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El Fin del Siglo: Apocalipsis - Visión Remota, #2
El Fin del Siglo: Apocalipsis - Visión Remota, #2
El Fin del Siglo: Apocalipsis - Visión Remota, #2
Libro electrónico319 páginas5 horas

El Fin del Siglo: Apocalipsis - Visión Remota, #2

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Esta segunda parte de 'Visión Remota' trata la otra porción de los eventos expuestos en el último libro de la Biblia, conocido como Apocalipsis. En esencia, la parte de previsión futurista del libro se expone desde el capítulo 4 hasta el final, el capítulo 22.

Una vez ha caído el gran asteroide (en el mar), una ola de apariciones reinan por el planeta por varios meses, en tanto el poder global se centraliza y se establece en Europa (en Bruselas), durante un periodo de oscurecimiento atmosférico. Una vez se oficializa el Nuevo Orden Mundial, el gobierno planetario y su líder supremo, transcurren 1332 días (3 años, 7 meses y 27 días) - acorde a las palabras del profeta Ishaiahu (Isaías) antes de su asesinato – hasta que Cristo envía a sus ángeles a la Tierra para derrocar a la Bestia y establecer mil años de paz.

Los EE.UU. desaparecen como nación y, debido a los desastres naturales, se reubican las instalaciones y centros de poder, mayormente en Europa. Estos desastres naturales arrasan mayormente Roma y devastan la ciudad de Vaticano. Gran parte de las ciudades costeras desaparecen, así como islas del Atlántico. Se aplica el modelo de estados del Club de Roma, organizando el mundo en 10 superestados (desaparecen todos los países como naciones soberanas). El desarrollo de estos 3 años y medio viene acompañado de la imposición definitiva de la inteligencia artificial, la Big Tech (el Gran Hermano Tecnológico, cuya base es el control biométrico y los sistemas de vigilancia absolutista y eliminación de los derechos civiles y de privacidad), la realidad virtual, la computación cuántica y la tecnología 7D en todas partes.

Yerushalim (Jerusalén) resulta ser el foco de interés del Anticristo, quien engaña a los judíos haciéndoles creer que es su mesías. Seguidamente - acorde a la escatología judía – Armilius (el hombre de iniquidad, el falso profeta, Belial o el Anticristo) empuja a 70 naciones contra Israel, mientras los pueblos musulmanes entran a pie y libran una guerra civil entro de las fronteras del país. Las naciones de oriente se suman al conflicto y estalla la Cuarta Guerra Mundial, o Guerra de Har-Megido (Armagedón). La gente que se inyectó la marca de la Bestia sufre atroces ulceras y dolores, más cuando olas de radiación solar aumentan, y los agujeros producidos a la capa de ozono por el uso de las armas termonucleares durante la Tercera Guerra Mundial, desencadenan incendios por doquier, imposibilitando a las personas el salir al exterior. La radiación solar es tan intensa que arruina todos los sistemas electrónicos del planeta y deja completamente a oscuras al gobierno de la Bestia.

Finalmente, cuando Israel está a punto de ser destruido, llega la Confederación de las fuerzas celestiales enviadas por Cristo y ejecutan un juicio contra las naciones que les atacaron, comenzando el restablecimiento del planeta y un gobierno de justicia y armonía. Lucifer y sus generales son encarcelados, el gobierno mundial disuelto y son condenados los artífices del poder mundial.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento24 abr 2024
ISBN9798223121312
El Fin del Siglo: Apocalipsis - Visión Remota, #2
Autor

Frederick Guttmann

Israeli writer, researcher, disseminator, documentary filmmaker and influencer. He is the writer of more than 35 books, mostly research and dissemination theses.

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    El Fin del Siglo - Frederick Guttmann

    C:\Users\oficina2\AppData\Local\Microsoft\Windows\INetCache\Content.Word\Caratula Apocalipsis Vision Remota II.JPG

    Frederick Guttmann R.

    APOCALIPSIS,

    VISIÓN REMOTA

    Libro II

    ‘El Fin del Siglo’

    Project Magen

    Septiembre 2016

    Carátula: Aday Quintero P.

