La Acera Secreta
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Beauregaard Dulce se volvió invisible, pero sus problemas comenzaron cuando de repente volvió a aparecer. Ahora todo el mundo quiere algo de él. Manny el mecánico quiere a su mujer. Sharad LeMaster quiere su secreto. Emma Biggs quiere otra oportunidad en las noticias de televisión, las Cuatro Tribus desean enviarle de vuelta a donde quiera que se hubiese ido, y todo lo que él quiere hacer es comer
"Tom" "Lichtenberg"
Author of curiously engaging novellas of the science-fiction-y, post-modern-y, absurdist variety
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La Acera Secreta - "Tom" "Lichtenberg"
La Acera Secreta
Por Tom Lichtenberg
Edición Smashwords
Copyright 2007 por Tom Lichtenberg
Traducido 2013 por Monica Ocaña Rivero
Edición Smashwords, Notas de Licencia
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Uno
Cuando Marcus tenía once años, y su pequeño hermano Ben tenía solo seis, vivían en un barco en el puerto, con su madre, una empleada de supermercado llamada Kristen Holmes. A veces Ben tenía problemas para dormir por la noche, subía a la litera de arriba y golpeaba a su hermano en las costillas hasta que lo despertaba. Marcus abría un ojo y luego el otro, y decía al cabo de un rato.
¿Qué?
No puedo dormir,
Ben le contestaba, y Marcus sabía lo que eso significaba. Él suspiraba y decía: ESTÁ BIEN,
y luego ambos bajaban, se metían en sus zapatos, y salían sigilosamente a cubierta, para no despertar a su madre, saltaban el muelle y salían a la acera secreta, que estaba justo al otro lado de la calle, por detrás del estacionamiento.
Por lo general, se trataba de una calurosa noche de verano cuando esto sucedía, y no había nadie más alrededor, solo Marcus y Ben, algunos grillos y mofetas, y a veces un bulldog llamado Sparky que supuestamente, se encargaba de vigilar la flota, pero la mayoría de las veces no estaba allí.
La acera estaba oculta entre una pared y un seto, y básicamente no iba a ninguna parte. Se alineaba con la parte trasera de los edificios antiguos, que albergaban una variedad de inquilinos, un taller, una discoteca, una cafetería, un salón de tatuajes, un quiosco, una oficina oscura misteriosa y un salón de belleza. Comenzaba en Riverside Drive y se extendía una cuadra, hasta Battery. El seto hacía que fuera imposible verla desde el aparcamiento.
Nadie ha caminado jamás por esta acera. Nadie, excepto los dos chicos. Solo ellos sabían que era secreta y por la noche, y en especial a medianoche, y en especial a medianoche en una noche calurosa de verano cuando Ben no podía dormir y su mamá no lo sabía, algo extraordinario ocurría en esta acera, algo completa y totalmente extraño.
Esta acera se convertía en una ciudad.
Ciento Treinta y Siete
Llegaron a la esquina de Riverside y se pararon cara a cara, en la primera baldosa de la acera. La noche debería haber sido oscura, pero la luz reflejada del cielo de la ciudad mantenía las estrellas a raya y a la luna suave y pálida.
Estoy pensando en un número,
comenzó Marcus, entre uno y ciento treinta y siete,
y Ben empezó a entrecerrar los ojos y a retorcerse.
¡Veinte!
Gritó, y Marcus tuvo que recordarle que se callara diciendo que no con la cabeza y poniendo un dedo en sus labios.
Lo siento,
susurró Ben. ¿Treinta y dos?
Marcus sonrió y dijo: ¿Cómo lo has sabido?
mientras Ben se encogía de hombros y se echaba a reír sin hacer ningún ruido.
Treinta y dos
repitió Ben, y comenzó a bajar las escaleras. Sabía por varios experimentos que había exactamente ciento treinta y siete pasos de Marcus desde un extremo de la acera al otro. Con Ben trotando a su lado, Marcus marcó treinta y dos pasos, y se detuvo en una marcha de aceite en el suelo que dotaba al pavimento de un color arcoíris. Marcus asintió con la cabeza por un momento, y luego comenzó.
Dark Rider ha pasado por aquí no hace mucho tiempo,
dijo. Se puede ver por la oscuridad de esta mancha.
Se arrodilló y puso su nariz en el suelo, haciéndole un gesto a Ben para que hiciese lo mismo. Después de que ambos olisqueasen la zona, Marcus le preguntó a Ben qué olía.
Gas,
dijo Ben.
¿Qué más?
Marcus instó.
No lo sé,
dijo Ben. Yo solo huelo a gas.
Huele a canela también,
respondió Marcus. También hay un olor a cerveza sin alcohol, caramelos root beer...
Me encantan los caramelos root beer,
intervino Ben.
...Y serrín. Y también regaliz,
Marcus continuó, por eso es que sé que Rider ha pasado por aquí. Y tenía prisa, también.
¿Por qué?
preguntó Ben.
Oh,
dijo Marcus, Rider siempre está en un apuro. Desde aquel día,
y Marcus se detuvo de nuevo. Ben se puso en pie y estiró las piernas. Marcus también se levantó y se volvió hacia la pared del edificio detrás de ellos.
¿Qué día?
Ben declaró. ¿Qué pasó ese día?
El día en que se convirtió en Dark Rider, por supuesto. Antes él era solo un chico llamado Phil.
El Señor Pete
Sí, Phil era un chico normal al que le solía encantar andar con Manny el Mecánico a todas horas durante el día y la noche. A Manny no le gustaba el chico, y siempre le decía
pírate y
piérdete." Algunos de los brasileños, especialmente Junior Bus y Levantin, solían defender al pequeño, pero Manny les hacía callar.
¿Es que no tengo suficiente sin que un mequetrefe se cruce en mi camino? ¿Qué es lo que os pasa?
Pero él no está haciendo nada,
Junior Bus decía: Le gusta aprender lo que hacemos aquí, y nosotros se lo mostramos, ¿vale?
Le deberíais enseñar que no os gusta hacer lo que yo os mando,
gritó Manny, esta es mi tienda ahora que el viejo se ha ido y la ha espichado.
Efectivamente, no había sido lo mismo desde que el viejo Sam se cayó del tejado de una de esas cosas en Land Rover y se abrió la cabeza por la mitad y murió. Manny no era su hijo, pero actuaba todo el tiempo