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Geopolítica del yihadismo global
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Libro electrónico537 páginas9 horas

Geopolítica del yihadismo global

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Después de la captura de grandes extensiones de territorio a los dos lados de la transfrontera de Siria e Irak, los sunitas del Estado Islámico de Irak y el Levante (Siria y Líbano) —ISIS, por sus siglas en inglés, y DAESH, en árabe— proclaman la “restauración del Califato” del “nuevo Estado Islámico”. Su enigmático líder Abu Bakr Al-Baghdadi es p
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento9 feb 2021
ISBN9786077521747
Geopolítica del yihadismo global
Autor

Alfredo Jalife-Rahme

Alfredo Jalife-Rahme. Especialista en neuroendocrinología, egresado del Instituto Nacional de Nutrición y del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. En 1997, invitado por la ONU, participó en el “Seminario sobre el Medio Oriente” en Atenas (Grecia) y, posteriormente, seleccionado por la ONU, formó parte de la Misión de Noticias y Hallazgo de Hechos, en Egipto y Jordania. Cofundador de la filial mexicana de la Federación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (Premio Nobel de la Paz, 1985); forma parte de su cuerpo de gobierno. Miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York y de otras instituciones académicas de prestigio mundial. Citado en Marquis Who is Who in the World, ha sido seleccionado para aparecer en “Hombres de Logros” de la Enciclopedia Biográfica de Cambridge (Inglaterra). Profesor universitario en varias casas de estudio nacionales e internacionales. En la Universidad Nacional Autónoma de México, profesor de Posgrado en Geopolítica y Negocios Internacionales de la Facultad de Contaduría y Administración, y miembro del Comité de Árbitros del Instituto de Investigaciones Económicas. Exasesor del Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México. Asesor de la Comisión Nacional Mexicana de Bioética. En la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, está a cargo de la Cátedra Alfredo Jalife-Rahme sobre estudios geoestratégicos del Programa Universitario de Ciencias de la Transición. Nombrado como el mejor analista de asuntos internacionales por la revista Líderes Mexicanos. Comentarista y analista de diversos medios de comunicación: periódicos La Jornada, Por Esto! (península de Yucatán) y Horizonte (Monterrey); radio y televisión de la Universidad de Guadalajara, y las televisoras CNN en español, Fox News en español, Telesur, Russia Today, TV Azteca y Proyecto 40. En 2016, el portal francés Réseau Voltaire lo nombra “El máximo experto en geopolítica de Latinoamérica”.

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    Vista previa del libro

    Geopolítica del yihadismo global - Alfredo Jalife-Rahme

    Primera edición, 2016

    Primera edición digital, 2020

    D.R. © Grupo Editor Orfila Valentini, SA de CV

    Av. Río Mixcoac núm. 25 Piso 11-A

    Colonia Crédito Constructor

    Alcaldía Benito Juárez

    C.P. 03940 Ciudad de México, México

    info@orfilavalentini.com

    www.orfilavalentini.com

    ISBN: 978-607-7521-40-2

    ISBN: 978-607-7521-74-7 (libro electrónico)

    Diseño de la portada: Agustín Azuela de la Cueva

    Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio —electrónico o mecánico—, incluida la portada, sin contar con la autorización previa y por escrito de Grupo Editor Orfila Valentini, SA de CV.

    Impreso en México

    Conversión gestionada por:

    Sextil Online, S.A. de C.V./ Ink it ® 2021.

    +52 (55) 5254 3852

    contacto@ink-it.ink

    www.ink-it.ink

    ÍNDICE

    Introducción

    I. Medio Oriente después de las revoluciones árabes

    1. Expansión simultánea de la OTAN y el terrorismo islámico

    2. Mundo árabe: incertidumbre democrática y ascenso del fundamentalismo islámico

    II. La hipercomplejidad geopolítica de Siria

    1. Teoría del dominó en reversa: ¿siguen Siria, Irán y Libia?

    2. La última batalla de Dick Cheney: ¿Siria o la Casa Blanca?

    3. ¿Quién caerá antes: Siria o Irán?

    4. ¿Guerra contra Hezbolá, Siria o Irán, o los tres, o ninguno?

