«Soy un persona muy playera, necesito estar cerca del mar. Me transmite una calma que me lleva a sentirme en contacto conmigo y con la realidad». Martina Cariddi (Madrid, 2001), la joven que desde niña soñaba con ser actriz y que alcanzó la popularidad interpretando el papel de Mencía Blanco en la serie de Netflix siente una atracción especial por la isla pitiusa. Vino por primera vez con una amiga hace tres años y tuvo un flechazo fulminante. «Fue un viaje superespecial. Dicen que Ibiza te acoge o te rechaza, y a, confiesa entre risas. Tal fue la atracción, que decidió venirse a vivir un año –uno de los más locos de su vida, como ella misma afirma en tono divertido–. «Ibiza tiene esas dos caras: la con sus playas nudistas, una naturaleza increíble y una calma total, y la fiestera a tope. Un lugar que me encanta es el DC10 (), un antiguo hangar de aviones con músicapara bailar sin parar». Recomienda, además, la tamborrada en Benirràs los domingos al atardecer, el mercadillo de San Miguel, donde compra artesanía, ropa y piedras energéticas, y las paellas de Cala Martina, un coqueto restaurante al borde del mar. La actriz, que se define como alegre, tranquila y disfrutona, siempre tiene la casa llena. «Me encanta recibir gente y cocinar para mis amigos. Sobre todo mi especialidad, la comida italiana. Mi plato estrella, con el que siempre triunfo, es la pasta al pesto, que preparo yo misma. El éxito a la hora de invitar reside en rodearte de una estupenda compañía y generar un espacio de confianza y de confort. ¡Y que suene buena música! Tengo muchos amigos músicos y me encanta ejercer de DJ. Aunque yo no bebo, unas cervecitas también ayudan a crear un ambiente genial». Se declara fan absoluta del pero no renuncia a escuchar reguetón, jazz, rap, pop y melodías brasileñas. «Me gusta todo. Mi cantante favorita de es YSY A. La considero una me identifico plenamente con sus letras. A Quevedo lo amo. Acabo de rodar uncon él. Ha sido increíble conocerlo; me encanta todo lo que hace. Le admiro muchísimo». Con él comparte elde la fama repentina a una edad temprana, y han conversado largamente sobre este tema. «Coincidimos en que una de las ventajas que te aporta la celebridad se traduce en la confianza que ganas en tu trabajo, en lo que ayuda a la autoestima cuando nos sentimos inseguros. Cuando a los demás les gusta lo que haces y confían en ti, comienzas a sentirte más libre. En cuanto al lado negativo, en lo que a mí respecta, destacaría la pérdida del anonimato. Hace nada terminaba el colegio y no sabía qué hacer con mi vida y, de repente, te te colocan en un pedestal irreal. Lo que diga y haga puede influir en muchas personas, y eso implica una responsabilidad». Además de la interpretación, una vocación que le viene de la infancia –con ocho años comenzó sus clases de teatro–, otra de sus pasiones es viajar. «Para mí supone uno de los mayores placeres que existen. Descubrir las costumbres, la gastronomía y el arte de otros lugares te enriquece cultural y anímicamente. Siempre que viajo vivo aventuras nuevas, me encuentro con gente distinta y vuelvo con infinitas anécdotas que contar. Si pudiera, me pasaría la vida conociendo mundo». Un destino al que sueña regresar es Holbox, una isla paradisíaca en México que visitó el pasado año y de la que se enamoró. Por sus orígenes italianos, suele pasar unos días de verano en la región de la que procede su familia, en Puglia, justo en el tacón de la bota. «Es un lugar precioso. El pueblo de mi madre se encuentra al sur de Lecce, entre el mar Adriático y el Jónico. Es una zona casi desconocida, donde te da la impresión de trasladarte a otra época. Las playas son espectaculares y la gente, divertidísima. Tengo unos recuerdos muy especiales de fiestas con fuegos artificiales y bailes a ritmo de
