Eros díler
Por Nazul Aramayo
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El autor nos introduce a un ambiente permeado por drogas, sexo, alcohol, etc., donde la poesía surge como una consecuencia, como una expresión creativa en medio de estas situaciones. A su vez, el amor, ese sentimiento visto como el ideal a realizar, se presenta pero no bajo una connotación simplona empalagosa entre el protagonista y su novia, sino como la fuente de inspiración para el primero; como un proceso catártico a través del cual el joven poeta va construyendo su obra.
Cleti vive rodeado de mujeres de todo tipo, pero ninguna despierta en él una pasión tan particular como Yoselyn. En ella se consuman sus versos, su capacidad creativa se rodea de la vida que ambos comparten y de las situaciones dolorosas en común, provocadas por el valemadrismo de Cleti, quien tiene una forma muy particular de asumir su existencia como poeta, como creador, pero también como amante.
En medio de las adversidades generalizadas para la población joven contemporánea, la poesía para el protagonista representa la posibilidad de salir de toda esa mierda apostada en la ciudad de Torreón. Entre la mota, el alcohol, el sexo, el amor y la poesía Nazul Aramayo construye "Eros díler", para llevarnos a algo más allá de lo que podría parecer mera ficción: a una realidad.
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Eros díler - Nazul Aramayo
Índice
Portada
Créditos
1. Era el año cuando el Santos Laguna ganó su tercer campeonato
2. Yoselyn me despertó en la mañana
3. Llegué temprano al trabajo. El centro de la ciudad
4. Espanto Jr. y Don Cápsulo
5. Noche en la Comarca
6. Tarde lenta y dolorosa. Yoselyn salió a empeñar
7. Pedí el día libre. El ejército rondaba por las calles
8. Más tarde recibí una llamada de Espanto Jr.
9. Seguramente Yoselyn estaría
10. Limpiaba el aparador cuando
11. Llegué a casa sin ganas de beber
12. Los recuerdos me excitaron
13. Todo el día en la tienda
14. Día nublado, sin drogas, sin pisto
15. Junto a la vitrina de las pipas
16. Caigo en el aceite de la noche
17. Yoselyn y yo celebramos en el cerro
18. En la Pancho Villa no había nadie
19. Llegué a la tienda con las sienes
20. Apareciste virgen en un muro
21. Don Cápsulo me habló por teléfono
22. Sirenas de ambulancias y patrullas anunciaron
23. Cruda sin fronteras. Quise escribir
24. Ocho de la noche. Cerré la puerta
25. Tirabas barrio en la sombra
26. Bebí, garabateé versos, insectos rodearon
27. En nuestro tercer aniversario
28. El sol colgaba del cielo como una cuchilla
29. Llamada telefónica en la madrugada
30. Pensé que no debí de haberla buscado
31. Vamos a territorio caliente
32. ¿Te measte?
33. No tenía nada para desayunar
34. Me detuve en León Guzmán a cargar gasolina
35. Yoselyn bailaba borracha y grifa
36. Fui por Margarita a su casa
37. Desperté. Yoselyn empacaba su ropa
La biobibliografía
Colofón
Sobre el autor
Eros díler
Nazul Aramayo
Créditos
Eros díler / Nazul Eliel Aramayo García
Primera edición electrónica: 2015
D.R.©2015, Jus, Libreros y Editores, S. A. de C. V.
Donceles 66, Centro Histórico
C.P. 06010, México, D.F
Comentarios y sugerencias:
(55) 12 03 37 81 / (55) 12 03 38 19
www.jus.com.mx / www.jus.com.mx/revista
ISBN: 978-607-9409-27-2, Jus, Libreros y Editores, S. A. de C.V.
Todos los Derechos Reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, la copia o la grabación, sin la previa autorización por escrito de los editores.
DISEÑO DE PORTADA: Anabella Mikulan / Victoria Aguiar
PUMPKIN STUDIO holapumpkin@gmail.com
FORMACIÓN: Anabella Mikulan
CUIDADO EDITORIAL: Jus, Libreros y Editores, S. A. de C. V.
... aquí no existen tristezas,
todo se puede arreglar
con el ritmo y su compás
en La Laguna.
Tropicalísimo Apache,
En La Laguna
I
ERA EL AÑO cuando el Santos Laguna ganó su tercer campeonato. Yo quería un poco de la buena, quería una ciudad donde la droga me cayera del cielo sin temerle al ejército, la policía y los narcos. Quería cocaína y la quería pura. En Torreón eso era imposible. Decidí huir. Tenía dinero, ganas y nariz cachonda.
El sol ardía colgado en el cielo azul como los ojos heroicos o enfermos de Kurt Cobain, las porras levantaban polvo afuera del estadio Corona, los coches pitaban henchidos de gloria, Torreón, la Comarca Lagunera se alzaba con el trofeo del Torneo de Clausura del futbol mexicano.
Yoselyn y yo corrimos y gritamos como locos. Teníamos tres años de pareja, habíamos pasado por tantas cosas y ahora celebrábamos en la calle; toda la raza fuera de sí, en un frenesí verdiblanco, rolados hasta la madre de mota, gritando, bailando, echando desmadre como Dios manda, en medio del estruendo, la locura y el pisto desbordándose por todos los rincones polvorientos de La Laguna: Torreón, Gómez Palacio, Lerdo, Matamoros, San Pedro y demás municipios; todos en las calles, bajo el solazo, cubiertos apenas con serpentinas y banderas santistas, el futbol era nuestra gloria como si nos dieran un pedazo de nalga de Selena o Cristo, y nosotros, convertidos en devotos tex mex judeocristianos, oficiáramos la celebración de la segunda llegada de nuestra puta madre. Pero era el tercer campeonato. Mi chica y yo manejábamos un vocho verde, dueños de nuestro destino lo estrellamos contra un Chevy, reímos, metimos reversa y huimos por entre las calles de la colonia Aviación.
Pitamos victoriosos y nos lanzamos por más cheve quemando llanta.
Fuimos de una miscelánea a otra. Nada. Las nubes desfallecían sin aliviar el calor, los perros se refugiaban bajo carros desvielados.
Nada.
La cerveza en toda La Laguna se había acabado.
El lecho seco del río Nazas brillaba como una mesa de disección, cuerpos descabezados esperaban ser descubiertos entre los matorrales, polvo como bruma luminosa y tóxica encendía aureolas en nuestras cabezas; éramos Santos, santistas, futboleros; la sequía nos la venía guanga, éramos campeones. Y sin embargo, la cerveza se había acabado.
2
YOSELYN ME DESPERTÓ en la mañana con el periódico en la mano. Sonreía dorada por la luz que se metía por la ventana, las cortinas suspendidas, inmóviles, el aire afónico apenas entraba al pequeño cuarto de paredes cacarizas.
Vi el periódico y me levanté de la cama de inmediato. Embarré mi sudor nocturno al abrazar