    5. Siria: la primera revuelta árabe por el agua y el cambio climático

    6. La hipercomplejidad geopolítica de Siria: Estados Unidos contra Irán

    7. Turquía y el reajuste de Siria

    8. Las opciones de Turquía en Siria, según Stratfor

    9. Turquía e Irán se coordinan sobre Siria

    10. El OTANcidio global y su próxima guerra contra Siria, vistos desde China

    11. Tenues líneas rojas rusas en Siria, Arabia Saudita y Egipto: incertidumbre sucesoria y electoral

    12. Fase pos-Bashar: guerra de baja intensidad de Estados Unidos contra Irán, Rusia y China

    13. Epicentro sísmico de Siria: reverberaciones en Turquía, Líbano y Jordania

    14. Detrás de los bombardeos punitivos a Siria, ¿petróleo de Irak e Irán?

    15. Siria: los fantasmas de Irak persiguen a Obama

    16. ¿Podrá el G-20 detener la guerra de Obama en Siria?

    17. Obama en Siria: ¿petróleo y la crisis financiera de Estados Unidos y su dólar?

    18. Putin salva a Bashar y a Obama

    19. Siria: acuerdo Putin-Obama y el retorno triunfal de Rusia

    20. Los grandes vencedores en Siria: el BRICS y el grupo de Shanghái

    21. Audaz jaque mate de Putin a Estados Unidos en Siria, según Conflicts Forum

    22. Rusia conecta la costa Siria a los mares Caspio y Negro: ¿otro jaque a la supremacía marítima de Estados Unidos?

    23. Los 50 James Bond de Obama en Siria: ¡para combatir a 230 mil yihadistas!

    24. ¿Cuál será la reacción de Rusia al derribo de su avión por Turquía?

    25. Disección de la retirada de Putin en Siria: ¿evitar la trampa Brzezinski?

    III. Crisis de los refugiados y el yihadismo en Europa

    1. ¿Al Qaeda en la Torre Eiffel?: la guerra global del gas

    2. Los yihadistas de Irak y Siria expulsan a los cristianos

    3. Siempre sí llegó Al Qaeda a la Torre Eiffel

    4. Turquía acusa Al Mossad de estar detrás de los atentados terroristas a Charlie Hebdo

    5. Yihadistas libios amenazan invadir al Vaticano

    6. Libia: medio millón de refugiados en alta mar que huyen de los yihadistas y la guerra civil

    7. Rusia en Siria: protección de los cristianos del Medio Oriente frente al yihadismo global

    8. Crónica de atentados en París anunciados hace tres años

    9. Etno-geopolítica de Niza a Múnich: la migración en picota

    10. El papa Francisco defiende al Islam y fustiga el terrorismo de los yihadistas y del dinero

    IV. La nueva cartografía yihadista

    1. Los planes de balcanización del Medio Oriente

    a) El chiste del lobo: ¿hacia la balcanización de Irak y el Medio Oriente?

    b) Irak: Kissinger pregona la balcanización: ofrece la reconstrucción como la oportunidad dorada para reanudar el diálogo trasatlántico

    c) Plan B de Sharon: ¿balcanización de Irak y creación del Kurdistán?

    d) Escenario Halevy y balcanización de Irán y Arabia Saudita

    e) Las balcanizaciones que vienen: ¿Kurdistán y Baluchistán?

    f) Las balcanizaciones volcánicas del mundo árabe

    g) La balcanización del Medio Oriente según el secretario del Pentágono, Robert Gates

    h) Fórmula Brzezinski/Rice/Peters/Clark/Wright para balcanizar Medio Oriente

    i) Plan Yinon del gobierno israelí para balcanizar Medio Oriente

    j) Del plan Yinon al esquema Yaalon: balcanización de Libia, Irak y Siria, según Israel

    k) La balcanización de Irak y su nueva cartografía petrolera

    l) Balcanización del petróleo y oleoductos de Irak

    m) Yihadistas: instrumento geoestratégico del Pentágono para la nueva cartografía del Medio Oriente

    n) Espectacular reconciliación de Turquía con Israel y Rusia: nueva cartografía medio-oriental

    2. La balcanización de Siria

    a) Guerra perpetua: ¿hacia la balcanización de Siria?

    b) Siria: la opción Manaf Tlass

    c) Caos en Siria: se insinúa el Kurdistán

    d) Siria: ¿el plan B de Kerry es el plan Feltman?

    e) La deconstrucción de Siria, según Israel y Brookings Institution

    f) Enigma del repliegue ruso en Siria: ¿con o sin Kurdistán?