    Índice

    Asteroides - 6

    El Dragón - 15

    La Gran Babel - 24

    La Bestia - 42

    Ángeles Destructores - 50

    El Anticristo - 60

    El Número de la Bestia - 77

    La Imagen de la Bestia - 86

    La Marca de la Bestia - 89

    La Vida de la Imagen - 96

    Persecución a los Fieles - 105

    Radiación Solar y Zombis - 109

    Har-Magedon - 116

    Regreso de Jesucristo - 128

    El Milenio - 137

    Conclusión - 145

    APOCALIPSIS, VISIÓN REMOTA II

    El Fin del Siglo

    «No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos,

    ni los que me odian sin causa guiñen el ojo, porque no hablan paz

    y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas.

    Ensancharon contra mí su boca; dijeron:

    ¡Con nuestros ojos lo hemos visto!. ¡Tú lo has visto, Iaheveh!

    ¡No calles! ¡Adonai, no te alejes de mí!

    ¡Muévete y despierta para hacerme justicia,

    Dios mío y Señor mío, para defender mi causa!»

    (Salmo 35:19-23. Rey David, 1040-966 a. C.)

    En la primera parte de ‘Apocalipsis, Visión Remota’ hemos observado los puntos que tratan lo relativo a la ‘Gran Tribulación’ que vivirá nuestro mundo y aún los elegidos y fieles (para que con esto muchos sean perfeccionados, y asimismo otros tantos tibios despierten). Os he comentado que la base de estos dos libros finmundistas es la intuición, la premonición, las visiones, las revelaciones, los sueños, la percepción extrasensorial y la visión remota a propósito de las cosas que se vienen, y he escogido muchos temas que he podido ir cotejando y enlazando unos con otros. Existen otras personas populares que han visto cosas destacables, pero algunas no son materia que esté tratando en este momento acá, o no son del todo claras. Por ello he señalado las que considero más afines y certeras. Hay otras de las cuales se pueden sacar datos con pinzas, como es el caso de la señora ‘Baba Vanga’, una ciudadana búlgara que predijo muchas cosas en su época. De ella se dice que dio fechas específicas sobre acontecimientos futuros, pero los tiempos y secuencias que le atribuyen a los eventos predichos por ella son exagerados y están mezclados en su ubicación temporal.

    Baba Vanga habría muerto el 11 de agosto de 1996, a los 85 años de edad, y la única alusión que parece coherente que diera para justo después de su fallecimiento es la que define que para 2018 la nación de China se convertiría en la nueva potencia mundial. Aún con todo, ya veremos que eso no será exactamente así, a pesar de que ahora es la potencia económica global - y puede que la segunda o tercera potencia militar de nuestro planeta. Si quitamos las fechas que se supone que mencionó, y nos remitimos simplemente a sus advertencias, entonces sí tenemos citas lógicas y cuales coinciden con otro monto de profecías. Vanga se afirma que profetizó que luego de ser China la potencia mundial, lo subsiguiente sería que la órbita de la Tierra cambiará ligeramente; también habría sostenido que entonces Europa tendrá graves problemas demográficos, que el hambre lentamente pasaría a ser un problema para la humanidad, que habría derretimiento polar y fuerte subida del nivel del mar, y cosas por el estilo. Igualmente se dice que advirtió que más adelante la economía del mundo mejoraría notablemente mientras que en Europa los musulmanes dominan. Ya sabemos que esto tiene que ver con la nueva moneda y la invasión islámica, pero Vanga añade algo extraño, pues supuestamente afirmó que efectivamente Roma sería ocupada por islámicos, pero que sería atacada por EE.UU. con un arma climática que produce glaciación... ¿HAARP?

    Acomodando el resto de sus visiones, hallamos que habla del imperialismo de la Bestia (refiriéndose al mismo como ‘la ideología comunista’). Como digo, muchas cosas que advierte tienen incluso un orden incorrecto en su ubicación temporal, pero son correctos como sucesos en sí, y si tomando sus palabras y las organizamos acorde a la secuencia que nos brinda Apocalipsis, hallamos objetividad en datos tales como: Gran guerra entre las naciones pequeñas; países potencias son los involucrados; Se produce gran hambruna para la humanidad; Gran sequía; Emerge una nueva enfermedad. Las personas viven como bestias; Cambio en la trayectoria de los planetas; Tierra en la oscuridad; Aparece una nueva religión; Fuerte llamarada solar. Estaciones espaciales y satélites viejos comienzan a caer; Guerra entre los humanos por los recursos. Más de la mitad de las personas mueren. Posteriormente estarían otros vaticinios inmediatos, como: Termina la guerra; Restauración del medio ambiente; Un sol artificial ilumina el lado oscuro de la tierra; Se formarán colonias bajo el mar; Una nueva iglesia se organiza y enseña nuevas ciencias; Se encuentra un camino para vencer cualquier enfermedad; El hombre finalmente alcanza el nivel de desarrollo que le permite alcanzar las formas de contacto con Dios. La humanidad alcanza la inmortalidad.

