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Mundo árabe.: Levantamientos populares, contextos, crisis y reconfiguraciones
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Libro electrónico508 páginas7 horas

Mundo árabe.: Levantamientos populares, contextos, crisis y reconfiguraciones

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Este libro presenta las reflexiones de destacados estudiosos de la región acerca de los levantamientos, sus antecedentes y los contextos institucionales y sociales en los que han tenido lugar, así como de las reconfiguraciones políticas internas y regionales que han generado. En la presente obra colectiva, este momento histórico se analiza ante tod
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento24 jul 2019
Mundo árabe.: Levantamientos populares, contextos, crisis y reconfiguraciones

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    Mundo árabe. - Gilberto Conde

    Primera edición, 2016

    Primera edición electrónica, 2016

    D.R. © El Colegio de México, A.C.

    Camino al Ajusco 20

    Pedregal de Santa Teresa

    10740 México, D.F.

    www.colmex.mx

    D.R. © 2016, Centro de Investigación y Docencia Económicas, A. C.

    Carretera México Toluca 3655, col. Lomas de Santa Fe

    01210, Cuidad de México.

    Contacto: editorial@cide.edu

    www.cide.edu y www.libreriacide.com

    ISBN (versión impresa) 978-607-462-939-2

    ISBN (versión electrónica) 978-607-628-159-8

    Libro electrónico realizado por Pixelee

    ÍNDICE

    PORTADA

    PORTADILLAS Y PÁGINA LEGAL

    INTRODUCCIÓN. Gilberto Conde, Marta Tawil y Camila Pastor

    La estructura del libro

    Algunos ejes de análisis poco discutidos

    PRIMERA PARTE. Los levantamientos populares y sus contextos

    LA HISTORIA, CLAVE PARA ENTENDER LA ACTUALIDAD DEL MUNDO ÁRABE Y EL MEDIO ORIENTE. Gilberto Conde

    Introducción

    Algunas características de Asia occidental y el norte de África

    La importancia de la historia para entender el presente

    Asia occidental y el norte de África en el mundo actual

    Palabras finales

    COMPRENDIENDO LAS INSURRECCIONES ÁRABES. James Gelvin

    LAS REVUELTAS ÁRABES Y EL PAPEL DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES. Isaías Barreñada

    El componente socioeconómico en el fundamento de las revueltas

    Autoritarismo y movimientos sociales

    Las luchas sociales y el movimiento obrero antes y durante las revueltas

    Los retos en las transiciones

    Conclusiones

    INDICIOS DE POSCOLONIALIDAD POLÍTICA EN LA PRIMAVERA MAGREBÍ. José Antonio González Alcantud

    La clase media: alfabetización, modernidad, colonialismo

    Islam, democracia y el majcen

    Debate: foros y toma de la palabra

    Ciencias sociales y democratización: responsabilidades

    Complicidades y poscolonialidad: literatos

    Postscriptum

    SEGUNDA PARTE. Efervescencias y crisis

    LEGITIMIDAD Y DISCURSO ENTRE EL ESTADO Y LA REVOLUCIÓN EN SIRIA. Michael Provence

    Estructuras del sistema

    Bashar al-Asad asume la presidencia y aparece el disenso

    El sistema triunfante

    La represión aplasta a la conciliación

    Ley, sociedad y narrativas de contrainsurgencia

    LAS PROTESTAS SOCIALES Y LOS PAÍSES DEL CONSEJO DE COOPERACIÓN DEL GOLFO, 2011-2013. Luis Mesa Delmonte

    Bahréin. Protestas populares, sectarismo y factores estratégicos

    Arabia Saudí: cálculos geopolíticos, reformas y represión

    Emiratos Árabes Unidos. Grupos perversos

    Kuwait. Reclamos bidun y demandas democráticas

    Omán: Algunas reformas y beneficios sociales

    Qatar: Transferencia del poder y cambio de prioridades

    Observación final

    FORMAS DE ACCIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL MARROQUÍ: EL CONTEXTO REGIONAL Y LA PRIMAVERA ÁRABE. Abdelfattah Ezzine

    De la sociedad civil en Marruecos

    Formas de movilización de la sociedad civil marroquí

    Conclusión: ¿crisis política o cambio político?

