Vivaan

Por Alfredo De Braganza

Vivaan se propone iniciar una nueva vida en España.
Pero a pesar de sus esfuerzos por cambiar su destino, el crimen organizado despierta las heridas aún abiertas del pasado que él quería enterrar: un trágico episodio durante la guerra civil de Sri Lanka que todavía se le aparece en sueños.

¿Logrará desprenderse de las ligaduras de la violencia?

¿Conseguirá normalizar su vida y evitar que se desate un violento clímax?

«Las novelas de Braganza te atrapan como películas que no se pueden dejar de ver».
—Ashokamitran (figura influyente de la literatura india poscolonial y mentor de Aravind Adiga, galardonado con el Premio Booker por El tigre blanco).

• Idioma: Español
• Editorial: Alfredo De Braganza
• Fecha de lanzamiento: 18 mar 2024
• ISBN: 9798224438112

Vista previa del libro

1

En una mañana soleada de cualquier día de principios de otoño, una patera se acercó a la costa española.

Vivaan, con su mochila como única pertenencia entre las piernas, estaba rodeado de magrebíes. Rozaba los cincuenta años, pero por su aspecto y complexión parecía más joven: barba, pelo rizado, hombros anchos.

Antes de que la embarcación alcanzase la costa, se aproximó una lancha que quedó pegada a la patera, cuyos ocupantes quedaron impertérritos excepto su conductor, el único que no era ajeno a lo que sucedía.

Un hombre dio instrucciones a otros para transportar hasta ella unos fardos que estaban ocultos.

Efectivos de Salvamento Marítimo se acercaron con su potente embarcación. Llevaban tiempo alertados por la ruta marítima de los traficantes de droga.

Un joven musculado llamado José, líder de los traficantes, les ordenó que se dieran prisa. Cuando terminaron de trasladar los paquetes, saltaron de vuelta al bote.

Pero José perdió el equilibrio y cayó al agua.

—Vámonos de aquí —instigó uno de los traficantes, llamado Rodrigo, a sus compañeros al ver que las autoridades estaban a punto de alcanzarlos.

Sin dudarlo, Vivaan se tiró al agua y ayudó a José a subirse en su lancha y huir.

La embarcación de Salvamento Marítimo los persiguió hasta darse por vencida.

Mientras, la patera llegó a la costa de Valencia y los inmigrantes recibieron la atención que necesitaban.

2

En una playa apartada de la costa valenciana, José y los demás traficantes desembarcaron.

Sin un momento de respiro, comenzaron a mover los fardos de la lancha a la parte trasera de una furgoneta que los estaba esperando.

De pronto llegó derrapando un coche negro, hasta frenar en lo alto del