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La promesa del café: estrategia comunicativa detrás de la cultura cafetera
La promesa del café: estrategia comunicativa detrás de la cultura cafetera
La promesa del café: estrategia comunicativa detrás de la cultura cafetera
Libro electrónico320 páginas3 horas

La promesa del café: estrategia comunicativa detrás de la cultura cafetera

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En Colombia la cultura del café se refiere a una serie de atributos culturales que conforman un eje identitario de las personas que viven en los departamentos en los cuales el cultivo del grano hace parte de su historia personal. A partir de la anterior premisa, la autora realiza un análisis comunicativo de la columna "Cafetero con Garra", del periódico institucional Actualidad Cafetera, que pertenece al Comité de Cafeteros del Quindío factor fundamental en la consolidación de los valores de la cultura cafetera?, en donde se cuentan historias de cafeteros de carne y hueso que encarnan los valores y las características culturales más importantes para los cultivadores del grano. Esas historias integran elementos persuasivos que se evidencian a través del análisis del discurso.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento15 feb 2019
ISBN9789581203628
La promesa del café: estrategia comunicativa detrás de la cultura cafetera

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    La promesa del café - María Cristina Ocampo Villegas

    LA PROMESA

    DEL CAFÉ

    Estrategia comunicativa detrás de la cultura cafetera

    María Cristina Ocampo Villegas

    Prólogo de Marcela Pizarro

    Reservados todos los derechos

    © Universidad de La Sabana

    © Grupo Editorial Ibañez

    © María Cristina Ocampo Villegas

    © Marcela Pizarro

    Primera edición - marzo de 2015

    ISBN 978-958-12-0361-1

    e-ISBN 978-958-12-0362-8

    400 ejemplares

    Impreso y hecho en Colombia

    Universidad de La Sabana

    Dirección de Publicaciones

    Campus del Puente del Común,

    Km 7 Autopista Norte de Bogotá

    Chía, Cundinamarca, Colombia

    Tel. (57-1) 8615555 Ext. 45001

    www.unisabana.edu.co

    publicaciones@unisabana.edu.co

    Grupo Editorial Ibañez

    Cr. 69 Bis Nº 36-20 sur, Bogotá

    Tel. (57-1) 23000731

    http://www.grupoeditorialibañez.com

    gerencia@grupoeditorialibañez.com

    Dirección de Publicaciones

    Universidad de La Sabana

    Coordinación editorial

    María José Díaz-Granados

    Corrección de estilo

    Kilka Diseño Gráfico

    Pauta de colección

    Juan Pablo Rátiva González

    Diagramación y montaje

    Lápiz Blanco SAS

    Desarrollo ePub

    Hecho del depósito que exije la ley

    Ocampo Villegas, María Cristina

    La promesa del café: estrategia comunicativa detrás de la cultura cafetera / María Cristina Ocampo Villegas; prólogo de Marcela Pizarro. -- Chía: Universidad de La Sabana - Ibañez, 2015.

    264 p.; 17 x 23 cm. – (Colección Investigación)

    Incluye bibliografías

    ISBN 978-958-12-0361-1 (Impreso)

    ISBN 978-958-12-0362-8 (Digital)

    1. Café 2. Caficultores 3. Participación social 4. Cultura I. Ocampo Villegas, María Cristina II. Pizarro, Marcela III. Universidad de La Sabana (Colombia) IV. Tít.

    CDD 174.2 Co-ChULS

    CDD 658.45 Co-ChULS

    A quienes me dieron la vida

    y a quienes me enseñaron a vivirla

    AGRADECIMIENTOS

    Son muchas las personas que han contribuido a la realización de este trabajo y a quienes les debo mi más profundo agradecimiento. Algunas de ellas a través de su activa participación, brindándome la información y la orientación necesarias para la construcción del documento. Otras, con su callado apoyo e infinita paciencia en los momentos críticos que conlleva la elaboración de una tesis doctoral.

    En primer lugar, quiero agradecer al personal administrativo y a los profesores de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral, quienes con sus enseñanzas abrieron mi mente hacia la búsqueda del conocimiento. Entre ellos, un especial reconocimiento para los doctores Pedro Barcia, Damián Fernández, Luciano Elizalde, Gabriela Fabbro, María del Carmen Grillo, Fernando Ruiz y Alejandro Siccardi, quienes además me han honrado con su amistad.