    TERCERA PARTE. Reconfiguraciones

    HIPÓTESIS SOBRE LA RECONFIGURACIÓN DE LOS EQUILIBRIOS REGIONALES A PARTIR DE LOS LEVANTAMIENTOS ÁRABES DE 2011. Bernard Botiveau

    La incertidumbre geopolítica

    La transformación de los escenarios nacionales: un desafío actualizado de las relaciones internacionales

    LA PROBLEMÁTICA NOCIÓN DE COMUNIDAD INTERNACIONAL Y LA GUERRA EN SIRIA. Marta Tawil

    La Organización de las Naciones Unidas

    La secuencia poco gloriosa de los planes de paz de la ONU para Siria

    Organismos regionales y agrupaciones políticas: la Liga de Estados Árabes, la Conferencia Islámica y el Movimiento de los No Alineados

    Opinión pública

    EL LÍBANO FRENTE A LA CRISIS EN SIRIA. Elizabeth Picard

    Una conflictividad regional

    Una frontera imprecisa y porosa

    El peso de los refugiados y los beneficios de la guerra

    ¿Un diferencial democrático?

    LA DESCENTRALIZACIÓN EN SITUACIÓN DE DESCOMPRESIÓN AUTORITARIA: LOS CASOS DE EGIPTO Y TÚNEZ. Aude Signoles

    Introducción

    Egipto: La hipótesis de un statu quo institucional y político local

    Egipto: Organización administrativa local

    Túnez: Avances huecos que ocultan de manera incompleta el aplazamiento del debate sobre la descentralización

    Conclusión general

    BIBLIOGRAFÍA GENERAL

    SOBRE LOS EDITORES

    SOBRE LOS AUTORES

    COLOFÓN

    CONTRAPORTADA

    INTRODUCCIÓN

    Gilberto Conde, Marta Tawil y Camila Pastor

    El mundo árabe y el Medio Oriente han sido protagonistas importantes de los noticieros nacionales e internacionales desde hace décadas. Cuando se les mira desde América Latina, con frecuencia se hace mediante el filtro de esa cobertura que, desafortunadamente, los suele representar exclusivamente por los conflictos y la violencia que ahí tienen lugar. A menudo, los medios reproducen el punto de vista de los centros de poder, presentándonos al mundo árabe y al Medio Oriente como ajenos, no únicamente lejanos en el espacio, sino en su esencia misma, al convertirlos en un espacio exótico por excelencia. Como si estuvieran congelados en un pasado remoto, se nos representan como el inverso de todo lo que somos y valoramos, en lugar de presentarlos ante todo como un complejo humano y geográfico que comparte un sustrato indistinguible del nuestro, junto con el resto de la humanidad, de mucha de nuestra historia y de nuestro presente global.

    Esta región, que a muchos parece tan homogénea, integra una gran diversidad de tradiciones religiosas y culturales, y una amplia variedad étnica y lingüística, incluso dentro de las fronteras de cada país. Este dato es tan importante que quizá sería más exacto hablar de mundos árabes en plural que en singular. Además de árabe, lengua oficial en muchos países, se habla turco, kurdo, persa, amazigh, hebreo, armenio, arameo, de las que muchas presentan un abanico de variantes dialectales. En cuanto a la práctica religiosa, solamente en el pequeño país de Líbano, por ejemplo, existen más de dieciocho tradiciones oficialmente reconocidas. La larga historia de la región recorre desde la invención ahí hace algunos milenios, de la agricultura, la escritura, las ciudades, los estados, los templos, la arquitectura monumental, las religiones monoteístas —el judaísmo, el cristianismo y el islam—, hasta la modernidad que comparte con nosotros desde hace ya centurias.

    A lo largo de los siglos XIX y XX, Estados Unidos y Europa —conjunto que se designa a sí mismo Occidente— han intervenido en la región para colonizarla y supuestamente civilizarla, en muchas ocasiones definiendo a los árabes y a los musulmanes como enemigos. Los recursos naturales en los que es rica la región, que se han vuelto valiosos para la economía industrial del planeta desde principios del siglo XX, han alimentado poderosas y destructivas ambiciones. Entender al mundo árabe y al Medio Oriente hoy resulta indispensable para comprender el mundo en que vivimos todos.

    Desde diciembre de 2010, con la esperanza de poder dirigir sus propios destinos, los árabes y otros pueblos del área se esforzaron por liberarse del control de dictadores, republicanos y monárquicos. El proceso ha sido difícil y cada día el destino de los procesos iniciados entonces parece más incierto con la aparición y el desarrollo de fenómenos que resultan diametralmente opuestos a lo que se vio durante 2011, como la organización autodenominada Estado Islámico. Independientemente de estas evoluciones, aquellos acontecimientos marcarán el futuro de la región y del orbe.

    El libro tiene once capítulos escritos por especialistas de la historia y la vida contemporánea del mundo árabe. Se trata de autores que no sólo han conocido la región y sus pueblos por medio de libros, sino también mediante intensas investigaciones de campo y conocimiento de las lenguas locales, herramientas indispensables e insustituibles que les han aportado material valioso para enriquecer sus reflexiones. Algunos provienen de Medio Oriente; otros, de Europa, Estados Unidos y América Latina. El conocimiento que compartimos en este conjunto de textos ofrece puentes para reconocer una historia compartida entre el Medio Oriente y América Latina, y para imaginar futuros posibles.

