Mecanismo De Las Emociones

Por Abraham Daniel

"¿Deseas descubrir el poder que reside en tus emociones? Este libro transformador te sumergirá en el fascinante mundo de las emociones, enseñándote cómo manejarlas y utilizarlas a tu favor.

 

¿Alguna vez te has preguntado por qué reaccionas de cierta manera ante determinadas situaciones? ¿Te gustaría aprender a gestionar tus emociones en lugar de sentirte abrumado por ellas? Aquí encontrarás respuestas. Exploraremos juntos las siete emociones universales y cómo pueden influir en nuestras decisiones y comportamientos de acuerdo a nuestro temperamento.

 

Esta obra es una herramienta imprescindible para quienes buscan mejorar su autoconocimiento, inteligencia emocional y bienestar general. Embárcate en este viaje de auto-descubrimiento y empodérate a través de la comprensión de tus propias emociones.

• Idioma: Español
• Editorial: Al khawarizmi
• Fecha de lanzamiento: 26 jul 2023
• ISBN: 9798223947073

Vista previa del libro

Mecanismo de las emociones

Abraham Daniel

Índice

●  Prólogo

●  Capítulo 1: Observaciones generales sobre las emociones

●  Capítulo 2: Las siete emociones universales

●  Capítulo 3: Predisposición a emociones específicas según el temperamento

●Conclusión

Prólogo

El propósito de este trabajo es abordar el sugerente tema de las emociones humanas. Aunque se ha investigado seriamente en este campo del conocimiento, la gente sigue sin saber mucho sobre sus propias emociones. El hombre común no sabe qué gran poder reside en su interior, en forma de emociones. Si supiera que realmente puede controlar sus emociones y que sus impulsos, que a menudo le dominan, pueden dirigirse hacia objetivos más nobles, no tendría motivos para quejarse de su incapacidad para sacar el máximo partido a su vida. Se daría cuenta de que es responsable de su propio destino y de que puede lograr cosas extraordinarias, simplemente controlándose a sí mismo.

Mi objetivo es demostrarle que puede controlar sus emociones y su comportamiento. Sólo tienes que pulsar los botones adecuados y tomar el control de ti mismo. Con la motivación suficiente y la estrategia adecuada, el éxito será suyo.

CAPÍTULO 1

Observaciones generales sobre las emociones

Imagina que vas caminando despreocupadamente por la calle, a una velocidad moderada, de vez en cuando ves algún escaparate. Doblas una esquina y, de la nada, aparece ante ti un delincuente blandiendo un cuchillo y exigiéndote que le entregues todo tu dinero. ¿Cuál es tu reacción? Puede que te quedes paralizado y no te muevas o que, por miedo, empieces a gritar y salgas corriendo. O, por el contrario, el ladrón podría actuar como un trapo rojo ante un toro y, enfadado, podrías atacarle y hacerle sentir lástima por su insensato intento de robo.

En cada uno de los casos anteriores, son nuestras emociones las que salen a la palestra y nos fortalecen, para que podamos afrontar bien la situación que se nos presenta. La vida humana sin emociones es inconcebible, ya que las emociones han desempeñado un papel crucial en nuestra supervivencia a lo largo de los tiempos. Nos guste o no, las emociones son una parte fundamental de nuestras vidas, definen quiénes somos y cómo nos comportamos en diferentes situaciones. Increíblemente, experimentamos emociones en cada segundo del día; incluso por la noche, al soñar, a veces experimentamos una serie de proyecciones que nos provocan emociones. De hecho, la calidad de toda nuestra vida depende de cómo manejemos el arsenal de emociones que tenemos.

Nuestro arsenal emocional es un arma de doble filo, ya que puede actuar como salvavidas o como asesino, dependiendo de cuánto se utilice. Tomemos la ira como ejemplo. Si te atacan directamente y, por tanto, tu integridad se ve amenazada, es muy probable que tomar represalias con ira sirva para repeler la amenaza. En estas circunstancias, la violencia utilizada como arma de defensa es perfectamente aceptable. Como en este caso, tu propia vida está en peligro, la ira actúa como salvavidas.

Pero consideremos otra situación. Estás inmerso en tu trabajo en la oficina, casi asfixiado por la burocracia. Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que te tomaste un descanso y ahora estás bastante irritable. Entonces suena su teléfono móvil: es su mujer. Ignorando el motivo de su molesta llamada, no contestas al teléfono, sino que sigues trabajando. Ahora estás completamente concentrado en esos papeles, pero al cabo de unos minutos, hay una segunda llamada: de nuevo, tu mujer. Se lo he dicho, estoy trabajando en mi proyecto, te dices enfadado y vuelves a negarte obstinadamente a contestar. Al cabo de un rato, el mismo tono de llamada. Al borde de la desesperación, descuelgas el teléfono con rabia y, sin la cortesía de una presentación, respondes sin pensar a tu cónyuge: ¡Por el amor de Dios! ¿No ves que estoy ocupado? Me da igual llegar tarde a cenar. Deja de molestarme! Conversación cerrada. Ahora bien, ¿sirvió realmente de algo tu enfado en este caso? Al volver a casa, lo más probable es que sientas remordimientos por haberte enfadado con tu mujer. No sólo has herido sus sentimientos, sino que ahora también te sientes culpable. Ella sólo estaba preocupada por tu retraso y preguntó por ti. No lo hizo con mala intención, a diferencia del agresor antes mencionado.

Como ves, las emociones pueden ser tanto nuestras mejores amigas como nuestras peores enemigas. En el próximo capítulo explicaré por qué ocurre esto y si podemos controlar nuestras reacciones emocionales para evitar situaciones embarazosas.

Positivo frente a negativo

Seguro que ha oído hablar mucho de rechazar las llamadas emociones negativas y, en su lugar, atraer emociones positivas, ya que se supone que éstas son la clave para vivir una vida próspera y alegre. Pero, ¿hasta qué punto es válida esta clasificación de las emociones en positivas y negativas? ¿Cuál es cuál?

En primer lugar, debemos saber qué emociones vamos a tener en cuenta para clasificarlas... Existen siete emociones universales: alegría, tristeza, miedo, ira, asco, sorpresa y desprecio. De ellas se pueden derivar todo tipo de mezclas. Estas siete emociones se llaman universales porque, como descubrió el reputado psicólogo Paul Ekman, existen en todas las culturas del mundo y, además, tienen la misma función y forma de manifestarse (más adelante hablaremos de la universalidad y la distinción entre distintas culturas).

Ahora que sabemos qué emociones tenemos, veámoslas más de cerca. Normalmente, el término negativo conduce a pensamientos sombríos, asociados principalmente a cualquier cosa mala, escandalosa, inaceptable, perjudicial, etc. (excepto los resultados de análisis médicos, en los que negativo significa en realidad buenas noticias). ¿Cuáles de estas siete emociones parecen ajustarse a esta descripción, de modo que podamos etiquetarlas irremediablemente como negativas? Presumiblemente todas excepto las emociones de felicidad y, al menos en parte, sorpresa, ¿verdad?

La gente suele pensar en la felicidad en general como la experiencia más placentera. Este punto de vista es perfectamente comprensible a primera vista. Quiero decir, ¿hay alguien a quien no le guste sentirse feliz, satisfecho, contento, encantado, llámelo como quiera? Yo creo