    V. Guerra multidimensional del yihadismo

    1. ¡Insólito!: yihadistas promueven el oro contra el dólar

    2. La guerra del agua de los yihadistas

    VI. Geopolítica del petróleo yihadista

    1. Yihad petrolero global

    2. Nueva guerra de Estados Unidos en Irak: ¿ayuda humanitaria o control del petróleo kurdo?

    3. Los yihadistas petroleros: los guerrilleros más ricos del mundo

    4. El alma de los yihadistas es el petróleo: ¡novena potencia de la OPEP!

    5. Israel compra la mayor parte del petróleo yihadista

    6. La geopolítica del petróleo de los yihadistas: sus 7 puntos de estrangulamiento

    VII. Ciberyihadismo

    1. Ciberguerra, ciberyihadismo y control de internet en la era de la desinformación

    2. Gran Bretaña acusa a Google, Facebook, Twitter y Microsoft de ayudar a los terroristas yihadistas

    3. Hillary y Google fomentaron guerra de chiítas y sunitas en Siria para favorecer a Israel

    4. El yihadismo cibernético encriptado y su manejo del Twitter

    VIII. Yihadismo: arma contra los BRICS

    1. Nuevo califato del siglo XXI en Irak/Siria: ¿yihad global contra los BRICS?

    2. Yihadistán: Putin tuvo razón en Siria

    3. 81 Países nutren a la transnacional yihadista del Estado Islámico

    4. No habrá tercera guerra mundial: cooperación de Obama y Putin contra el yihadismo global

    5. Quiénes están detrás de los yihadistas, según Putin y Trump

    IX. Yihadismo: ¿creación de Estados Unidos?

    1. ¡Insólito!: el embajador de Estados Unidos en Siria encabeza la revuelta en Hama

    2. ¿Estados Unidos gestó a los yihadistas del califato islámico?

    3. Revelación estrujante: el senador John McCain, verdadero califa del Estado Islámico yihadista

    4. Reclaman en Fox News una "yihad estadounidense"

    5. ¿Yihadistas en Chihuahua para invadir Estados Unidos?

    6. Se desvanece la huella de Estados Unidos en Medio Oriente, según The Wall Street Journal

    7. Control de daños de Kissinger para la retirada de Estados Unidos en Medio Oriente

    8. Nuevo 11/9 electoral en Orlando: ¿favorece a Trump o a Hillary?

    9. El yihadista estadounidense de Orlando, empleado de la transnacional paramilitar británica

    10. WikiLeaks: vínculos de Hillary con cementera francesa Lafarge que financia a yihadistas

    11. ¿Quién fundó a los yihadistas: los Bush, los Clinton u Obama?: Operación Ciclón de la CIA

    Conclusión

    ¿hacia dónde va el yihadismo global?

    1. ¿Cesará Israel de apoyar a los yihadistas?

    2. Terrorismo geopolítico de la transnacional yihadista y sus metástasis

    3. Trump y Putin contra los yihadistas

    Introducción

    ¹

    Después de la captura de grandes extensiones de territorio a los dos lados de la transfrontera de Siria e Irak, los sunitas del Estado Islámico de Irak y el Levante (Siria y Líbano) –ISIS, por sus siglas en inglés, y DAESH, en árabe–, proclaman la "restauración del Califato del nuevo Estado Islámico".

    Lo interesante será saber cuál país de los 193 miembros de la ONU reconocerá al nuevo califato,² cuya máxima expansión es prevista en los próximos cinco años (Russia Today, 30/06/14).

    Su enigmático líder Abu Bakr Al-Baghdadi de elusiva biografía –quien supuestamente fue prisionero en una cárcel de Estados Unidos en Irak–, es proclamado el califa del nuevo Estado.

    La selección del nuevo califa, Abu Bakr Al-Baghdadi, es muy sugerente ya que el primer califa del Islam fue justamente Abu Bakr en el siglo VII y al Baghdadi significa oriundo de Bagdad.

    En paralelo a la proto-balcanización de Irak en tres pedazos (Revista Miled 22 y 29/06/14), el premier israelí Netanyahu exhortó reconocer el nuevo Estado de Kurdistán en el norte de Irak, al mismo tiempo de la proclividad que ha mostrado el gobierno turco en reconocer al nuevo Estado kurdo, siempre y cuando no digiera la tercera parte de su territorio.

    Una cosa es reconocer el "Mini Kurdistán –que engloba la parte kurda del norte de Irak y quizá se extienda al norte/noreste de Siria, frontera con Turquía–, y otra cosa es reconocer al Gran Kurdistán" que abarcaría grandes pedazos de la misma Turquía, Irán –ya no se diga Irak y Siria–, y que incluiría hasta una parte de Armenia.

    Curiosamente, el yihad petrolero global empata las zonas ricas del petróleo del "Gran Medio Oriente" con el mapa de la prospectiva irredentista del grupo sunita ISIS/DAESH.³

    Las implicaciones del nuevo califato son enormes –en particular, desde el punto de vista sicológico–, ya que pronto se sabrá su impacto sobre la umma (el universo islámico) de 1 600 millones, de los cuales alrededor de 20% pertenece a la disidencia del chiísmo y casi 80% al sunismo ortodoxo.

