Lich-El: Las Guerras de los Señores Exánimes, #1

Por Marc Van Pelt

Durante cuatro años, el bosque de Aguarius ha sido el santuario de la infancia de Almas, donde él y su mejor amigo, Ulec, un niño elfo, han jugado con poco conocimiento de las guerras que han asolado el mundo. Pero ahora, las fuerzas del mal han puesto sus ojos en su bosque y amenazan todo lo que aprecian. Mientras dos familias luchan por preservar lo más importante, Almas y Ulec comienzan a darse cuenta de que hay más en juego de lo que nunca creyeron posible.

• Idioma: Español
• Editorial: Marc Van Pelt
• Fecha de lanzamiento: 21 mar 2024
• ISBN: 9798224715497

Marc Van Pelt

Growing up in Bay Point, California Marc spent much of his time creating and exploring worlds and stories. He finally realized that once he got the stories written down they stopped haunting his sleeping and waking dreams. So he started writing them down. He writes the kind of stories that he enjoys which are stories about families written for families. Marc currently lives in northern Utah with his wife, and kids. He can be contacted through his Author’s Facebook page at facebook.com/catseye1979      

Vista previa del libro

Cronología del Mundo Mundial

Año

1MA Primera Guerra de Destrucción, Reino Yucaipán y Aldea de los Cazadores de Sombras restablecidos en el Continente Élfico

44MA Batalla al norte del Bosque de Aguerius

118MA Señores Exánimes

atacar la  provincia de Vatan

119MA Espíritu del Bosque

123MA Lich-El, Escapa por el Bosque Sagrado, El Nigromante

Los Señores Exánimes comienzan la invasión  de  la provincia de Aguerius

129 MA Mago del tiempo

983MA  Se establece el Reino Necromiano

1012MA Se  forma el Consorcio Forjad

1024MA Formación de la República Yucaipán

1850MA Vuelo de Mathen

1854MA Comienza la Guerra Humano/Elfo, caída del  Reino Necromiano y la República Yucaipan. Establecimiento de Port Cutter

1857MA El buque mercante Cree

1904MA Wyrm de Escarcha

MA= Edad Mortal

Cursivas= Obras publicadas

RECONOCIMIENTOS

Me gustaría dar las gracias a todos los que han apoyado mi escritura. En primer lugar, a mi esposa, Tara, por su amor y apoyo. En segundo lugar, gracias a toda mi familia y amigos; por su apoyo y comentarios positivos. Una vez más, me gustaría reconocer a mi prima Megan por sus habilidades de edición y por ocultar mi completa falta de habilidad con el idioma inglés.

Capítulo 1

—P ensé que hoy la encontraría aquí, mi señora.

—¿Por qué has venido aquí, criatura?

La misma razón que tú, para recordar a los muertos y rendir homenaje a los amigos del pasado, se convirtió en polvo. No pienses que este campo y monumento es tu propio terreno de duelo. También estuve una vez en este campo, hombro con hombro con dioses, elfos y hombres. También perdí a muchos amigos ese día hace tanto tiempo.

¿Qué puede recordar un monstruo como tú de la amistad? Debería destruirte ahora y dejar que el mundo se deshaga de ti.

"Mi querida lady Alixia; En primer lugar, ya no estás seguro de poder derrotarme solo. En segundo lugar, recuerdas lo que es la amistad, aunque yo no lo sepa.

—¿Cómo te atreves...?

Pero aunque pueda ser un poco... brumoso... sobre la amistad, todavía recuerdo el honor. Y ese honor me obliga a pagar viejas deudas.

Te perdono todas las deudas. ¡Ahora vete y corrompe esta tierra sagrada no más con tu presencia!

Tan pronto como digo esto: Tornal ha comenzado sus experimentos de nuevo.

—¿Y en qué está trabajando ahora?

Él busca hacer más de nosotros.

Extraño. Estaba pensando que este mundo necesitaba menos de ti.

"También busca darse a sí mismo, y a los demás que hace, un poder no muy diferente al tuyo, solo que con su propio toque oscuro. Busca robar lo que tú simplemente imitas. De hecho, dice que tiene que hacer un último experimento y que le gustaría tener un sujeto élfico.

Entonces tiene que viajar mucho para encontrar uno.

"Ha oído rumores de que podría haber uno en tierras humanas. Parece que los cazadores furtivos han estado difundiendo historias sobre sucesos extraños en el Bosque de Aguerius.

Tornal no debería escuchar rumores.

Eso es lo que le dije. Nunca me escuchó. Si hay algún elfo allí, espero que se cuide a sí mismo.

Cazar elfos es muy peligroso. Encontrar al equivocado sería el fin de él.

Sí, pero encontrar al adecuado, como uno joven e inexperto, sería presa fácil para el poder de un Señor Exánime de Tornal.

—¿Estás insinuando...?

Nada. No insinúo nada. Solo dar información que pensé que podría resultarle interesante. Ahora debo despedirme de ti. Dale mis saludos a tu esposo e hijos, dondequiera que estén.

¿Adiós? ¿Una criatura como tú viene aquí a este campo de sacrificio para burlarse de mí y amenazarme, y te despides de mí? ¿Crees que dejaría que una abominación como tú simplemente se fuera después de tanta falta de respeto?

Aquí estoy. ¡Detente!

—Con mucho gusto.