    Ahora bien, ya que previamente hablamos de los eventos hasta el Arrebatamiento, continuemos desde este punto en adelante siguiendo la cronología bíblica y parabíblica, no antes sin añadir la Agenda Bilderberg 2015: Como informó ‘El Confidencial’, los temas que se habrían tratado el año pasado fueron: Inteligencia artificial; Ciberseguridad; Armas químicas, amenazas; Estrategia europea; Globalización; Grecia; Irán; Medio Este; OTAN; Rusia; Terrorismo; Reino Unido; EE.UU.; Elecciones USA. No sé de lo que habrán hablado los días 7 al 9 de junio de este año en la reunión Bilderberg, pero solo con la lista de prioridades del año anterior basta hacerse una idea de lo que ese club está maquinando, y que es bastante – o lo mismo - de lo que trataremos en este libro. A pesar de que estos libros no van de teorías de la conspiración, no se puede eludir el principio fundamental de control global que dirigen estos individuos, porque eso nos lleva a conocer la red satánica que está cubriendo nuestro mundo y haciendo desaparecer toda chispa de luz para erigir su tiránico imperio global: «Estos que juzgan a las estrellas del Cielo, que levantan sus manos contra el más Alto, que oprimen la tierra y habitan sobre ella, cuyas acciones expresan todas injusticia, cuyo poder reside en su riqueza, cuya confianza está puesta en los dioses que ellos han hecho con sus manos: ellos niegan el nombre del Señor de los espíritus; ellos persiguen sus congregaciones y a los fieles, a quienes condenan en nombre del Señor de los espíritus.» (1ª Enoc 46:7-8). Aunque se escondan los juicios del cielo caerán sobre ellos.

    Asteroides

    «En estos días los reyes de la tierra y los poderosos que dominan la tierra tendrán el rostro abatido a causa de la obra de sus manos, porque del día de su angustia y aflicción no se salvarán.» (1ª Enoc 48:8) El verso 14 de Apoc. 6 describe una escena idéntica a la de la película ‘Deep Impact’ (Impacto Profundo), cuando un primer gran asteroide atraviese la atmósfera: «Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla.» El vocablo griego del texto es ‘Apejorísthi’, relativo a desplegarse, replegarse, separarse, apartarse, dividirse, abrirse, retirarse o alejarse. Si el cielo estaba siendo cubierto de nubes, ahora los grandes pedazos de roca lo rajaban y separaban, como incluso se observa en los modelos de animación sobre impactos de asteroides. El golpe contra la superficie será tan fuerte que moverá montañas e islas: «y todo monte y toda isla se removió de su lugar.» Es notorio que al ver venir esto toda la gente huirá a esconderse: «Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes.» Además de esto, «decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?» O sea, estos poderosos saben que dichos sucesos representan el inicio de la ‘ira’, y concretamente los relativo a CRISTO, que son previos a los de Iaheveh.

    «Pero cuando Dios traiga para los mortales: Brindar una gran señal, día [de] crepúsculo oscuro alrededor del mundo, incluso después de ti, oh rey, que venga el fin, tampoco es posible que tú escapes [sino] perforado [por] dardo de un hermano contra ti arrojado. Luego, volverá a gobernar un destructor de la vida, un águila de fuego de la estirpe real [...] y vendrán a los hombres mortales, las criaturas de un día, las hambrunas y las plagas y guerras y homicidios, y una oscuridad incesante sobre la tierra, madre de los pueblos, y la implacable ira del cielo, y el desorden de los tiempos, y temblores, y rayos de fuego, y las piedras y las tormentas de lluvia y las gotas de miserables. Y las altas cumbres de la tierra frigia sienten el choque, las bases de las colinas escitas; Siente el choque, ciudades tiemblan, y todos los de la tierra, tiemblan los acantilados de la tierra de Grecia. Y muchas ciudades, Dios está muy enojado, deberán quedarse derribados en la quema por rayos.» (Oráculos Sibilinos. Libro XIV, cap. 278-304). Más ejemplos de profecías sobre un cometa relacionado con guerras, asteroides, demonios, hambruna y el fin de los tiempos se ven en contadas partes de los vaticinios de la sibila: Libro XIV, vers. 340-350, 380, 450-455; Anexo I, cap. 40-45; Anexo III, cap. 25-30, 55.

