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Clásicos de cuentos Aborígenes
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Libro electrónico299 páginas4 horas

Clásicos de cuentos Aborígenes

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Clásicos de Cuentos Aborígenes es una colección única que reúne vivencias e historias reales y fantasiosas de los antepasados aborígenes de Colombia, mezclando la tradición oral con la recopilación de antiguas leyendas, que contienen moralejas y enseñanzas apreciadas y valiosas, haci

IdiomaEspañol
Editorialibukku, LLC
Fecha de lanzamiento5 mar 2020
ISBN9781640865044
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    Clásicos de cuentos Aborígenes - Gustavo A. Manzano G.

    INTRODUCCIÓN

    C lásicos de Cuentos Aborígenes es una recopilación en lengua española de cuentos donde se resalta el tiempo de la invasión y conquista desde finales del siglo XV y durante el siglo XVI; donde los españoles conquistaron y poblaron grandes extensiones de territorio en América incorporándolas a los dominios de la monarquía española.

    Caracterizándose la invasión, el destierro y la apropiación de las tierras de nuestros antepasados, con el propósito de ocasionar el asentamiento de pueblos y ciudades al estilo español.

    El mítico y fantasioso Nuevo Mundo, atrajo en desbandada a los más inmorales y degenerados hombres buscadores de fáciles fortunas, que se apoderaron de los espacios oceánicos para someter a su antojo, pueblos, riquezas, y todo aquello que generara placer, regocijo desenfrenado de lujuria y lucro que les motivaba.

    Así mismo, se fueron creando pueblos de piratas, donde iban tomando territorios abandonados por los españoles producto de los asedios que permitiesen la actividad pirática en las distintas costas del continente Americano.

    Se describe de forma imaginaria, presuntuosa y algo distorsionada las hazañas e historias fantásticas de nuestros aborígenes en Colombia, donde los relatos que prevalecen son en su mayoría de aventuras y fantasías.

    LOBO FEROZ

    La cultura muisca o cultura chibcha es un pueblo indígena que habitó el altiplano cundiboyacense y el sur del departamento de Santander entre el 500 a. C. y el 800 d. C., una oleada migratoria llega al altiplano cundiboyacense, Colombia, y probablemente integrándose a los pobladores que la ocupaban dieron nacimiento a una de las más altas culturas de América: La Confederación Muisca.

    James George Frazer en La Rama Dorada (1890), así los describió: "Llegando de los sofocantes valles a las altiplanicies de los Andes colombianos, los conquistadores españoles quedaron atónitos al encontrar, en contraste con las hordas salvajes que habían dejado atrás en las selvas asfixiantes de abajo, un pueblo gozando de un grado alto de civilización, practicando la agricultura y viviendo sujeto a un gobierno que Humboldt comparó a las teocracias del Tíbet o el Japón. Los chibchas, muyscas o mozcas, divididos en dos reinos con sus capitales en Bogotá y Tunja, estaban unidos más definitivamente bajo la adhesión espiritual al gran pontífice de Sogamoso o Iraca. Mediante un largo ascético, este gobernante espiritual había adquirido tal reputación de santidad que las aguas y la lluvia le obedecían y el tiempo bueno o malo dependía de su voluntad...»

    Muisca, es una castellanización de muexca o moxca que significa hombre en lengua chibcha. Fray Pedro Simón, cuenta que al encuentro de Jiménez de Quesada con los nativos, al preguntarles si eran muchos les respondieron muexca bien agen (hay muchos hombres). Los españoles, entendieron muexca como mosca e interpretaron que lo que los naturales querían decirles era que abundaban o eran tan numerosos como moscas.

    Realmente eran muchos, se estima que para ese momento la población oscilaba entre 1.300.000 y 2.000.000 de habitantes; dos reinos luchaban entre sí en busca de predominio, el zaque de Tunja al norte y el zipa de Bacatá al sur; el de Iraca era el centro religioso.

    Su patria eran las ricas sabanas de Zipaquirá, Nemocom, Ubate, Chiquinquirá, Tunja y Sogamoso, comprendidas entre los nacimientos de varios ríos: del Upía, que desciende al Orinoco; del Chicamocha, del Suárez, del Opón y de Carare, que van al Norte; del río Negro Cundinamarqués y sobre el Funza que, corriendo de Nordeste a Sudeste, busca el Magdalena.

