LOS PLACERES DEL PÍCNIC
escritora estadounidense M. F. K. Fisher afirmaba en 1957, en , que “un pícnic debe tener lugar al aire libre y siempre lejos de casa”, “debe ser un banquete sencillo y la comida (…) debería prepararse para poder comerse con las manos”. Pero ella misma recordaba en un relato anterior, (1942), los pícnics escolares de su infancia en la playa, donde los criados transportaban cestas con servilletas, tenedores, platos, cuchillos, pollo frito, sándwiches y fruta. Pese a su infinita variedad, sin embargo, los pícnics sí tienen algunos elementos comunes: la comida al aire libre, el esperado buen tiempo, las cestas con viandas y bebida, el ambiente festivo, la relajación de los horarios y la etiqueta y, si no sofisticación, sí al menos cierta idea de modernidad. Y hoy, quizá, también algo de
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