    Mundo árabe: levantamientos populares, contextos, crisis y reconfiguraciones refleja nuestro interés por entender el Medio Oriente contemporáneo desde una perspectiva interdisciplinaria y crítica. Se trata de un esfuerzo por entender las dinámicas y los paisajes sociales que observamos en el presente de manera histórica, reconociendo que han sido construidos a lo largo de por lo menos los últimos dos siglos, y que dicho presente está marcado, primero, por las experiencias fundacionales del encuentro colonial y la integración a un sistema global dominado por Europa occidental; después, por los desencuentros de las independencias y, posteriormente, por las transformaciones del sistema global durante la hegemonía de Estados Unidos.

    Este libro reúne textos que responden al impulso de analizar los levantamientos populares, contextos, crisis y reconfiguraciones ocurridos en el mundo árabe entre 2011 y 2014, y sus antecedentes, de acuerdo con una perspectiva interdisciplinaria y crítica. Este punto de partida se impuso con las revueltas, revoluciones y guerras que estallaron en la región a partir de 2011 y que siguen reconfigurándola en una carrera desbocada de transformaciones, utopías, distopías y tragedias. Desde la disciplina de las relaciones internacionales, se trata de retar las explicaciones tradicionales que se enfocan en los Estados y la soberanía.[1] Esta labor de cuestionamiento se impone desde que el final de la Guerra Fría puso de manifiesto la diversidad de intereses y voces transnacionales que hacen cada vez más difícil la labor de encontrar soluciones negociadas, no se diga de imponerlas. El ejemplo más ilustrativo de esto es el trágico conflicto en Siria, en el que son evidentes de distintas maneras los tentáculos de actores externos. La multiplicidad de voces no sólo complica la tarea de alcanzar una salida política en Siria (o en cualquier otro problema internacional), también exacerba la fragmentación de las respuestas internacionales a Estados en crisis o sociedades en transición.[2]

    Más aún, las sublevaciones en los países árabes de las que somos testigos desde los últimos días de 2010 han desmentido los supuestos acerca de la inevitable y natural permanencia del control autoritario en esta parte del mundo y han abierto un espacio para nuevas formas de pensar la seguridad en Medio Oriente. Después de los fiascos bélicos que representaron las invasiones de Afganistán y de Iraq, así como la crisis financiera mundial de 2008 y la expansión de las protestas de 2011 a otras zonas del Mediterráneo (incluidos el sur de Europa, Israel y Turquía), se cuestionan profundamente las premisas del Consenso de Washington y la estrategia de seguridad de Estados Unidos. Estas crisis sucesivas han exacerbado simultáneamente el descrédito de Europa y Estados Unidos y han acelerado la aparición de un mundo multipolar en el que el Medio Oriente ofrece un papel más asertivo a potencias regionales. El poder y la influencia son siempre más difusos, se distribuyen entre Estados y una amplia variedad de actores no estatales que compiten entre sí y que debemos aprehender en su complejidad e interdependencia.

    Todo esto refleja nuevas tendencias analíticas en los estudios sobre la región, en la que se integran nuevos actores sociales a la producción académica, así como las críticas profundas a planteamientos anteriores y que ahora reconocemos como orientalistas en su fetichismo de las tradiciones textuales y en su insistencia de privilegiar al islam como factor explicativo de todo lo que ocurre. Estas dos estrategias contribuyeron a consolidar la región en el imaginario experto y popular como un espacio monolítico, sin diversidad, donde no pasa el tiempo y que, por lo tanto, permanece atrapado en un pasado oscuro, opresivo, incompatible con la modernidad de un Occidente que se imagina su opuesto.

    LA ESTRUCTURA DEL LIBRO

    El libro reúne textos que responden, según la perspectiva interdisciplinaria y crítica mencionada, a las movilizaciones, crisis y reconfiguraciones ocurridas en el mundo árabe entre 2011 y 2014 y sus antecedentes. Este punto de partida se impuso con las revueltas, los procesos revolucionarios y las guerras que estallaron en la región a partir de 2011 y que siguen reconfigurándola en una carrera desbocada de transformaciones, utopías y tragedias. Hemos agrupado los textos en tres partes por temáticas que escapan de la camisa de fuerza de las distinciones entre disciplinas y de las geografías orientalistas, que pintan a los sujetos como otros distantes. Así, mucho del trabajo de los autores incluidos en el volumen se caracteriza por transgredir fronteras geográficas y tradiciones disciplinarias que resultan demasiado estrechas para entender el mundo que nos toca vivir y observar.

