia donde están acostados Romeo y Julieta acurrucados, despreocupados por las fuerzas de la naturaleza que les arrojan y se acurruca entre los dos grandes felinos, buscando calor mientras su cuerpo no tiene vello, excepto por el vello corporal en sus hombros y corriendo por su columna hasta donde normalmente se encontraría una cola.

***

En el laboratorio, Ernst Libowitz hace una pausa en su trabajo mientras coloca electrodos en el cerebro de un babuino de montaña drogado inmovilizado con correas de cuero, sin la parte superior de la cabeza. Espera a que el sonido del generador se active y la iluminación fluorescente sobre su área de trabajo cobre vida. Adjunto a los electrodos hay una pantalla donde está monitoreando las reacciones del primate a la descarga eléctrica. Lentamente sube el voltaje un nivel, los ojos del primate lo siguen, llenos de resentimiento hostil y miedo porque sabe lo que vendrá después.

El dolor en su pecho es repentino ... una banda de hierro lo envuelve y todo el aire sale de sus pulmones ... Libowitz se derrumba en el piso de concreto ... se pone sobre sus manos y rodillas y se arrastra hacia su escritorio ... el dolor lo golpea de nuevo, con más fuerza y cae al suelo frío ... muere bajo la mirada de odio del Babuino de Montaña.

Capítulo 2

Eve se mueve por el suelo de cemento desnudo hacia la puerta, el hambre le roe el estómago porque han pasado tres días desde la última vez que vio al hombre al que llama padre, cinco días desde la última vez que los gatos habían matado. Ella sale a la luz del sol y mira hacia el edificio donde no se le permite, donde vio por última vez a su creador.

Romeo y Julieta se unen a ella, los grandes felinos ronronean mientras se apiñan contra ella, sus fosas nasales prueban la brisa mientras sopla a través de las hojas de un gran árbol dentro de su recinto ... ella levanta la cabeza para atrapar el viento y retrocede ante el mensaje que el viento trae... el olor de la muerte y la descomposición que cuelga fuertemente en el aire.

Los gritos del recinto que alberga a los grandes simios son agitados, estridentes y ella puede escuchar a la Manrilla, a quien el Padre llama Hércules ladrando de rabia y enfado contra el mundo. Mientras su ladrido corta el aire, ambos Ligers se vuelven hacia la fuente ... gruñidos bajos que emanan de lo profundo de sus pechos, ambos gatos en alerta por el peligro que representa el sonido. Eve mira hacia el cobertizo, sus ojos fijos en la puerta y luego se relaja