    El problema con las creencias primigenias de ISIS/DAESH es que consideran a los 300 millones de chiítas como apóstatas (takfir), con todas las implicaciones de limpieza teológica que comporta.

    La situación en Irak se deteriora cada día y el atribulado gobierno del primer ministro chiíta Nuri al Maliki, después de criticar acerbamente la tardanza de la entrega de los aviones F-16 por Estados Unidos, realizó una compra desesperada de cinco aviones rusos Su-25 por 500 millones de dólares –algunos medios señalan la compra de aviones usados de Bielorrusia–, lo que indica la urgente necesidad de detener el fulgurante avance del grupo sunita ISIS/DAESH, que cuenta entre sus filas a antiguos oficiales del partido Baas, leales a la figura del expresidente iraquí Saddam Husein ahorcado por las fuerzas de ocupación de Estados Unidos.

    De allí la importancia simbólica de la feroz batalla que se libra en Tikrit, ciudad natal de Saddam Husein, al norte de Bagdad, la capital.

    ¿La era del yihad internacional, exultada por los multimedia de Occidente significa una guerra que no se atreve a decir su nombre en contra del triángulo geoestratégico RIC (Rusia, India, China), el núcleo súper duro de los BRICS?

    Resulta muy ilustrativo que el rotativo The Times of India –cuyo país cuenta con 10% islámico de su población total de 1 300 millones de habitantes– le dé mucho vuelo a la nueva era del yihad internacional que se puede expandir a todo el universo islámico desde África, pasando por el Gran Medio Oriente, hasta el subcontinente indio y el sudeste asiático, curiosamente en las fronteras de tres miembros mayúsculos de los BRICS: Rusia, India y China que poseen relevantes minorías musulmanas.


    ¹ Revista Miled: Geopolítica, 6 de julio de 2014.

    ² .

    ³ .

    I. Medio Oriente después de las revoluciones árabes

    1. Expansión simultánea de la

    OTAN

    y el terrorismo islámico

    ¹

    Mientras en el frente interno las asombrosas revelaciones del beligerante Richard Clarke, anterior jefe de la oficina de contraterrorismo, desnudaron al mendaz presidente George W. Bush en todo su resplandor y cimbraron los cimientos de la Casa Blanca, los racistas huntingtonianos y los neoconservadores straussianos no sueltan prenda y pasan a una notable contraofensiva geoestratégica en el frente externo, después del hito histórico de la votación del 14 de marzo en España, aprovechando la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a siete países miembros del anterior bloque soviético.

    Aunque no representa novedad alguna, la incrustación de siete países europeos en la OTAN (Bulgaria, Rumania, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovenia y la República Eslovaca) colocan al bloque militar más importante del planeta más cerca de Moscú que la primera expansión de 1999, cuando se incorporaron a su seno Polonia, Hungría y la República Checa.

    Stratfor (29/03/04), centro de pensamiento texano ligado a los intereses de la petrocracia angloprotestante (para estar más a tono con el léxico de los racistas huntingtonianos), en su sesgado análisis La OTAN: expansión y consolidación de poder, afirma que el próximo ingreso de los siete países a la Unión Europea asegurará en el largo plazo que Europa, como un todo, será un aliado más confiable de Estados Unidos, aún si Europa se fractura sobre una nueva línea divisoria.

    Una cosa es la vulgar mercadotecnia, que explotó obscenamente Baby Bush para anunciar la segunda expansión de la OTAN en cinco años, y otra la realidad. Desde luego que Rusia ha de estar inquieta por los recientes desarrollos de la OTAN, pero éstos, a nuestro juicio, no compensan el brutal vuelco del hito histórico del 14 de marzo de España, cuyo retorno al núcleo duro europeo, conformado por Francia y Alemania, puso literalmente neuróticos a los racistas huntingtonianos y neoconservadores straussianos.

    Si occidente (whatever that means) consistiera en una entelequia homogénea tendría la razón Stratfor. Pero resulta que Occidente se fracturó justamente debido a la invasión anglosajona a Irak y, hasta donde se percibe, las heridas no cesan de sangrar, aunque menos, como producto del empantanamiento del ejército invasor anglosajón en su nuevo Vietnam.