    Notables menciones sobre ese momento, donde la gente se ocultará bajo grutas, cuevas e instalaciones subterráneas, pero mayormente las citas enumeran advertencias sobre esos bólidos estelares viniendo contra nuestro mundo. Una de las cartas Illuminati de Steve Jackson (1994) describe un asteroide ardiendo en forma de pirámide que entra a la atmósfera terrestre. Esta carta se titula: ‘Meteor Strike’ (impacto de meteoro). Esta es una de las cartas de la baraja que son categorizadas con ‘Desastre’, y que se usan para aprovechar y realizar nuevas maniobras estratégicas para ganar más puntos (dominio). Años después de la edición de esta baraja de rol se estrenaron casi simultáneamente los films ‘Deep Impact’ (impacto profundo) y ‘Armageddon’, en los dos anunciando un gran asteroide en directa trayectoria hacia la Tierra. Ambos temas tratan de misiones de la NASA para destruir o redirigir la enorme roca, como emulando los anuncios del predicador puertorriqueño, Efraín Rodríguez. Este hombre lleva un par de años advirtiendo que un gran asteroide impactará el norte del Atlántico (ha dicho que la NASA se comunicó con él por la similitud de sus detalles con el conocimiento que ellos tenían de un evento similar, y que en esa ocasión consiguieron desviar aquella roca). La producción ‘Deep Impact’ es tan clara que incluye un ‘presidente negro’, el ‘estado de emergencia nacional’, ‘misiles’ llamados Mesías - para repeler parte del peligro - y ‘dos enormes pedazos de roca que caen al mar’.

    Esta película es un fiel reflejo de Apoc. 8, y no puede ser albur el nivel tan alto de acertividad y afinidad. El inicio de la ira de Dios es fuego del cielo, resultado de la guerra celeste entre las potencias que allá rigen: «Y esta es la Novena y última Señal: Usted escuchará de un lugar de morada en los cielos, arriba de la tierra, que caerá con gran desplome. Aparecerá como una estrella azul. Muy pronto después de esto, cesarán las ceremonias de mi pueblo [...] Estas son las Señales que una gran destrucción está por venir.» (Las Profecías Hopi). Además de estos indios norteamericanos, la vidente griega escribió hace miles de años: «Mas los impíos, que al cielo envían discurso sin ley, cesarán su hablar uno contra otro, y se esconderán hasta que el mundo sea cambiado. Y habrá una lluvia de fuego resplandeciente desde las nubes; y nunca más los mortales cosecharán el justo maíz de la tierra; todas las cosas no sembradas y sin arar, hasta que los hombres mortales reconozcan al Señor de todas las cosas, Dios inmortal siempre existente...» (Oráculos Sibilinos. Libro V. versos 365-370) Sin capacidad nuclear, las naciones estarán desprotegidas ante esta amenaza; El engaño de la invasión alien habrá reducido el poder de defensa y será casi imposible desviar estas rocas.

    Después de la parte donde Sara Menet (1979) ve la ley marcial, la guerra y los campos de refugiados, cuenta que «en la oscuridad también vi pequeñas bolas de fuego. No estoy segura de si esto sucedió justo antes o durante la aparición de las nubes en forma de hongo. Las bolas que cayeron del cielo, eran de diferentes tamaños - siendo más  parecidas en tamaño a  pelotas de golf - y eran muy calientes. Había millones de ellas. A medida que se caían del cielo dejaron rastros de llamas y humo detrás de ellas. Todo lo que tocaban iniciaba un fuego: la gente, los edificios, árboles o hierba. Todo se quemó. No les pregunté qué eran o de dónde habían venido, porque en ese momento yo estaba nerviosa debido a la escena que contemplaba delante de mí, y por eso me observaron, sin hacer muchas preguntas.» Los misiles armados con capacidad atómica se lanzarán desde nuestra esfera – o desde satélites armados - y sólo conseguirán destruir parte de la corteza frontal de los meteoros, que junto con el resto de material espacial serán lo primero en caer a la superficie y quemar la atmósfera, llegando al suelo y calcinando casi todo. Al final de su visión, Sara Menet cuenta la última parte del sueño y de este fuego, relatando: «Ahora mi perspectiva cambió: una vez más veía toda la tierra desde la distancia. Entonces vi una enorme bola de fuego, mucho más grande que la tierra, se acercaba a nuestro planeta. Era muy brillante de color rojo y dorado, y envolvió toda la tierra. Cuando fui testigo de este evento que no podía dejar de sentir la diferencia entre ella y todo lo que había ocurrido, y pregunté qué era aquello que veía.»

