Ardiente Persecución: Los Tornados de Hierro, #4

Por Olivia Rigal

Slider es mi ángel guardián en este agujero infernal. 
Él se asegura de que lo único que los clientes reciban de mí, sea un baile. 
Ambos sabemos que no pertenezco a este lugar, pero el precio de mi escape sería perderlo a él.  
Sally ha sido mi luz en este pozo de oscuridad.
Ella no tiene idea de quién soy realmente, sin embargo, me ayuda a recordar el motivo de mi lucha.
No me había dado cuenta de lo mucho que la necesitaba hasta que él me la arrebató. 

• Idioma: Español
• Editorial: Lady O Publishing
• Fecha de lanzamiento: 1 may 2023
• ISBN: 9798201818593

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CAPÍTULO 1

SLIDER

Esta ceremonia de boda es una puta pesadilla. ¿ Cómo fui engañado para venir a la iglesia? ¿ Qué estoy haciendo aquí? La pequeña iglesia está repleta, y estoy tan cómodo como si estuviera fumando mi último cigarrillo sentado sobre un barril de pólvora.

Es un accidente a punto de estallar. Si logramos superar la bendición, la toma de fotografías en los escalones de la iglesia será todo un acontecimiento. Mimi y David deben tener un deseo de morir. De lo contrario, ¿por qué invitarían a su boda a miembros de dos clubes de motociclistas rivales, además de a un puñado de policías?

Observo a los policías que forman parte de la unidad del grupo de trabajo al que David y yo pertenecemos, y me doy cuenta de que me siento más cerca de Dmitry Knyaz, conocido como ‘Prince’, el sargento de armas del Club de Motociclistas de los Caballeros de la Categoría Cinco en el que me he infiltrado, que del capitán de policía al que reporto. He sido Caballero durante años. Mierda, no estoy seguro de lo que haré cuando decidan sacarme. Podría ser pronto o dentro de otros seis meses. Será mejor que empiece a pensar sobre eso.

No puedo volver a ser un policía común. He sido mi propio jefe demasiado tiempo para dar un paso atrás en las filas. Pero no puedo renunciar. Si lo hago, algún imbécil de Asuntos Internos podría encontrar la forma de hacerle saber a alguien de mi CM que he estado de encubierto. Y, quién sabe cuál sería su reacción. Podría estar muerto o ellos podrían negarse a creerlo. ¡Qué desmadre!

«David, ya puedes besar a Jeanne-Michelle», dice el sacerdote con un inglés con fuerte acento criollo.

Claro, como si David no la hubiera estado follando todo el tiempo. Bueno, tal vez no todo el tiempo. El pobre tuvo que jugar a estar muerto en Canadá, congelándose el trasero todo el invierno después de que nuestra operación casi se fue a la mierda. Pero ahora que ha vuelto, estoy seguro de que se ha puesto al día. Sin dudar de esto, ella tiene ese brillo bien cuidado que tienen las chicas cuando son felices en la cama. No importa de qué color sean, todas brillan igual.

La madre de David está llorando a mares. Realmente no se puede culpar a la mujer. Durante once meses, pensaba que su hijo estaba muerto, y ahora tiene una familia bien formada, con su hijo, su chica y un nieto, Toussaint, el sobrino de Mimi de once años.

David besa a la novia y, por fin, podemos salir de aquí. Ya era hora, me sentía claustrofóbico.

David y Mimi van primero. Luego salen Lisa y Ice.

Nunca entenderé el porqué Mimi eligió a la hermana de David como dama de honor. No es como si tuvieran algo en común. Mimi es una chica sencilla, mientras que Lisa, con su diploma de la facultad de derecho de la Ivy League, es todo lo contrario.

¡Ay Lisa, chica loca! Dice que quiere convertirse en asistente del fiscal de distrito, pero se le está complicando con su chico, Brian Hatcher, conocido como ‘Ice’, el vicepresidente del CM de los Tornados de Hierro. Esa elección hace que sea difícil tomar en serio sus planes de carrera.

Ice es un tipo con el que me identifico. Dejó la academia de policía cuando se dio cuenta del nido de avispas que es la fuerza. Desearía poder compartir una cerveza y charlar toda una noche con él, pero eso no va a ocurrir. Ya es bastante extraño estar en la misma habitación con el vicepresidente de los Tornados de Hierro y el de los Caballeros. Si empezáramos a hablar, alguien pensaría que podríamos estar planeando una fusión. Stallion, mi presidente, haría clavar mis bolas sobre la puerta de la casa club como un trofeo, más rápido de lo que pudiera decir ¡Harley Davidson!