CADY NO SOLO ESTABA mareada. Estaba muy mareada. Sin embargo, siguió moviéndose de un lado a otro, observando los árboles. Estaba decidida a asegurarse de que esta vez ningún elfo molesto se escabullera sobre ella. Su hermano, en cambio, ni siquiera lo intentó más.

– Te lo he dicho, Cady, que no lo vas a ver llegar.

El hermano de 12 años de Cady, Almas, se sentó allí, sentado con la espalda apoyada en el árbol, tocando su arpa falfalaria. Ella nunca se lo admitiría, pero él estaba empezando a ser bueno en eso. Pero practicar música no iba a ayudarla a atrapar a Ulec cuando llegara.

El resto de su familia era igual de inútil. Creetan tenía ahora 16 años y estaba más interesado en disparar flechas al blanco; su padre, Lord Gidon Aguerius, estaba luchando con su hermano de 8 años, Giddy, y su madre estaba en su taller haciendo quién sabe qué. Por lo tanto, le tocó a ella, una niña de solo 10 años, mantener la vigilia y proteger a la familia contra los jóvenes elfos intrusos.

Lo voy a atrapar esta vez. No dejaré que Ulec se acerque sigilosamente a nosotros otra vez, le informó Cady a su hermano mientras tropezaba un poco, pero se contuvo antes de caer.

Buena suerte con eso. En cuatro años, nunca había visto a Ulec antes de que quisiera ser visto, respondió Almas con un suspiro y continuó tocando una melodía rápida y nerviosa en su arpa.

Ulec era un joven elfo que Almas había conocido mientras estaba perdido en el bosque cuatro años antes. Había salvado a Almas de convertirse en el almuerzo de un dragón del bosque y habían sido mejores amigos desde entonces. Ahora, de vez en cuando, Almas anunciaba que Ulec venía de visita. No estaba segura de cómo Almas siempre lo supo, pero estaba segura de que tenía algo que ver con la habilidad de Ulec para hablar con animales y plantas. Cady siempre se sorprendió de cómo las plantas y los animales parecían hacer lo que él quería.

Cady siguió girando, decidida a atrapar al elfo que intentaba acercarse sigilosamente a ella como siempre hacía. Estaba escudriñando los árboles cuando escuchó que la melodía que tocaba Almas cambiaba bruscamente y una fuerza, como un viento muy fuerte, la empujó y cayó al suelo.

¡Oye! ¡Me empujaste!, le gritó a Almas.

Almas le dio la mirada más repugnantemente falsa e inocente que jamás había visto y respondió: "¿Qué? ¿Me? Nunca te toqué. Solo estaba practicando. Tú me conoces mejor que eso.

Cady sabía que Almas no necesitaba tocarla. En los últimos años, su madre y su tío Marpel habían estado enseñando a Almas música y cómo usar la magia a través de ella. A medida que Almas mejoraba en la música, también mejoraba en lanzar hechizos con ella. Se llamaba magia de bardo y ella estaba a punto de replicar que él la usaba para empujarla, pero una voz por encima de ella habló primero: Sí, ella te conoce bien. Así es como ella sabe que fuiste tú.

Se lo había vuelto a hacer. Justo en el momento en que tardó en caer, Ulec acababa de aparecer de la nada. Mirando por encima de ella, vio a Ulec sentado en una rama del árbol de espaldas al tronco y una pierna colgando perezosamente, ¡como si hubiera estado sentado allí esperando todo el día! ¡No era justo! Había estado mirando hacia ese lugar cuando Almas la empujó.

¿Cómo se hace eso?, preguntó.

Ulec se deslizó de la rama y aterrizó silenciosamente sobre sus pies descalzos y preguntó con una sonrisa maliciosa: ¿Hacer qué?

¡Aparece de la nada así!

"Yo no vengo de ninguna parte. Yo vengo de allá. Nunca he estado en ninguna parte —respondió Ulec, señalando detrás de él—.

—Pero nunca te vemos ni te oímos venir —protestó Cady—.

Pido disculpas por no moverme por el bosque haciendo ruido como un enorme oso pesado.

—Cady no es tan ruidosa —interrumpió Almas mientras se levantaba y se acercaba a su amigo—.

En realidad, me estaba refiriendo a ti.

¡Oye!

Ulec se rió cuando Almas trató de empujarlo, pero falló ya que se hizo a un lado fácilmente. ¡Tienes que moverte más rápido que eso! O tal vez deberías quedarte con el arpa, dijo Ulec justo antes de que todos escucharan un suave chasquido por encima de ellos. Todos miraron hacia el árbol en busca de la fuente del sonido y Ulec comenzó a hacerse a un lado cuando un animal grande y peludo se posó sobre él, tirándolo al suelo. Cady dio un grito de sorpresa cuando reconoció a una pantera parada sobre Ulec con sus grandes patas en su pecho.

En lugar de asustarse, Ulec parecía molesto y le habló con calma al gran gato: ¡Seacra, bájate! Eso dolió.

Empujó a la pantera fuera de él y, en un instante, se transformó en una joven elfa que se rió y dijo triunfalmente: Esa vez no fuiste lo suficientemente rápido.

Era la hermana menor de Ulec, Seacra. Era casi 20 años más joven que su hermano, pero a pesar de que tenía un poco más de 100 años, no parecía más vieja, ni actuaba como mayor, que Cady. Ulec se levantó mirándola fijamente y se sacudió la suciedad. Fue en ese momento que escucharon a Giddy gritar mientras corría: ¡Ulec, Seacra! Detrás de él, su padre