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Ira maldita
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Libro electrónico109 páginas1 hora

Ira maldita

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Poesías de amor, pasión, odio, celos, sufrimiento, ambición, encuentros, traición, arrebato, soledad, alegría, pudor, amor a los hijos, homenaje, felicidad, dolor. Encontrarás poemas para todos los gustos.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 oct 2011
ISBN9781465870209
Ira maldita
Autor

Alberto Acosta Brito

Graduado de Economía desde 1991. Promotor Cultural desde 1993. He participado en dos talleres literarios auspiciados por la UNEAC. Premio ARTECO (Arte Comunitario) por el ensayo "La dignidad". Participación en el concurso ARTECO en fotografía (2001). Pre-selección del V Certamen Internacional de Poesía y Narrativa Breve. Pre-selección del IX Certamen Internacional de Poesía y Narrativa Breve. Premio Municipal de cuentos "Francisco Mir Mulet", 2005 en la Isla de la Juventud. Finalista del concurso de novela YoEscribo.com 2005. Segundo lugar en el concurso carácter nacional Mangle Rojo. Obras publicadas: el libro de cuentos “El héroe y el vendedor” (2007), el cuento “La basura y yo” en la antología “Las señales del escriba” (2009), de Ediciones Ancora, y un poema en la antología beisbolera “Aedas en el estadio” (2009), de la editorial Unicornio.

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    Ira maldita - Alberto Acosta Brito

    Moriré, aunque simplemente no moriré.

    Moriré, pero estaré en ti y en mí.

    Moriré, con el pecho abierto cediéndote el corazón.

    Moriré, para henchir los espacios prohibidos.

    Moriré, con tu imagen atrapada en las pupilas.

    Moriré, sin suspender uno solo de mis latidos.

    Moriré, y seré cadáver privado –solo para ti–.

    Moriré, a libre albedrío y espontáneamente.

    Moriré, y mi muerte hará la parodia

    de este amor clavado en mi pecho.

    Convicción

    Amor, es sensación incomprensible,

    símbolo de poetas

    letras esculpidas en cualquier cosa.

    Amor, es lo que confunde y desorienta

    lo que derriba y construye.

    Amor, es suspiro creador,

    código hermético

    irreverencia ante lo bello

    lo único

    lo irrepetible.

    Amor, son ustedes,

    aquellos, nosotros, cualquiera;

    todos, hasta yo.

    Pero sobre todas las cosas;

    amor, eres tú.

    Ascuas

    Haz como si estuvieras en ascuas.

    Pero asegúrate al subir

    de llevar una sonrisa en los labios

    y el corazón en las manos.

    Asegúrate de llenar mi boca

    con endemoniados besos.

    Asegúrate de que seas tú

    la tempestad añorada.

    Haz como si estallaras

    bajo mi cuerpo.

    Pero asegúrate de que el dolor y el placer

    se conviertan en orgasmo.

    ¡Qué se rompan los dientes!

    en enfurecidas carnes,

    que sature tu talante

    el sabor placentero.

    Que sea el amor

    quien alimente la hoguera.

    Animal de siete vidas

    Esa mujer grita,

    va hacia las esquinas

    donde insulta

    y esconde sus sudores.

    Esa mujer posee siete vidas de gato

    mientras yo busco refuerzos

    apuntalo el sexo de este animal

    de fibras y mil formas de crujir.

    Fui víctima de la tentación,

    puedo asegurar que estoy vivo

    pero lleno de insultos y demoledores jadeos

    que enaltecen el letargo liberado.

    Esa mujer es un buen pretexto animal

    lleva la verdad del juego peligroso

    cargando en sus pechos

    el crepitar de las medallas.

    Ahora soy nuevamente víctima

    situado en cualquier sitio,

    un monarca pálido

    atrapado en una gran abertura

    donde se pierden los cojones

    y mis brazos que arrancan pelos

    esquivan dentelladas entre orgasmo y esperma.

    El último grito de la fiera

    quedó en un raro espanto,

    sin renunciar

    jamás;

    al llanto,

    a los ritos,

    al delirio y,

    a un poco más de muerte y placer.

    Aflicción

    Tú me dejas fuera de ti,

    y yo puse una bomba,

    y me hice terrorista,

    me convertí en asesino en serie,

    invertí la preferencia sexual,

    me emborracho a toda hora,

    organizo noche a noche una orgía con cien mujeres,

    juego todo lo que tengo y más,

    te amenazo de muerte,

    y a pesar de todo

    y por muchas cosas que me invente;

    tú, no te me sales de adentro.

    Pétalos

    Tus tetas son dos pétalos

    que me brindan las razones:

    de amar y seguir amándote.

    Cuando vuelo sobre tu cuerpo,

    y rebaso el vientre tuyo

    allí quedo atrapado

    entre mil mañas y dos pezones.

    Cuando trotas a riendas sueltas

    con serena villanía:

    alborotas,

    gimes,

    y gritas

    mientras tu sangre se hace vino

    y place el delirio mío,

    entre piernas y pelos rizos

    entre nalgas y clítoris erguido.

    La importancia del ser

    Si no existiera ella,

    si no existieras tú,

    si no existiera yo,

    si no existiéramos nosotros,

    no harían falta las leyes,

    no haría falta la moral,

    no existiera la ética,

    no existiera el amor.

    Sorprendido

    Me topé con ella

    y sin decir palabra

    tomé sus manos,

    besé sus labios;

    quedó taimada.

    Se hacía la noche,

    me convertí en trueno,

    rompí su recato,

    desnudé su cuerpo;

    por el suelo sucio,

    por ahí andamos.

    Su melena rubia,

    sus pupilas verdes,

    su pequeño cuerpo,

    cambiaron de sitio,

    sin decirme nada,

    Toqué la luna.

    Sobre mí saltaban.

    No dije palabras

    ella gritaba.

    Sin aliento mi pecho,

    agotado, torpe, y sucio,

    resoplaba el rocío.

    No me atrevía

    a tocar sus manos,

    a besar su boca,

    quedé taimado.

    El beso a que aspiro

    No aspiro a un beso perfecto,

    me conformo que no estés ausente.

    Te quiero conmigo

    mientras que desgajo mi amor en tus besos.

    No te exijo una caricia certera,

    el ligero roce de nuestras almas

    sería más que suficiente

    para armar mi océano de pasión.

    Te ofrezco un mar,

    un mar de mi océano.

    No será dulce,

    no será salado,

    no tendrá agua.

    Será un mar de estrellas,

    será un mar de besos.

    Decoraré uno de ellos,

    y lo colgare en ti,

    lo llevarás por siempre,

    hasta la muerte,

    el beso a que aspiro de ti,

    esposa mía.

    A Roxania

    ¿Cuándo empezará la historia de tu vida?

    Mi existencia está en un vilo angustioso.

    Arderé, si demoras un minuto más en brotar a la vida,

    estallará mi corazón de desespero,

    necesito las madrugadas más largas y trabajosas.

    Lucharé porque no te congele la nieve

    Lucharé porque no te castigue el sol.

    Olfatearé el peligro

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