    Eran grandes expertos en la artesanía del oro, y utilizaban esmeraldas como moneda para el trueque; además realizaban el rito en el cual el cacique o máximo sacerdote cubría su cuerpo con polvo de oro y se sumergía en la laguna de Guatavita, a cuyo centro se desplazaba en una balsa. Esta ceremonia dio origen al mito de El Dorado que atrajo a los aventureros españoles que acudieron en busca de lugares donde abundara el oro, pero que no existían en realidad.

    Cuenta la historia que Flor Silvestre la esposa del Cacique Trueno Veloz jefe de los Chibchas, no podía tener hijos porque era estéril. Pero un ángel del Señor se le apareció a ella en forma de anciano venerable de largas barbas blancas, piel blanca y ojos azules, vestido con una manta grande, que lo cubría casi hasta los pies llamado Bochica, y le dijo: Tú nunca has podido tener hijos, pero ahora vas a quedar embarazada y tendrás un niño al que no se le deberá cortar el cabello, porque ese niño estará consagrado a Dios desde antes de nacer y hasta su muerte para que sea él quien comience a librar a los chibchas del poder de los españoles.

    Desde el primer momento Bochica simpatizó con los indios y comenzó a enseñarles sus principales virtudes: no matar, no robar, no mentir y ayudarse los unos a los otros. Después comenzó a enseñarles a perfeccionar sus principales actividades: a construir sus casas, a sembrar la tierra, a fabricar las ollas de barro, a tejer las mantas de algodón y otras cosas, todas provechosas.

    Transcurrió el tiempo y Flor Silvestre estaba a punto a dar a luz y Bochica se dirigió a los cerros que rodean la Sabana y con una varita de oro que siempre usaba, tocó las rocas, las cuales se partieron para dejar pasar las aguas. Así se formó el Salto de Tequendama, en honor al futuro libertador chibcha al cual llamaron Lobo Feroz.

    Bochica al ver la profecía hecha realidad, se dirigió al Salto de Tequendama de donde salía el arco iris, lo atravesó y, desapareció en él. El niño fue creciendo, y el Señor lo bendecía y el espíritu del Señor comenzó a manifestarse en él.

    A la posesión como nuevo cacique Lobo Feroz, los muiscas organizaron una gran ceremonia. El heredero, quien antes de esto se había purificado durante seis años en una cueva donde no podía ver el sol, ni comer alimentos con sal, ni ají, ni mantener relaciones sexuales con mujer alguna, era conducido a la vera de la laguna donde los sacerdotes lo desvistieron, untaron su cuerpo con una resina pegajosa, lo rociaron con polvo de oro, le entregaron su nuevo cetro de cacique, un propulsor de oro y lo hicieron seguir a una balsa de juncos con sus usaques o ministros y los jeques o sacerdotes, sin que ninguno de ellos, por respeto, lo mirara a la cara.

    El resto del pueblo permanecía en la orilla donde prendían fogatas y rezaban de espaldas a la laguna, mientras la balsa navegaba en silencio hacia el centro de la laguna. Con los primeros rayos del sol, el nuevo cacique y su séquito arrojaban a la laguna oro y esmeraldas como ofrendas a Dios. El príncipe, despojado ya del polvo que lo cubría, iniciaba su regreso a la tierra, en tanto resonaban con alegría tambores, flautas y cascabeles. Después, el pueblo bailaba, cantaba y tomaba chicha durante varios días.

    En una ocasión Lobo Feroz caminaba por el bosque en busca de una presa para cazar, y un leopardo que se encontraba escondido entre los matorrales, rugió atacándolo con toda su fuerza. Entonces el espíritu del Señor se apoderó de Lobo Feroz, que a mano limpia hizo pedazos al leopardo, como si estuviese despresando un pollo para la cena.

    Dos españoles que se encontraban cerca de donde sucedió el ataque del leopardo a Lobo Feroz, vieron la valentía y destreza del indio, y huyeron antes que Lobo Feroz los descubriera. Luego agitados, los dos españoles llegaron a la población donde se encontraba el ejército y contaron todo lo sucedido a su General. Inmediatamente el jefe del ejército planeo tenderle una trampa antes que él tomara cartas en el asunto y decidiera liberar a los chibchas de la opresión española.

