Respírame: Romance de un Multimillonario: Destrozada, #3

Por Kimberly Johanson

Construyendo una nueva vida en el estado de Washington, Lila no permanece oculta por mucho tiempo cuando su enamorado Noah la localiza.

Atónito por la noticia de que ella está embarazada de su hijo, Noah le dice que quiere tratar de establecer una familia con ella y su bebé.

Lila es enganchada por este hombre guapo y comienzan a construir juntos una vida.

En Nueva York, Charlie Sherman se vuelve cada vez más sospechoso del comportamiento de su compañero Riley y cuando este desaparece, Charlie hace un descubrimiento impactante que podría poner en riesgo la vida de Lila una vez más...

• Idioma: Español
• Editorial: Kimberly Johanson
• Fecha de lanzamiento: 11 sept 2021
• ISBN: 9798201729660

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Capítulo 1

Manhattan

‘Oh, Dios mío.’ Las palabras fueron murmuradas entre los labios de Charlie Sherman mientras él estaba en el apartamento de Riley. Imágenes interminables de Lila asaltaron su visión, fotografías obviamente tomadas sin su conocimiento sobre lo que parecía eran los últimos años, desde que ella había llegado a Nueva York. Richard estaba en algunas de ellas, y mientras Charlie miraba más de cerca, vio imágenes nebulosas tomadas de la pareja a través de las ventanas. Entrometiéndose en momentos privados.

‘Sherman, echa un vistazo a esto.’ Uno de los policías que acompañaba a Charlie señaló la pared y Charlie se movió para ver qué indicaba.

‘Maldición.’ Ahora enojado. Fotos de Lila en la cama del hospital, apenas viva, tubos en sus brazos, a través de su garganta, manchas de sangre en su piel. Charlie sacudió la cabeza.

‘¿Cómo no me di cuenta de esto?’

‘Kinsayle se fue hace ya tiempo’ el otro policía estaba revisando el armario de Riley. ‘Parece que empacó apurado.’

‘Maldita seas, Riley’ Charlie se dio la vuelta y salió de la habitación, diciéndole al otro, ‘no toques nada más, trae a los de Investigación Criminalística (CSI) aquí.'

Charlie fue directamente hasta su capitán y le dijo lo que había sucedido. Esta vez, el otro hombre lo tomó en serio.

‘Bueno. ¿Sabemos dónde está Lila Tierney?’

Charlie asintió con la cabeza. ‘Pero no quiero asustarla. Déjeme llegar hasta ella, explicarle lo que está pasando.’

‘Bien, seré claro en esto. Charlie, si encuentras a Riley... tráelo vivo, si puedes. No importa lo que él haya hecho, si es que hizo algo, sigue siendo policía. Tiene derecho a un proceso formal, a un juicio justo, etc.’

Charlie asintió con la cabeza. ‘Debidamente anotado.’

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Charlie fue directo al aeropuerto y cogió el siguiente vuelo a Seattle. En el avión, se frotaba la cara tratando de descifrar la historia. Lila se muda a Nueva York, Charlie con ella. Él adquiere a Riley como socio y como él siempre ha estado cerca de Lila, Riley y Lila pasan mucho tiempo uno en compañía del otro y sobreviene el coqueteo inocente y bromista. Pero tal vez no era broma para Riley... tal vez él alucinó, se creyó enamorado y cuando ella se encontró con Richard, los celos generaron su horrible y destructiva mente y comenzó la obsesión de Riley.

Charlie entrecerró los ojos, sumido en sus pensamientos. Riley había dejado pasar el tiempo, esperando que Lila viera quién era realmente el maldito ricacho, esperando que ellos rompieran, pero unos días antes de que la boda realmente tuviera lugar, Riley se quebró. Siguió a Lila a esa tienda de novias y la apuñaló brutalmente. Si no puedo tenerte, nadie puede...

Charlie resopló, sacudiendo la cabeza. El drama más antiguo de la vida, el crimen pasional. Y ahora ellos estaban buscando al apacible y jovial Riley Kinsayle.

Charlie cerró los ojos, exhausto. Cuanto antes llegara él hasta Lila, más pronto estaría allí para ella, para ser el mejor amigo en el que siempre ella se apoyaba. Estaba ansioso.

Capítulo 2

Estado de Washington

Lila alisó su blusa de algodón sobre el bulto cada vez más grande y sonrió. ‘Estoy segura de que sentí una patada de ella.’

Noah, apoyado sobre su codo a su lado, sonrió. ‘¿de ella?’

‘Sólo es un presentimiento.’

Noah rio entre dientes y deslizó su mano experta sobre el vientre de ella, y esperó. Nada. ‘Creo que lo imaginaste.’

‘Quizás, pero ¿no será emocionante cuando lo sepamos con seguridad?’

Noah miró su reloj y gimió. ‘Dios, tengo que ir a trabajar.’

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Todavía estaba oscuro afuera. La posición de Noah en uno de los hospitales más prominentes de Seattle significaba un largo viaje diario a la ciudad y ahora, cuando Lila vio las sombras oscuras debajo de sus ojos, frunció el ceño. ‘Bebé... ya sabes, yo podría volver a la ciudad otra vez, salvarte de que tengas que viajar todos los días.’

‘Estarías más expuesta en la ciudad’ dijo, besándola suavemente en los labios. ‘No me importa viajar. Además, me encanta este lugar, es un refugio.’

Ella le acarició el pelo en las sienes. ‘Podríamos quedarnos para los fines de semana. Odio que te estés agotando por mi beneficio.’

‘Por tu seguridad’ corrigió, sonriendo. ‘Y por tu tranquilidad.’

Lila se tendió en la cama, pensando. ¿De qué estaba tan asustada? Ni siquiera su atacante la había encontrado –era por los Carnegies. Si ellos averiguaran sobre el bebé antes de que ella tuviera la oportunidad de explicar... Dios. Miró a Noah ahora.

‘Noah, creo que es necesario contactar a la familia de Richard y hacerles saber, al menos, que... estamos juntos. Si ellos saben que estoy en una nueva relación, tal vez pueda maquillar las fechas de mi embarazo. Dios eso suena mal, pero no quiero que salgan lastimados, es todo.’

Noah asintió. ‘Lo entiendo, Lila, de veras. Y esto es todo tan nuevo, tú, yo, nosotros y la habichuela. Tallulah.’

Lila rio. 'De ninguna manera Jose. De todos modos, voy a hacer eso, me pondré en contacto, empezaré a reconstruir puentes. Entonces, ¿qué tal si nos quedamos en tu casa durante la semana, volvemos aquí el fin de semana?’

Noah lo consideró y entonces sonrió. ‘A mí me parece tentador’ admitió, acariciándole la cara, ‘y pensando en todo ese tiempo de viaje que podría ahorrar... ¿qué podríamos hacer para llenar ese tiempo?’

Ella le sonrió de nuevo y luego se movió, se sentó a horcajadas sobre él, tomando su pene ya rígido en sus manos. ‘Me pregunto...’

La mano de Noah vagaba por todo su cuerpo, acariciando sus pechos y acariciando su vientre redondeado. ‘¿Te he dicho lo hermosa que eres últimamente?’

Ella rio entre dientes. ‘Muchas veces. Se me hincha la cabeza de tanta vanidad.’

Noah miró las manos de ella trabajando en su pene. ‘A mí también, por lo que parece’ gruñó suavemente mientras ella pasaba, hacia arriba y hacia abajo, la punta de su pene sobre su sexo húmedo.

‘¿Te gusta eso?’ susurró ella,