    Los capítulos del libro se entrelazan y dialogan entre sí, a pesar de algunas diferencias formales —algunos textos son más largos, cuando cubren realidades múltiples o complejas, y otros más breves, pero con reflexiones importantes—. Todos abordan causas históricas, factores económicos, actores internos, regionales y mundiales; el comportamiento del gobierno, el papel de la religión. Buscan explicar las causas y las repercusiones de los cambios ocurridos, así como su naturaleza; si fueron transiciones forzadas o negociadas. Muestran cómo y por qué en algunos casos se logró derrocar a gobernantes, pero sin lograr transformaciones profundas; que en otros no pudieron tumbar gobiernos y se paralizaron los procesos de cambio, y en otros más desembocaron en guerras civiles con intervenciones externas.

    El volumen se divide en tres partes. La titulada Los levantamientos populares y sus contextos incluye capítulos de corte histórico; Efervescencias y crisis reúne estudios de caso de protestas en algunos países árabes, y Reconfiguraciones explora sus dimensiones internacionales. En general combina el análisis estructural con el de coyuntura, lo que ofrece al lector los elementos para entender los cambios que afectaron a la región entre 2011 y 2014, sin desdeñar ninguno de los principales ejes de análisis, sociales y políticos.

    Los autores de la primera parte (Los levantamientos populares y sus contextos), invitan al lector a interpretar las revueltas populares a la luz de la historia política y económica, resaltando, por ejemplo, la importancia de las luchas sindicales y las tradiciones de movilización que han conformado a una sociedad civil árabe. Sin lugar a dudas, las movilizaciones populares que han sacudido a la región desde diciembre de 2010 constituyen uno de los acontecimientos más importantes de su historia en las últimas décadas. Se ha discutido acerca de cómo llamarlas y la manera como se les debe entender. Algunos, particularmente sus protagonistas, hablan de revoluciones; la prensa occidental las nombró Primavera árabe. Otros prefieren términos más descriptivos, como rebeliones, insurrecciones o levantamientos. Independientemente del apelativo, se trata de sucesos destinados a cambiar profunda y duraderamente la faz de los países afectados y de toda la zona. Los procesos desatados con la autoinmolación de Mohammed Bouazizi son complejos en sí mismos, pero también por la serie de intereses que se ponen en juego, por su sincronía, por las particularidades de cada país y, naturalmente, por la compleja imbricación e interacción de factores locales y externos. En esta parte del libro, varios especialistas profundizan en el estudio de los levantamientos populares y discuten sus complejidades.

    En su capítulo La historia, clave para entender la actualidad del mundo árabe y el Medio Oriente, Gilberto Conde hace un recorrido por algunos hitos históricos de Asia occidental y el norte de África, con el propósito de dilucidar las causas de los conflictos que afectan a la región, de manera que se puedan imaginar futuros distintos. El autor propone que existe una dialéctica entre lo oriundo y lo importado, ya que, aunque muchos de los problemas que afectan a los pueblos árabes y otros de la región son causados por su dinámica interna, muchos más han sido impuestos desde afuera. La colonización y el imperialismo, junto con las trampas de la poscolonialidad —que ha llevado a que la independencia se convierta, por ejemplo, en el reino de gobernantes tan autoritarios como los colonizadores de otrora—, han tenido un gran peso en hacer de los conflictos una de las características más publicitadas del mundo árabe y el Medio Oriente. La historia de la región muestra que aunque su diversidad en términos étnicos y religiosos se ha tornado problemática en los últimos siglos, podría empezar a valorarse como riqueza cultural para transformarse en fuente de soluciones.

    James Gelvin, en su trabajo Comprendiendo las insurrecciones árabes, rastrea la evolución de los movimientos populares en los países árabes desde diciembre de 2010 hasta noviembre de 2013. Toma dos elementos que le sirven para rastrear sus vicisitudes y ofrecer claves para comprender lo ocurrido durante esos tres años. En la primera parte de su capítulo, examina el nombre con el que se les ha conocido a escala internacional. Analiza el concepto de Primavera árabe y el de ola de movilizaciones y explica por qué son tan insatisfactorios. En la segunda, agrupa las insurrecciones populares árabes con base en algunas características. Lo más notorio es que, a pesar de la presencia de factores comunes a todas las rebeliones, existen otros que las distinguen. Más aún, dentro de cada grupo de países hay diferencias importantes.

    En Las revueltas árabes y el papel de los movimientos sociales, Isaías Barreñada arguye que, de hecho, estos movimientos no tienen nada de excepcional. Aunque las evoluciones de las sociedades árabes en el ámbito sociodemográfico y las condiciones económicas precarias de amplios sectores estaban entre las causas de las movilizaciones, numerosos movimientos se venían fraguando paulatinamente de diferentes maneras, de un país a otro. Las organizaciones sindicales con sus tradiciones y los movimientos de jóvenes y de mujeres, así como las asociaciones de derechos humanos o civiles, habían allanado el camino a las movilizaciones de 2011. En su capítulo, Barreñada entra en detalles reveladores acerca de la historia de estos movimientos.