    El General a mando, decide enviar a un centenar de sus soldados durante la noche a la aldea indígena para que tomaran como rehén a Luz de Luna, la mejor amiga de Lobo Feroz a quién llevarían en contra de su voluntad a un paraje solitario y que dejarían en libertad si Lobo Feroz se entregaba a cambio de ella.

    Al llegar la noticia del rapto a la tribu, inmediatamente se reunieron los ancianos del consejo quienes deciden escoger a los hombres más fuertes y valientes para rescatar a la bella joven, pero Lobo Feroz muy molesto e indignado contra los españoles responde: no arriesgare la vida de Luz de Luna, ni tampoco la de mi pueblo e iré yo personalmente a rescatarla.

    Lobo Feroz se retiró del caserío y se dirigió al paraje donde el espíritu del Señor se apoderó de él, y armado de su arco con flechas, apuntaba a todo uniforme que se movía siendo objeto de blanco, matando así, gran parte del ejército español, luego con su hacha de piedra, acabo con el resto de soldados que custodiaban a Luz de Luna, luego ella, se abalanzo a los brazos de Lobo Feroz quien amaba en secreto, y dio a él las gracias por haberla rescatado y por haber arriesgado su vida en manos de los españoles.

    Posterior al rescate, Lobo Feroz llevó a Luz de Luna a la aldea donde la dejo con los demás indígenas, y retirándose inmediatamente, se dirigió a los sembradíos de los españoles llevando consigo, ocho águilas adiestradas a las cuales puso entre sus garras de a dos antorchas encendidas para cada ave, conformada de manojo de maderas fuertemente atadas entre sí e impregnadas de aceite y sustancias resinosas y ordeno que volaran sobre los campos cultivados, y guiadas por un fuerte y sonoro silbido, dejaron caer las antorchas sobre los cuatro puntos cardinales. De ese modo quemó el maíz que ya estaba amontonado y el que todavía estaba en pie y los cañaduzales.

    A raíz de la quema de sus cultivos, los españoles se pusieron en la tarea de averiguar quién había quemado sus cañaduzales, y cuando supieron que había sido Lobo Feroz en venganza por el rapto de Luz de Luna, fueron y golpearon a su tío y a sus acompañantes que cabalgaban rumbo a la aldea, saliendo mal librado su tío el cual falleció por los traumas ocasionados por los fuertes golpes propinados por los soldados españoles, y quedando en malas condiciones sus acompañantes.

    Entonces Lobo Feroz dijo: Ya que ustedes se portan de esa manera, ¡juro que no descansaré hasta que me haya vengado de ustedes!, Y los atacó con tal furia que no les dejo hueso sano. Después se fue a vivir en una cueva que se encontraba cerca de una peña.

    Entre tanto, los tres primos de Lobo Feroz que eran todavía unos adolescentes habían quedado huérfanos, siendo adoptados por su padre quien los quería como si fueran sus propios hijos.

    Los españoles pronto se reunieron y salieron en busca de Lobo Feroz y al entrar la noche acamparon cerca de la aldea de los Guanes, los únicos indígenas blancos de Colombia que habitaron el territorio que actualmente corresponde a los municipios de Los Santos, Jordán y Cabrera, hasta la unión del río Charalá o Fonce y Suárez o Saravita; en el departamento de Santander, a 20 minutos de Barichara, y estos les preguntaron: ¿Por qué han venido a pelear contra nosotros?

    Y ellos contestaron: Hemos venido a capturar a Lobo Feroz, para que pague lo que nos ha hecho.

    Al oír esto, trescientos indígenas Guanes fueron a la cueva de la peña y le dijeron a Lobo Feroz:

    ¿No sabes que los españoles son más fuertes que nosotros? ¿Por qué nos has puesto en esta situación?

    Lobo Feroz les contesto: Yo no he hecho más que pagarles con la misma moneda.

    Entonces ellos le dijeron: Pues nosotros hemos venido a capturarte para entregarte a los españoles.

    Lobo Feroz respondió: Júrenme que no me van a matar ustedes mismos.

    Y ellos le aseguraron: No, no te vamos a matar. Solo queremos capturarte y entregarte a los españoles. Entonces lo ataron con dos sogas, y lo sacaron de su escondite.