    Los partidarios de la teoría de las ‘Antiguos Astronautas’ y el planeta Nibiru, disfrutarán leyendo todo esto: «Me impresionó que era la quema de la tierra que se describe en la Biblia. Entendí que justo antes de la aparición de la bola de fuego, Jesús había aparecido, y la buena gente que había visto anteriormente había dejado con él y ya no estaban en la Tierra. Las pocas personas que fueron dejadas atrás eran esos malvados que habían sobrevivido las devastaciones anteriores. La imagen de la Tierra envuelta por esta gran bola de fuego de color rojo y amarillo se desvaneció lentamente en la oscuridad. Estaba pensando que tenía que bajar y cuidar de mis hijos para que pudieran ser protegidos de las terribles cosas que iban a suceder y luego no recuerdo nada más hasta que me desperté en el hospital.» Otra referencia a que justo al caer los aerolitos, los elegidos estarán siendo sacados por los ángeles de Cristo, y para el momento en que el fuego llegue al suelo, ya no estarán. Los malajim (ángeles) enviados habrán estado con ellos desde días, semanas e incluso meses antes, y en la última hora vendrán los encargados de llevarlos junto con los Resucitados de aquel momento. Enoc lo comentó diciendo: «Para todos los justos y los santos Él designará Vigilantes de entre los santos ángeles, ellos les guardarán como a la niña de un ojo hasta que Él extermine toda maldad y todo pecado y si los justos duermen un sueño largo, no tendrán de qué preocuparse.» (1ª Enoc 100:5).

    La descripción se asemeja a las cientos y cientos semejantes que se han registrado a lo largo de miles de años. Incluso la biblia habla de ‘fuego’ y ‘granizo’ también cayendo en el pasado sobre Egipto (Éx. 9:23), lo cual tiene explicaciones científicas (precisamente porque los elementos que llegan a la nuestra esfera vienen rápido). Esta materia que se precipita desde la estratósfera arde por la ‘Presión de Choque’ generada por las moléculas de aire en fricción a altas velocidades. Esto no se nota en el espacio porque se supone que ahí no hay aire, ni habría cosa alguna que ejerza presión sobre ellos, de modo que llevan una velocidad constante e incluso llegan a acelerar por alguna atracción gravitatoria que influya sobre su masa. Es lógico que un meteorito, que llega a 70.000 kilómetros por hora, arda en el cielo, pero gran parte de su matera exterior se desintegra al ir atravesando la Termosfera y la Mesosfera. Al ser más ligero y aumentar las partes separadas a esa altura, muchas porciones se congelan. Seguidamente, llegado a los 110 km de altura se encuentra con una temperatura de ‘-90º C’, y posteriormente, a los 85-90 km, es de casi ‘-100º C’. Aumenta un poco hasta los 50 km, y vuelve a bajar a los 20 hasta los 10 km de altura hasta los ‘-50º C’. Por esa razón estos fenómenos combinan caída de rocas con ‘fuego’ y ‘granizo’.

