SE SITUABA EN LA FALDA DE DOS PE-QUEÑOS CERROS (TEPE) DIVIDIDOS POR UN CANAL DEL RÍO ÇARŞAMBA, A UNOS 40 KM DE LA CIUDAD ACTUAL DE KONYA. Hoy y día se trata de una región plenamente rural de suaves colinas, que irrumpen en la planitud de una fértil vega regada por varias corrientes fluviales. Sin embargo, no siempre fue este un lugar ideal para el establecimiento de una comunidad estable, ya que hace entre 16.000 y 14.000 años, era una región lacustre que imposibilitaría el asentamiento y desarrollo de las nuevas actividades humanas que nacieron en el Neolítico. No obstante, con el paso del tiempo el gran cuerpo de agua que ocupaba la zona se fue desecando, convirtiéndose en el sitio provecto para implementar una magnífica agricultura y ganadería, así como unaincipienteindustria(alfarera, lítica, textil –con los tejidos efectuados, curiosamente, con líber de roble–, etc.), lo que indujo a los primeros habitantes de Çatal Hüyük a que la construyeran con vocación de perdurabilidad y cumpliendo los requisitos que podríamos considerar necesarios para denominarla, al menos, como protociudad: era una congregación bien definida a nivel político-religioso, contaba con estructura social, aunque sin estamentos diferenciados, sus habitantes presentaban especialización laboral y, desde luego, existió una cierta planificación urbanística, si bien esta nos pueda resultar algo extraña, ya que las casas se levantaban apelmazadas entre sí y adosadas unas a otras, es decir, no existían las calles, realizándose el paso entre los edificios transitando por las azoteas a las que se accedía mediante escaleras.
Aunque la existencia de estas ruinas se conocía “oficialmente” desde la década de 1950 (ya en 1951 se anunció su descubrimiento), realmente no fue reconocida por la comunidad científica hasta 1960, años en los que el –hasta entonces– reputado doctor , llevaría a efecto sus excavaciones. El caso es que este arqueólogo dio