Ardiente Desastre: Los Tornados de Hierro, #5

Por Olivia Rigal

Me llaman 'Everest' porque soy una montaña de hombre. Un hombre que lo quiere todo.

Me niego a elegir. No lo hago entre mi moto, mi club, mi placa y las mujeres en mi cama.

En mi vida no hay lugar para este ardiente desastre de chica que cayó en mi regazo.

• Idioma: Español
• Editorial: Olivia RIGAL
• Fecha de lanzamiento: 20 mar 2023
• ISBN: 9798223439714

Vista previa del libro

CAPÍTULO 1

Mi viejo sabe que es su último fin de semana del Día del Trabajo . También podría ser su última gran fiesta como presidente del Club de Motociclistas de los Tornados de Hierro . Incluso si todavía está por aquí para Navidad , estará demasiado lejos para seguir portando su corona.

Así que Cracker hizo todo lo posible para organizar su fiesta. La multitud es enorme. A mi alrededor, reconozco a miembros de los Tornados de Hierro de otros estados que no he visto en años.

«Ernest, no me dijiste que iba a ser una fiesta tan grande», dice mi madre echando una mirada a su alrededor. Me entrega el casco que la obligué a ponerse para venir aquí.

Me encojo de hombros. Debí habérmelo imaginado. El viejo león se está debilitando en cuerpo y espíritu, pero no se rendirá sin luchar. Hace solo unos meses, admitió que se estaba volviendo loco. Fue entonces cuando empezó a escribir notas y a hacer listas de tareas, pero pronto se olvidó de revisarlas.

Carajo, perder la cabeza es una mierda.

Mi madre me aprieta el brazo cuando nos acercamos a la mesa principal, donde Cracker preside la corte, con un ‘dulce culito’ sobre las rodillas. Es una cosita bonita que no puede tener más de un día más de dieciocho años. Cracker casi la empuja cuando nos ve. De no ser porque Ice está sentado a su lado, la chica se habría caído al suelo.

Cracker debería saberlo. No pueden pillarle metiendo mano a chicas jóvenes si quiere volver a vivir con su mujer. Pero mi madre sabe que es un bastardo tramposo. Me dijo que cuidaría de él hasta el final. Si él se lo pide. Nadie podría culpar a la mujer si decidiera hacerle rogar un poco por esto.

Mi madre lleva más de treinta años enamorada de este puto hombre sin corazón. A pesar de todo lo que le hizo, nunca se divorció de él. Así que, sí, no me sorprende que se quiera ocupar de él hasta el final.

Espero que lo haga arrastrarse un poco.

Y ahora Lisa está mirando a Ice porque el ‘dulce culito’ piensa que está bien quedarse en su regazo. Ay, bueno, ¡mi hermano está metido en un gran lío! Cracker se da cuenta y una sonrisa traviesa se dibuja en su cara. La sonrisa desaparece cuando Lisa se levanta y se aleja.

A mi padre siempre le han gustado las buenas peleas de gatos. Sé que está decepcionado porque Lisa no quiere entrar a su juego. Y menos mal, porque Lisa debe pesar el doble que la pequeña criatura. La habría aplastado. Incluso si Lisa no es del tipo violento, no habría sido una pelea justa.

Mi apuesta está en Cracker. Encontrará otra forma de crear problemas. Piensa que crear drama hace una fiesta más animada. Querrá empezar una buena pelea; una que será recordada después de que se haya ido.

Unos segundos antes de llegar a la mesa, mamá se acobarda y me suelta del brazo. «Ernest, luego te alcanzo», dice, volviéndose hacia un grupo de señoras mayores que la saludan.

El club es una gran familia. Las otras mujeres siguen estando aquí para mi madre, como ella para ellas. No le guardan rencor por mantener las distancias con el CM. Bueno, por lo que sé, cuando sus hombres no están, se ven o hablan por teléfono mucho más de lo que imaginamos.

«¡Hola, hermano!».

Ice aparta suave pero firmemente al ‘dulce culito’ y me abraza. «Tu madre tiene buen aspecto», dice.

«Sí, se ve bien». Sonrío con orgullo. Mi madre es increíble. Ella sola nos ha criado a Juliya y a mí. En retrospectiva, veo que probablemente fue mejor así. Cracker no tenía ni idea de cómo seguir comportándose como padre después de algunas horas seguidas. Por supuesto, saltaría al fuego para salvar a Juliya. La adora, y en su retorcida forma, también se preocupa por Ice y por mí.

«¿Juliya está bien?», pregunta.

«Sí, mamá habló con ella ayer. Tiene un buen dormitorio y está bien».