    Cuando los Guanes llegaron con Lobo Feroz al refugio de los soldados españoles, salieron a su encuentro, gritando de alegría. Pero el espíritu del Señor se apoderó de Lobo Feroz, el cual rompió las sogas que le sujetaban los brazos y las manos, como si fueran hilos; luego tomó entre sus manos el cráneo de una res que se encontraba cerca de él, y con sus cuernos que eran de gran proporción, mató a mil soldados españoles.

    Transcurrieron diez años, y los españoles no sabían cómo someter a los Chibchas, y a Lobo Feroz quién se encontraba comprometido con Luz de Luna. Cierto día al General del ejército español se le ocurrió la idea de contratar a una damisela que recientemente había llegado de España; era una mujer rubia de ojos claros, alta, atractiva y muy fina en su andar, la cual utilizarían como carnada para averiguar de dónde provenía la fuerza extraordinaria de Lobo Feroz, y luego someterlo a tormentosos castigos por todo cuanto había hecho y acabarlo de una vez por todas; a cambio, le darían mil monedas de oro.

    Linda era el nombre de la española que se acercó a la aldea fingiendo haber sido atacada por unos bandoleros que supuestamente le robaron sus pertenencias. En cuestión de minutos, la hermosa rubia se vio rodeada por toda la tribu que le brindo su ayuda, como también lo hizo Lobo Feroz, quien enmudecía ante su belleza.

    Linda acaparo las atenciones de Lobo Feroz, que por un momento se olvidó de la hermosa Luz de Luna que tristemente veía como la hermosa rubia de ojos azules ganaba cada vez más su admiración y respeto.

    Cierta mañana Lobo Feroz salió como de costumbre a bañarse a la laguna de Guatavita antes que se levantara toda la tribu, y estando sumergido en el agua, apareció Linda nadando hacía él como Dios la había traído al mundo.

    Los nervios se apoderaron de Lobo Feroz que tímidamente se vio rodeado por los brazos de la hermosa rubia, pero el respeto por su futura y fiel pareja no le permitía que su corazón la traicionara por un ser que apenas empezaba a conocer. Luego, Lobo Feroz emergió de la laguna y se retiró a la aldea.

    Primera vez que un hombre no caía rendido en los brazos de Linda, algo que lleno de admiración su sentimiento de mujer y los deseos de querer conquistarlo como trofeo cuanto antes.

    Al Transcurso de varios días, Linda trataba de ganarse el corazón de Lobo Feroz con detalles, se preocupaba por atenderlo cuando llegaba, de prepararle alimentos que nunca antes había probado, endulzaba sus oídos con hermosas frases y bellas palabras, y poco a poco, fue ganando su corazón. El duro y temible Lobo Feroz, pronto se veía apacible y blando por el dulce galanteo de la hermosa y temible víbora.

    Cierta ocasión Lobo Feroz se internó a la laguna de Guatavita en una balsa en compañía de Linda y enseñaba los hermosos paisajes y las verdes llanuras que pertenecían a los aborígenes y que los españoles pretendían quitarles, a lo que Linda le pregunto: ¿Es cierto todo lo que dicen por ahí acerca de ti?

    ¿Y qué es lo que dicen de mí? –Pregunto Lobo Feroz.

    Que eres capaz de vencer a cien hombres con un solo brazo.

    Es cierto eso. Confírmalo con los españoles, ellos han conocido mis momentos de ira.

    Por favor, dime de dónde te vienen tus fuerzas tan extraordinarias. ¿Hay algún modo de atarte sin que te puedas soltar?

    Y Lobo Feroz le respondió: Si me atan con siete sogas bien gruesas, perderé mi fuerza y seré un hombre común y corriente.

    Al siguiente día Linda llevo consigo las siete sogas bien gruesas con el general español, y con ellas ató a Lobo Feroz. Y como ya antes se habían escondido varios soldados detrás de unos arbustos, grito:

    ¡Lobo Feroz te atacan los españoles!

    Entonces Lobo Feroz rompió las cuerdas, como si fueran cordones quemados. Y los españoles no pudieron averiguar de dónde provenía su fuerza.

    Linda le dijo: ¡Me engañaste! ¡Me has estado mintiendo! Pero ahora sí, por favor, dime qué hay que hacer para atarte.