Los siguientes en salir somos Sally y yo. Ella es lo más cercano a una hermana para Mimi, ahora que su gemela se ha ido. Asistir a la misma universidad y desnudarse en el mismo club tiene que contar para algo.

Sally me agarra del brazo y me sonríe. Tengo que reconocérselo a la chica, no importa cuántas veces la aleje de mí, ella nunca me guarda rencor. Persistencia tiene que ser su segundo nombre. Hoy se ve especialmente sexy. Las ceremonias de matrimonio hacen eso a las chicas. Pero igual lo pensé, incluso, cuando parecía un maldito desastre húmedo el día que encontró a la hermana de Mimi inconsciente detrás del club bajo la lluvia torrencial.

¡Carajo, esta misión apesta!

Miro por encima del hombro y veo a Prince tomar el brazo de Juliya para colocarse detrás de nosotros. Si las miradas pudieran matar, el hombre sería reducido a cenizas. Por suerte para él, no ocurre. Ignora la mirada de la zorra y sostiene su codo con firmeza con una mueca divertida en los labios.

Prince no es de los que retroceden ante un desafío. Por el contrario, es probable que encontrar a una mujer que no se enamore de su encanto eslavo lo excite a lo grande. Si sigue así, tendrá un gran problema. Está lo suficientemente loco como para olvidar que ella es la hija del presidente de los Tornados de Hierro. Sin duda querrá mostrarle de qué se trata ser un Dominante. Pero todos los parientes masculinos de Juliya son Dom, así que estoy bastante seguro de que ella ya entiende el concepto. Aunque dudo que tenga mucha experiencia. Su padre y sus dos hermanos, que tienen una reputación estelar en esa pervertida comunidad, sea lo que sea que eso signifique, son sobreprotectores con ella.

Prince me guiña un ojo. Si fuera un hombre de juegos, apostaría a que el estatus de Juliya como miembro de la realeza de los Tornados de Hierro lo excita a lo grande. La forma en que la mira me hace pensar que el hombre necesita desesperadamente algo para darle sabor a su vida. Tal vez ese es el problema. Últimamente, los CM no han visto mucha acción. Con la desaparición de los ‘Impenitentes Magos Blancos del Sur’, el grupo de supremacistas blancos que mi grupo de trabajo acaba de desmantelar, la actividad policial ha sido intensa en las últimas semanas. Como consecuencia, todos los miembros del CM se han comportado de la mejor manera y se han ceñido a negocios estrictamente legítimos.

Sally tira de mi brazo y es su turno de fijar la mirada. Es linda cuando actúa toda celosa y posesiva. Juliya tiene buenos pechos, pero si quisiera sumergirme en unos, sería en los de Sally. Ella tiene todas las curvas correctas en todos los lugares adecuados. La he visto desnudarse lo suficiente como para saberlo. Si cierro los ojos, puedo verla sin puntos de sutura, follando el tubo y eso es todo lo que necesito para que me provoque una erección.

¡Sí, eso es justo en lo que necesitaba pensar ahora mismo!

Por supuesto, Sally se da cuenta y frunce el ceño. Conociendo a mi Sally, de seguro se pregunta si mirar el escote pronunciado de Juliya me llevó allí.

No, cariño, eres tú y solo tú, pero me pudriré en el infierno antes de decírtelo. Mi bella Sally se merece a alguien agradable, alguien que nunca sepa que se desnudó en la universidad y que piense en ella como la chica amable que hubiera sido si la vida le hubiera ofrecido una oportunidad diferente.

Así que, claro, en este momento mi vida apesta, pero todo depende de mí. Después de todo, nadie me puso una pistola en la cabeza y me obligó a unirme a la fuerza.

CAPÍTULO 2

SALLY

Por supuesto, tenía que ser yo quien atrapara el estúpido ramo. De pie, en la parte inferior de los escalones de la iglesia, con las flores en la mano, pongo mi mejor sonrisa por el bien de Mimi . Me guiña un ojo y sus ojos marrones se mueven hacia el rostro de Slider para estudiar su reacción. La forma en que se puso rígido cuando lo tomé del brazo para salir de la iglesia me hizo enojar tanto que ni siquiera quiero mirarlo en este momento. ¿ Quién sabe lo que está pasando dentro de la cabeza de ese hombre?

La mayor parte del tiempo, cuando me mira, sé con certeza que me desea, pero tan pronto como se da cuenta de que lo estoy