El día del Océano: Las aventuras de Santo, el bacalao cartero, #2

Por Alisa Joel K

Las aventuras del cartero de la oficina de correos marítimo continúan. Esta vez, en busca de un lenguado sigilosa, el bacalao Santo se dirige a la legendaria Atlántida. ¿Será capaz de averiguar quién es inocente y quién es culpable, y al mismo tiempo lidiar con su nueva ayudante, y sobre todo conseguirá entregar el regalo sano y salvo a tiempo para la fiesta del Día del Océano? En este nuevo libro hay muchas ilustraciones coloridas, diálogos divertidos, situaciones de la vida y hechos instructivos.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 10 abr 2021
• ISBN: 9781071589724

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Traducido por Erick Carballo 

El día del Océano

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Escrito por Alisa Joel K

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Copyright © 2021 Alisa Joel K

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Traducido por Erick Carballo

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Preámbulo

En el mundo en que habitamos hay en total tres elementos: agua, tierra y aire. A cada uno de estos elementos se le dedica su propia fiesta. Se acercaba el Día del Agua, el Día del Océano, la fiesta más importante para los habitantes de las profundidades marinas. Todos se preparaban para este evento, y en tales circunstancias, obviamente, la oficina de correos se llenaba de trabajo.

La estrella de mar

Tras reconciliar a los osos con los pingüinos, Santo volvía a casa. Si aún no saben quién es Santo, pues es un cartero, un bacalao-cartero muy honesto y fiable.

Si hubieran podido observar su madriguera, habrían visto cómo se balanceaba rítmicamente en su hamaca. Y les habría parecido que estaba durmiendo. Pero Santo no dormía, pues el día siguiente era muy importante para él.

Tan pronto como los primeros rayos del sol empezaban a brillar en la superficie del mar, Diente de Sable, el jefe de la oficina de correos, convocó a todos los carteros para premiar solemnemente a Santo por su excelente trabajo.

«Querido Santo», comenzó su discurso Diente de Sable, «siempre has demostrado ser un cartero ejemplar. Pero tu profesionalidad durante tu último encargo ha sido sublime», emitió el director con una tos llena de significado; de hecho, el encargo era secreto y no se podían divulgar detalles del mismo ni siquiera entre los suyos. «Por tus servicios se ha decidido concederte la insignia de honor, respetando la tradición del correo marítimo, y recompensarte con...»

«...una medalla», pensó Santo.

El director parecía haberle leído el pensamiento:

«...¡no es una medalla cualquiera, sino una verdadera estrella!» con estas palabras Diente de Sable