El asesino de Christianshavn: Inspector Leif Anders Pedersen, #3

Por Leif Pedersen

Un hombre es encontrado muerto en un canal de Copenhague. Aunque los primeros indicios apuntan a que se ahogó o que falleció de hipotermia, el forense deja claro que se trata de un asesinato. 

El inspector Leif Anders Pedersen comienza su investigación siguiendo varias pistas que lo llevarán a detener a un sospechoso que tenía motivos más que fundados para matar a la víctima. Por desgracia, al día siguiente hallan otro cadáver en una embarcación varada en otro canal. El único punto en común entre las víctimas parece ser su nacionalidad: sueca.

www.drscpublishers.dk

• Idioma: Español
• Editorial: DRSC Publishers
• Fecha de lanzamiento: 23 ene 2016
• ISBN: 9781524215484

Vista previa del libro

Inspector Leif Anders Pedersen

T.3 El asesino de Christianshavn

Título original de la obra: Det morderen af Christianshavn

Lengua original de la obra: Danés

Traductor: DRSC Translators

Imagen de portada: © 1998, Niels PEDERSEN

Diseño de portada: © 2014, DRSC Publishers

Página web: drscpublishers.eu

E-mail: [e-mail]

Edición: 3º Edición

Publicado en 2016

© 2016, DRSC Publishers

Índice

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Biografía del autor

Acerca de la obra

Capítulo 1

Aquel día fui yo el primero en llegar al lugar del crimen. Por lo general, mi colega Erick me avisaba de que se había cometido un asesinato y me llevaba a la escena del crimen.

Como acabo de decir, aquel caso tuvo un comienzo diferente al de los anteriores. La centralita recibió  por la mañana temprano una llamada telefónica de un hombre que decía haber encontrado un cadáver junto a su barco. El hombre le preguntó al operador si debía sacarlo fuera del agua o dejarlo como lo había encontrado hasta que llegase la policía.

El operador telefónico le pidió al hombre  que atase con mucho cuidado el cadáver a su barco y que le dijese dónde se hallaba.

Un poco más tarde, llegamos a un canal del barrio de Christianshavn donde el testigo  había llevado su barco y  acostado:

"-Buenos días, inspector.  Me llamo Ludvig Mikkelsen. Navegaba hacia el puerto cuando, de repente, mi barco chocó con algo. Me dije para mis adentros ¡Otra bolsa de basura que la gente ha tirado al canal! y paré el motor para recoger lo que yo pensaba que era una bolsa de basura. Pero vi enseguida que se trataba de un cadáver.

-Y entonces, nos llamó....

-Sí. Aquí donde me ve, soy un ciudadano de bien, inspector. Para que lo sepa, nací aquí en Copenhague hace de eso 60 años y jamás en mi vida he vivido en otro sitio.

-Muy bien, señor Mikkelsen. ¿Puede usted decirnos lo que hizo después de habernos llamado?

-Por supuesto, inspector. He hecho lo que ustedes me mandaron, es decir que atase el cadáver pero que tuviera cuidado de no tocarlo. También me pidieron que acostara y que les dijera dónde estaba.

-Y como usted es un ciudadano de bien, ha cumplido a rajatabla lo que le habían mandado.

-Tiene usted toda la razón. Espero que quiten de en medio a ese fiambre, que ya estoy harto de remolcarlo....

-¿Dónde está?

-Venga conmigo y se lo enseño."

Ludvig Mikkelsen me pidió que subiera a bordo. Como  ni Harald ni Erick habían llegado todavía, estaba solo en el lugar del crimen y contaba únicamente con la ayuda de uno de los policías de la comisaría llamado Jakob Schmidt. 

Cuando subimos al barco, el señor Mikkelsen me condujo hasta la popa y me señaló con el dedo una cuerda que estaba bien atada a un clavo:

-Es aquí, inspector. El cadáver se encuentra justo debajo. Asómese y lo verá.

Hice lo que el señor Mikkelsen me decía y en efecto vi un hombre que flotaba en el agua. A causa sin duda de su larga estancia en el agua, el cuerpo presentaba un aspecto arrugado y blanquecino. El señor Mikkelsen le había atado una cuerda alrededor del torso para que los vaivenes del barco no lo dañasen:

"-¿Contento, inspector?

-Sí, se lo agradezco, señor Mikkelsen. Pienso que el forense, que está al llegar, se llevará el cuerpo enseguida. Ahora, haga el favor de prestar declaración ante mi colega, el  inspector Grønkjær.

-Por supuesto, inspector. ¿Desea usted algo más?

-¡Eh!... que sepa solamente que hasta que el forense no nos confirme la hora aproximada de la muerte de este hombre, se le considera a usted como sospechoso. Así que no se vaya de Copenhague. Déjele una dirección al inspector Grønkjær por si acaso necesitamos volver a hablar con usted. ¡Ah! ya oigo los coches de mis colegas....

-¿Sospechoso yo? Se equivoca, inspector. Además, tengo una cuartada.

-Dígasela a mi colega. Mira por donde ya está aquí."

Erick acababa de llegar al mismo tiempo que Harald. Subí la escalera y volví al borde del canal:

"-¿Qué os ha ocurrido para que lleguéis tan tarde? ¿Algo imprevisto?

-Pues sí, Anders, se nos pinchó una rueda y hemos tenido que cambiarla como si fuéramos mecánicos de primera. Vamos allá con ese cadáver....

-Harald, ¿no te importa echarle un vistazo? El señor Mikkelsen, el pescador que ha descubierto el cadáver, está en el barco y te enseñará dónde está.

-Bien. ¡Allá voy!"

Harald subió al barco y el señor Mikkelsen lo llevó hasta donde se encontraba el cadáver. Entre tanto le conté a Erick lo poco que sabía:

"-Según  me ha contado el señor Mikkelsen,  su barco chocó con