    Y Lobo Feroz le respondió: Si me embriago con chicha y me atan con sogas nuevas que nunca se hayan usado, perderé mi fuerza y seré un hombre común y corriente.

    Entonces Linda fermento gran cantidad de maíz de donde extrajo la bebida embriagante la cual hizo beber a Lobo Feroz quien se hizo el borracho y con unas sogas nuevas, lo ató con ellas, y gritó: ¡Lobo Feroz te atacan los españoles!

    También esta vez ella había escondido varios soldados detrás de los arbustos; pero Lobo Feroz rompió las sogas, como si fueran hilos delgados.

    Linda le dijo a Lobo Feroz: ¡Todavía me sigues engañando! ¡Todavía me estás mintiendo! ¡Dime qué hay que hacer para atarte!

    Y Lobo Feroz le contesto: Lo que tienes que hacer es entretejer siete trenzas de mi cabello y amarrarlas a una estaca, y luego debes clavarla al suelo, y luego hecho esto, grito:

    ¡Lobo Feroz, te atacan los españoles!

    Pero Lobo Feroz levantó con fuerza su cabeza y arrancó del suelo la estaca.

    Entonces ella le dijo: ¡Mentiroso! ¿Cómo te atreves a decir que me quieres? Ya van tres veces que te burlas de mí, y todavía no me has dicho de dónde te viene toda tu fuerza, y retirándose se dirigió cautelosamente al comando del ejército español al cual informo que se le llevaría más tiempo averiguar la información que le habían solicitado.

    Luz de Luna quien espiaba a Lobo Feroz y a su amante de cerca, siguió a Linda hasta el cuartel del ejército español y sé entero de todo lo maquinado por Linda y el general del ejército, al escuchar la conversación que sostenían ellos detrás de una ventana. Luego se retiró sin ser vista por los soldados y fue a contarle a Lobo Feroz la traición de su amante.

    Lobo Feroz sabes que siempre te he amado y te seguiré amando, pero quiero decirte que Linda te traiciona con el General del ejército español, trataran de someterte para llevarte al coliseo donde celebraran la Fiesta Nacional de España El 12 de octubre en conmemoración del día en que Colón llegó por primera vez a tierras americanas en el año 1492 y tú serás el festín de esa noche. Van a asesinarte en público y luego se vengaran con nuestro pueblo. –Dijo Luz de Luna a su amado.

    Recordando la insistencia con que Linda preguntaba de dónde provenía su descomunal fuerza, se llenó de ira e indignación y dirigiéndose a la aldea, planeo con los ancianos del consejo acabar de una vez por toda con todos los españoles. Escogieron a los más valientes hombres, entre ellos, a sus primos quienes ya eran adultos y planearon lo que harían cuando estuviera todo el pueblo reunido en el coliseo, y regreso de nuevo con Linda para no dar sospecha de nada.

    Linda regreso al encuentro de Lobo Feroz para sacarle la información que tanto esperada, sin contar que ya estaba enterado de la traición que amargaba su alma y llenaba de ira su corazón.

    ¡Me has estado engañando! Pero ahora si, por favor dime, ¿qué hay que hacer para atarte? –Pregunto de nuevo Linda.

    Y Lobo Feroz le respondió: En el coliseo el día en que celebraran el descubrimiento de América, me esperas a dentro y yo apareceré para contarte mi secreto. Fui contratado por los españoles para hacer un espectáculo.

    Linda contesto: A mí el General del ejército no me ha contado nada acerca de tú participación en las festividades españolas.

    Lobo Feroz comprendió que Luz de Luna le había contado la verdad y que Linda lo estaba traicionarlo a cambio de dinero. Luego, sin dar explicaciones, la despacho.

    Llegado el día de la celebración del cumpleaños de España, el coliseo se encontraba a reventar, Linda junto al General del ejército compartían un palco de honor, toda la población española como su ejército se encontraba dentro de él. Lobo Feroz llegó con un grupo de aborígenes vestidos de españoles sin ser visto por los guardias y que le esperaban afuera del coliseo, y apoyando sus brazos en dos columnas que servían de soporte al escenario dijo en voz alta:

    Gracias Señor por entregarme a los españoles y por permitirme salvar a mi pueblo de la opresión, y removiendo las columnas todo

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