    Entre todos mis maestros, debo destacar la dedicación, el acompañamiento y direccionamiento de la doctora Marcela Pizarro, mi directora de tesis, quien a lo largo de los últimos cuatro años siguió paso a paso mi proceso de investigación. Su certero consejo e indicaciones precisas permitieron culminar este trabajo.

    En segundo lugar, agradezco sinceramente a mis colegas de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana. Los miembros del Consejo de Facultad, en cabeza de la decana Adriana Patricia Guzmán de Reyes, se dieron a la tarea de no dejarme desfallecer, pese a las dificultades propias de la actividad docente que debí desempeñar al mismo tiempo en que escribía el presente trabajo. Igualmente, todos mis compañeros profesores, secretarias y personal administrativo que me animaron a seguir, asumieron más trabajo y soportaron los embates de mi temperamento. Debo mencionar con especial cariño al doctor Alfonso Forero, consejero y amigo, a Sergio Llano, Liliana Gutiérrez, Maritza Ceballos, Adriana Álvarez, Rodolfo Prada, Germán Arango, Jairo Valderrama, Juan Carlos Gómez, Andrea Salgado, Haydeé Guzmán, Rodolfo Bello y a Luz Carmen Barrera, mi profesora de toda la vida.

    No quiero dejar de lado a Daniel Fernando López, quien me motivó a inscribirme en el doctorado, y a María Paulina Montoya, tan cercana a esta Universidad, quien leyó con esmero cada línea corrigiendo mis errores de redacción y gramática.

    Pero la realización de esta investigación habría sido imposible sin el apoyo de los funcionarios de la Federación Nacional de Cafeteros y del Comité de Cafeteros del Quindío. Deseo destacar muy especialmente la colaboración de María Fernanda Concha, directora de Comunicaciones y Medios de la Federación de Cafeteros, y al doctor Carlos Alberto Saldías, líder nacional de Extensión. En la ciudad de Armenia, al exdirector del Comité Departamental, Óscar Jaramillo; a la coordinadora de comunicaciones, Oriana Hernández, y a los extensionistas, Mauricio Ruiz y Ramón Gutiérrez. Desde luego, a los campesinos caficultores con garra que contaron sus historias sin saber que serían el objeto de mi estudio.

    Así mismo, agradezco el apoyo bibliográfico brindado por Luis Fernando López, director de la biblioteca Octavio Arismendi de la Universidad de La Sabana, y a Ángela María Mejía, directora del Sistema de Bibliotecas de la Universidad de los Andes.

    Finalmente, quiero agradecer a toda mi familia. A mis tíos y tías que reconstruyeron para mí sus experiencias de infancia, adolescencia y adultez, permitiéndome conocer de primera mano la esencia de la cultura cafetera. Aquí quiero destacar a Carlos Alberto y a Celia, quienes dedicaron varias horas de su tiempo a deleitarme con sus historias entrañables. A mis hermanos, cuñadas y sobrinos, quienes me recordaban que había otra vida más allá de la computadora. Un reconocimiento especial para Juan Carlos, quien además de acompañarme apoyó operativamente cada paso del proceso. A mi mamá, compañera incondicional, y a mi padre, quien no vio terminado este proyecto, pero quien marcó el camino de mi vida.

    PRÓLOGO

    El trabajo que voy a presentar es el resultado de cuatro años de intensa investigación llevados a cabo por la doctora María Cristina Ocampo Villegas en el programa doctoral de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral de Buenos Aires (Argentina). El fruto de esos años fue su tesis doctoral, defendida en mayo de 2013, que tuve el gusto de dirigir y que hoy ve la luz como libro.

    La doctora Ocampo Villegas presenta en estas páginas un interesante y exhaustivo análisis en el que relaciona tres cuestiones muy vastas —como son cultura, identidad y comunicación organizacional—, pero que a la vez son necesarias para entender la actividad llevada a cabo por el Comité de Cafeteros del Quindío en pos de consolidar los valores de la cultura cafetera. Éramos conscientes, en el momento de definir el trabajo, de los riesgos que asumíamos al querer analizar, a la vez, tres temas inmensos que cuentan con una rica y extensa bibliografía (imposible de agotar) y con numerosos autores de renombre en el ámbito latinoamericano y anglosajón. Sin embargo, a pesar de los riesgos, María Cristina asumió el desafío y yo la acompañé convencida.