    Los nuevos siete magníficos (todos muy respetables para nosotros, que pretendemos realizar análisis, no epístolas amorosas) de la segunda expansión de la OTAN, en forma paradójica, pueden quedar desconectados de los tres primeros países de la primera expansión, en particular de Polonia, que no sólo eyectó a su primer ministro inmediatamente después del voto histórico español, sino que puede poner en tela de juicio su participación bélica en Irak. Inclusive, en pleno delirio del despliegue de la globalización financiera y militar (que viene siendo lo mismo), para Zbigniew Brzezinski, el núcleo fundamental de la seguridad europea lo conforman Francia, Alemania, Polonia y Ucrania. Belarus y Ucrania regresaron al carril de los pueblos eslavos encabezados por Rusia, y en Polonia nada está escrito, pues las voces de Francia, Alemania y el Vaticano pesan sobremanera, pese a las seducciones mercantilistas de Estados Unidos.

    Como diría el inigualable George Orwell, todos los animales son iguales, pero hay unos más iguales que otros. En tanto, es evidente que Italia será el próximo flanco a atacar por la transnacional islámica del terror, Al Qaeda, cuya agenda coincide notablemente con la de los racistas huntingtonianos y los neoconservadores straussianos. Por su parte, las élites de Gran Bretaña debaten dramáticamente su esquizofrenia trasatlántica (lo que explica sus escándalos domésticos) y esperan la identidad del nuevo presidente de Estados Unidos para salir de su ostracismo europeo, en el que la sumió su invasión a Irak y su dinámica posterior. ¿Qué pasaría si Gran Bretaña, en forma sensata, se insertara sin tapujos a la gran familia europea, donde tiene más que ganar que con la administración Bush, que ha preferido al partido Likud de Israel como su aliado especial? ¿Qué tanto se coteja el programa militar de la OTAN con la geoeconomía de la Unión Europea? ¿Podrá formular la OTAN una congruente política común que cohesione los intereses entre la Unión Europea y Estados Unidos con Bush como presidente? ¿Estará Bush dispuesto a diluir su vino, como dicen los franceses, para favorecer un mayor multilateralismo, al que parece inclinarse el candidato demócrata John Forbes Kerry? ¿No será mejor esperar siete meses, de aquí al 2 de noviembre, cuando se sepa, sin fraude electoral de por medio, el nombre del nuevo presidente y qué partido controlará el Senado (que al parecer será el Demócrata, lo que en sí también trastocaría la correlación interna de fuerzas)?

    A nuestro humilde entender, la administración Bush, intoxicada por un fanatismo paleobíblico, cometió un grave error geoestratégico: favorecer la guerra demográfica del partido Likud de Israel en detrimento de la agenda más moderada y civilizada de la Unión Europea, lo cual fracturó, quizá irremediablemente, a la alianza trasatlántica. ¿Qué precio cobrarán a Estados Unidos los lúcidos rebeldes de la OTAN, específicamente Francia y Alemania, para su reincorporación a la política multilateral de la organización?

    Stratfor afirma, sin red mental de protección, que el acceso de los futuros miembros de la Unión Europea, todos pro estadounidenses (¿aún con Bush?) representa el divorcio económico con Rusia, mientras la membresía de la OTAN les provee un paraguas nuclear como protección contra Moscú. ¿Será?

    Desde hace mucho los propagandistas de Estados Unidos daban por muerta a Rusia, que ha resucitado sin mucha mercadotecnia de los sepulcros de Gorbachov y Yeltsin. Como éste es un súper-juego de cuatro entidades geoestratégicas de primer nivel, la clave radicará en el resultado de la suma y resta de las futuras segmentaciones y coincidencias de los intereses multidimensionales de Estados Unidos, el núcleo franco-alemán, Rusia y China. Así que no hay que adelantar vísperas, como se precipita Stratfor, que confunde el proyecto militar de la OTAN, al que define como intrínsecamente antirruso (lo cual no necesariamente es cierto, aunque lo haya sido durante la guerra fría, a menos que a alguien le convenga resucitarla), con la geoeconomía europea, que justamente es complementaria del triángulo geoestratégico de Rusia, China e India.

    Luego Stratfor se extravía en la puerilidad expectorada por Donald Rumsfeld, el desacreditado secretario del Pentágono, sobre la supuesta división entre la vieja y la nueva Europa para vaticinar sin precaución racional que la incrustación de los siete magníficos, sumada de otros en el futuro, llevará a la emasculación de la Unión Europea como entidad política, aunque como fuerza económica pudiera contrarrestar el dominio económico de Estados Unidos. Pero falta lo mejor: Estados Unidos se encuentra libre de usar a la OTAN –que siempre ha dominado– como instrumento político y militar en los tiempos y lugares que disponga. Francia y Alemania seguramente tratarán de preservar su soberanía actuando en forma independiente de Europa, pero conforme la OTAN y la Unión Europea se expanden Estados Unidos emerge como la fuerza dominante del continente. Too nice to be true. Acaso Francia y Alemania lo aceptarán en esos términos perentorios? Mata de risa hasta a un deprimido que el gobierno de Bush, que cada día se aísla más del concierto de las naciones civilizadas, pretenda que Francia y Alemania van a quedar aisladas de acuerdo con los deseos dolarcéntricos. Es mucho más profundo y complejo que lo expresado. De allí la relevancia monumental del voto español del 14 de marzo, que fue un doble repudio a Bush y a Aznar (y a Blair y a Berlusconi).