    Los textos reunidos en esta misma sección presentan propuestas a partir de fuentes y miradas analíticas muy distintas, que comparten la intención de analizar el presente de la región como producto de una historia colonial y un pacto social poscolonial; con este fin, ponen sobre la mesa las preguntas y las herramientas analíticas de los estudios poscoloniales. Así, el texto de José Antonio González Alcantud, de un tono a veces lírico, es producto de muchas décadas de trabajo sobre el terreno en el norte de África. El autor nos propone una lectura antropológica de la organización del poder autoritario en la región, analizando cómo sus muchas formas de operar han dificultado la aparición de alternativas de participación política, paralizando a ciertos actores y llevando a otros a la radicalización. Pone en juego lo poscolonial, no solamente en el sentido de una condición histórica o fase temporal, sino como propuesta teórica que nos ayuda a desbaratar las ideas recibidas sobre la región.

    La segunda parte, Efervescencias y crisis, reúne tres trabajos acerca de tres procesos muy diferentes uno del otro, derivados de los levantamientos de 2011. El más conocido, sin duda, es el sirio, dada la embrollada situación de guerra —o quizá deberíamos decirlo en plural, guerras— en que se enredó el país. En esta sección presentamos un artículo en el que se rastrean los orígenes de la rebelión popular en Siria. Sin embargo, la atención que ha atraído este proceso y otros ocurridos en Estados republicanos en ocasiones hace olvidar que las monarquías de la región también enfrentaron rebeliones populares. El lector encontrará en estas páginas un artículo dedicado a los cinco reinos del Consejo de Cooperación del Golfo y otro al de Marruecos.

    Michael Provence, historiador de la Siria moderna, analiza las respuestas del Estado sirio a la crisis de los últimos años que dejan al descubierto continuidades y paralelos entre el actual gobierno del partido Baath y las prácticas coloniales francesas en las formas de interpretar a la oposición y de administrar la revuelta. Al igual que los franceses ante las revueltas populares de 1924-1925, el gobierno sirio de inicios del siglo XXI, construido sobre la herencia jurídica y administrativa del autoritarismo colonial, niega la insurrección popular y define el conflicto como producto de las actividades subversivas de grupos terroristas. Buscando acabar así con la legitimidad moral de sus adversarios políticos, el Estado se considera libre para tomar medidas radicalmente violentas, bombardeando, deteniendo, torturando a sus propios ciudadanos. Este escenario oscuro cierra con una nota esperanzadora; para Provence, la guerra actual es en realidad el último momento en un largo proceso de descolonización. A pesar de la tragedia que implica en términos de muertes, desplazados y destrucción material, de la radicalización de sectores en conflicto, abre la puerta a un futuro posible, a construirse sobre otros parámetros de lo político, más allá de la larga mano del Estado colonial francés.

    En Las protestas sociales y los países del Consejo de Cooperación del Golfo, 2011-2013, Luis Mesa Delmonte estudia cómo han respondido estos Estados ante las manifestaciones. Con la excepción de Bahréin, que vivió un levantamiento popular desde inicios de 2011, y Qatar, que no ha experimentado protestas conocidas y donde se dio una transición de poder del monarca a su hijo en 2013, estos países han experimentado movilizaciones relativamente menores si se les compara con la región más amplia. En ruptura con análisis que asignan una estabilidad o legitimidad per se a la forma monárquica de gobierno, en el capítulo se construye a partir de una propuesta que pone el acento en la cohesión tribal y el mantenimiento del contrato social por medio de concesiones materiales. De manera concreta, analiza el papel de las estructuras de seguridad y los mecanismos de control y represión social, con matices según el país. Asimismo, Mesa busca identificar los temas que más se han prestado a la movilización en cada país, así como el peso de lo que procede del exterior.

    Desde el ámbito magrebí, en Formas de acción de la sociedad civil marroquí: el contexto regional y la ‘Primavera árabe’, Abdelfattah Ezzine ofrece un panorama de la evolución sociohistórica de la acción política en Marruecos y los cambios que ha vivido durante los años posteriores al inicio de las movilizaciones populares de 2011. Durante los años noventa del siglo pasado y la primera década del presente, las asociaciones civiles tomaron la estafeta de los partidos en la acción social. A partir de las movilizaciones de la llamada Primavera árabe, son los movimientos de jóvenes los que encabezan la acción colectiva, a pesar de estar atravesados por numerosas diferencias sociales y culturales.