    La decisión metodológica de utilizar técnicas mixtas de investigación es uno de los principales aciertos, entre otros, del presente trabajo porque, sin duda, contribuye a validar los resultados obtenidos. Como bien señaló uno de los miembros del Tribunal que evaluó la tesis: Mirar el objeto de estudio, desde las columnas ‘Cafetero con Garra’, las fotografías y los significados expresados en entrevistas y programas radiales, da cuenta de la intención de la autora de agotar todas las perspectivas posibles, en favor de una mayor comprensión del problema.

    Considero que el libro que hoy llega a las manos de los distintos públicos interesados en los temas de comunicación institucional, pero también en su conexión con la identidad y la cultura, superó con creces el desafío que se planteó desde el comienzo la autora. ¿Cómo? Trabajando durante cuatro años con mucha disciplina, perseverancia, rigor metodológico y responsabilidad; introduciéndose primero en la teoría de la comunicación para pasar después al diálogo con los autores de comunicación institucional y, más tarde, a la reflexión con los autores que tratan temas de identidad y cultura. Lo anterior con el propósito de entender y dar a conocer la relación directa con la cultura cafetera de su país, a la cual ella está unida afectivamente y que posibilita un acercamiento directo frente a su objeto de estudio que enriquece su interpretación y favorece sus explicaciones.

    En este sentido, otro mérito de su investigación es el de ser pionera en su ámbito, lo que la convierte en un interesante y original aporte al campo de la comunicación institucional en Colombia y, así mismo, en impulso inicial para otras investigaciones futuras.

    Considero que la doctora Ocampo Villegas demuestra en esta publicación que aprendió a investigar —que no es poca cosa porque constituye el objetivo principal de cualquier programa doctoral—, y que, así mismo, tiene las condiciones y las aptitudes para seguir haciéndolo.

    Quien escribe este prólogo se encontró, por vez primera, con la tarea de dirigir un trabajo doctoral con las pocas ventajas y varias o muchas desventajas que esto tiene para un doctorando. Y si fuera poco, con el añadido de hacerlo a la distancia. Espero haberla sabido guiar y acompañar porque eso es lo que hice solamente. Todo el trabajo y el mérito son suyos. Para mí, fue una experiencia muy positiva porque aprendí mucho y le estaré siempre sumamente agradecida.

    Doctora Marcela Pizarro

    Profesora

    Facultad de Comunicación

    Universidad Austral

    Buenos Aires, 4 de julio 2014

    INTRODUCCIÓN

    La investigación que aquí se presenta surge de las exploraciones interiores que tratan de identificar los elementos culturales que me definen. A la edad de ocho años fui sacada de mi ciudad natal en el departamento del Quindío y trasladada con mi familia a la capital, Bogotá. Pero, a pesar de haber crecido en una ciudad como esta, las tradiciones, los valores y las características de lo que se denomina la cultura cafetera siguieron presentes en la vida familiar y me fueron inculcadas para que hicieran parte de mi identidad.

    Muchos años después, con la perspectiva que da la madurez, contemplo esa cultura cafetera como un renglón invaluable de mi personalidad que me diferencia de alguna forma de mis colegas y amigos. No obstante, las raíces se vislumbran opacas. Recuerdo las nostalgias de mis padres añorando la finca cafetera de los abuelos, la insistencia en las peculiaridades que denotan al quindiano, el amor hacia el café —que por momentos se me figuraba un tanto irracional— y el énfasis en aspectos tales como la importancia de la familia y del trabajo, propiedades indiscutibles de nuestra cultura.

    Siendo marcadamente citadinos, y con una vocación intelectual destacable, me sorprendía que mi padre conservara la Agenda Cafetera, una libreta en la que se leían recomendaciones para el sembradío de hortalizas y para el buen mantenimiento del cafetal. La necesidad de una parcela en la que pudiera cultivar y cuidar el grano, que lo acercara a sus orígenes, lo llevó, luego de un tiempo prolongado de vivir en la ciudad, a comprar una pequeña finca en una zona rural cercana.

    En varias oportunidades, las añoranzas venían acompañadas de la referencia a una organización gremial: el Comité Departamental de Cafeteros o la Federación Nacional de Cafeteros. Gracias a estos —aducían los viejos— el Quindío tenía escuelas, alumbrado eléctrico, acueducto. Fue el primer departamento de Colombia en contar con toda la red de carreteras pavimentadas y el primero en tener telefonía rural, entre otros logros considerables.

