Filosofía con diferencia: Tus sentimientos y su derecho a existir - Pensamientos filosóficos sobre el miedo, la ira, la tristeza, el odio, la felicidad, el estrés, los celos, y compañía

Por Timo Kaschner

Filosofía con diferencia: Tus sentimientos y su derecho a existir

 

Pensamientos filosóficos sobre el miedo, la ira, la tristeza, el odio, la felicidad, el estrés, los celos, y compañía

 

¿Quieres entender mejor tus sentimientos? ¿Quieres descubrir de dónde proceden realmente tus sentimientos? ¿Estás interesado en averiguar cómo puedes adquirir una perspectiva diferente de tus sentimientos?

 

Sentimientos y el sentido de la vida

 

«Tu vida se compone de pensamientos, sentimientos y acciones. Cada pensamiento existente en tu cabeza origina un sentimiento correspondiente que te mueve a actuar en el terreno físico. Generalmente, estos procesos pasan desapercibidos, por lo que nos parece que estamos a merced de nuestras emociones. Sentimientos fuertes como la ira y la tristeza, así como la alegría y el entusiasmo, parecen envolvernos de repente en una situación y son capaces de alterar nuestra naturaleza. Además, queremos aferrarnos a las sensaciones agradables, pero estas desaparecen justo cuando cambia la situación externa y, de la misma manera, si nos enfrentamos a nuestros miedos, queremos hacer todo lo posible para huir de ellos e intentar cambiar las circunstancias externas. Sin embargo, se trata de acciones que están condenadas al fracaso y, en esta lectura, veremos por qué es así».

 

Con esta práctica guía, aprenderás …

 

… a conocerte mejor a ti y y a tus sentimientos

 

… en qué se relacionan tus sentimientos con el sentido de la vida

 

… por qué el mundo emocional humano es complejo

 

… a comprender la sensación de miedo

 

… lo que el sentimiento de ira indica acerca de ti

 

… por qué sentimos odio y cómo podemos acabar con él

 

… por qué los celos no te ayudan en ningún caso

 

… a superar la tristeza de una vez por todas

 

… ¡Y mucho más!

 

¡Adquiere el libro hoy mismo y aprende de una manera filosófica de dónde proceden tus sentimientos, y cómo puedes gestionarlos lo mejor posible!

• Idioma: Español
• Editorial: Timo Kaschner
• Fecha de lanzamiento: 28 ago 2020
• ISBN: 9781393402169

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Índice

1. Tú y tus sentimientos

2. Sentimientos y el sentido de la vida

3. El mundo emocional humano

4. El origen de los sentimientos

5. La sensación de miedo o ansiedad

5.1 Las prohibiciones internas

5.2 Ser o no ser

5.3 Pensamiento-Palabra-Acción

5.4 La solución subyace en el sentimiento

5.5 ¿Qué está escrito en ti?

6. El sentimiento de ira

7. Tú y el odio

8. La respuesta emocional de los celos

9. La tristeza

9.1 Cuando se rompe un vínculo

9.2 El valor de la tristeza

10. El estrés en tu vida

10.1 Las acciones impuestas generan estrés

10.2 Vivir según las orientaciones internas

11. El mundo de los buenos sentimientos

12. Tú y la suerte

12.1 Cuando el mundo de color de rosa desaparece

12.2 ¿Cómo se resuelve este problema?

13. Atención plena y reflexión

13.1 ¿Qué es la atención plena?

13.2 Fuera etiquetas

14. Cómo gestionar los sentimientos

14.1 Un ejemplo práctico

14.2 Resolución de problemas de forma simple

14.3 Conéctate con tu cuerpo

15. El manejo práctico de los sentimientos

16. El ser humano quiere ser feliz

17. Conclusión

1. Tú y tus sentimientos

Tu vida se compone de pensamientos, sentimientos y acciones. Cada pensamiento existente en tu cabeza origina un sentimiento correspondiente que te mueve a actuar en el terreno físico. Generalmente, estos procesos pasan desapercibidos, por lo que nos parece que estamos a merced de nuestras emociones. Sentimientos fuertes como la ira y la tristeza, así como la alegría y el entusiasmo, parecen envolvernos de repente en una situación y son capaces de alterar nuestra naturaleza. Además, queremos aferrarnos a las sensaciones agradables, pero estas desaparecen justo cuando cambia la situación externa y, de la misma manera, si nos enfrentamos a nuestros miedos, queremos hacer todo lo posible para huir de ellos e intentar cambiar las circunstancias externas. Sin embargo, se trata de acciones que están condenadas al fracaso y, en esta lectura, veremos por qué es así.