    Es obvio que Stratfor expresa el sueño guajiro de los racistas huntingtonianos y los neoconservadores straussianos y un día después vuelve a la carga rusófoba (cómo padecen multifobias en Washington!) para señalar la inacción de Moscú frente a la serie de eventos mayúsculos del 29 de marzo, que le afectan directamente: 1) "los bombazos en Uzbekistán crearon la justificación para la cooperación entre Estados Unidos y Uzbekistán en Centroasia, región que había sido la casi exclusiva esfera de influencia de Moscú en los pasados 200 años; 2) el acuerdo franco-alemán de nombrar a la cabeza del Fondo Monetario Internacional al francés Jean Lemierre, quien viene del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, donde Rusia es el primer emprestatario (léase: para apretar las tuercas financieras); 3) las derrotas electorales" de los aliados de Rusia en la estratégica Georgia, y 4) la inminente secesión de la república de Montenegro (aliada de Estados Unidos) de su matriz de Serbia (tradicional aliada de Rusia), para demostrar la consonancia geoestratégica en los sensibles Balcanes.

    Tres testamentos bibliográficos conforman la columna vertebral teoetnoideológica de la remilitarización que subsume la doctrina Bush y su guerra contra el terrorismo global: 1) La guía de planeación de defensa, de 1992, del neoconservador straussiano Paul Dundes Wolfowitz, que años más tarde retomarían como propia la American Enterprise Institute, de la dupla Cheney-Rumsfeld, conglomerado supremacista blanco, y su engendro faccioso Proyecto del Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC, por sus siglas en inglés), grupúsculo exageradamente influyente de los likudistas de Estados Unidos encabezados por Richard Perle; 2) El islamófobo Choque de civilizaciones, de subtítulo sugerente: La reconfiguración del nuevo orden mundial, escrito en 1993 por el racista Samuel Huntington en la revista Foreign Affairs (cuya versión todavía más sesgada en español edita el castañedista Rafael Fernández de Castro, con la cobertura del ITAM neoliberal), que 12 años más tarde se ha enriquecido de una viciosa mexicanofobia de los titanes güeros angloprotestantes, y 3) El gran tablero de ajedrez mundial, de subtítulo La supremacía de Estados Unidos y sus imperativos geoestratégicos, escrito en 1998 por Zbigniew Brzezinski, ex asesor de Carter, que define exquisitamente la fase geopolítica actual de los Balcanes euroasiáticos, que delatan el avance terrorista islámico en Uzbekistán, cuya incandescencia presiona las fronteras de Rusia y China.

    En forma curiosa –el mismo 29 de marzo tan referido, en contraste al 14 de marzo español– Stratfor silencia el misterio de una nueva arma rusa (CNN), tan revolucionaria que haría inútil la prospectiva del sistema misilístico de defensa de Estados Unidos (la micro-Guerra de las Galaxias), de acuerdo con un alto funcionario del Ministerio de Defensa ruso Será realidad persuasiva o propaganda disuasiva? Como reporta CNN, lo extraño radica en la calma exhibida por Moscú cuando las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se han vuelto a agriar recientemente debido a los planes de Estados Unidos de fabricar minibombas nucleares.

    Por demás interesante resultó que el día de la segunda expansión de la OTAN el terrorismo islámico se haya también expandido hacia el este, como refiere Sergei Blagov (Asia Times, 30/03/04): los ataques terroristas en Uzbekistán contradicen los asertos de que la ofensiva de Estados Unidos en Afganistán había efectivamente destruido la cuna caliente del radicalismo islámico en Centroasia. ¡Cómo no!

    Es notorio el juego de pinzas que operan los racistas huntingtonianos (con su aliado de lujo Brzezinski) y los neoconservadores straussianos desde los Balcanes, pasando por el Medio Oriente y el Transcáucaso, hasta Centroasia. Se queman todas la velas de los estados amortiguadores en la cartografía islámica para posicionar en forma inmejorable al ejército de Estados Unidos en las fronteras de Rusia y China. Se ha acelerado la balcanización global para que perviva la globalización financiero militar? Ahora le toca el turno a Centroasia en su parte más sensible: Uzbekistán.