    Todo esto me condujo al planteamiento de varios interrogantes, algunos de los cuales han podido aclararse a partir del análisis que expongo en las siguientes páginas. La aproximación a una definición de la difusa noción de la cultura cafetera es uno de los logros que se encontrarán en ellas. Igualmente, el esfuerzo que desde el punto de vista de las comunicaciones adelanta la organización Comité de Cafeteros para preservar los valores culturales y coconstruir cultura es otro de los hallazgos más significativos. Por último, el rescate del relato que parte desde la organización como elemento de persuasión es un aporte más que se puede desprender de la investigación adelantada que, sin embargo, apenas comienza.

    El relato, que en este estudio se convierte en el elemento principal de análisis, ha sido considerado como una de las grandes categorías del conocimiento que utilizamos los seres humanos para comprender y ordenar el mundo. Nos cuenta la experiencia pasada, traza conductas, orienta el flujo de las emociones, sincroniza su circulación, conduce a los individuos a identificarse con unos modelos y conformarse con unos protocolos (Salmon, 2008, pp. 37 y ss.). El relato es uno de los mecanismos de persuasión que se ha rescatado en los últimos años por parte de las organizaciones. Aunque las narraciones se han usado desde siempre para educar y orientar, aparece ahora como una novedad el storytelling, una de las estrategias utilizadas por los expertos en management que emplean historias de héroes y heroínas para estimular y sembrar en los receptores la idea de que el éxito es posible (p. 39). El relato ha llegado a ser tan efectivo que los consumidores se transforman en audiencias y las campañas publicitarias en secuencias narrativas (p. 40).

    El Comité de Cafeteros del Quindío usa el relato del cafetero ideal, el Cafetero con Garra, desde marzo de 1992 cuando salió el segundo ejemplar de su periódico institucional Actualidad Cafetera. En dicha columna se cuentan historias de cafeteros de carne y hueso que encarnan los valores y las características culturales más importantes para los cultivadores del grano. Esas historias integran elementos persuasivos que se evidencian a través del análisis del discurso.

    Con este mecanismo, el Comité de Cafeteros, como miembro activo de una colectividad, cumple una función inherente a los actores sociales: coconstruir la realidad y, por ende, la cultura. La relevancia de esta función es aún mayor si se tiene en cuenta que el departamento del Quindío es un destino interno de migración. Campesinos de todas las regiones del país han llegado a él en busca de la promesa del café, queriendo mejorar su

    calidad de vida y participar de una actividad económica emblemática de la nacionalidad colombiana. Al ser Colombia un país multicultural, estos migrantes traen consigo sus propias tradiciones, actitudes y comportamientos. El Comité de Cafeteros, en su persistente labor de persuasión cultural, contribuye con el proceso de adaptación tanto a la sociedad como a las exigencias del cultivo, coconstruyendo con los otros actores sociales la cultura cafetera.

    El estudio del caso del Comité de Cafeteros del Quindío, como ejemplo de la forma en que se maneja la comunicación del gremio con su público objetivo, es el primero de este tipo en el país. Si bien la Federación Nacional de Cafeteros ha sido objeto de análisis desde la ciencia jurídica y económica, no se había llevado a cabo hasta el momento un examen con respecto a las estrategias de comunicación empleadas.

    Lo interesante de la siguiente disertación también radica en que la organización se concibe como un actor más dentro de la sociedad y partícipe en la construcción de la realidad cultural y social. Muchos de los trabajos que abordan el estudio de la comunicación de las organizaciones suelen desconocer esta característica sociológica, razón por la cual se observa a la organización como ajena o externa a la sociedad, como una entidad con la capacidad de impactar en los públicos pero no como un agente que contribuye a la transformación social.

    Otro aporte del trabajo que se presenta a continuación es que centra su atención en el Comité de Cafeteros del departamento del Quindío. Este Comité reviste unas características que lo hacen único y, por tanto, objeto de estudio: nació como condición para la creación del departamento; representa los intereses de un grupo de caficultores con características diferentes a los del resto del país, tanto por el promedio de extensión del predio que poseen como por las particularidades ambientales que enfrentan; fue el primero en tener un órgano de divulgación propio: Actualidad Cafetera, que mantuvo por más de veinte años, y contó con una sección dedicada exclusivamente a resaltar las historias de vida de sus agremiados: Cafetero con Garra.