Lo fundamental es que los sentimientos forman parte de tu vida: has aprendido a reaccionar ante situaciones externas y a hacer del pasado el presente. Por esta razón, es imprescindible comenzar por el principio y partir desde donde entras en contacto con tus sentimientos, con el objetivo de que puedas entender su naturaleza y gestionarlos.

2. Sentimientos y el sentido de la vida

¿La vida no sería más sencilla si no tuviéramos que experimentar todos los días los constantes altibajos de nuestro mundo emocional? ¿Cuál es el sentido de este caos de sentimientos que comienza cada mañana cuando suena el despertador?

En primer lugar, debemos saber que los pensamientos, los sentimientos y las acciones están conectados entre sí y tienen lugar simultáneamente a distintos niveles. En este sentido, el lenguaje humano se encarga de intentar describirlos léxicamente como si estuvieran separados, pero, en realidad, ocurren al mismo tiempo y están entrelazados. Cuando utilizamos las palabras, cada una perfila una forma y puede denotar algo distinto respectivamente y, de esta manera, parece que abordamos aspectos independientes entre sí.

Dicho de otro modo, todo sucede en el mismo momento y solo percibimos cada cosa de manera consecutiva, puesto que la mente piensa en imágenes. Sin embargo, si te adentras en la meditación, la percepción cambia y la situación se experimenta de una forma completamente diferente.

Detengámonos un momento en tus sentimientos: no se trata de por qué los tienes, pues constituyen una expresión de tu existencia humana, sino que la pregunta es: ¿cuál es el motivo por el que los buenos sentimientos se evaporan tan rápido y los malos parecen persistir mucho en el tiempo? Hasta ahora, en el colegio no se nos enseña cómo enfrentarnos a ellos, si bien es cierto que cada día tenemos que lidiar con situaciones de ese tipo. Se consideran una expresión de nuestro pensamiento a nivel emocional y desencadenan cada acción. Aunque instintivamente sabemos que tenemos que dejar ir los sentimientos malos porque no nos causan ningún bien, reaccionamos a lo desagradable y molesto con resistencia y nos sentimos decepcionados cuando los momentos gratos y amenos desaparecen.

Tus sentimientos manifiestan en qué medida eres tú mismo en un momento determinado. Una profunda alegría en el corazón (no la simple sensación de júbilo por obtener o lograr algo) demuestra que estás viviendo tu potencial al máximo en este instante: eres todo tú, sin limitaciones, y con la sensación satisfactoria de ser pleno y completo. Se trata de momentos que sobrevienen de pronto, como la repentina felicidad que corre por tus venas mientras observas una mariquita arrastrándose, o la cálida sensación de espacio y libertad que te envuelve sin previo aviso cuando sales a pasear. Pero esta experiencia se desvanece si intentas prolongarla o aferrarte a ella; es decir, no puedes hacer nada para que se repita porque cada intento implica la suposición de que ha desaparecido.

Tal vez puedas imaginártelo así:

Llegas a este mundo sin saber que puedes crear y conocer todo lo que desees. Empiezas a esforzarte e intentar conseguir lo que quieres, pero cuanto más empeño pones, más se aleja todo de ti. En cambio, si lo dejas ir y te sientes satisfecho con lo existente, tu ser emerge completamente y te brinda todas las oportunidades. Cada esfuerzo te aparta de tu esencia, mientras que la tranquilidad y la empatía en el momento te permiten volver a conectar con el ser que eres originariamente y que, entonces, es capaz de hacer lo que debe.

En tanto que te desprendas de tu naturaleza original y te vuelvas a sumergir en ella, te enfrentarás a los sentimientos humanos. Con el tiempo, sentirás una dicha profunda que es totalmente independiente de las circunstancias externas, de modo que ya no reaccionarás a tu entorno, sino que actuarás por libre decisión interna; en otras palabras tú decides lo quieres sentir. Puedes expresar tristeza ante una pérdida o mantener la serenidad sosegada porque la vida no se acaba, sino que se transforma.

Los sentimientos aún parecen dominarte y apoderarse de ti en cualquier momento. Ahora bien, la vida te ofrece la oportunidad de analizar estas experiencias para crear conexiones y liberarte de las dependencias. El propósito de toda persona es