    2. Mundo árabe: incertidumbre democrática y ascenso del fundamentalismo islámico

    ²

    Más allá de la lineal visión maniquea de la Revolución árabe, cerca de un año después de su estallido imprevisto en Túnez, han tenido, al corte de caja de hoy, resultados dramáticos cuan inesperados y, más que nada, trágicos, que las colocan en una profunda incertidumbre sobre su destino en el mediano y largo plazos. En su inmediatez, a menos de un año del estallido, las tendencias son hoy muy claras, aunque no sean necesariamente definitivas, en medio de sus vertiginosas evoluciones e involuciones.

    Se han escenificado tres defenestraciones, curiosamente en el norte de África (Túnez, Egipto y Libia): las tres dictaduras republicanas, aunque en Libia el sistema imperante que sucedió a la monarquía había sido una oclocracia –el gobierno de las masas, la famosa jamahiriya del asesinado Muammar Kadafi a sus 69 años de edad.

    Cosas de la vida: la OTAN asesinó a su recién adquirido socio petrolero y financiero Kadafi, pero ha preservado las vidas de sus dos anteriores aliados: el tunecino Ben Alí y el egipcio Mubarak.

    Sea lo que fuere, tres repúblicas dictatoriales de la subregión norafricana del mundo árabe han sufrido dramáticos (trágico en el caso de Libia) cambios de régimen, mientras que, guste o disguste, las seis petromonarquías del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG-6) –los más ricos de todos y quienes han hecho sentir su poder financiero para redireccionar algunas revueltas en varios sitios desde Bahrein pasando por Yemen hasta Siria (que incluye a su esfera de influencia en Líbano)– se han consolidado hasta cierto punto, con la notable excepción de Bahrein, donde aún no amaina la revuelta de la mayoría chiíta.

    Sería un grave error de juicio escudriñar a los 22 países miembros de la Liga Árabe como un todo homogéneo.

    A pesar de las apariencias epifenomenológicas, desde el punto de vista de las grandes ligas geopolíticas, el CCEAG-6 ha sufrido dos severos descalabros con los derrocamientos de dos bastiones militares sunitas: Irak (con Saddam Hussein) –lo cual en última instancia favoreció a Irán (su competidor por el liderazgo panislámico y por la hegemonía en el golfo Pérsico)– y, sobre todo, Egipto –quien después de la caída de Bagdad le proveía su cobertura militar que ahora se reduce volátilmente a las bombas nucleares de Pakistán, hoy atribulada por el caos bélico que ha provocado la OTAN (en particular, Estados Unidos) en Afganistán.

    Sin contar el epílogo de Yemen (sensible frontera con Arabia Saudita), ¿podrá compensar el CCEAG-٦, sumado de sus dos otras aliadas monarquías relativamente vulnerables (Jordania y Marruecos), sus dos severos descalabros geopolíticos con el derrocamiento de Kadafi en Libia y el ascenso tanto de los Hermanos Musulmanes como de los salafistas, sus aliados en varios países (desde Siria hasta Líbano)?

    La erupción regional atrapa a la monarquía de Arabia Saudita en una delicada fase de transición sucesoria cuando el príncipe heredero sultán, de 87 años, acaba de fallecer en un hospital neoyorquino de un cáncer terminal, mientras el Rey Abdalá, de 87 años, sufre de un padecimiento en la columna vertebral.

    Sin turbulencias sucesorias, el viceprimer ministro y ministro del interior Nayef, de 78 años, se posiciona como nuevo príncipe heredero y la prensa occidental lo baña con singulares atributos: perteneciente a el ala dura del reino, autor de la invasión militar a Bahrein, proclive a contener a Irán, e impulsor de los Hermanos Musulmanes.

    Las tensiones entre la sunita Arabia Saudita y la chiíta Irán se encuentran al borde de una guerra fría en el golfo Pérsico, la cual ha sido salpicada con extraños eventos que han involucrado a Estados Unidos y a México (v.gr., el asunto de Los Zetas).

    ¿A quién le conviene la confrontación entre Irán, una superpotencia gasera, y Arabia Saudita, una superpotencia petrolera? ¿A quién le asienta una guerra civil teológica entre chiítas y sunitas en la vastedad geográfica del mundo islámico? Hay que esperar para ver, porque quizá los tres países aludidos (Túnez, Egipto y Libia) pasan por la fase más peligrosa de la revolución que suele devorar a sus hijos.