    El verso 13 de Apoc. 6 nos dice: «... las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se separó (replegó) como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se movió fuera su lugar.» Y se explica detalladamente en dos versos más adelante, pero primero mencionando el terremoto que precede al Arrebatamiento: «Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas. [...] Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.» (Apoc. 8:1-6) Entonces cuenta: «Y [con] el primer sonido [de trompeta], y sobrevino granizo y fuego mezclados en sangre, y [fueron] lanzados sobre la tierra...» (vers. 7) Como en la narrativa de Joel sobre el ‘fuego’, la ‘sangre’ y las ‘columnas de humo’, el elemento ‘sangre’ es decisivo para comprender que se trata de una conflagración que está teniendo lugar; «y el tercio de la Tierra se quemó, y el tercio de los árboles se quemó, y toda la hierba seca se quemó.» Todas las traducciones que conozco que se hicieron del texto griego están erradas en este punto al decir, «hierba verde». La referencia original afirma que es hierba ‘Jlorós’ (pálida), mientras el verde como tal se denomina ‘Prásinos’. La hierba verde no se quema así sin más, en cambio la seca combustiona instantáneamente con un poco de incidencia. Por ello sostiene que TODA se quemó, y lógicamente esto constituye un incendio a nivel planetario (un ejemplo se ve en el film, ‘The Road’, con Viggo Mortensen, de 2009). Esta vegetación no es seca al 100%, porque no usa la palabra ‘Kítrino’ (amarillo), sino la de ‘palidez’: entre amarillento y verdoso.

    Si ya habíamos dicho que el mundo venía sufriendo por la retención de lluvia y la inaccesibilidad al agua, es asumible que los campos no estarán verdes. Eso explicaría que, por el contrario, no todos los árboles ardieron, sino que, igual que el resto de la superficie firme, ardió ‘1/3 parte’. Los árboles tienen una mayor resistencia al clima que las plantas, e incluso suelen reverdecer tras periodos casi moribundos, pero la hierba depende de la humedad constante. Ergo, nos cuentan del incendio terrestre a causa del fragor de batalla celestial, en repetidas ocasiones: «...Las estrellas caerán todas delante en el mar, todas una por una, sin embargo, los hombres verán en el cielo una brillante corneta, signo de mucha angustia a punto de llegar, de la guerra y la batalla (la lucha).» (Oráculos Sibilinos. Libro VIII. verso 250); Otra cita anuncia: «... El mundo ha de ser desordenado, mientras que los hombres se pierden. Y a continuación, los miserables, quemados gravemente, mirarán al cielo forjado no con estrellas, sino con el fuego. No rápidamente... no serán hechos perecer rápidamente, sino disueltos desde debajo de la carne, y quemándose en el espíritu durante años de la edad larga...» (Oráculos Sibilinos. Libro VII. Versos 170-175) Este arder es también referido en sentido espiritual, y la profecía de ‘La Salette’ asimismo lo advierte sobre Roma (que es la forma de referirse a Vaticano como a los EE.UU.) - tanto físicamente como simbólicamente -: «ROMA pagana desaparecerá, caerá fuego del cielo y consumirá tres ciudades; el universo entero estará preso del terror, y muchos se dejarán seducir por no haber adorado al verdadero Cristo, que vivía entre ellos. Ha llegado el tiempo. El sol se oscurece, solo la fe vivirá. Aquí está el tiempo. El abismo se abre.» (Secreto de la Salette - 1842, Francia) ¿Roma pagana?

    Hay tantas menciones de esto que profetizó la sibilina, que abarcaría muchas páginas de este libro, pero citaré algunas solamente: «Y se mueren todos los hombres, con sus propias casas, cuando desde el cielo correrá una catarata de fuego. ¡Ah, miserable de mí! Cuando se manifestará aquel día y cuando el juicio, vendrá de Dios inmortal, el poderoso rey.» (Oráculos Sibilinos. Libro III. Versos 60-65); «Y el juicio del Dios poderoso vendrá sobre ellos, y todos ellos serán destruidos por el brazo inmortal. Y espadas de fuego caerá el cielo delante en la tierra; y grandes luces brillantes que descenderán de fuego en medio de los hombres.» (Libro III. Verso 840); «Un terror poderoso para ser visto en lo alto, midiendo una columna con un fuego fantástico cuyas gotas matarán a las razas de la humanidad que se han atrevido a males.» (Libro VII. Verso 35); «Una poderosa corriente de ardiente fuego del cielo [caerá] y todos los lugares consumirá, tierra, océano inmenso, y el mar resplandeciente, y los lagos y los ríos, manantiales, y [el] cruel Hades y el cielo celeste. Y las luces celestiales se dividirán en uno, y en el exterior formarán todo desolado. Pues las estrellas del cielo caerán en todos los mares. Y [en] todas las almas de los hombres será el crujir de dientes, quemados tanto por corriente de azufre y la fuerza del fuego en suelo voraz, como por cenizas [que] ocultarán todas las cosas. Y luego del mundo todos los elementos deben quedar carentes de nada, aire, tierra, mar, luz, cielo, día, noches; y ya en el aire no podrán volar pájaros innumerables, ni los que viven nadando en el mar nadando [ya] más en todo...» (Libro II. Versos 245-255)

