EL ORIGEN DEL SIONISMO
TRAS LA GUERRA JUDEO-ROMANA DEL AÑO 70, Y LA POSTERIOR CONQUISTA DE JERUSALÉN, LOS JUDÍOS COMENZARON A VIVIR MASIVAMENTE FUERA DE PALESTINA. En el exilio. Si bien, desde tiempos remotos había colonias de mercaderes judíos en todos los centros comerciales y urbanos de importancia del Mediterráneo, fue tras la fracasada rebelión de Bar-Koheba, entre los años 132 y 135, cuando en verdad comenzó lo que en la historia del pueblo hebreo se conoce como la "Diáspora": un movimiento que extendió las comunidades judías por todo el Imperio romano, e incluso fuera de él.
Desde el mismo momento en que tuvieron que abandonar Sión, la tierra que Dios les había prometido, sintieron la necesidad nostálgica de regresar algún día a su hogar. Un anhelo más sentimental que real, pues si bien jamás abandonaron completamente Palestina, tras la conversión masiva de la población al islam entre los siglos VI y X, los habitantes musulmanes se convirtieron en mayoría. La región quedó a partir de ese momento completamente arabizada, aunque siempre hubo importantes minorías cristianas y una notable comunidad judía.
Esa comunidad, principalmente urbana, se mantuvo, a veces con muchos problemas, en las ciudades santas del judaísmo, como la propia Jerusalén, Hebrón o Safed. Pero en todos los casos, apenas quedaba ya nada del viejo reino de Judea. Incluso del viejo templo de Salomón, solo permanecía en pie su muro occidental: el Muro de las Lamentaciones.
EL GRAN PROBLEMA PARA LOS JUDÍOS OCCIDENTALES SURGIÓ A RAÍZ DE LOS NACIONALISMOS EUROPEOS DE MEDIADOS DEL SIGLO XIX, QUE PRODUJERON UN REBROTE DE LAS IDEAS ANTISEMITAS.
Durante toda la Edad Media, los judíos desarrollaron su vida en Europa, donde constituyeron una minoría. En ocasiones perseguida y muy maltratada, pero también, en algunos lugares,
