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Una Navidad en la Playa
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Una Navidad en la Playa
Libro electrónico55 páginas42 minutos

Una Navidad en la Playa

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Book  Description

Aria pasa sus días viviendo en un pequeño apartamento de una sola habitación en la Isla Jekyll con su adorable gato, Salem. Cada día, vive su sueño creando nuevas pinturas y vendiéndolas a clientes en línea. A pesar de todo esto, de cualquier forma, aún siente como si les estuviese faltando algo. Una fresca mañana de Diciembre, conoce a un hombre en la playa por casualidad. Erik, un atractivo hombre Coreano, está de visita en la isla por Navidad.

¿Florecerá su amor a pesar del helado clima o atrapará la tragedia el corazón de Erik en sus heladas garras?

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 ene 2019
ISBN9781547564545
Una Navidad en la Playa

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    Una Navidad en la Playa - Tori L Wilson

    Una Navidad en la Playa

    Por Tori Lane

    Capítulo Uno

    Es una fría mañana de Diciembre en la isla Jekyll, Georgia, mientras el frío viento de invierno bate salvajemente a través de mi larga y rubia cabellera. Yo continúo caminando por la playa, en busca de inspiración. Abrazo mi delgado y blanco abrigo más pegado a mi cuerpo, deseando haberme vestido con algo más tibio. Gracioso, he vivido en la isla por casi dos años, y todavía me adhiero a la ilusión de que debería ser cálida y soleada todo el año.

    Me quedo quieta por un momento, observando fijamente el océano pacífico. He estado apasionada con la isla Jekyll y la pintura desde que era una niña, y finalmente estoy viviendo ambos sueños. Dejé a mis amigos y familiares quienes viven a varias horas de distancia, todo lo que conocía y amaba, por un pequeño apartamento de una sola habitación en esta silenciosa, adorable isla. Por algún milagro, puedo despertar cada día y hacer lo que amo, pero no puedo evitar sentir que falta algo.             

    Regreso hacia la dirección de la que vine, esperando volver a casa antes de que llueva, cuando veo a alguien a lo lejos recogiendo conchas. Es un hombre Asiático, alto, delgado con el cabello abundante y oscuro. Mientras me acerco a él noto su pequeña nariz y gruesos labios. Tiene un par de ojos de chocolate caliente en cuyo interior me podría perder. Lleva puesto un suéter gris oscuro y pantalones negros con zapatos de vestir negros—-un poco exagerado para estar caminando en la playa.

    Hola, le digo pausadamente, tratando de ser cortés. Naturalmente soy una persona tímida, pero es costumbre en la isla saludar a cualquiera que te topas.   

    Oh, hola, dice el, sonriéndome con un juego de brillantes dientes blancos. Sólo estoy colectando unas cuantas conchas antes de que comience la lluvia, dice señalando hacia el balde de conchas al lado de él.

    Oh, eso es genial, Digo. Siempre he sido terrible entablando conversación con extraños.

    Si... Me gustaría poder convertirlas en adornos Navideños y vender unos cuantos de ellos antes de que se termine la temporada. Parece esperanzado.

    Oh, es una gran idea. Estoy segura que se venderán rápido aquí.

    Bueno, en ese caso, me aseguraré de guardarte uno.

    Gracias. Bueno, mejor me voy a casa antes de que empiece la lluvia.

    Oh, okey. Espero verte luego entonces, dice, agitando la mano incómodamente mientras me alejo rápidamente.

    Logro atravesar la puerta principal, evitando por poco la lluvia. Hmm, no había visto a ese hombre al rededor de la isla hasta hoy, tal vez solo se está quedando en un hotel por unos cuantos días o esta arrendado en una de las muchas casas de aquí. No puedo imaginar que se estuviera quedando en el campamento a la mitad de Diciembre, pero supongo que es también una posibilidad. Entro en la cocina para preparar mi desayuno de avena caliente y té verde, siendo recibida por mi gato negro, Salem, quien estaba acurrucado en su pequeña cama roja y blanca en la esquina de la cocina.  

    Lleno su plato de leche, vierto un poco de comida para gato en la taza y me siento sola en mi pequeña mesa de comer. Mientras como mi desayuno, me doy cuenta de que ni siquiera llegué a oír el nombre del hombre. Ha pasado tanto tiempo desde que había conocido a alguien nuevo, que estaba un poco desprevenida y no sabia qué decir. Ojalá, vuelva a ver a mi atractivo extraño

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