    «Por encima de ellos estará la mano de Dios. Ahora dile que para ti [será] señal superior clara, que tú debes saber cuándo será el fin de todas las cosas en la tierra. Cuando en el cielo estrellado espadas tardar el punto de la noche en línea recta hacia el oeste y el este, será inmediatamente que habrá también desde el cielo una nube de polvo en suspensión hacia toda la tierra, y el brillo del sol en medio del cielo deberá ser eclipsado, y vigas (ases) de la luna aparecen y vienen de nuevo en la tierra; pues gotas de sangre destilan de las rocas un signo habrá de ser, y serás vosotros en la nube he aquí una guerra de pie y de caballo, como la caza de animales salvajes en la niebla densa. Este fin de todas las cosas de Dios será consumado, cuya morada está en los cielos. Pero todo se debe sacrificar al gran rey. Estas cosas yo te mostraré, yo que locamente quedaré de las largas paredes de Babilonia y Asiria para Grecia anunciar a todos la ira de Dios, el fuego enviado...» (Libro III. Versos 985-1005) Esta alusión a cruzar el cielo recuerda a Ieshua cuando advirtió se la señal de su venida como un ‘Astrapí (‘resplandor’) que cruza el cielo (Mat. 24:27). Ese ‘Astrapí’, ¿podría ser un ‘Astro’ resplandeciente? En ‘Fátima’ y ‘La Salette’ se anunció también esta ira traducida en llamas: «Fuego y humo caerán del cielo, las aguas de los océanos se convertirán en vapor y la espuma se alzará desordenando, y todo se hundirá. Millones y millones de hombres perecerán de hora en hora, y aquellos que queden con vida envidiarán a los muertos. Por todas las partes a las que se vuelva la mirada, habrá angustia, miseria, ruinas en todos los países.» (Tercer Mensaje de Fátima)

    Estas claras referencias a una gran lluvia de meteoritos y asteroides son extendidas por Juan, quien después de revelar la caída de la misma, describe el subsiguiente acercamiento de otras 2 o 3 gigantescas rocas. Los hebreos usaban los cuernos de carnero (‘shofar’) y cabra (‘keren’) para anuncios importantes, pero para la época de los griegos, estos ya forjaban de bronce y otros metales trompetas, o ‘salpinx’, que no dejaban de ser usados para anuncios. Los romanos podrían usarlo para advertir la venida de algo o alguien importante, pero los hebreos lo hacían para los ‘tiempos solemnes’ y para ‘aviso de guerra’. En el caso de Juan, escucha estas trompetas que son acompañadas de asuntos bélicos del cielo y de la Tierra. La primera mención que hace del mayor asteroide es con el sonar de la ‘Segunda Trompeta’: «Y el segundo ángel [tocó] la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue lanzada al mar; y el tercio del mar fue sangre. Y murió el tercio de las criaturas del mar que tenían alma, y el tercio de las embarcaciones fue destruida.» (Vers. 8-9) Una vez llueva fuego y azufre – y sangre ¡wow! - se precipitará una roca de grandes proporciones en el mar. Por el resto de descripciones que luego veréis, el sitio del impacto será muy probablemente el norte del Atlántico, pero no a la altura de Puerto Rico – como dijo Efraín Rodríguez - sino más arriba, a la altura norte del ‘Trópico de Cáncer’.

    El Apocalipsis Esenio de Juan describe en los versos 86 al 88: «Y tañó el primer ángel, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron lanzados sobre la tierra, y los verdes bosques y los árboles ardieron, y la verde hierba se tornó ceniza. Y tañó el segundo ángel, y cual si fuese una gran montaña ardiendo en llamas fue lanzada al mar: Y la sangre cual vapor ascendió desde la tierra.» Respecto del segundo pedazo de asteroide, el apóstol no aclara que caiga en tierra o en mar, sino en un punto clave que altere las profundas

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