Ocaso y declive de un extraño: huyendo hacia un mundo de fantasía

Por Frank Spoiler

Libro de poemas donde las palabras juegan y entrelazan dando vida y forma a conductas y vivencias del autor. Historias, todas reconocibles, en las que cualquier lector se podrá reconocer (somos humanos). Leer su prosa será un viaje descendente hacia huecos de la mente donde solo tú serás el protagonista y donde solo el propio autor conoce y reconoce (y no siempre) como suyos.

• Idioma: Español
• Editorial: Frank Spoiler
• Fecha de lanzamiento: 12 sept 2017
• ISBN: 9781386489863

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Dedicado

MI AGRADECIMIENTO A mis hijos, Élida y Óliver, porque sin su amor y cariño no hubiera sido posible esta obra (ni ninguna de las anteriores publicadas).

Una mención especial para esa gran mujer, Marta Barral, que me acompaña, me regala su amor (que no me merezco) y me hace grata compañía en estas horas de mi vida tan amargas.

La semilla del amor nunca muere

I

Quiero sentir muy suave,

querida amada mía...

un beso de tu aliento

en mi sueño disperso

y encontrarme contigo

allá donde ves cielo

y su gris ruboriza

hasta tus pensamientos.

Quiero mi rosa bella,

ser altar en tu ombligo,

sello vivo en tu frente

y aliento en tu gemido.

Ciega melancolía...

la que vive aún triste

en el recuerdo falaz

de esta nostalgia

II

Fiel asombro inocente

de aquel que murió triste,

muy loco en tu sonrisa,

muriendo enamorada.

Aún sigue, eterna,

aquella luz de asombro

vivaz e ilusionada

que mira sus adentros

y sueña con sus brazos

feliz y enamorada;

enarbolando pasión,

fuerza y mucho, mucho amor.

En ráfagas calientes

II

Dame un abrazo, amor,

quiero sentir tu cuerpo,

el agitar de tu piel

contra mi cuerpo ardiendo.

Dame sí, tus suspiros,

en ráfagas calientes,

como hace el viento y el sol

sobre mi cuerpo frío.

Ven amor, no te alejes,

se para mí desierto,

arena impia del nilo...

beso de diosa inmortal

y suspiro candente

para mi labio impio.

Regresa a mi, mi diosa,

y seré tu destino.

Tragar angustia hasta que mi cuerpo explote

IV

Tengo miedo a hundirme y ahogarme sin más.

Tragar angustia hasta que mi cuerpo explote.

Diluirme en el paroxismo del dolor

y no volver a levantar la cabeza jamás.

Tengo miedo simplemente a dejar de sentir,

a olvidar cuanto me sostiene o resiste, fiel a mí.

Tragarme dolorosamente este dolor amargo como la hiel

y aún peor, acostumbrarme a mecerlo en mis brazos como a un hijo.

Me estremezco solo de pensar en perder la humanidad,

esa que me vino regalada con la vida... tal cual, al nacer.

Lloran mis ojos de impotencia, se angustia e inflama mi corazón al padecer la desunión entre alma, hueso o piel.

Miedo... miedo a perder, a romperme en pedazos

para nunca poder volverme a recomponer...

Miedo al fracaso, al olvido de los que alguna vez me han querido.

Tiemblo como un niño al que han robado su futuro,

al igual que hicieron conmigo.

El amor y el sexo son sagrados

V

La acaricio su cabello mientas mis manos

se deslizan por su cuerpo. Guapa, elegante y bella,

se manifiesta orgullosa, placentera y satisfecha.

La apreto entre mis brazos y dejo que se me diluya entera, es hora de gozar del bocado.

Sus labios se abren hambrientos, mi boca se apodera de sus labios y su lengua juega a ser jamón salado.

Caemos los dos en el paroxismo de la lujuria,

en el goce extremo del pecado.

Ya somos dos en uno ¡fundidos y fortificados!

somos la esencia, la estela.

Llegados los dos al cenit nos mordemos, lamemos

y gritamos al dios sol lo mucho

que hemos gozado y amado.

Con amor y sexo la felicidad es completa

VI

Deseoso de tus besos, te premio,

te estimulo con mis risas y empeño,

te agasajo con caricias y abrevio

desnudándote y siendo ya tu dueño.

Te entregas y te beso y acaricio,

tus labios gimen, aprieto y acuño

con ansia, los ato muy fuerte  y necio

hasta ahogarnos los dos con cariño.

Feliz me contemplas, soy un abstemio,

un ex borracho y festivo extremeño

que perdió el rumbo y contigo se absolvió.

Ven, mi abrazo fiel será el aledaño

más próximo a nuestra pasión y alivio

diciendole adios a este amor y sueño.

Orgulloso de amarte, fiel amada

VII

Me desvisto feliz ante tus ojos,

te ríes y te brilla la mirada,

tus senos se agitan, arden golosos,

y mi piel se prende en llama abdicada.

Somos piel húmeda y cuerpos fundidos,

borrachos de goce en una ensenada,

ríos de lujuria corren huidizos,

se fruncen caprichosos en la nada.

Nuestras sonrisas son ahora ríos,

mares y océanos que braman, duda

que galopa frebril sobre abanicos

que callan, fieles, en la almohada.

Tras la batalla campal,

te beso, labios abiertos,

orgulloso de amarte, mi fiel amada.

Soneto al dolor

VIII

Quiero hoy aquí, expresarte