Sacude la cabeza y Cracker murmura algo sobre la pena que es que no haya podido venir hoy. Me muerdo la lengua. Es inútil recordarle que él tenía que reservarle el vuelo y se olvidó, así que ella tuvo que coger un vuelo más temprano.

«Volverá para Acción de Gracias», le digo.

Mira hacia otro lado sin contestar.

Cracker no dice una palabra, pero sé que se pregunta si seguirá con nosotros entonces.

Juliya se pregunta lo mismo, y casi decide posponer su último año de universidad. Pero por una vez, todos estuvimos de acuerdo. No era una opción. Mamá, Cracker, Ice y yo nos unimos a ella. Iba a volver, pasara lo que pasara. Incluso Prince, del CM de los Caballeros de Categoría Cinco que se ha acercado demasiado a ella, para nuestro gusto, estaba de acuerdo con que se fuera. Eso fue una sorpresa para mí. Me hizo preguntarme sobre el tipo.

De todos modos, quiero que termine la universidad para que pueda tener más opciones en su vida. Mamá también quiere que se gradúe y, por una vez, ella y Cracker están de acuerdo. Les preocupa que se enamore de Prince. Mi madre no tiene nada personal contra él, ni contra los Caballeros de Categoría Cinco. Por lo que a ella respecta, su hija no debería tener nada que ver con nadie relacionado con un CM, y punto.

Y Cracker, bueno, no puede hacerse a la idea de que su hija ya es lo suficientemente mayor como para tener una vida sexual. Más pronto que tarde, va a tener que enfrentarse a la realidad. A menos que el ‘cangrejo’ que se lo está comiendo acabe con él primero.

Antes de que pueda sentarme, veo que Brains e Earplugs vienen hacia nosotros. Es difícil recordar que Brains tiene la misma edad que Cracker. Hoy en día parece veinte años más joven.

Brains podría enseñarle un par de cosas a Cracker sobre mirar hacia otro lado cuando una hija llega a la edad de tontear.

Brains tiene tres hijas con su esposa número uno, la asistente veterinaria. Tienen más o menos la edad de mi hermana. Birdy, Kitty y Bunny. Tres nombres únicos ( ¹).

Probablemente fue mejor que no tuviera un hijo, ¡el pobre chico habría sido Ducky ( ²)o algo igual de imposible con lo que vivir!

Sin molestarse en saludar, Brains dice: «Tenemos que hablar lo antes posible».

Las cejas de Ice se disparan de sorpresa mientras Cracker frunce el ceño.

«¿Otra vez traficantes de drogas?», pregunta. Cuando se trata de asuntos serios del CM, su memoria parece funcionar con más facilidad.

Brains asiente y Earplugs dice: «Tengo uno en el horno, pero creo que necesitamos tu toque especial para hacer cantar a este pajarito».

«Bien, hagámoslo ahora y acabemos de una vez», dice Cracker y luego me mira. «¿Qué opina de esto, agente Hatcher?».

Brains intenta sacarme del apuro. «No tiene que elegir un bando en este caso, Cracker. La policía tampoco quiere esa mierda en nuestras calles».

Mi padre se encoge de hombros. «En algún momento tendrás que elegir, hijo».

Ignoro su comentario. Mi elección fue tomada hace mucho tiempo.

Elijo no hacerlo. No elegiré un bando. Soy un policía y un Tornado de Hierro y así será. Eso significa que nunca seré el presidente, pero estoy bien con eso. Mi hermano Ice es un buen líder. Hará bien el trabajo.

Mientras caminamos hacia la sede del club, Earplugs les cuenta a los otros sobre su arresto civil.

«Fue tan extraño», dice. «Llevamos una semana vigilando esta casa. Hemos visto a dos personas hacer una entrega, pero hasta ahora nadie ha venido a recogerla...».

Sintonizo la voz de Earplugs, es un tipo parlanchín. En lugar de escucharle, pienso en algunas preguntas que me gustaría hacerle al tipo que han encerrado. El nuevo producto que circula por las calles de Point Lookout ya ha matado a un chico y ha mandado a otros dos al hospital.

En el sur, en los alrededores de Miami, lo llaman el ‘Sueño del Motociclista’ porque los que lo tomaron y vivieron para contarlo, afirman que conducir bajo su influencia es el mayor subidón de la historia.

Ha diezmado la población de motoristas salvajes, pero a pesar del elevado número de muertos, la naturaleza letal de la droga no parece importarles.

Brains tiene toda la razón. No me desgarra ningún conflicto de intereses cuando se trata de drogas. Ni siquiera pestañeo si las cosas se ponen feas.

O eso creo, hasta que entro en la habitación ...

1 Nota de la T.: Birdy - pajarito; Kitty – gatito; Bunny - conejito

2 Nota de la T.: Ducky