    La tercera parte, Reconfiguraciones, presenta trabajos acerca de algunas transformaciones que han ocurrido en el mundo árabe y el Medio Oriente derivadas de los procesos desatados en 2011. Los textos aquí incluidos también tienen en común que hacen una lectura sociológica de los retos que enfrentan los países y actores de Medio Oriente, más allá de la lectura estratégica tradicional. Destacan que desde la caída del muro de Berlín, el sistema internacional se volvió una suerte de enigma, que a los estudiosos de la disciplina de las relaciones internacionales no siempre resulta fácil descifrar y calificar. ¿Medio Oriente vive en un mundo posbipolar —según una categoría heredada del pasado—, unipolar —algo desmentido por la repetida impotencia de Estados Unidos— o multipolar —cuando en realidad las potencias regionales y emergentes ejercen una atracción relativamente importante—? Detrás de esta terminología confusa se disimula una continuidad: la pretensión de los más poderosos de compartir el timón del mundo y la permanencia de diplomacias estatales que tienden a ser oligárquicas y excluyentes, suscitando el cuestionamiento de estados, opiniones públicas y actores —a veces armados—, frustrados al verse marginados de la toma de decisiones.

    Bernard Botiveau nos ofrece el capítulo Hipótesis sobre la reconfiguración de los equilibrios regionales a partir de los levantamientos árabes de 2011. Reflexiona acerca de las causas de las rebeliones y los cambios ocurridos. Mientras que para algunos se trata de un proceso revolucionario que continúa con nuevas formas, para otros la contrarrevolución está a la ofensiva. Esto ha llevado a una incertidumbre en cuanto al uso de términos como revuelta, rebelión, revolución, golpe de Estado, democracia, pluralismo, alternancia, reforma y renacimiento. Botiveau ofrece una serie de hipótesis en cuanto a los procesos de fondo que se han vivido en los países árabes; plantea que hay una serie de tendencias transnacionales en la región —aunque debilitadas— que incluyen temas de identidad nacional o ideologías transnacionales, como el islamismo. Insiste, además, en la importancia de las dinámicas internas que son necesariamente distintas en cada país, como los cambios demográficos, la diversificación de los actores políticos y los cambios en los métodos de legitimación.

    Marta Tawil, en La problemática noción de ‘comunidad internacional’ y la guerra en Siria, pone en evidencia cómo todos los Estados, de una u otra manera y por distintos motivos, aspiran a recibir el apoyo de la comunidad internacional para resolver la crisis que vive Siria desde marzo de 2011, al tiempo que han dejado que la tragedia humana en ese país continúe y se agudice, no obstante la circulación continua de imágenes de muerte y tortura en redes sociales y medios de comunicación masivos. Es claro que comunidad internacional tiene significados diferentes, además de la función política de legitimar a quienes actúan en su nombre. Tawil toma la crisis siria como causa y punto de referencia del cambio en el sistema internacional, y para ello observa sus repercusiones en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en organismos regionales (la Liga de Estados Árabes y la Organización de la Conferencia Islámica) y en agrupaciones como el Movimiento de los No Alineados. También expone el efecto de la crisis siria en la opinión pública de países como Estados Unidos, Francia, Turquía, Rusia y Estados latinoamericanos. Invita a reflexionar sobre las emociones en las relaciones internacionales y su influencia en las decisiones de política exterior y otras, relacionadas con la evolución del orden jurídico internacional y del sistema de seguridad colectiva.

    En su texto sobre las repercusiones para Líbano de la crisis siria, El Líbano frente a la crisis en Siria, Elizabeth Picard explica por qué resulta tan difícil a los libaneses disociarse de los acontecimientos en Siria. Muchos esperaban que Líbano aprovecharía las manifestaciones que comenzaron en el país vecino en marzo de 2011 para consolidar la independencia que recuperó en 2005. Sin embargo, la política de neutralidad libanesa no ha logrado proteger al país de la crisis siria, especialmente cuando ésta se convierte en una crisis regional. Su dificultad se explica por el tamaño y posición geográfica de Líbano, así como por las características de su sistema político, definido en el Pacto Nacional de Independencia (1943), que hacen a este pequeño y dividido país depender del exterior. Al analizar el proceso, Picard arroja luz sobre una variedad de vínculos antiguos, intereses sólidos y redes activas entre ambas entidades, que perduran no obstante la separación que la potencia mandataria, Francia, creara en 1920. Expone temas como la porosidad de la frontera sirio-libanesa, los costos y beneficios económicos para Líbano de la crisis siria, la pretensión de Líbano de distinguirse del autoritarismo de países vecinos y en particular del régimen baasista de Siria, y el papel que se espera desempeñe el ejército libanés para defender la unidad del país.