    Tampoco se puede soslayar que las revoluciones en Túnez, Egipto y Libia han impulsado el vigoroso ascenso de los Hermanos Musulmanes, carta que parecen estar jugando Estados Unidos y Gran Bretaña con el fin de imponer el modelo turco (un gobierno islámico moderado y pro occidental que accede al poder por la vía democrática, quien además goza la gracia de pertenecer a la OTAN).

    La parte más grotesca de la propaganda occidentaloide consiste en pretender que los islámicos del mundo árabe van a cesar de ser religiosamente islámicos por decreto.

    En las primeras elecciones democráticas para una Asamblea Constituyente en Túnez, un país comparativamente moderado y pacífico con un fuerte componente laico pro occidental, el partido Nahda de los Hermanos Musulmanes obtuvo alrededor de 40 por ciento de los votos.

    ¿Accederán también los Hermanos Musulmanes al Poder Ejecutivo en Túnez, Egipto y Libia por la vía democrática, un trayecto poco socorrido en el mundo árabe con la excepción de Líbano y Palestina? ¿Los Hermanos Musulmanes, en la generalidad del mundo árabe (desde Siria pasando por Jordania hasta Argelia), seguirán el modelo turco o su competencia teogeopolítica del jomeinismo iraní? ¿Qué tan homogénea será la política teológica de los Hermanos Musulmanes en la mayoría de los ٢٢ miembros de la Liga Árabe, sin contar a la RASD (República Árabe Saharaui Democrática)?

    La narrativa occidentaloide es proclive a vender la idea maniquea y lineal de una división religiosa entre los moderados Hermanos Musulmanes y los radicales salafistas (quienes sostienen la teología yihadista de Al Qaeda). Precisamente ésta es una de las partes fundamentales de la incertidumbre en la región que oscila sus preferencias entre dos polos del espectro teológico de los moderados Hermanos Musulmanes y los radicales salafistas.

    ¿Qué tan moderados serán los muy respetables Hermanos Musulmanes cuando detenten el poder, en referencia y reverencia al respeto a sus minorías chiítas y cristianas (éstas de Siria, Líbano y Egipto)?

    Por lo pronto, durante la declaración de la liberación oficial de Libia, Mustafá Abdul-Jalil, quien jefatura el Consejo Nacional de Transición, prometió que las futuras leyes se basarán como fuente primaria en la Sharia, el código islámico.

    No se puede soslayar que las revoluciones árabes se escenifican en el contexto de las dos humillantes derrotas de la OTAN, tanto en Irak como en Afganistán.

    El retiro oficial del ejército de Estados Unidos en Irak, a finales de 2011, significa(rá) el inicio del trazado de una nueva cartografía del mundo árabe en su colindancia oriental con Irán como en la región del virtual Kurdistán (en sus fronteras incandescentes con Siria, Turquía, Irak, Irán y Armenia). Esto apenas empieza.


    ¹ La Jornada: Bajo la Lupa, 31 de marzo de 2004.

    ² La Jornada: Bajo la Lupa, 30 de octubre de 2011.

    II. La hipercomplejidad geopolítica de Siria

    1. Teoría del dominó en reversa: ¿siguen Siria, Irán y Libia?

    ¹

    Con la guerra en Irak termina la era del petróleo y comienza la del hidrógeno y el gas. De acuerdo con nuestra hipótesis operativa de guerra multidimensional, que desde los atentados terroristas del 11 de septiembre libra Estados Unidos para impedir su inexorable declive y que se ha acelerado con la mediocridad de Baby Bush en el poder, la guerra en Irak marca también tres eventos energéticos mayúsculos: el fin de la era del petróleo, el auge del gas y el inicio de la era del hidrógeno.

    La elevación de la cotización del gas desde el pasado primero de noviembre ha sido espectacular. Se cotizaba en 4.25 dólares por mil pies cúbicos en el mercado de Nueva York y alcanzó 6.37 dólares la tercera semana de febrero.

    La ocupación y la gestión de los riquísimos yacimientos petroleros de Irak por Estados Unidos marcarían significativamente el comienzo del fin de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), oligopolio de 11 países constituido por nueve miembros islámicos, lo cual redundaría con mayor impacto en Arabia Saudita en caso de un desenlace fatídico. Desde ahora los principales vencedores son Israel, la teocracia chiíta de los ayatolas de Irán (que salieron airosos en la reciente guerra de Afganistán), los kurdos y Turquía (en ese orden). Cabe señalar que Arabia Saudita e Irak poseen las principales reservas de petróleo a escala mundial, así como Rusia e Irán se sitúan en los primeros lugares en reservas de gas. Lo

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