Confesiones Prohibidas

Por J.Martin

"Just fantastic"
Because of the cunning of the author, the reader is easy to confuse reality and fiction. Reading it is unavoidable you feel like playing with your emotions. It maintains a modern and fresh style without losing the elegance but in turn with the sagacity to make you live what you read. Reading it will not hesitate to investigate whether the writing is real. Reading it is living it.

• Idioma: Español
• Editorial: J.Martin
• Fecha de lanzamiento: 6 nov 2016
• ISBN: 9781370112418

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No me detendré.

Un desesperante dolor de cabeza me despertó. No sabía que horas eran, ni que día, ni donde estaba. Me temblaba todo el cuerpo y el frío bajo mi piel era insoportable. Tenía miedo de ponerme de pie, pero más temía quedarme allí; Así que usé el temor para levantarme del lodo.                   

Era tan difícil dar un paso a la vez, pero aún así continué. No recuerdo haber odiado tanto la lluvia y el danzar de los árboles.

Definitivamente lo que alentó mi fuerza de voluntad fue el silencio ensordecedor y la ausencia de nubes en medio de la lluvia. Mis lentos pasos se convirtieron en un desesperado y torpe correr. Fue allí cuando decidí entrar a uno de los refugios.

Todo estaba tan oscuro allí adentro que no podía ver ni mis manos frente a mi cara. Temía que el retumbar de mi corazón me delatara. Tanteando continué. Preferí gatear para no caer. Llegué a una pared y con el uso de mis manos alcance a reconocer una ventanilla la cual abrí. La luz de la luna bañó la habitación.

No pude evitar llorar...

Resbalé al piso por la desesperación y allí noté que eran muchos. Su piel de color estaba tan pálida y sus ojos con esa terrible expresión de terror. No tuve otra opción que salir del refugio, mas una vez afuera razoné que: sea lo que sea lo que los haya matado,

aún estaba cerca.

No quería hacer ruido, pero irónicamente solo se escuchaba mis pasos y no la lluvia que caía. Con todo el sigilo posible llegue al último refugio y allí lo vi...

Era enorme...

Quizás de unos más de tres metros de esa bata impecablemente negra que sólo dejaba ver sus grandes manos pálidas de dedos alargados.

Gracias a Dios no me vio…

Pensé yo, y me escondí tras la pared mientras vi que desaparecía entres los arbustos. Lo que nunca imaginé es que al voltear esa cosa iba a estar justo frente a mi.                               

…solo vi oscuridad en su capucha…

Vi mi vida correr frente a mis ojos mientras su mano se acercaba a mi cara. De repente algo lo alertó, se dio media vuelta y se esfumó. La lluvia se detuvo.

- Espere un momento - Preguntó el Teniente - ¿me está diciendo que solo se dio media vuelta y se fue?

- No. Yo estoy diciendo que…

-disculpe, aguarde un segundo - interrumpió el Teniente - !detective!…

Y acercándose le dijo: detective ella es Sara Montgomery; ella es la única sobreviviente que hemos encontrado hasta ahora - Comentó mientras caminaban a la escena del crimen.

Ella Nos dio muchos detalles de lo ocurrido; Mas aun no entendemos cómo llegó desde Texas hasta acá.

Según su declaración solo recuerda haberse quedado sola anoche en la oficina redactando algunos sucesos para las noticias de hoy en la mañana.

Ambos entraron al área restringida. Eran alrededor de 66 víctimas, entre ellas hombres, mujeres y niños. La muerte no desdibujó el pánico de sus rostros…

- ok! Ya llegamos. Imagino que aquí termina la visita guiada… tenemos mucho trabajo por hacer, así que muchas gracias por lo que ha hecho hasta ahora soldado.

- Teniente! Teniente Bahalu - dijo con firmeza - Créame que no estoy nada contento con su…. Cooperación. Sino fuera porque el Primer Ministro lo aprobó le aseguro que ni usted ni sus hombres pusieran un pie en mi escena.

- teniente Bahalu - Contesto - ¿dígame que ve en estos cuerpos?- Están muertos. - Contestó el Teniente sin titubear

- Exacto - dijo mientras se dibujaba en su rostro una sonrisa despectiva - Ésta es una de las razones por la cual permitieron nuestra cooperación…También porque sólo en su País se han registrado más de tres casos similares, las cuales son hasta los momentos inexplicables y a su vez porque es un caso que nos atañe a todos.

- Detective O'connor tiene que ver esto - interrumpieron- por favor sigannos…

O'connor y el Teniente Bahalu fueron dirigidos a las afueras de la escena del crimen. Al costado de uno de los refugios había una curiosa inscripción aparentemente escrita con sangre…

- Es el mismo símbolo que he visto en los otros crímenes - afirmó el Teniente - si de algo les sirve les aseguro que en todos mis años de servicio jamás había visto casos como estos. Sé cómo operan los grupos radicales de este país, éste, definitivamente no es su estilo y además ellos no se identifica con éste símbolo…

- Por eso estamos aquí - contestó O'connor - asegúrense de recoger toda la evidencia posible. Teniente en verdad agradezco mucho lo que ha hecho hasta ahora, pero le ruego por favor dígale a sus hombres que salgan de la escena del crimen, las están contaminando…   Debo tomar un vuelo