    Aude Signoles, en La descentralización en situación de ‘descompresión autoritaria’: los casos de Egipto y Túnez, ofrece un estudio detallado de las políticas de descentralización en el Egipto y Túnez posrevolucionarios. La transición en ambos países se vio inevitablemente influida por las reformas administrativas y su vinculación con el surgimiento de nuevas élites políticas, así como con la agenda de los organismos internacionales. Con ejemplos, la autora muestra cómo los partidos islamistas —tradicionalmente movilizados y sumamente presentes en el plano local—, aunque reivindican la descentralización, no buscaron traducirlas en un nuevo sistema administrativo cuando estuvieron en el gobierno. Signoles expone algunos factores que explican las acciones minimalistas en este rubro. Su estudio nos remite a la cuestión clave de identificar en qué condiciones y coyunturas las reformas debilitan el autoritarismo y en qué otras son, en cambio, parte de un proceso de adaptación del propio autoritarismo y de prácticas clientelistas. Nos recuerda también que no obstante el potencial transformador de las reformas, no resultan solamente de actos voluntaristas, también derivan de diversas dinámicas que se desarrollan a múltiples niveles.

    El lector debe saber que los textos que componen el presente volumen entraron al proceso de edición a principios de 2015, lo cual explica que los autores no hayan podido incluir en sus análisis acontecimientos posteriores. Sin embargo, una de las grandes virtudes de estos trabajos es que todos distinguen lo estructural de lo coyuntural, lo cual es importante tanto para quien conoce bien el Medio Oriente como para quien le resulta poco familiar; en este sentido, esperamos que ayuden a ampliar el panorama de comprensión, pues entender el mundo árabe y el Medio Oriente resultan indispensables para comprender el mundo en que vivimos.

    ALGUNOS EJES DE ANÁLISIS POCO DISCUTIDOS

    En el libro se presentan algunos conceptos importantes para estudiar los procesos relacionados con los levantamientos populares árabes, que podrían constituir nuevos ejes de análisis. Lo más relevante es que permiten reformular la historia de los acontecimientos políticos en los países árabes luego de las protestas de 2011 a 2014, al tener en cuenta aspectos particulares y sistémicos. A continuación se mencionan algunos de los más significativos.

    Las movilizaciones populares árabes se insertan en la historia de la humanidad y del capitalismo contemporáneo a pesar de tener características particulares, como el papel del islam, de la gerontocracia, o la diversidad étnica y religiosa. Los acontecimientos que han afectado a los países del Medio Oriente y el norte de África se insertan en los grandes cambios políticos y económicos que afectan al mundo. Se trata de acontecimientos relacionados con la crisis general del capitalismo de nuestros días, y es necesario entenderlos en este contexto. En su capítulo, James Gelvin explica que las privatizaciones no condujeron al capitalismo de libre mercado, sino al capitalismo de compinches (crony capitalism), lo que puede ayudar a explicar el crecimiento de la brecha social, así como los motivos por los que ninguna opción política, sea islamista o tecnocrática, será capaz de operar cambios reales en la región, dado que la causa de los problemas es más estructural que local.

    Las insurrecciones populares tienen antecedentes históricos identificables, como los movimientos de la organización civil y el movimiento obrero. Aunque las redes electrónicas también estuvieron presentes, las manifestaciones de 2011 no surgieron ex nihilo, sino que tuvieron antecedentes en protestas y experiencias de organización anteriores. La contribución de Isaías Barreñada es importante para recordar o informar que en la región ya existían oposiciones políticas, movimientos sindicales, y obreros y agrupamientos feministas que contribuyeron a los levantamientos.

    Algunos conceptos políticos pueden ser difíciles de adaptar a ciertas realidades de la región. En su artículo sobre los países del Consejo de Cooperación del Golfo, Luis Mesa Delmonte advierte que adaptar modelos de democracia, elecciones y partidos políticos a las monarquías del Golfo puede ser desafiante, en particular por el peso de las tribus, los clanes y los grupos sectarios. De tal modo, el autor prefiere hablar de estados tribales más que de estados nacionales.

    Se pueden desarrollar algunos conceptos para encontrar alternativas al poder gubernamental centralizado. En su artículo, Aude Signoles habla de la descentralización política como mecanismo capaz de debilitar el régimen autoritario. Se trata de una propuesta que pone énfasis en la capacidad de las administraciones locales como estrategia ante la centralización en Egipto y Túnez, lo que daría poder a las comunidades locales en detrimento de las estatales.