    No obstante lo complejo del fenómeno que aquí se identifica, el alcance de esta investigación solo llega hasta la observación de las acciones comunicativas adelantadas por la organización Comité de Cafeteros y, más específicamente, al análisis de la columna periodística Cafetero con Garra. Una segunda etapa deberá enfocarse en las audiencias, en los campesinos caficultores y la forma en que asimilan, interpretan, interiorizan o no esos valores culturales que el Comité se empeña en destacar y difundir.

    El poder institucional del Comité de Cafeteros

    Aunque el Comité de Cafeteros es un actor social más dentro de la colectividad, cuenta con un poder simbólico tal que le imprime un carácter institucional a su actividad. El Comité de Cafeteros comparte con el departamento del Quindío una historia común, nacieron bajo la misma coyuntura y ha estado presente a lo largo de los grandes acontecimientos que han marcado el devenir de la comunidad quindiana. Además, al ser parte de la Federación Nacional de Cafeteros, una entidad con un reconocido poder político, económico y social en el país, el Comité es considerado como un actor de primer orden que participa de las decisiones políticas, económicas y sociales del departamento.

    Por lo anterior, las orientaciones del Comité de Cafeteros tienen un impacto considerable en el afianzamiento de los valores, comportamientos y demás referentes culturales. Sin embargo, para garantizar el efecto persuasivo de su visión de la cultura cafetera, el Comité utiliza estrategias de comunicación a través de los diferentes mecanismos de acercamiento que desarrolla directamente con los campesinos.

    En el marco de este trabajo se busca descubrir cuáles son las estrategias de comunicación utilizadas por el Comité de Cafeteros del Quindío con los campesinos en el proceso de coconstrucción de la cultura cafetera en la región, así como los elementos que contribuyen a mantener el carácter institucional que ostenta la agremiación.

    Este estudio consta de dos partes claramente delimitadas: la primera, que corresponde a los capítulos 1 y 2, conforma el marco teórico. En la segunda parte, capítulos 3, 4 y 5, se realiza el análisis metodológico del corpus compuesto principalmente por la sección Cafetero con Garra.

    El capítulo primero se refiere a las líneas de investigación relacionadas con la tríada cultura-organización-comunicación, que dan paso a las reflexiones sobre lo que es una organización con carácter de institución, categoría dentro de la que se ubica el Comité de Cafeteros del Quindío. La claridad que aportan los estudios teóricos sobre estos temas permite identificar el papel que juegan las organizaciones institucionalizadas en la construcción de la realidad social y cultural, y la importancia del uso del lenguaje dentro de estos procesos.

    En esta primera sección se habla de coconstrucción porque es una labor en la que intervienen todos los actores sociales. Las organizaciones públicas y privadas como actores sociales que participan del permanente trabajo de construcción de la realidad, a la par que los individuos, las familias, los grupos comunitarios y las iglesias, entre otros. Por tanto, construyen con o coconstruyen.

    El segundo capítulo centra la atención en la definición y los alcances de la cultura e identidad cafetera. Se parte de los diferentes enfoques que definen cultura e identidad para luego describir las características multiculturales colombianas y, dentro de ellas, a la cultura cafetera con sus antecedentes históricos. En este capítulo se presenta a la Federación Nacional de Cafeteros como inspiradora de dicha cultura y determinante de los atributos que la definen.

    El Comité, al ser parte de la Federación de Cafeteros, una entidad primordialmente de índole económica, se constituye también en un referente cultural, ya que la cultura es un factor que articula la acción económica. Además, se debe considerar que los aspectos económicos involucran una moralidad que se manifiesta en sentimientos, significados y representaciones culturales de la realidad (Tognato, 2009).

    La segunda parte de la tesis inicia en el capítulo tres que justifica el método utilizado para el análisis. Tomando como base las categorías culturales y los atributos que se identifican como definitorios de la cultura cafetera, la justificación explica los métodos que se utilizan para identificarlos dentro del corpus seleccionado. El método es el producto de la aplicación de técnicas mixtas; tanto el análisis de contenido como el análisis de discurso se emplean para la disección de los documentos.

    El capítulo cuarto devela las estrategias comunicativas empleadas por el Comité de Cafeteros para reforzar los atributos culturales cafeteros en el público objetivo. Se examinan en forma cuantitativa y cualitativa la columna Cafetero con Garra y las fotografías que acompañan los textos. Los resultados obtenidos son confrontados con los aportes que se desprenden de las

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