    La exaltación domina los debates y análisis sobre lo que ocurre en los países de Medio Oriente y el norte de África. Un ejemplo es la expresión de Primavera árabe seguida de Invierno islamista. Es síntoma de un razonamiento según el cual hubo ‘buenas’ revoluciones árabes, las de los primeros meses, y que luego sobrevinieron las ‘malas’, las del desencanto, cuya responsabilidad se achaca a los islamistas. Pero las transformaciones sociales no son procesos unívocos ni lineares que puedan leerse mediante estaciones del año; son, en principio, estado de excepción, sometidas a lo aleatorio, a crisis recurrentes; su desenlace no está dado de antemano; por lo tanto, deben estudiarse con cierta prudencia analítica, especialmente cuando se trata de identificar las rupturas que han generado y las continuidades que han permitido.

    NOTAS AL PIE

    [1] David L. Blanley y Naeem Inayatullah, International Relations from Below, en Christian Reus-Smit y Duncan Snidal (eds.), The Oxford Handbook of International Relations, Oxford, Oxford University Press, 2010, pp. 663-673; Anthony Burke, Postmodernism, en Christian Reus-Smit y Duncan Snidal (eds.), The Oxford Handbook of International Relations, Oxford University Press, 2010, pp. 359-375

    [2] David Held y Christian Coates Ulrichsen, The Arab Spring and the Changing Balance of Power, Open Democracy, 26 de febrero de 2014. Disponible en .

    PRIMERA PARTE

    Los levantamientos populares y sus contextos

    LA HISTORIA, CLAVE PARA ENTENDER LA ACTUALIDAD DEL MUNDO ÁRABE Y EL MEDIO ORIENTE

    Gilberto Conde

    INTRODUCCIÓN

    Se ha generado a lo largo de las últimas décadas un interés creciente por el mundo árabe y por el Medio Oriente y el norte de África en general. Si tiene este texto frente a sus ojos es quizá debido a las interrogantes que muchos se formulan acerca de esta región del mundo que se presenta como enigmática, difícil de comprender, en particular por los numerosos conflictos que ahí se viven. Por mucho que se lea la prensa diariamente, las claves para interpretarlo parecen difusas. ¿Cuáles son las raíces de la situación que se vive en la actualidad en esta convulsionada área de la tierra? En este capítulo se intenta explorar el pasado del Asia occidental y el norte de África, con la esperanza de vislumbrar algunos elementos cognitivos que nos ayuden a entender los fenómenos del presente.

    En las líneas siguientes se defienden varias ideas: el Medio Oriente es perfectamente inteligible, pero complejo; su historia, enmarcada en la del mundo, nos ayuda a entender lo que ahí sucede; comprender las vicisitudes de esta región puede ayudar a los habitantes de cada lugar del planeta a entender su propia historia.

    El objetivo del texto, sin embargo, consiste en mostrar que la historia de la región ofrece algunas claves que pueden ayudar a sus habitantes a buscar soluciones a los conflictos que les aquejan. Indudablemente, estas claves son insuficientes en sí mismas, pero su contribución puede ser importante. En gran medida, su insuficiencia reside en que los antagonismos difícilmente se pueden resolver sólo desde el interior de esas sociedades, ya que existe una dialéctica entre lo oriundo y lo importado, entre los problemas generados desde su interior y los que vienen del exterior, que no siempre se pone en evidencia.

    En la primera parte del capítulo se exponen críticamente algunas de las características que resaltan el valor económico y político de Asia occidental y el norte de África. En la segunda se repasan algunos elementos de su geografía e historia que resultan relevantes para comprender las evoluciones actuales. En la tercera se discute acerca de la región en el contexto del mundo de nuestros días, dentro de la perspectiva histórica esbozada en los párrafos anteriores. Por deseable que hubiera sido analizar todos los casos de conflicto que afectan a la región, habría sido imposible. Se ha optado por limitar la discusión a algunas rebeliones populares y guerras civiles que han tenido lugar entre finales de 2010 e inicios de 2014 en la región.

    ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE ASIA OCCIDENTAL Y EL NORTE DE ÁFRICA

    Cuando en nuestras latitudes y longitudes se piensa en la región que nos ocupa, algunas imágenes suelen venir a la mente. Entre las más comunes aparecen el terrorismo, el fanatismo religioso, la opresión de las mujeres, los conflictos, los desiertos, el petróleo. Personas algo más curiosas quizá piensen en tabbule, humus, café turco o danza del vientre. Los medios de comunicación suelen tener un papel muy destacado al momento de crear o exagerar los estereotipos acerca del mundo, de aquellos que vamos imaginando como otros, como distintos a nosotros.[1] No siempre se trata de falsedades; los prejuicios a menudo se nutren de la realidad. Sin embargo, una sociedad es siempre mucho más rica de lo que, fuera de sus confines, se suele divulgar de ella. Baste, para ilustrar esta afirmación, pensar en lo que se conoce sobre México o América Latina y sus ciudadanos en Estados Unidos o Europa.

    Es importante tener un entendimiento rico y matizado acerca del Medio Oriente por una diversidad de razones. Sin ir más lejos, comprender esta región

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